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maratón 4/4.

XXXVIII:
SOSPECHAS
Y
PARTIDOS
parte 2

EL DÍA DEL CLÁSICO HABÍA LLEGADO. Todo el colegio estaba paralizado por el famoso primer partido entre Gryffindor y Slytherin. Harry había pasado todo el desayuno escuchando las indicaciones de Wood, el cual estaba bastante ansioso por el partido.

–Tenemos que ganar, o seguirán restregandonos la penosa derrota del año pasado–dijo el capitán.

–Somos demasiado buenos como para perder, además tenemos a Harry esta vez–dijo George convencido.

–George tiene razón–dijo Alicia Spinnet.

–Si Spinnet, ya sabemos que para ti George siempre tiene razón–Fred rodó los ojos.

–Solo quiero atrapar la snitch rápido y que el partido termine lo más pronto posible–dijo Harry–. Además Malfoy es su buscador, entre más rápido la atrape, más furioso se pondrá.

–Eso es cierto–se burló Angelina Johsson.

–Ya quiero ver su cara cuando Harry atrape la snitch–añadió Fred, también con burla.

–La de él, y la de Lestrange, tanto el chiquito como la de su hermana–dijo George en el mismo tono. Alicia rio con fuerza.

–Yo también quiero ver la cara de pondrá–mencionó Alicia.

–Ya quiero restregarle a Lestrange que vencimos a su hermanito y su primo en su propia cara–George siguió con la burló, y Harry supuso que tal vez las cosas no estaban tan bien entre los gemelos y la hermana de Polux Lestrange.

-¡Por Godric! Ya tenemos una buena razón para fastidiarla todo el año–Fred tocó el hombro de George y se miraron con complicidad. Harry volvió su atención a Wood cuando empezó a hablar de nuevo.

—Los de Slytherin tienen mejores escobas que nosotros —comenzó—, eso no se puede negar. Pero nosotros tenemos mejores jugadores sobre las escobas. Hemos entrenado más que ellos y hemos volado bajo todas las circunstancias climatológicas, y vamos a hacer que se arrepientan del día en que dejaron que esos pequeños canalla, los mellizos Malfoy y el Lestrange, se compraran un puesto en el equipo.

—¡Y tanto!—murmuró George Weasley—, no me he secado del todo desde agosto.

Con la respiración agitada por la emoción, Wood se volvió a Harry.

—Es misión tuya, Harry, demostrarles que un buscador tiene que tener algo más que un padre rico. Tienes que coger la snitch antes que Malfoy, o perecer en el intento, porque hoy tenemos que ganar.

—Así que no te sientas presionado, Harry —le dijo Fred, guiñandole un ojo.

—Creo que ya es hora de irnos–hablo Wood. Harry miró y en el comedor ya todos se estaban poniendo de pie.

Violet, Ron y Hermione se acercaron a Harry.

—Lo harás bien—le animó Hermione.

—Tu intenta atrapar la snitch y te prometo que en el partido contra mi casa usaré una bandera de Gryffindor—añadió Violet.

—Solo espero hacerlo rápido, no tengo muchas ganas de estar volando tanto tiempo.

—Ya quiero ver las caras de Malfoy y Lestrange cuando su primer partido sea toda una derrota—dijo Ron.

—¿Mérope Malfoy jugará?—preguntó Hermione.

—Tengo entendido que ella es suplente, alguien de Slytherin tendría que lesionarse para que ella juegue—respondió Harry. Los cuatro empezaron a caminar.

—No he escuchado que ningún cazador esté lesionado—dijo Ron—, ya se hubiera sabido.

Mérope caminaba junto a Blaise, Theodore y Olivia camino al partido. Ya estaban a punto de entrar al estadio.

—¿Creen que ganemos?–preguntó Olivia.

—Según mis cálculos estamos 50/50—respondió Theodore—. Potter es bueno, pero es el debut de Draco y Pólux que obviamente se van a lucir.

vEstoy nerviosa por ellos, quiero que les vaya bien—dijo Mérope.

–Con calma Mer, la leyenda Black de que todos en esa familia son demasiado buenos en algo definitivamente saldrá hoy–Blaise rodeo su hombro con su brazo y le dio ánimos. Se ubicaron en la fila para subir a las gradas de su casa.

–Mal...Malfoy–una voz cansada y falta de aire mencionó el apellido de Mérope, lo que la hizo voltear–. ¡He...Hey!

Peregrine Derrick uno de los golpeadores del equipo de las serpientes estaba frente a ella.

–¿Derrick? ¿Qué pasa? –Mérope preguntó, el chico apenas recuperaba el aire pero no quitaba la expresión de tragedia de su rostro–. ¿Le pasó algo a Draco o Polux?

–A ellos no.

–¿Entonces?

–Habla chico, que aquí no sólo Mérope tiene curiosidad–pidió Blaise.

–Es que Montague se lesionó–dijo el chico que ya había recuperado el aire–. Tu eres la suplente, necesitan que juegues.

–¿Qué? ¿Acaso no hay más suplentes?–Mérope no podía creer que todo aquello a lo que le huyo estaba pasando.

–Es un suplente por posición–contestó Theodore.

–El chico Nott tiene razón–respondió Derrick–. Tu eres la cazadora suplente, si no juegas perderemos por ausencia.

–¡No puedes permitir eso!—exclamó Oliva y tomó a Mérope por los hombros–. Mira Mer, irás a ese vestidor, te pondrás ese uniforme que te queda genial y saldrás a anotar varios puntos. ¿Ok?

Mérope sonrió ante los ánimos de su amiga, Olivia eres muy importante en su vida y se alegraba de que podía contar con ella para todo.

–Ok–Mérope tomó aire y miró a Derrick–. Lo haré, jugaré.

–¡Genial! –celebró el chico–. Todos en el equipo estarán felices, ya veras.

–Lo harás bien Mer, te vemos en la cancha–Theodore apretó su hombro y le dio una sonrisa sincera.

–Suerte mini Malfoy, ya quiero ver sus dos cabelleras rubias brillando con el sol–añadió Blaise, haciendo reír a Merope.

–Los veo en la cancha–Mérope se terminó de despedir con sus manos y caminos detrás de Derrick hasta llegar a los vestidores.

–Te espero afuera–le dijo.

Mérope entró al vestidor femenino, como siempre estaba vacío por la ausencia de chicas en el equipo verde. Sus cosas estaban ahí, alguien debió ir a buscarlas, se cambió rápidamente y salió.

–¿Lista? –preguntó el chico.

–Lista, vamos.

Caminaron hasta la sala de juntas de Slytherin.

–¡Volví! –gritó Derrick–. Y miren que traje conmigo.

–¡Cissa! –reclamaron Polux y Draco corriendo hasta donde ella.

–Hola tontos–Mérope les correspondió el abrazo.

–¿Cissa?–Venus estaba ahí cuando Merope alzó la mirada, la pelinegra se agacho un poco para quedar a la altura de su prima menor–. Por lo que veo vas a jugar.

–Eso parece, estoy nerviosa.

–Lo harás excelente–le dijo Venus–. Ya le di la charla a ellos porque no sabía que vendrías jugar, pero ganes o pierdas estaré orgullosa porque yo siempre seré feliz por ustedes.

–Gracias Drella–Mérope la abrazo–, eres la hermana mayor que nunca tuve.

–¿Nunca tuviste? Pero si aquí me tienes–respondió la Lestrange.

Mérope fue soltada por su prima quien miro a los tres black menor que ella y dijo:

–Los veo allá, lo harán genial y no olviden que los amo.

—Te amamos—respondieron los tres menores al tiempo.

Los tres vieron a su mayor alejarse. Al momento Flint los llamó.

—¡Slytherin!—todo el equipo se acercó—. Tenemos que ganar, no importa lo que tengamos que hacer, hay que perder tiempo para que Malfoy chico pueda atrapar la snitch y más te vale hacerlo.

—Entendido.

—¿No juegan sucio o sí?—preguntó Mérope con algo de temor.

—El quidditch es un juego sucio, princesita—respondió Flint—. Tú solo debes ir por la pelota, tomarla y anotar.

—No le hables así—fue Pucey quien defendió a la menor—. A Venus no le gustaría saber que tratas a su prima como si fuera tonta.

—Está bien—Flint soltó un gruñido—. Hagan lo que saben hacer y ya.

Las cuatro casas se encontraban presentes en aquel inmenso campo. Nadie en Hogwarts iba a perderse aquel partido tan importante.

—¡Buenos díaaaaaaaaaaaas Hogwarts!—Lee Jordan habló por el megáfono con su inconfundible voz de locutor—. ¿Están listos para el partido más esperado del año?

La ovación no se hizo esperar, la pasión por el deporte se sentía en el ambiente.

—Entonces conozcan a sus jugadores—Lee señaló hacia las puertas donde saldrían los equipos—. Con ustedes uno de los mejores equipos de la historia, los leones de Hogwarts, los casi campeones del último año, liderados por Oliver Wood, ellos son: ¡Alicia Spinnet, Angelina Johnson, Katie Bell, George y Fred Weasley y Harry Potter! ¡El equipo de Gryffindor!

La barra de Gryffindor hizo todo el ruido posible, incluso Hufflepuff y algunos Ravenclaw se unieron al bullicio, no era secreto para nadie que la mayoría de la escuela apoyaba a los leones. Los siete del equipo rojo entraron al campo y se ubicaron en la mitad.

—¡Que barra!—celebró Lee a su equipo, a veces le costaba ser imparcial—. Del otro lado tenemos al ganador del último año, el equipo más serpiente en todos los sentidos, los ganadores del último año y además, ¡Con nueva artillería! Ellos son...Oh, esperen me han entregado un nuevo listado. ¡Al parecer las serpientes cambian más de piel de lo esperado! Liderados por Marcus Flint, ellos son: Adrian Pucey, Lucian Bole, Peregrine Derrick, y los buenos nuevos: Polux Lestrange, Draco Malfoy y Merope Malfoy.

La barra de Slytherin no se dejó opacar, gritaron tan fuerte que el ego de su equipo seguro había subido varios niveles. Merope miro el campo y sintió que tal vez no le disgustaba tanto esa posición, la casa verde ovacionaba por ellos y desde ese momento los hacían sentir como campeones.

Harry quedo con la boca abierta cuando vio aquella coleta platinada desordenada entrar por la cancha, no podía creer que literalmente jugaría contra ella, además de que se veía herm...Harry sacudió su cabeza, hoy no podía intentar lucirse y nada de esas cosas que lo distraen, solo debía atrapar la snitch y hacerlo rápido.

Los equipos se acercaron para que los capitanes pudieran darse el típico apretón de manos. Merope no pudo evitar mirar a Harry, él intentaba no mirarla.

—Cuando toque el silbato—dijo la señora Hooch—. Tres..., dos..., uno...

Animados por el bramido de la multitud que les apoyaba, los catorce jugadores se elevaron hacia el cielo. Harry ascendió más que ningún otro, aguzando la vista en busca de la snitch.

—¿Todo bien por ahí, cabeza rajada? —le gritó Malfoy, saliendo disparado por debajo de él para demostrarle la velocidad de su escoba.

Harry no tuvo tiempo de replicar. En aquel preciso instante iba hacia él una bludger negra y pesada; faltó tan poco para que le golpeara, que al pasar le despeinó.

—¡Por qué poco, Harry! —le dijo George, pasando por su lado como un relámpago, con el bate en la mano, listo para devolver la bludger contra Slytherin. Harry vio que George daba un fuerte golpe a la bludger dirigiéndola hacia Adrian Pucey, pero la bludger cambió de dirección en medio del aire y se fue directa, otra vez, contra Harry.

Harry descendió rápidamente para evitarla, y George logró golpearla fuerte contra Malfoy. Una vez más, la bludger viró bruscamente como si fuera un bumerán y se encaminó como una bala hacia la cabeza de Harry.

Harry aumentó la velocidad y salió zumbando hacia "el otro extremo del campo. Oía a la bludger silbar a su lado. ¿Qué ocurría? Las bludger nunca se enconaban de aquella manera contra un único jugador, su misión era derribar a todo el que pudieran..

Fred Weasley aguardaba en el otro extremo. Harry se agachó para que Fred golpeara la bludger con todas sus fuerzas. Fred lanzó la pelota con todas las intenciones hacia Merope Malfoy.

—¡Ya está! Una Malfoy menos—gritó Fred contento.

La rubia vio la pelo ir hacia ella, definitivamente la Nimbus 2001 era rápida y eso la ayudó a esquivarla, Lucian Bole se metió entre ella y la pelota cuando justo iba contra la escoba de Merope, aun así el amague hizo que perdiera el equilibro y tambaleara.

–¿Estás bien? –Polux fue rápidamente junto a su prima.

–Si, Act, todo bien–Merope vio como Angelina Jonhson le pasaba la quaffle a Alicia Spinnet soltando risitas por su tropiezo–. Hagamos la maniobra, la que practicamos en el verano.

–¿La maniobra si nombre? –preguntó el azabache.

–Si, esa–respondió, y miró todo el perímetro, los Gryffindor seguían confiados con la quaffle camino al arco del equipo verde, mientras que su mellizo seguía en búsqueda de aquella pelota dorada–. Tenemos unos cuantos puntos que anotar.

Harry la vio hablar con su primo y se relajo al ver que estaba bien, suspiro agradeciendo al de arriba por haberse librado de la pelota loca, pero se equivocaba: como si fuera atraída magnéticamente por Harry, la bludger volvió a perseguirlo y Harry se vio obligado a alejarse a toda velocidad.

–Tú las distraes y yo voy por la pelota–indicó Polux a su prima cuando vio que Adrian Pucey pudo quitarle la pelota a Katie Bell, ella asintió.

Mérope voló a toda velocidad junto a las cazadoras de Gryffindor, Adrian le pasó el balón a Polux y este hizo a propósito señales muy visibles de que le pasaría el balón, Spinnet la vio de reojo y le dijo algo a Jonhson, seguro traman algo. Las mayores intentaron rodearla para evitar que atrapara la pelota, Merope se empezó a dirigir lentamente al arco de Gryffindor sin que ellas lo notaran, debido a que estaban muy distraídas en rodearla para arruinar el pase.

Mérope vio cómo George Weasley se preparaba para lanzar una bludger contra su primo, justo cuando el pelirrojo bateo, Polux lanzó el balón hacia su prima, las dos Gryffindor hicieron el movimiento para bloquearla pero la Nimbus 2001 era de nuevo más rápida, la platinada paso entre ambas antes de que le cerraran el paso y atrapó la quaffle con destreza.

–¡Arcturus cuidado!–le grito justo a tiempo para que Pólux se quitara del camino y la pelota no lo derribara.

Había empezado a llover. Harry notaba las gruesas gotas en la cara, que chocaban contra los cristales de las gafas. No tuvo ni idea de lo que pasaba con los otros jugadores hasta que oyó la voz de Lee Jordan, que era el comentarista, diciendo: «¡Wow! ¡Que ha sido esa maniobra por parte de la nueva artillería del equipo de Slytherin. Merope Malfoy y Polux Lestrange se apoderaron del balón a solo unos metros del arco contrincante»

Harry volteo hacia los primos black, la piel y el cabello de Merope parecían brillar conforme el día se iba poniendo gris, a su lado su primo la cubría de todo aquel que intentaba quitarle la pelota. Fue un espectáculo verla...

–¡Y Mérope Malfoy anota! –grito Lee Jordan–. ¡Luego de una de las mejores maniobras vistas en esta cancha Slytherin obtiene un segundo punto por parte de su nueva artillería luego del primer gol de Polux Lestrange! ¿Podrá Draco Malfoy atrapar la snitch y demostrar que el nuevo equipo de Slytherin vino a ganar? ¡Ojala y no!

–¡Lee! Debes ser imparcial–la voz de la profesora McGonagall se escuchó de fondo.

Estaba claro que la superioridad de las escobas de Slytherin daba sus resultados, y mientras tanto, la bludger loca hacía todo lo que podía para derribar a Harry. Fred y George se acercaban tanto a él, uno a cada lado, que Harry no podía ver otra cosa que sus brazos, que se agitaban sin cesar, y le resultaba imposible buscar la snitch, y no digamos atraparla.

—Alguien... está... manipulando... esta... bludger... —gruñó Fred, golpeándola con todas sus fuerzas para rechazar un nuevo ataque contra Harry.

—Hay que detener el juego —dijo George, intentando evitar que la bludger le partiera la nariz a Harry.

–Mira ahí, George–Fred señaló a la grada de Slytherin–. ¿Y si esa loca está hechizando la bludger para sabotearnos? ¡Es capaz de cualquier cosa!

–No me sorprendería–respondió George, Harry no tenía idea de quien hablaban, ni a que se referían, solo quería para el juego–. No sabe lo que le espera después de esto.

–Tenlo por seguro–dijo Fred, bateando por segunda vez la pelota que iba contra Harry.

–¿Podemos detener esto antes de que mi rostro sea el afectado?–pidió Harry con genuina preocupación, interrumpiendo lo que que hablaban Fred y George.

–Tienes razón–George hizo una seña a Wood.

Wood captó el mensaje. La señora Hooch hizo sonar el silbato y Harry, Fred y George bajaron al césped, todavía tratando de evitar a la bludger loca. Romeo corrió hasta donde el equipo, era costumbre verlo ahí.

—¿Qué ocurre? —preguntó Wood, cuando el equipo de Gryffindor se reunió, mientras la afición de Slytherin los abucheaba—. Nos están haciendo papilla. Fred, George, ¿dónde estaban cuando la bludger le impidió marcar a Angelina? ¿O por qué ninguna bludger fue contra Polux Lestrange o Mérope Malfoy cuando se acercaban a nuestro arco? ¡Están en segundo año!

–¡Nos están saboteando! –exclamó Romeo con desesperación.

—Estábamos ocho metros por encima de ella, Oliver, para evitar que la otra bludger matara a Harry—dijo George enfadado—. Alguien la ha manipulado..., no dejará en paz a Harry, no ha ido detrás de nadie más en todo el tiempo. Los de Slytherin deben de haberle hecho algo.

–Específicamente alguien de Slytherin–recalcó Fred.

–Alguien con la suficiente familia en el equipo como para necesitar asegurar se de que ganen–añadió Romeo.

—Pero las bludger han permanecido guardadas en el despacho de la señora Hooch desde nuestro último entrenamiento, y aquel día no les pasaba nada.. —dijo Wood, perplejo.

La señora Hooch iba hacia ellos. Detrás de ella, Harry veía al equipo de Slytherin felicitando a Mérope y Polux.

–No conocemos el alcance de esa gente, Wood–habló Angelina.

—Escuchen—les dijo Harry mientras ella se acercaba—, con ustedes dos volando todo el rato a mi lado, la única posibilidad que tengo de atrapar la snitch es que se me meta por la manga. Vuelvan a proteger al resto del equipo y déjenme que me las arregle solo con esa bludger loca.

—No seas tonto—dijo Fred—, te partirá en dos.

–Tu padre y mi padre me asesinaran si tengo que darles la noticia de que una pelota loca acabó contigo en un partido–Romeo intentaba hacer razonar al que era como su primo–. ¡Mi tío James me mandara una bludger a mi por permitir eso!

Wood tan pronto miraba a Harry como a los Weasley, como a Lupin.

—Oliver, esto es una locura —dijo Alicia Spinnet ahora enfadada—, no puedes dejar que Harry se las apañe solo con la bludger. Esto hay que investigarlo.

—¡Si paramos ahora, perderemos el partido!—argumentó Harry—. ¡Y no vamos a perder frente a Slytherin sólo por una bludger loca!

–Harry estas pensando solo en la victoria, esa cosa podría matarte–volvió a hablar Romeo. Oliver miraba a Harry, en el fondo pensando igual que el menor–. Ni lo pienses, Wood.

–¿Acaso estás pensando igual que un niño tres años menor que tú? –hablo Fred.

—Si le pasa algo es culpa tuya—dijo George a Wood, enfadado—. «¡Atrapa la snitch o muere en el intento!» ¡Qué idiotez decir eso!

Mérope y Polux reciben miles de halagos por parte de sus compañeros.

–¡Hicieron la maniobra sin nombre! ¡Les quedó genial! –Draco se acercó a ambos para felicitarlos–. Si seguimos así tendré tiempo suficiente para atrapar la snitch.

–Bien hecho, nuevos–felicito Flint–. Lestrange buen punto, y tú Malfoy chica deberías considerar ser cazadora de planta, nunca nadie había provocado a Spinnet y Johnson de esa manera.

–Tal vez por la falta de chicas en tu equipo–añadió.

–¡Tú podrías ser el cambio! –añadió Pucye con entusiasmo–. Lo haces bien Merope, se que tu prima te hará considerarlo.

–¿Que pasara con los Gryffindor? –preguntó Lucian Bole.

–Seguro pararon el partido por miedo a la derrota–respondió Flint.

–O por la bludger loca que ha perseguido a Potter todo el partido–añadió Derrick y todos lo miraron–. ¿No lo han notado? Bole y yo no hemos tenido casi que ni golpearla una sola vez en todo el partido, la cosa ha hecho el trabajo contra Potter ella sola.

–¿Alguien aqui hechizo la bludger? –preguntó Mérope desafiante–. ¡Es una trampa muy grave! Podrían descalificarnos del torneo...

–Yo jamás di esa orden, buena idea del que lo hizo pero a la próxima puede avisar–hablo Flint con sorna–. A ver, ¿Quien fue?

Todo el equipo se miró entre sí, nadie había hechizado la pelota, aun así todas las miradas se fueron hasta Draco.

–¿Que me miran?–cuestionó el platinado–. Oh no. no. no. Potter me puede caer muy mal y todo, pero yo soy bueno en pociones, no hechizando cosas.

–Tiene un punto–dijo Polux–. Si Draco lo hubiera hecho, yo lo supiera, hasta tu lo supieras, Mérope, él habría tenido que pedirte ayuda.

–Tendremos que preguntar si alguien de nuestra casa pero fuera del equipo lo hizo–añadió Pucey–. Igual puede afectarnos para mal.

Llegó la señora Hooch con el equipo de los leones.

—¿Listos para seguir? —preguntó a Wood.

Wood contempló la expresión absolutamente segura del rostro de Harry.

—Bien—dijo—. Fred y George, ya lo oyeron, dejen que se enfrente él solo a la bludger.

Harry dio una patada en el suelo que lo propulsó por los aires, y enseguida oyó tras él el zumbido de la bludger. Harry ascendió más y más. Giraba, daba vueltas, se trasladaba en espiral, en zigzag, describiendo tirabuzones. Ligeramente mareado, mantenía sin embargo los ojos completamente abiertos.

La lluvia le empañan los cristales de las gafas, se arrepentía de no haber traído las que Romeo le ofreció en caso de lluvia y se le metió en los agujeros de la nariz cuando se puso boca abajo para evitar otra violenta acometida de la bludger.

—¿Haciendo prácticas de ballet, Potter? —le gritó Malfoy, cuando Harry se vio obligado a hacer una ridícula floritura en el aire para evitar la bludger. Harry escapó, pero la bludger lo seguía a un metro de distancia. Y en el momento en que dirigió a Malfoy una mirada de odio, vio la dorada snitch. Volaba a tan sólo unos centímetros por encima de la oreja izquierda de Malfoy... pero Malfoy, que estaba muy ocupado riéndose de Harry, no la había visto.

Durante un angustioso instante, Harry permaneció suspendido en el aire, sin atreverse a dirigirse hacia Malfoy a toda velocidad, para que éste no mirase hacia arriba y descubriera la snitch.

–Draco, ¡En tu oreja!–Harry maldijo internamente cuando la voz de Polux Lestrange hizo que Malfoy cayera en cuenta de la pelota dorada.

Se había quedado quieto un segundo de más. La bludger lo alcanzó por fin, le golpeó en el codo, y Harry sintió que le había roto el brazo. Débil, la bludger volvió para atacarle de nuevo, y esta vez se dirigía directa a su cara. Harry cambió bruscamente de dirección, con una idea fija en su mente aturdida: atrapar a Malfoy.

–¡Draco atrapa la snitch o quítate!–Mérope le gritó a su mellizo cuando vio que Potter iba hacia él.

—¿Qué...? —exclamó Draco en un grito ahogado, apartándose del rumbo de Harry, en vano porque aun así lo golpeó con la escoba y Malfoy cayó.

Harry se soltó finalmente de la escoba e hizo un esfuerzo para coger algo; sintió que sus dedos se cerraban en torno a la fría snitch, pero sólo se sujetaba a la escoba con las piernas, y la multitud, abajo, profirió gritos cuando Harry empezó a caer, intentando no perder el conocimiento.

Con un golpe seco chocó contra el barro y salió rodando, ya sin la escoba. El brazo le colgaba en un ángulo muy extraño. Sintiéndose morir de dolor, oyó, como si le llegaran de muy lejos, muchos silbidos y gritos. Miró la snitch que tenía en su mano buena.

—Ajá —dijo sin fuerzas—, hemos ganado.

Y se desmayó. Lee empezó a celebrar por el megáfono, pero para Mérope no se escuchaban más que zumbidos.

Mérope quedó aturdida por la caída de Harry, de verdad se había lastimado y estaba desmayado, pero ella sabía que él era...era...

El chico dorado.

Eso, Harry era todo un chico de oro, todos lo amaban y nadie nunca juzgaría sus decisiones, estaría bien. Draco no, le mareaba pensar que algo le había pasado, todo era medio borroso y por instinto Mérope bajó rápidamente del aire para posarse junto a su hermano que lloriqueaba por un dolor de hombro.

–¿Draco estás bien? –preguntó cuando estuvo junto a él.

–Me...duele demasiado el hombro–se quejo el platinado–. Ese estupido Potter.

–El idiota de Potter no pudo esperar que la snitch se moviera–se quejo Polux–, fue encima de Draco sin importarle que lo podia lastimar.

–Por Salazar–la voz de Venus se hizo presente, se arrodilló frente a su primo menor–. Esos Gryffindor son unos animales agresivos.

–¿No sería una falta? –preguntó Mérope a los demás del equipo–. Prácticamente le pasó por encima.

–Se supone, pero atrapó la snitch, el partido se acabó y ya no hay más que pitar–respondió Pucey con desgana.

–Llevemos a Draco a la enfermería–pidió Venus, levantandolo.

–Antes de que se vayan–habló Flint–. Lo hicieron muy bien novatos, felicidades, tuvimos la victoria cerca. Para la próxima cambiaremos algunas cosas.

–Gracias Flint, pero yo prefiero no tener una próxima.

–Ni creas Malfoy.

Los Slytherin empezaron a caminar hasta la enfermería. Blaise y Theodore se reunieron con ellos en el camino para ir todos hasta allí pero no les permitieron quedarse en la enfermería por lo que prometieron esperarlos despiertos en la sala común.

Cuando llegaron todos iban con Potter, escucho a alguien decir algo sobre un brazo de fideo pero ella estaba completamente pendiente a su hermano. Quería que saliera de ahí rápido, lo cual no fue un problema porque la Sra. Pomfrey quiso salir de él rápidamente para centrarse en Harry.

–Tomate esto Malfoy, estarás bien en quince minutos–dijo la enfermera entregando a Draco un recipiente con una poción para el dolor.

–Solo les importa Potter–se quejó Polux.

–Es mi culpa–dijo Draco haciendo una mueca por el líquido que se había tomado–, si hubiera atrapado la snitch a tiempo todos estarían aquí y no allá.

–No digas eso Draco–lo alentó Mérope–, lo hicimos bien, ademas el te pasó por encima.

–Estoy segura que la bludger loca era un invento de esos insoportables gemelos para hacernos creer que Potter estaba vulnerable, no le haría nada claramente–Venus hablaba con desprecio de los gemelos.

–Tal vez–dijo Polux.

–Ya debes estar bien Malfoy–dijo la enfermera y Draco asintió, el dolor se había ido–. Bien, ya deben irse todos.

–Potter tiene a medio Gryffindor aquí y no veo que los eche–se quejo Venus.

–El señor Potter perdió los huesos del brazo, necesita compañía–fue lo único que dijo Pomfrey antes de irse.

Los primos Black se miraron. ¿Brazo sin huesos? Decidieron ignorar el asunto y caminar hasta la sala. Mientras caminaban a las mazmorras Mérope escucho un ruido en un pasillo, como si alguien la llamara.

Se acercó al pasillo, alejándose de sus primos y diciéndoles que los alcanzaría en un rato.

–Hey–un saludo la asustó, se volteó y era Rolf Scamander–. ¿Cómo estás, Malfoy?

–Hola–saludo de vuelta–, ¿bien y tú?

–Bien–Rolf se acercó un poco a ella–. Quería felicitarte, estuve en el partido y lo hiciste genial. Tus puntos estuvieron geniales.

–Gracias, es importante para mí hacerlo bien–agradecio.

–Pensé que ganarían, pero tal vez será la próxima.

–Seguramente.

–Mira, te hice algo para felicitarte–Rolf sacó un papel de su bolsillo y se lo entregó a la rubia. Mérope lo abrió y era un bonito dibujo–. Es un escarbato, a ellos les gustan las cosas brillantes y tu cabello brillaba en el campo así que es tu fanatico.

El dibujo era un escarbato con bufanda y camiseta del equipo de Slytherin. También tenía un banderín que decía «Mérope Malfoy manda» y el número de su camiseta que era el trece.

–Es demasiado tierno, gracias–Merope estaba conmovida con el dibujo, Rolf era una muy buena persona, así que lo abrazo–. Es muy bonito, lo guardaré.

–Me alegra que te haya gustado–el Hufflepuff correspondió el abrazo y luego se separaron–. Tengo que irme, pero espero verte en clases.

–En ocasiones, seguramente.

El castaño se fue y Mérope siguió caminando. De nuevo la sensación de que alguien la llamaba volvió. Siguió el susurro dándose cuenta que venía de un armario de escobas.

Lo abrió de par en par sin pensar.

–¿Dobby?

§
¡Fin del maratón!

Espero les haya gustado mi regreso y que hayan disfrutado mucho el maratón. Ahora debo trabajar en otras de mis novelas, pero no crean, habrá Electric Love muy pronto.

Las invito a que se pasen por mi fic más reciente, se llama INFINITY de Draco Malfoy y hace parte del universo de mi otra saga. ¡Las espero por ahí!

¡Enserio gracias por tantas lecturas! Sus votos y comentarios me motivan a seguir escribiendo.

Después de todo, ¿Que creen que pase? ¿Que les gustaría que pasara?
Las leo.

¡Gracias por seguir aquí! Nos leemos pronto.
Xoxo, Ela.
§

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