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DOBLE BENDICIÓN
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5 de Junio de 1980 - Mansión Malfoy, Wiltshire.
Narcissa se encontraba en su "oficina", una habitación de las muchas de la mansión Malfoy pero esta era especial.
Lucius la adecuó para ella como uno de sus múltiples regalos de bodas, el estudio contaba con un ventanal gigante y telescopios de todos los tamaños y tipos.
Narcissa como una buena Black amaba la astronomía, disfrutaba del universo gracias a que así fue criada desde pequeña, valorando las estrellas.
Por lo que ese día se encontraba mirando una vez más las múltiples constelaciones en el cielo, viendo cuál era la más adecuada para nombrar a su hijo que venía en camino.
El vientre de Narcissa era gigante, aún los magos no tenían el suficiente conocimiento para asegurarles que sería su bebé-o si tendrían más de un bebé-pero por genética y tradición los Malfoy sólo tenían un hijo varón en algunos casos tal vez un segundo hijo pero también varón, por lo que ella y Lucius simplemente creían que tendría un bebé muy grande.
Aún así una de las magienfermeras en la última consulta le había dicho a Narcissa que no descartara la posibilidad de tal vez un par de gemelos.
A Narcissa le encantaba la idea de tener dos mini Lucius corriendo por su casa, por lo que se encontraba en ese momento buscando constelaciones, estrellas o satélites para nombrar al-según ella casi imposible-segundo bebé.
El nombre del primero ya lo tenía, sería Draco Lucius por la constelación del dragón y por el nombre de su gran amor. Pero en caso de haber un segundo aún no tenía nombre para ese pequeño, había pensado en Lucius Draco pero no iría bien con la tradición de su familia pues no sería el primer nombre.
Ella era la única que su primer nombre no era relacionado con el universo, ya que su madre cuando la vió tan rubia y hermosa sabía que sería una niña vanidosa y arrogante por lo que su nombre viene de la palabra narcisismo, que la verdad la describe a la perfección, junto a su segundo nombre el cual era: Ara, que es una constelación austral cuyo nombre significa "altar", que era donde su padre la tenía por la menor y su favorita.
Pero esa noche en especial Narcissa se sentía muy frustrada, eran las 8pm y parecía que el universo conspiraba en su contra. Solo le mostraba constelaciones, estrellas y satélites con los que podría nombrar a una niña.
Pero Narcissa sabía que no tendría una niña, claro que su instinto maternal le decía qué tal vez cargaba a más de un bebé pero dudaba que ahí tuviera a una pequeña.
Cansada de que el cielo nocturno no le colaborara empezó a hacer mapas astrales con las constelaciones que el universo le regalaba. Sonrió cuando se encontró con Meissa, una estrella de la constelación Orión por la que habían nombrado a su sobrina, hija de su hermana Bellatrix.
Suspiró una vez más y miró la lista final.
Niño:
Draco Lucius -decidido.
Orion(?)-creo que no-
Acturus -creo que este sería, te extraño Reg-
Cygnus -no como mi padre-
Sirius -¿acaso me he enloquecido?-
Pólux-Bella me mataría-
Charis-no me convence-
Niña:
Mérope-estrella de tauro, mi favorita-
Dione-en caso de que a Lucius no le guste el 1ro-
Lyra-también me gusta-
Meissa-para un segundo nombre-
Cassiopea-tal vez, algo común-
Maia-muy simple-
Electra-no lo creo-
Suspiró y dejó su lista final a un lado, se sentía cansada, como si en cualquier momento ese bebé saldría de su vientre, se quedó mirando el cielo estrellado mientras su esposo entraba.
—Te ves cansada, cariño.—dijo viendo a su esposa sobre la silla.
—A veces siento que el mini Lucius vendrá hoy—respondió la rubia.
—¿Tú crees? Pero si la medimaga dijo que faltaban un par de semanas—añadió Lucius.
—No lo sé...Lucius.—dijo ganándose la total atención de su esposo—¿Qué pasaría si tenemos más de un bebé?
—No creo que tengamos más de un bebé, Narcissa.—respondió—No es algo muy común en los Malfoy, y si pasa pues tendré dos herederos para que continúen con mi legado, nada mal.
—Una vez me dijiste que si pudieras tendrías una niña.—le dijo acariciando su mejilla.
—Si hubiera un orfanato de niños sangre pura y además encontrar una niña tan hermosa como tú, la adoptaría.—dijo con una muy leve sonrisa—No me molestaría tener una pequeña Narcissa, pero la última mujer Malfoy fue hace 5 generaciones, hace mucho.
—Todas las posibilidades suenan hermosas para mi, ya quiero llenar a nuestro bebé de amor y cariño, fruto de nuestro amor.—le dijo y su esposo la miró con ternura, él no pensaba ser cariñoso con su hijo, sabía que con las muestras de amor de su esposa sería suficiente.
—Así es—respondió.
—Lucius...¡Lu-Lucius AH!—dijo tocándose el vientre—Creo que ya viene nuestro bebé.
Narcissa conjuró un patronus el cual tenía forma de cisne y en 30 segundos su medimaga estaba en la mansión malfoy preparando la habitación que habían decidido que sería en la que se llevaría a cabo el parto.
Acostaron a la rubia en la gigantesca cama y le indicaron cuando era hora de pujar.
En ese momento a Narcissa le quedó bien claro que traería al mundo más de un bebé.
—Solo un poco más...eso es...listo.—dijo la medimaga y se escuchó el llanto de un niño que las magienfermeras empezaron a limpiar y preparar para dar a sus padres.
—Es un niño rubio.—dijo entregándoles al que sería el pequeño en sus brazos.
Pero Narcissa no sentía el alivio del que Bellatrix que ya había estado embarazada había hablado.
—Es nuestro hijo Narcissa, mi heredero ha nacido de ti, de la mujer que elegí y que amo.—dijo mirando a su esposa e hijo.
—Los amo tanto a ambos, mi Draco...Es hermoso, es igual a ti Lucius.—dijo con lágrimas en los ojos cuando de pronto sintió otra punzada—¿Qué? ¿Por qué no me siento aliviada? ¡AAH!
—Señores Malfoy, al parecer viene otro bebé.—dijo la medimaga y Lucius que ya era pálido se puso del color de un papel, mientras que Narcissa intentaba sonreír pero el dolor se lo impedía—Debe pujar de nuevo, señora Malfoy.
—No...no tengo...no tengo nombre para otro bebé Lucius.—decía mientras pujaba—Tengo...tengo una...lista...pero es pobre...las estrellas...no me han dejado ver...buenas opciones...esta noche.
—Lo nombraremos luego, cariño. Ahora concéntrate.—le decía Lucius intentando no desmayarse en ese momento.
—Muy bien señora Malfoy...un poco más...listo, está aquí.—dijo y se escuchó un segundo llanto, la medimaga le pasó el bebé la enfermera para que lo limpiara y envolviera en otra manta.
—Felicitaciones han tenido unos hermosos mellizos.—dijo la magienfermera y Lucius la miró confundido—Aquí tienen a su hermosa niña.
—E-es una niña Lucius, nuestra niña.—dijo Narcissa exhausta pero feliz.
Ella sostenía a Draco mientras su esposo sostenía a la nueva bebé.
—Tómese esta poción y estará como nueva en menos de media hora, no habrá dolor.—dijo la medimaga guardando y limpiando todo con magia—Nuestro trabajo aquí ha terminado, felicitaciones por los mellizos.
—Esto es increíble Narcissa, enviaré una carta a mis primos en Islandia, estarán celosos de que la primera mujer Malfoy en generaciones fue mi hija.—dijo orgulloso mirando a la niña y a su esposa.
—Todo es perfecto, tenemos a nuestro pequeño Draco y a nuestra pequeña que aún no tiene un nombre.—dijo algo decepcionada—Creo que las estrellas lo sabían Lucius, hoy mientras buscaba constelaciones para nombrar a un niño solo se me aparecían estrellas y satélites con nombres de niña.
—¿Ah sí? Que extraño, ¿dónde está la lista de la que hablabas? Tal vez podamos sacar algo de ahí. Aunque yo propongo llamarla Narcissa, es que es tan bella como tú.—dijo dándole un beso en la frente a su esposa.
—Narcissa es un bello nombre, por algo me llamo así pero quiero seguir la tradición, como con Draco quiero que su primer nombre sea sacado del universo, así como lo hizo Bellatrix con Adhara y...Pólux.—dijo a su esposo-La lista está en mi escritorio.
—Voy por ella.—dijo, le entregó la niña a su esposa y por medio de aparición no le tomó más de 15 segundos tener la lista y estar de nuevo junto a Narcissa—Aquí está.
—Veamos, ¿alguno que te guste a primera vista? Lo digo porque yo elegí el nombre de Draco, me gustaría que escogieras el de la bebé.—dijo la rubia a su esposo.
A Lucius le tomó dos segundo elegir el nombre, Mérope era el que encabezaba la lista y Lucius no creía que era una simple casualidad. Leyó ese primero y cada vez que leía otro volvía al primero, se había enamorado de ese y quería que su hija se llamara así.
—Mérope, Mérope Narcissa Malfoy Black.—dijo cargando a la bebé que dormía en uno de los brazos de Narcissa—Ese será el nombre de la primera mujer Malfoy en 5 generaciones, nuestra niña.
—Me encanta. Amo a nuestra familia Lucius y tengo miedo, tengo miedo porque el Señor Tenebroso es más fuerte que nunca, yo no soportaría si...—decía al borde del llanto.
—No debes preocuparte Narcissa, nosotros estamos del lado correcto y nuestro Señor reconoce nuestra lealtad, los 4 no corremos ningún peligro.—dijo para calmar a su esposa.
—¿Y si no gana? Digo...es casi invencible pero sabes que Dumbledore siempre tiene algo bajo la manga, y si lo vence?—preguntó a su esposo.
—¡No repitas eso Narcissa! Roguemos porque todo siga el curso que debe seguir, de lo contrario tengo un plan pero solo te lo diré si eso llega a pasar.—respondió Lucius—Mejor vamos a descansar, mañana volveré a mis actividades de mortifago y tú debes quedarte en casa, cuidar a los niños y no confiar en nadie.
—Si, Lucius.—respondió y se levantó de la cama.
Ya como nueva gracias a la poción, entró a la habitación que estaba organizada para Draco, todo era de color blanco con algunos detalles de color verde.
Colocó a los mellizos en la única cuna que había en la habitación pues ellos esperaban a un solo bebé y varón, pero era lo suficientemente grande para que durmieran hasta 5 bebés.
Mañana se encargarían de adecuar una habitación para Mérope.
Narcissa no podía negar que si antes le estremecía toda esta situación, ahora le aterraba, ya no veía por ella sola sino por dos criaturas más. Para ella la familia siempre iría primero y no podría soportar si a algunos de los suyos le llegara a pasar algo.
-Ustedes siempre estarán por encima de cualquier cosa, son a lo único que seré leal toda la vida, mis angelitos.-dicho esto vio como los dos bebés se acomodan en la posición más tierna que vería en su vida.
Ambos bebés, tan rubios como la palabra, se habían acurrucado el uno en el otro y entrelazado sus manitas. Narcissa quiso llorar de la ternura, así que corrió por su cámara mágica y les sacó una foto que luego enmarcaría.
Les dio un beso en la frente y salió de la habitación a descansar, tener dos bebés en un día no era lo que había planeado cuando despertó.
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Bienvenidos oficialmente a mi nuevo fic, enserio gracias por darle una oportunidad!
Amo esta historia y espero la disfruten tanto como yo.
Intentaré actualizar seguido por acá, en un día ya tuvo varios votos y la han agregado a sus listas, enserio gracias y disfrútenla.
Xoxo, Ela.
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