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GAME OVER
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1 de Noviembre de 1981 - Mansión Malfoy, Wiltshire.
Narcissa se encontraba acunando a sus mellizos en una mecedora de la habitación de Mérope.
Ese día en específico había sido oscuro y nublado, ella sabía que eso significaba que los mortifagos estuvieron haciendo de las suyas.
Al menos ellos estaban del lado correcto y su señor reconocía su lealtad.
No era secreto para nadie que Lucius era uno de los mortifagos más fieles de Lord Voldemort. Los Lestrange, los Crouch, Severus Snape y los Malfoy eran aquellos seguidores en los que el señor tenebroso más confiaba, a los que les daba ciertos beneficios.
Entre esos beneficios, la piedad, a cambio de su incondicionalidad Voldemort era piadoso con ellos y sus familias, al menos ellos podían estar seguros de que no saldrían lastimados.
Por lo que los Malfoy no eran tontos, al momento de bautizar a sus hijos eligieron a Severus como padrino de Mérope y Rodolphus como padrino de Draco. Además de ser Bellatrix la madrina del niño.
En secreto Narcissa y con ayuda de su recientemente fallecida amiga Keira Avery, había nombrado a su otra hermana Andrómeda como madrina de su hija, pero eso no lo sabía nadie, simplemente le hizo creer a Bellatrix que era madrina de ambos niños.
Mientras Narcissa intentaba dormir a su hija menor, pues ya su hermano había caído en el sueño escucha ruidos y estruendos en su casa.
Por impulso coloca a ambos niños en la cuna de la melliza y sin pensarlo dos veces saca su varita para empezar a susurrar hechizos protectores.
Cuando terminó sus hijos estaban dentro de una burbuja, no podrían escuchar nada de lo que pasaba afuera y nadie que no llevara su sangre podría ver que hay niños en la cuna, satisfecha pero aún aterrada baja a ver cuál es el escándalo.
—¿NO LO ENTIENDES LUCIUS? TODOS DICEN QUE NUESTRO SEÑOR HA CAÍDO ¡ES IMPOSIBLE!—escuchó gritos que pudo reconocer como los de su hermana Bellatrix.
—¡Narcissa! Que dicha verte, ¿mi ahijado ya está durmiendo? Quiero verlo.—dijo Rodolphus Lestrange cuando vio a la rubia bajar las escaleras.
—¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué tanto alboroto, Bella?—preguntó Narcissa ignorando al Lestrange y entrando a la gran sala en la que empezaban a aparecerse mortifagos.
—¡Tu esposo no quiere creerme! Nos han dicho que nuestro señor tenebroso fue herido, salió a buscar algo y ha desaparecido.—respondió la Lestrange.
—¿Acaso te estás escuchando? ¡Está diciendo que nuestro señor salió a dar un paseo y nunca volvió!—respondió Lucius.
—Dile Rodolphus, ¡dile lo que dijo Rookwood! Él es nuestro infiltrado en el ministerio y lo escuchó todo.—chilló Bellatrix a su marido.
—Augustus dijo que en el ministerio están celebrando, nadie le quiere decir que ocurre exactamente pero todos gritan que nuestro señor cayó y se ha acabado la guerra.—añadió Rodolphus.
—¿Se ha acabado? ¡Pero ni siquiera hemos peleado lo suficiente! No hemos asesinado ni a la mitad del ejército de Dumbledore.—respondió el Malfoy.
—Los Crouch vienen en camino, ellos sabrán más cosas por oídos de su padre. Vienen con Rookwood y Avery así que sabremos qué pasó.—dijo Rabastan Lestrange.
—¿Esperar? ¡Ni que fueran mi señor! Tenemos que ir a buscarlo Lucius, hemos sido fieles y debemos seguirlo siendo.—decía Bellatrix con un tono terrorífico.
—Ya están aquí...—dijo Rodolphus haciendo pasar a Barty Crouch Jr, Lara Crouch, Augustus Rookwood y Aldo Avery.
—Atraparon a Karkarov y Mulciber, iban a cumplir una misión y los aurores los descubrieron.—dijo Rookwood ganándose la atención de todos.
—También mataron a Rosier y a Wilkes hace unos días.—dijo Avery apenas todos lo miraron—Los mató Alastor Moody, escuché decir que Rosier alcanzó a quitarle un pedazo de nariz.
—Ellos no importan ahora, ¿saben qué pasó con nuestro señor?—preguntó Lucius.
—Si...mi padre ha enviado un howler a casa y lo he escuchado con mi madre. Nuestro señor ha sido derrotado, por un niño al parecer, dijo algo sobre una profecía de la que Dumbledore no quiso dar detalles y que la guerra había terminado, los mortifagos serían perseguidos y todo volvería a la normalidad.—contó la mayor de los Crouch.
—¡Enseguida salimos de casa! Dijimos a nuestra madre que íbamos a buscar a los aurores pero en realidad fuimos a la mansión Riddle. NECESITÁBAMOS HABLAR CON NUESTRO SEÑOR.—se exaltó el Crouch menor—PERO NO ESTABA, NO HABÍA RASTRO DE ÉL.
—¡Pura mierda! ¿Quién creería que nuestro poderosísimo señor ha sido derrotado por un niño? ES ABSURDO.—exclamó Bellatrix—TENEMOS QUE IR A BUSCARLO.
—Nadie debería ir a buscar a nadie hasta saber que fue lo que exactamente pasó y porqué dicen que un niño derrotó a nuestro señor.—dijo Narcissa intentando parecer serena.
—Y vaya que tienes razón, Narcissa.—se escuchó una voz de la puerta, era Severus Snape que hacía su entrada a la mansión Malfoy—¿Mi ahijada está segura?
—Ella y Draco están protegidos bajo hechizos, no corren peligro, Severus.—respondió la rubia y este le asintió con la cabeza como respuesta.
—Severus ¿tú sabes que sucedió?—preguntó Avery.
—Claro que lo sé, nuestro señor ha sido herido, lastimado y debilitado. Había una profecía, una que hablaba sobre un niño que lo vencería pero no creo que haya sido suficiente para derrotarlo, él sigue ahí y volverá.—respondió Severus con su típico tono de voz.
—¡No podemos esperar a que vuelva Severus! TENEMOS QUE IR A BUSCARLO, NOS NECESITA.—gritaba Bellatrix.
—Puedes hacer lo que quieras Bellatrix, yo solo vine a informar. Nuestro señor volverá cuando tenga que hacerlo, cuando esté listo.—dijo Snape con un tono de voz más fuerte—Ustedes deben es ir buscando la manera de evitar Azkaban, porque es a donde irán si no empiezan a pensar cómo evitarlo, tengo que irme, no sé ustedes pero no dejaré que me metan en esas celdas tan fácil.
—¿Cómo te atreves a irte Severus? Prefieres escapar que serle fiel a tu amo, ¡yo prefiero la prisión antes que traicionarlo!—dijo Rodolphus y su esposa lo miró con una maquiavélica sonrisa.
—¡Así se habla esposo mío! NO DESCANSARÉ HASTA ENCONTRARLO.—gritaba la Black mayor.
—A mi no me importa ir a Azkaban, tengo que buscar a mi señor y lo haré por encima del que sea.—sentenció Crouch Jr—¡NOS NECESITA!
—Estoy con mi hermano.—añadió Lara—Así que alma, Barty. Debemos saber por dónde buscar, escuché a nuestro padre decir que hay otro niño, el hijo de los Longbottom también encaja con la profecía, deberíamos comenzar por ahí.
—¡DONDE SEA LO BUSCAREMOS!—gritó Bellatrix—Y los que no quieran no lo hagan, pero cuando lo encontremos los fieles seremos recompensados.
Lucius debatía con sí mismo sobre ir a buscar a su señor o llevar a cabo su plan de respaldo. Él sí creía que su señor había caído, el mismo estuvo en el ministerio cuando se habló de la profecía.
Dicho eso, todos los mortifagos presentes empezaron a maquinar planes, posibles escondites y perfectas mentiras para librarse de la horrible cárcel.
Mientras a otros no les importaba en lo más mínimo ser encarcelados o asesinados, mientras sea sirviendo a su señor.
—¡Bella! ¡Tienes hijos por el amor de Morgana! ¿No piensas en ellos? Los necesitan, y yo no puedo perder a otra hermana.—dijo Narcissa mirando al matrimonio Lestrange.
—Oh, los niños. Ellos estarán bien Cissy, volveremos y si no lo hacemos tú eres su madrina, estás encargada de recordarles que nunca traicioné a mi señor.—dijo a su hermana—Tú estarás bien, somos hermanas y eso no cambiará nunca, te amo Cissy pero debo buscar a mi amor, digo amo.
—Prometo cuidarlos, Bella.—dijo Narcissa en últimas—Lara! ¿Cómo has estado tú? Escuché lo del hombre lobo y fue una muy buena decisión dejarlo.
—Ese hombre me engañó, me obligó a estar con él bajo los efectos de la amortentia y no pude soportarlo, lo dejé y vine a servir a mi señor. Hice lo correcto.—respondió -mintiendo- la rubia Crouch.
—¿Qué haremos, Lucius? ¡No podemos ir a Azkaban! Tú tienes dos hijos pequeños más toda una fortuna familiar que manejar y yo perdí a mi esposa pero me quedó Olivia, no tendría quien la cuide, además de importantes empresas.—le susurró Avery alejándose con el Malfoy de las personas.
—Tengo un plan, un meticuloso plan pero necesito saber si seremos los únicos, es secreto.—respondió el Malfoy.
—¡Nott! Seguramente él también querrá librarse, también tiene un hijo pequeño y su esposa padece una enfermedad grave, necesita librarse.—añadió el Avery—Pensé en Crabbe y Goyle, pero sabes? ellos no han hecho mucho, se librarán fácil y sin ayuda.
—Llama a los tres mientras saco a todos estos de mi casa, si pondremos ese plan en marcha será ahora porque el ministerio no tardará en buscarnos.—dijo Lucius para irse a sacar a todos los mortifagos de su mansión.
Nott hizo una aparición en la mansión Malfoy, poco después de Crabbe y Goyle.
Cuando ya no quedaba ninguno Lucius llevó a los 4 hombres a su despacho y comenzó a contarles el plan.
Si llegaban a detenerlos debían decir que no tenían conciencia de nada, que no recordaban nada de ciertos lapsos de tiempo, pero lo más importante afirmar que sentía que todo eso era por encontrase bajo la maldición imperius.
Incluso el elfo doméstico de los Goyle fue ordenado a lanzarles la maldición con la anterior varita de su amo para que en su mente hubieran rastros de esta.
Ya que el plan era su única esperanza los cuatro hombres no tuvieron más remedio que seguir la idea de Lucius que finalmente funcionó, habían quedado libres y absueltos.
Por lo que se dedicaron a limpiar su nombre y mantener su estatus, por ejemplo Lucius y Avery tomaron altos cargos en el ministerio y se convirtieron en personas muy conocidas.
Mientras los Lestrange y los Crouch sí habían ido a buscar a su señor, en últimas se aparecieron en casa de los Longbottom pues por la profecía y la Orden pensaron que ellos sabrían dónde estaba su señor.
—¡Crucio! ¿DÓNDE ESTÁ MI SEÑOR?—gritaba Rabastan.
—¡No lo sabemos! Tampoco nos interesaría dónde se esconde su señor. ¡Acepten que ha caído!—exclamó Alice a los 5 mortifagos frente a ella.
—¡Ustedes le hicieron algo!..Crucio...¡Su hijo está conectado con la profecía!—exclamó Crouch Jr.
—¡Aléjate de mi esposa! ¡Ni te atrevas a nombrar a mi hijo! Ellos no tienen nada que ver, no estaban esa noche de Halloween.—pidió Frank intenso proteger a su familia.
—¡Crucio! ¿Dónde está el niño? NO PERMITIRÉ QUE OTRO MOCOSO INTIMIDE A MI SEÑOR ¿DÓNDE ESTÁ?—gritaba Bellatrix.
—Jamás les diremos dónde está Neville, ¡Pero ya acepten que no sabemos nada de su señor!—dijo Alice al borde del llano por la tortura.
—¡Su señor ha caído! Ustedes no son más que simple criminales, se hundirán en Azkaban.—exclamó Frank.
—Crucio...Crucio...Crucio.—la maldición imperdonable junto con los gritos de los Longbottom era lo único que resonaba en la habitación.
Hasta que los aurores llegaron, aunque para los Longbottom ya era tarde pues habían sido torturados hasta la locura, los 5 mortifagos fueron atrapados.
—El Señor Tenebroso se alzará de nuevo, Crouch! ¡Llévenos a Azkaban, esperaremos! ¡Él volverá a alzarse y vendrá a liberarnos!—gritaba Bellatrix mientras era amarrada y desarmada—¡Nos premiará de una manera más allá de la que a cualquiera de sus demás pupilos! ¡Solo nosotros fuimos leales! ¡Solo nosotros intentamos buscarlo!
En un acto de piedad por sus hijos, Crouch padre les permitió someterse a juicio con la esperanza de que sus hijos se arrepintieran de lo que hicieron.
Días después...
En el juicio Crouch padre estaba destruido por dentro, no podía creer que sus dos hijos habían sido atrapados torturando aurores y siendo servidores de Lord Voldemort, el hombre no podía creer lo que veía.
Mientras el que consideraba su hijo menor fue declarado culpable por el mismo, su hija mayor, su adoración esperaba encadenada a otra silla su turno.
—¡No puedes enviarme a Azkaban! Soy tu propio hijo, tu hijo menor.—exclamaba Barty desde su lugar en la corte—¡Mi madre no lo permitirá!
—¡TÚ NO ERES MI HIJO! ¡YO NO TENGO HIJOS! ¡LLÉVENLOS! ¡LLÉVENLOS Y QUE SE PUDRAN ALLÍ!—gritó en últimas Crouch padre.
—¡Esperen! Tengo algo más que decir.—dijo Jr antes de ser bajado de la silla—Por favor, deben escucharme.
—Adelante, ¿qué tienes que decir?—preguntó el que era padre, al que era su hijo.
—Mi hermana...Lara.—dijo mirando a la rubia en la otra silla, que le devolvió la mirada—¡Ella no tiene nada que ver! ¡Debes dejarla libre!
—¡Barty, no! No lo hagas más difícil...—dijo a su hermano pues sabía sus intenciones.
—Fue atrapada junto a ti, con las manos en la masa ¿Qué quieres que haga?—exclamó Barty padre.
—¡Ella estaba ahí pero no hizo nada! Puedes revisar su varita, yo la obligué a todo, la obligué a convertirse en mortifaga y si cometió algún crimen fue bajo mi absoluto control.—gritaba el menor—¡Debes dejarla libre!
—¡Barty ya basta! ¡Iré contigo, eres mi hermanito y no puedo dejarte! ¡Barty!—gritaba la rubia.
—¡Cállate Lara! No dejaré que la única familia que me queda sufra por mi, tú eres inocente y él que llamábamos padre lo sabe, él sabe que tú no eres capaz de nada, yo te obligué.—le respondió a su hermana mayor.
Barty sabía que su hermana no soportaría Azkaban y después de la posible muerte de su señor lo único peor era ver a su hermana apagarse.
También tenía presente que ella era tan fiel al señor tenebroso como él y cuando volviera él mismo se encargaría de dejarle claro a su señor lo que hizo por su hermana pero que aún así ella no cambió su lealtad.
—No pensé que podría estar más decepcionado de ti. ¡Llevaste a tu única hermana a la ruina! ¡Eres un bastardo! LLÉVENSELO, LLÉVENSELO, NO PUEDO VERLE A LA CARA.—gritó el juez.
—Barty, te amo hermanito ¡No! ¡suéltenlo!—gritó su hermana, llorando por ver el destino de su hermanito menor—Padre, ten piedad.
—¿Después de lo que te hizo pides piedad? Ni un poco.—respondió a su hija—¡Lleven a mi hija mayor a San Mungo, sigue bajo los efectos del poderío de su hermano!
Así, Lara Crouch quedó libre de cualquier crimen que hubiera cometido pero con una gran depresión, ella había abandonado a sus hijos, había -casi- perdido a su hermano y ahora su madre se encontraba enferma.
Nada iba bien para Lara Crouch pero ella esperaría, esperaría el regreso de su señor y el de su hermano. Aunque este último volvió más rápido de lo que creía.
Además debía buscar a sus hijos, ella no se haría cargo de ellos pues sabe que estarán bien con Remus pero al menos le gustaría saber si siguen con vida, verlos a lo lejos.
Para ella, Lupin debía entenderla, no le dijo explícitamente que lo dejó para unirse a los mortifagos y que simplemente no podía llegar diciendo que era madre de dos fenómenos, pero así fue y algún día los enfrentaría y les pediría perdón, pero no ahora.
No cuando su madre había cambiado de lugar con su hermano en Azbakan usando poción multijugos. Había tenido que despedirse de ella y ahora su padre la tenía bajo la vigilancia de Winky la elfina, tenía que seguir fingiendo lealtad a su padre mientras veía cómo diario su hermano se levantaba con una dosis de imperius sobre su cabeza.
Ella necesitaba que su señor volviera y los liberara de ese infierno en el que estaban viviendo.
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Literal así me imaginé a los mortífagos después que nuestro gran Harry Potter venciera a su señor, todos desesperados jajaja.
También amo a Narcissa protectora, a Snape preguntando por su ahijada y como Barty salvó a su hermana mayor.
¿Les está gustando? Ya la guerra "acabó" y nuestros protagonistas empezarán a crecer :)
Recuerden votar para que la historia llegue a más personas y seguirme para estar al pendiente de los mensajitos que les dejo.
Xoxo, Ela.
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