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LA NOCHE QUE TODO TERMINÓ
(Y EMPEZÓ)
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31 de Octubre de 1981 - Valle de Godric.

Los Potter se encontraban en su casa, era noche de Halloween y habían quedado de encontrarse con su amigo Sirius para celebrar juntos.

—¿Crees que Sirius tarde en llegar?—dijo Lily Potter a su esposo pero no obtuvo respuesta, James solo miraba a la nada.

—James, ¿todo está bien?—volvió a hablar con el pequeño Harry en brazos, vestido con un de cerdito.

—Dame a Harry.—fue lo único que dijo y su esposa se lo entregó, él lo abrazó fuertemente—Lilyflor...tú no crees que Sirius o Remus sean el traidor, cierto?

—Para nada y me parece ridícula su pelea, ustedes son como hermanos. ¡Es absurdo!—respondió la pelirroja.

—Yo pienso igual, pero ellos insisten ¿Sabes? No sabemos cómo murió Regulus pero Wallburga lanzaba gritos porque se fue con Alana, lo último que dijo antes de irse es que ya no compartía los ideales de Voldemort y lo debilitaría, Alana le prometió a Sirius que volvería, al final solo Kreacher volvió a Grimmauld Place.—dijo James.

—Y Sirius se siente culpable, cierto?—le respondió su esposa y este asintió-Tal vez Regulus se arrepintió de todo y finalmente ellos se dieron cuenta, siempre lo descubren todo.

—Si...ya estoy cansado de que Remus y Sirius no pueden ni verse. Deberíamos poder estar todos, los cuatro contigo, con Alana y los niños...—dijo un melancólico James—Sirius ha estado muy triste desde lo que ya tú sabes, no pensé que Wallburga llegara a ser tan cruel.

—Si ha sido muy mala, yo no podría soportarlo, la última vez que hablé con Ala antes de que desapareciera estaba destrozada pero al mismo tiempo pensaba que tal vez era lo mejor.—respondió la pelirroja.

—¿Lo mejor? No lo creo, lo mejor era su familia pues su familia no loca, pero bueno, al menos no está tan en peligro como Harry...estúpida profecía y maldito voldemort.—dijo con la voz entrecortada, por lo que su esposa decidió cambiar de tema.

—¿Y Peter no vendrá? ¿De nuevo te ha rechazado la invitación?—preguntó Lily a su esposo y él asintió con la cabeza—No lo entiendo, hemos decidido que sea el guardián del secreto, prácticamente es el único que puede venir aquí sin que otro tenga que hacerlo entrar y nos evita, siempre me pareció extraño.

—Peter siempre fue el más tranquilo, el más callado pero siempre actuaba de mediador.—añadió el pelinegro.

—¿Mediador? Pues con la guerra que se traen Sirius y Remus es cuando más lo necesitamos para mediar y no está.—suspiró la pelirroja—Escuché que su madre está enferma, ¿es cierto?

—Si, eso nos dijo la última vez que nos vimos los cuatro, no duró mucho porque ya sabes...Remus y Sirius, pero fue extraño, Peter solo se fue y no me ayudó a detener la discusión...—dijo y a medida que hablaba bajaba la voz, empezando a hundirse en sus pensamientos.

—Creo que Sirius no vendrá, sería lo mejor, es tarde y Harry tiene sueño.—escuchó James decir a su esposa como si estuviera hablando a kilómetros, la cabeza del Potter estaba en otro lugar—Iré a quitarle este disfraz de cerdo a Harry, creo que el halloween a lo muggle quedará para el otro año.

James por su lado había empezado a escuchar sus propias palabras, junto con alguna que otra palabra de su esposa, ella tenía razón en algo: Peter había estado actuando extraño.

Tal como él mismo lo dijo, Peter ya no lo ayudaba a mediar las discusiones de sus amigos, evitaba cualquier reunión si no tenía que ver con la Orden y ni siquiera había mostrado interés en el cumpleaños de Harry, en el cual solo estuvieron Remus con su hijo Romeo y Sirius(con la condición de no pelear pues prohibieron el tema de la guerra solo por ese día), Peter ni siquiera asistió, siquiera envió un regalo o una tarjeta? mucho menos.

Al contrario, solo sabían de Peter si ellos lo buscaban, ya que colagusano había dejado completamente de contactarlos, solo asistía a las reuniones de la Orden y no aportaba nada, solo escuchaba.

Había dejado a los merodeadores de lado en su peor momento pues nunca se había peleado así, no estaba para mediarlos, ni siquiera le interesó que Sirius y Remus estuvieran distanciados.

A parte, la última vez que se habían visto fue en la heladería del callejón diagon, el calor era infernal y aún así Peter usaba un suéter de mangas largas...¿Acaso estaría escondiendo la..?

—Lily...¡Lily!—prácticamente gritó James al ver que su esposa no estaba a su lado.

—¡En la habitación de Harry!—alcanzó a escuchar la voz de su esposa y subió como rayo las escaleras.

—Peter...—dijo a la pelirroja que lo miró extrañada—Colagusano es el traidor, él ha estado diciendo a Voldemort los movimientos de la Orden.

—¿Cómo lo sabes, James? Sé que es extraño pero traicionarlos así, ustedes han sido muy buenos con él.—respondió Lily.

—Creo que ese fue nuestro error, ser demasiado buenos y creer que él sí era tan inocente como lo aparentaba.—añadió el pelinegro—Todo tiene sentido, no ha sido nuestro mediador porque sabe que separados somos más débiles, no nos busca porque sabe en el fondo que no está haciendo lo correcto, no vino al cumpleaños de Harry porque prácticamente lo entregará a Voldemort.

Para Lily todas las palabras de su esposo tenían sentido, Pettigrew era toda una rata rastrera y ahora ella también lo veía. Se aferró aún más a su hijo y empezó a llorar, en cualquier momento colagusano abriría la boca y todo llegaría a su fin.

—No, no, no llores Lilyflor. Estoy aquí para protegerlos.—dijo James abrazando a su esposa e hijo que lloraban.

—Debes avisar a Dumbledore, James. Antes de que Colagusano abra la boca debes decirle que cambiamos el guardián, además de avisarle a Remus y Sirius que ninguno de ellos dos es el traidor, ve.—intentó hablar Lily entre sollozos.

—¿Estás escuchándote? Encontraré la manera de decirle pero no voy a dejarlos solos ¿te has enloquecido?—exclamó James.

—No! Harry y yo estaremos bien, solo serán unas horas pero si no vas ahora mañana podría ser el último día de nuestro hijo. Sal ahora y búscalos, yo enviaré un patronus.—dijo tomando la mejilla de su esposo que ahora también estaba llorando—Además empacaré para los tres, ya estar aquí no es seguro iremos a otro lugar y pondremos de guardián a Sirius como lo era desde un principio.

—Esta bien...Te amo Lily, te amo a ti y a Harry con toda mi alma.—dijo dándole un beso en la cabeza a cada uno-Volveré apenas pueda, los amo. Hasta pronto.

—Hasta pronto, James.—dijo besando a su esposo—Harry y yo también te amamos.

James rápidamente bajó de la habitación, tomó un abrigo, salió de la casa y corrió unas dos cuadras para hacer una aparición, pues dentro de la casa, ni cerca de la casa se pueden hacer.

Envió un patronus a Sirius diciéndole: ¡Canuto! ¡He descubierto al traidor! Es Peter, el mismo que pusimos de guardián. Debo ir a buscar a Dumbledore, iré con Remus así que por favor ve a mi casa y cuida el perímetro, cuida a Harry y Lily, Mundungus al parecer no ha venido a la ronda, como siempre.

Y uno a Remus diciéndole: ¡He descubierto quién es el traidor, Lunático! ¡Debes creerme! Te lo contaré todo cuando llegue a tu casa, es decir en unos dos segundos porque haré una aparición, ya he pedido a alguien que vigile la casa mientras no estoy.

—¡Lunático! Soy yo, cornamenta.—dijo el pelinegro tocando el timbre repetidas veces.

Remus se apresuró a abrir la puerta.

—¿Qué ha pasado? Peter ha estado aquí hace un momento y me ha dado más razones para sospechar de Sirius, entra y te contaré todo lo que me ha dicho.—respondió haciendo pasar a su amigo.

—¿Peter ha estado aquí? ¿Sabes a dónde se fue?—preguntó y su amigo negó con la cabeza—Yo he sospechado de otra persona Remus, no tú, ni Sirius pero sí de...

Cuando James iba a hablar una ráfaga de luz azulada entró por la ventana de la casa Lupin, era un patronus y no cualquiera, era un Fénix, el patronus de Dumbledore.

Ambos amigos palidecieron y se miraron entre sí para escuchar el mensaje.

—¡Lupin! Han traicionado a los Potter, su ubicación fue revelada y Voldemort ha ido por ellos, los ha encontrado. Vieron a Black entrar a la casa, pero salió con la misma velocidad que entró, la Orden va en camino. ¡Debes ir!—dijo la voz del profesor que ya no sonaba serena como siempre, al contrario sonaba preocupado y como si estuviera a punto de llorar.

—¡NO! Harry y Lily, ¡HARRY Y LILY!...¡Es mi culpa, Remus! No he estado ahí, los he dejado solos y seguramente están muertos.—decía James, caminando de un lado a otro, llorando, simplemente sentía como su vida se venía abajo.

—Cornamenta...James, ¡James!—dijo tomándolo por los hombros—Sea lo que haya pasado tenemos que ir y enfrentarlo. Llamaré a los Tonks para que cuiden de Romeo y Violet estos días.

Remus salió de la sala para subir las escaleras al cuarto de su hijo, un niño castaño de tan solo 3 años que dormía tranquilamente en su camita y en la otra habitación una niña rubia cobriza de 1 año también dormía como si nada pasara.

Romeo y Violet eran la luz de los ojos de Remus, aunque su madre en un ataque de locura aseguró que no podía cuidarlos y se separaron poco después de su segundo embarazo, se turnaban a los bebés y un día que Romeo y Violet saborearon un trozo de carne cruda su madre pensó que habían heredado la condición de Lupin, por lo que cuando los dejó en su casa para su fin de semana con ellos, los dejó junto a una nota donde le decía a Remus que nunca volvería por ellos, que no sería madre de dos licántropos.

Poco después, gracias a Snape, se enteró que se había unido a los mortifagos. Ella entró a Hogwarts en el mismo año que ellos y fue seleccionada para Hufflepuff, ella era una mujer muy buena y venía de una magia que perseguía magos tenebrosos, ellos jamás creyeron que terminaría siendo uno de ellos junto a su hermano Barty. Su nombre era Lara Crouch.

A Remus le aterraba la idea de ser padre soltero, más por su pequeño problema peludo el cual tenía miedo que sus hijos de verdad hubieran heredado, incluso su plan no era tener hijos pero digamos que las posiciones anticonceptivas le fallaron (o Lara no las tomó) un par de veces, pero no se arrepentía pues ahora tenía a lo mejor de su vida. Sus hijos no habían heredado la condición, solo tenían ciertos comportamientos extraños las noches de luna llena como las ganas de comer carne cruda, de salir a caminar de noche y un muy buen olfato.

Lupin los adoraba con toda su alma y no podía imaginar el dolor que debía estar sintiendo su amigo de tan solo imaginar que su hijo estaba muerto.

Tal como dijo envió un patronus a la casa Tonks y en una rápida aparición se encontraba frente a la casa de la prima de su -ex- amigo.

—¡Andromeda! Han traicionado a los Potter, necesito que cuides a Romeo y Violet mientras resolvemos esto, pueden estar muertos.—dijo el licántropo a la mujer que le abrió la puerta.

—¡Oh por Salazar! ¿Crees que Sirius fue capaz? Él amaba tanto a los Potter, eran sus hermanos Remus, ¿enserio lo crees? Él era el guardián.—respondió una preocupada Andromeda recibiendo al pequeño castaño en brazos.

—Ya no sé ni qué pensar, Andy.—dijo suspirando y con una que otra lágrima por su mejilla—Solo sé que James me necesita más que nunca, nos han dicho que Sirius estuvo en la casa de los Potter después que Voldemort pero solo se ha ido.

—¿James? ¿Acaso sobrevivió al ataque?—preguntó la pelinegra.

—El no estuvo ahí, Andy.—dijo dejando a la señora de Tonks aún más confundida—Estaba fuera cuando pasó, se siente muy mal y yo ya debo irme, vendré por Romeo cuando pueda hacerlo.

—Tranquilo Rem, los niños pueden quedarse aquí el tiempo que sea necesario, suerte.—dijo para luego cerrar la puerta y ver cómo el licántropo hacía una aparición.

La imagen que vio Remus cuando volvió a la sala de estar de su casa fue completamente deprimente.

Su amigo, su hermano, el gran cornamenta, James Potter estaba con la cara cubierta de lágrimas, sollozaba horriblemente mientras yeni entre sus manos un portarretrato; en él una foto de Remus cargando a Romeo y Violet junto a Lily que cargaba a Harry, había sido tomada unos meses atrás el cumpleaños número 1 del pelinegro menor.

Remus no podía negar que él también estaba destruido, su mejor amiga y madrina de su hijo seguramente estaba muerta. La única mujer que no lo juzgó cuando descubrió su condición por primera vez, la única que estuvo ahí cuando necesitó ayuda con Romeo o Violet pues no sabía cómo ser padre y madre a la vez, Lily Evans estaba muerta.

—Vamos James, es hora.—dijo a su amigo y este como pudo se levantó y puso su mano en el hombro de su amigo para hacer la aparición.-Llegamos.

—Voy a entrar.—fue lo único que dijo para correr a la casa, Remus se fue detrás de él pero fue detenido.

—Los aurores fueron tras Black, al parecer hizo algo malo Remus, él no era quien ustedes creían.—dijo Frank Longbottom al licántropo.

—Eso parece, Frank.—dijo y miró la casa la cual ya era visible para todos porque el secreto había sido revelado y Dumbledore rompió el hechizo fidelio para que todos pudieran ver y tener acceso.—¿Alguien ha entrado? ¿Saben qué pasó?

—Dumbledore dió la orden de que James debía ser el primero en entrar, los estábamos esperando.—contestó Longbottom—Solo se puede suponer que Black le reveló el secreto a Voldemort por lo que automáticamente pudo ver la casa, por lo que se ve por fuera usó un "bombarda" para entrar y destruyó todo a su paso.

—La casa se ve casi tan mal como la ilusión que creaba el encantamiento.—dijo y Frank asintió-Entraré a ver cómo está James.

Lupin entró a la casa y simplemente estaba completamente destruida, hasta el más mínimo mueble estaba patas arriba. Antes de subir a donde suponían estaban los cuerpos de Lily y Harry decidió tomar todos los portarretratos y fotos que pudieran haber en la casa, sabía que James no tendría cabeza para eso y a él le parecía necesario conservar el recuerdo.

Luego subió las escaleras y se encontró a James llorando en el piso.

—Cornamenta...—dijo acercándose a su amigo.

—No he podido entrar Remus, revisé toda la casa y ella estaba en la habitación de Harry cuando la dejé, seguramente ambos están ahí...muertos.—dijo sollozando amargamente.

—Debemos sacarlos de ahí, será difícil James pero no pode...—estaba hablando Remus cuando un llanto interrumpió lo que estaba por decir.

James tuvo un momento de esperanza pero al ver que el llanto de Harry no era calmado por ninguna voz femenina solo pensó que se estaba volviendo loco.

Enseguida levantó la cabeza y miró a su amigo para ver si escuchaba lo mismo que él y no estaba delirando, Remus le devolvió la mirada, ambos abrieron los ojos como platos.

¿Sería posible? ¿Acaso Harry había sobrevivido al ataque? ¿Qué había pasado mientras no estaban?

Remus le extendió la mano y ambos con las varitas empuñadas empezaron a caminar a la última habitación del pasillo, la habitación de Harry.

—¿Tú crees, Lunático? ¿Crees que Harry esté vivo?—preguntó James nervioso.

—Créeme que eso espero, Cornamenta. Pero si no, probablemente terminamos de enloquecernos.—respondió abriendo lentamente la puerta, dudoso de todo lo que pasaba.

—¡Harry!—fue lo único que gritó James antes de saltar hacia su hijo de un año que lloraba en el piso, lo revisó de pies a cabeza dándose cuenta que lo único que tenía distinto era una cicatriz en forma de rayo en su frente—¿Estás vivo? ¿Pero, cómo?

—¿Qué carajos? ¿Severus?—dijo Remus para sí mismo cuando al iluminar el otro lado de la habitación se encontró con Snape abrazando el cuerpo de la que era su mejor amiga, James enseguida se dio la vuelta.

—¿Quejicus? ¿Qué haces en mi casa? ¡SUÉLTALA! No tienes ningún derecho de tocarla.—gritó James al pelilargo frente a él.

Severus obedeció y lentamente puso el cuerpo de la que fue su amada sobre la alfombra del cuarto.

—¡Todo esto es tu culpa, Potter! ¡No estaría muerta si tan solo se hubiera seguido alejando de ti! ¡Nadie tiene más culpa en esto que tú! ¡Debiste haber muerto en lugar de ella!—escupió Severus Snape con veneno para luego salir a llamar a Dumbledore.

—No le hagas caso, James. No es tu culpa, de nadie en realidad, ahora debes concentrarte en Harry, en ser fuerte y salir adelante por él.—dijo Remus con Harry en brazos.

James tomó el cuerpo de su difunta esposa y se dirigieron a salir de la casa. Su único consuelo es que al menos físicamente Lily no había sufrido, la maldición asesina no causaba ningún tipo de dolor, pero le dolía que Lily tal vez murió pensando que Harry también lo haría.

Cuando salieron de la casa todos los esperaban con una lluvia de "Lumos" en honor a los Potter, pero todos se detuvieron un momento cuando se dieron cuenta que el niño que traía Lupin en brazos estaba vivo y con los ojos bien abiertos mirando a su alrededor.

—¿El niño está vivo? ¿Pero no es lo que Voldemort buscaba?—dijo una de las aurores presentes.

—Lily...ella si esta muerta. Harry sobrevivió pero no entendemos cómo.—explicó Remus, sabiendo que su amigo no querría hablar mucho.

—Es cierto Dumbledore, ¿cómo?—preguntó James con la voz tan débil como un hilo.

—Mira James, creo que los aurores pueden ayudarte con el cuerpo de Lily, mientras que Hagrid llevará a Lupin y Harry a su casa donde te esperarán con un té para los nervios ¿cierto Remus?—dijo muy sereno el profesor.

—Si señor. Estaré ahí con Harry, te esperamos James.—dijo antes empezar a guiar al semi gigante que ahora cargaba al pequeño.

—Ahora James, tú y yo debemos de hablar sobre ciertas cosas.—dijo alejando al pelinegro de la multitud que ahora entraba a la casa para inspeccionar.

—No entiendo nada profesor, una parte de mí está rota porque ha perdido a Lily pero la otra parte está feliz porque Harry está bien, está vivo y solo tiene una cicatriz en la frente.—dijo algo alterado.

—Son muchas cosas en una noche James, solo te diré que Harry está vivo gracias a su madre. No te diré cómo lo sé pero Voldemort le ha permitido decidir y ella decidió morir por Harry, le brindó una protección tan grande que causó que la maldición que le lanzó a Harry rebotara sobre él y lo matara.—respondió un sereno Dumbledore.

—¿Acaso es lo de la dichosa profecía? ¿es eso?—preguntó.

—Algo así, no creo que ya la profecía se haya cumplido por completo pero mientras tanto estaremos bien, Harry derrotó a Voldemort, no habrá persona en el mundo mágico que no conozca su nombre o que no reconozca su cicatriz.—dijo el profesor.

—¿Ya todos lo saben? ¡Por Godric! Las noticias vuelan demasiado rápido.—dijo pasándose ambas manos por el cabello—¿Y ahora qué pasará? ¿No debemos escondernos más?

—No creería que es tan fácil, señor Potter.—dijo el viejo dejando a James aún más confundido—Si queremos que Harry siga protegido debemos mantenerlo unido a algún lugar que conserve la sangre de Lily, es la única forma.

—Mire profesor ¿cómo se supone que hagamos eso? El único hogar de Lily es Hogwarts y este lugar, al cual espero no volver, entonces no se me ocurre nada más.—respondió el pelinegro.

—Su hermana, Petunia, en ella vive la sangre de Lily...—iba a hablar pero James intervino.

—¿Petunia? ¡Pero ella me odia, Profesor! Literalmente me repudia por ser mago, su esposo podría ser el Voldemort de los muggles, seguramente también van a repudiar a Harry. No puedo, lo siento.—exclamó el Potter.

—Me temo que no hay otra opción, es la única manera de mantener en Harry la protección de Lily, Petunia seguramente no se parece en nada a su hermana pero con un mes que Harry se quede en su casa al año será suficiente.—respondió el profesor—Por mientras debemos buscar un lugar que Harry pueda llamar hogar y esté ligado a Lily.

—¿Podría ser la casa de su infancia? Ella quería que viviéramos ahí, sus padres se la heredaron.—suspiró—Y sobre Petunia, me temo que no tengo de otra. La buscaré mañana para darle la noticia e intentar explicarle todo.

—Otra cosa James, lo más seguro es que Harry crezca como un niño normal, sin conocimiento de la magia, cuando llegue el momento estoy seguro que será un gran mago.—añadió el profesor.

—¿Criarlo a lo muggle? ¿Pero cómo se supone que haga eso? ¡Yo ni tengo ni idea del mundo muggle! No sé si pueda criarlo yo solo, ahora me pide que lo haga como a un muggle.—dijo irritado.

—Usted es un gran padre señor Potter, en el camino aprenderá lo necesario. Por lo pronto es mejor así, apóyese en sus amigos, ellos seguramente no lo dejarán solo en esto. Yo ya debo irme, nos vemos señor Potter.—dicho esto un ave fénix apareció frente a los ojos de todos y desapareció.

James se despidió de los aurores, quienes le dieron sus condolencias. Se apresuró a hacer una aparición en casa de Remus, Harry estaba durmiendo en la cama de Romeo.

James le pidió hospedaje por un tiempo mientras encontraba un lugar para vivir y le contó todo lo que Dumbledore dijo.

Cuando pensó que se relajaría un poco, un patronus en forma de mariposa apareció en medio de la sala. Con un mensaje que terminó de partir a James: ¡Black ha matado a Pettigrew! Solo ha dejado de él un dedo, además de asesinar a unos 12 muggles más. Crouch decidió que sea llevado a Azkaban sin juicio y probablemente tenga cadena perpetua.

Esto fue como un balde de agua fría para los dos amigos, ya no sabían ni qué pensar de Sirius pues James que a pesar del mensaje no creía a su amigo autor de ese crimen, había intentado explicarle a Remus que el traidor fue Peter pero la pruebas en contra de Sirius no ayudaban para que este le creyera.

—Crouch nos odia, a Sirius porque odiaba que Lara y él fueran tan amigos en Hogwarts dice que la llevó hasta a mi y luego según él yo la tuve bajo efectos de amortentia. ¡Ridículo! Pero sabía que no tendría piedad por él, pero si hizo eso...—dijo Remus.

—¡Ya Remus! No me pidas que piense que nuestro hermano es un asesino porque no lo haré.—respondió James.

Habían decidido no hablar del tema, mejor dejar eso ahí antes de que se convirtiera en una pelea entre ellos, al final eran los únicos merodeadores que quedaban.

—Todo es horrible y tú me ayudarás, Lunático. Debo mudarme cerca de Petunia por la protección de la que habla Dumbledore y además criar a Harry como muggle, no tengo nada en contra de ellos pero no tengo ni idea de cómo hacerlo.—respondió el pelinegro.

—¿Criar a Harry a lo muggle? ¿Visitar a su tía la amargada? Dumbledore es sabio, pero cada día se vuelve más loco.—dijo el licántropo.

—Pero todo tendrá una razón, ¿no?—dijo el azabache y su amigo asintió—Si Dumbledore dice que es lo mejor para Harry, eso haré.

—Será complicado pero claro que te ayudaré, yo también tengo un hijo pequeño ¿lo recuerdas? No lo criaré totalmente a lo muggle pero te aseguro que haré algunos sacrificios para que tu vida con Harry sea más fácil.—dijo Remus—Además no significa que ya no puedas usar magia o irte del mundo mágico, simplemente no debes hacerlo frente a él.

—Ya quiero que pasen 11 años, le llegue su carta de Hogwarts y yo tenga que dejar mi papel de padre soltero muggle, no creo que Harry tenga muchos problemas en la escuela.—añadió el Potter.

—El tiempo pasa volando, James.—respondió su amigo.

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Que largo me quedó este cap jajaj lo siento.

La verdad necesitaba plasmar toda esta noche en un solo capítulo, no quise dividirlo y cuando lo releí me pareció súper atrapante.

Espero les guste como decidí que todo pasara, quería que Harry no fuera huérfano pero sorry por las Lily Evans fans pero no sabía cómo hacer que tuviera sentido la protección de Harry si ella no moría, así que nuestro James quedó de papá luchón :(

Xoxo, Ela.
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