Capítulo XXXI: Tú me embrujaste primero (*)

nota de la autora: A la Ellis editora del 2022 le encanta la canción de arriba y creo que queda perfecta con Liz y Will <3

Tipo de narrador: Tercera persona

Los dos adolescentes corrieron a las afueras del cine esquivando a un par de personas que salían de la misma función que ellos, varios de los adultos se quejaron ante los saltos y risas que soltaban Mortenson y Byers

A causa del incendio del centro comercial, el cine local volvió a tener la misma popularidad entre los habitantes de Hawkins, y cuando Liz invito a Will a una cita para que vieran juntos "Volver al futuro" sí que se las vieron pesadas para encontrar lugar en la sala de cine

Sin embargo ambos se estaban divirtiendo juntos en su primera cita oficial como pareja, no había silencios incómodos y podrían dar su opinión sincera de la película, que de parte de Mortenson no hacía falta decir que todo el rato se la había pasado suspirando por Marty McFly

—Ahora tengo que esperar dos a cuatro años para la secuela— murmuró la rubia mientras tiraba su bote de palomitas vacío en el basurero de la salida

—¿Cómo crees que sea el futuro?— le pregunto el castaño mientras tiraba su vaso de refresco vacío en el mismo basurero

—Me imagino en una isla con un montón de libros, sería perfecto— la rubia soltó un aire soñador mientras que se acercaba al castaño pasando su brazo por su espalda, él le respondió pasando su brazo por los hombros de la rubia— ¿y tú futuro ideal?

—Tener un auto que vuele— murmuró el castaño también con un aire soñador— pero apenas tengo agua caliente en mi casa, eso es poco probable

—Yo te compraría tu auto volador— le sonrió Liz hacia su novio, él la miró con una risita antes de inclinarse levemente dejándole un beso pequeño en su frente

—Se supone que yo soy quien te debe de invitar— Will hizo una mueca algo desanimado, pues si le preocupaba un poco ese aspecto, pues ellos no tenían el mismo nivel de vida, aunque eso a Liz le daba igual, ya que ella de verdad quería a Will

—¿Qué importa? Recuerda que soy millonaria— la rubia hizo una sonrisa de suficiencia

—Chantajear a la CIA no cuenta— le recordó el castaño el principal motivo de sus recientes miles en el banco

—¡Pero fue por una buena causa!— se excusó con una voz escandalizada hasta que ambos estallaron en carcajadas

~Hace un par de días~

El gobierno de los estados unidos no era algo fácil de tratar, y luego de muchas cortinas de humo a raíz del incendio del centro comercial, el arresto del alcalde de Hawkins y un par de registros de niños "especiales" era obvio que organizaciones gubernamentales no se iban a quedar de brazos cruzados, por lo que en aquella fría mesa de una oficina, se encontraban doce adolescentes que no decían nada, y a su lado los padres de las dos niñas más pequeñas de ese grupo

—Ya les dijimos que no cederemos ante sus amenazas— el sheriff Hopper dio un golpe seco en la mesa ante las palabras sin sentido que esos agentes del gobierno les daban

—Entraron a una base del gobierno— explicó uno de los hombres que tenía un semblante serio— y por eso podrían ir a la cárcel

—¿Y no pasaría lo mismo con los directivos que dejaron que los soviéticos entraran a nuestro país? — la señora Mortenson juntó las manos mirando con la ceja alzada a los tipos del otro lado de la mesa

—No tiene pruebas de lo que está diciendo— uno de los hombres miró a la rubia con superioridad

—¿Ah, no? — todos miraron a la única pelirroja de ese grupo

Francine Romanova ­­—ahora, legalmente Geller— lanzó una carpeta bastante gruesa a la mesa, los agentes del gobierno miraron la carpeta antes de tomarla empezando a hojear la

Estaban jodidos

En esa carpeta había todas las pruebas para hundir a un par de directivos, pero para sus desgracias, estos solo eran copias, ya que los originales estaban en poder de la pelirroja

—No me detendré para ir a contar historias a los noticieros— Francine los miro con una ceja alzada— pero si todos nos olvidamos de lo que pasó, esta carpeta simplemente podría perderse

—Me pregunto a quién les irá peor— Madelaine se empezó a pasear con desinterés sobre la larga mesa— a unos niños que solo estaban jugando en el centro comercial cuando hubo un incendio— ninguno de los niños mencionados dijo nada— o a las autoridades que hacen tratos con el enemigo. Podríamos preguntarle a un juez— la rubia se inclinó sobre la mesa mirando a los agentes— o todos podríamos quedarnos callados sobre todo.

Los agentes soltaron una risa cargada de ironía, mientras que miraban algo asustadizos a la rubia

—Creo que no hay necesidad de llegar a eso— uno de los agentes sacó algo de su saco— creo que podríamos llegar a un acuerdo, algo para que se compren un cierre en la boca para tenerla bien cerrada

El hombre les extendió un cheque, que cuando los presentes lo miraron, no pudieron evitar abrir los ojos de par en par... con ese dinero podrían comprarse 10 bases militares si quisieran.

—No se preocupe, señor Russell— todos los presentes empezaron a levantarse de sus respectivos asientos lentamente— considere que somos unos pueblerinos que esta semana vieron mucha televisión y fumaron mucha hierba

—Tú— uno de los hombres le llamó a la pelirroja que se levantó lentamente del asiento— ¿podrías quedarte un momento?

Todos desaparecieron de esa oficina con el cheque en la mano a excepción de la pelirroja que se quedó con esos hombres en esa oficina, sin saber que lo que estaban a punto de decirle, le daría un giro a su vida

Los números y los dos adultos se quedaron en el pasillo de esa sala donde acababan de salir esperando que los directores de ese lugar les dieran luz verde para poder irse, además de esperar a la pelirroja que salió al cabo de unos minutos de esa sala con su saco en la mano y con la cara consternada

—Oigan, esto, en teoría es para ustedes— Hopper miró el cheque que Maddie sostenía

—Quédenselo— Francine resoplo pesadamente— a donde voy, no lo necesitare

—¿Y a dónde vas?

—Merritt Island, Florida— respondió la pelirroja— los tipos de adentro, me ofrecieron un lugar en la Nasa

—¿En la NASA? — todos la miraron sin poder creerlo

—Al parecer la maquina experimental es una inminencia— Francine se encogió de hombros— y me quieren en sus filas, están dispuestos a borrar mi pasado si formo parte de ellos, así que dije que si

—Felicidades— todas miraron con una ligera sonrisa a la pelirroja

—Bueno, supongo que este es el adiós— los chicos mayores dirigieron la mirada a los seis más pequeños

—Sí, ojalá trabajen en ser menos idiotas— les dijo Chandler a los seis mayores

—Y aprender a secuestrar con esposas en vez de cuerdas— murmuró Joy con una sonrisa fingida

—Les debemos una disculpa— murmuró Rachel— debemos admitir que medio los odiábamos

—¿Medio? — Liz los miro arqueando una ceja— no te preocupes, aun así les salvamos el trasero

—Que les vaya bien— murmuró Jane dándoles una pequeña sonrisa

—Bueno, adiós— Jessie los miro por última vez, antes de empezar a caminar al lado de Charlie, Rachel, Paul y Daniel, Francine miró por última vez con un toque de melancolía a las dos más pequeñas de ese grupo antes de seguir su camino en dirección contraria

—¿Y ustedes? — Liz se dirigió a Chandler, Joseph, Kali y Joy— ¿irán donde el viento los lleve?

—Yo vivo en Illinois— murmuró Chandler mientras se encogía de hombros

—Yo también, volveré ahí— Kali les dio una pequeña sonrisa de boca cerrada

—Yo tengo trabajo en Chicago, tengo mi casa aquí, pero casi no me gusta, así que Chicago, ya saben dónde encontrarme— Joseph les dio una pequeña sonrisa mientras que escondía las manos en los bolsillos de sus vaqueros

—Yo no tengo idea— Joy se encogió de hombros— supongo que le tendré que rogar a mi padre que me vuelva a recibir, aunque les apuesto que ni siquiera noto que me fui por una semana

—Enserio, espero que este no sea el adiós con ustedes— murmuró la única rubia de ese grupo de seis— extrañas circunstancias, pero les tome cariño, hermanos no biológicos pero sí del dolor, ¿no?

Su comentario hizo reír a los cinco chicos a su lado

—Oigan— se sobresaltaron cuando el resto de los números mayores se acercaron corriendo

—Venimos corriendo antes de arrepentirnos— les dijo Daniel mientras respiraba pesadamente recargando sus manos en sus rodillas

—Pero no queremos que sea el adiós— murmuró Jessie para sorpresa del resto— queremos remediar todo y ser cercanos, tal vez vernos en las vacaciones y mandarnos cartas de vez en cuando

—Empezaremos a tener una vida normal— les dijo Rachel— iremos a la universidad, la mayoría de nosotros tenemos la carrera a medias, en mi caso me faltan un semestre y en este tiempo quisiéramos estar en contacto con ustedes

—Solo queremos saber que no estamos solos— murmuró Charlie con un deje de lastima

—Bueno— Chandler se giró a ver a los mayores con un mohín— lo acabo de decir, y siempre lo diré, en algún momento fuimos hermanos, y podríamos volver a serlo

Ese grupo de 12 personas compartieron una pequeña risita sarcástica mirándose mutuamente con melancolía y acto seguido, un abrazo grupal que los hizo reír

(...)

Después de ese pequeño recordatorio de cómo la rubia había recuperado a sus hermanos no biológicos, los dos adolescentes caminaron hasta un parque cercano del centro, donde había un par de niños jugando en los columpios, los pasamanos y otras cosas más. Liz y Will se sentaron en esta banca pasando el rato mientras hablaban de lo increíble que había sido la película, aunque Liz notaba como Will veía los juegos algo animado, pero no se animaba a ir hacia estos

—¿Quieres ir? — la rubia cambió el tema al ver a su novio mirando el pasamanos

—No, estoy bien— hablo el castaño moviendo levemente la cabeza

—En serio, vamos— Liz empezó a levantarse de la banca mientras que tiraba de su mano, a decir verdad también le había dado ganas de jugar

—Pero es para niños— Will hizo una pequeña mueca

—Nadie me va a decir que son muy vieja para un pasamanos— Liz saco un acento extraño que hizo reír a Will— vamos— al fin logró convencerlo y así ambos se fueron al pasamanos

Por fortuna ningún mocoso se les apareció queriendo correrlos de los juegos, por los que ambos empezaron a treparse en los pasamanos riendo

Después de todo les gustaba jugar como niños, aunque tal vez ya no lo sean

—¿Qué haces? Te vas a caer— Will rió al ver a Liz en el pasamanos colgada de una manera extraña ya que estaba de cabeza sosteniéndose con sus piernas y manos, su cabello caía hacia abajo y soltaba carcajadas que lo hacían reír— pareces koala

—Es divertido— Will se preocupó cuando ella se soltó de las manos quedando solo con los tobillos enredados en uno de los tubos, ahora sí que estaba completamente de cabeza, por lo que Liz empezó a reírse al notar la preocupación de Will— cuelgas del suelo como murciélago

—Te vas a caer— le dijo, pues tenía miedo que en cualquier momento terminará en el suelo

—Pues hasta que me caiga no entenderé— le dijo sacando esa voz extraña que lo hacía reír y le daba ternura a partes iguales. Will se quedó viendo un poco más tiempo del necesario, Liz hizo lo mismo— ¿me das un beso?

—¿Así? — preguntó señalando la extraña forma en que se colgaba del pasamanos

—¿Qué tiene? ¿Te da miedo besar a la bruja de Hawkins?— La rubia se hizo un gesto desinteresado

—Pues antes me daban miedo las brujas— Will se acercó levemente donde Liz lo seguía mirando de cabeza— y ahora estoy enamorado de una...

—Aun puedo dar miedo— la rubia soltó una risa que se oyó muy extraña debido a que seguía de cabeza

—Nunca te tendría miedo— le aseguro el castaño— tú me embrujaste primero...

Se acercó a ella dejándole un beso pequeño en los labios, cuando se separaron ambos tenían las mejillas teñidas de rojo y soltaban pequeñas risitas nerviosas

(...)

Will había acompañado a Liz hasta su casa apenas dieron la seis, pues le había prometido a su padre que la traería temprano, y Byers sabía que al señor Mortenson no le caía muy en gracia que su hija tuviera novio, además que quería evitar alguna charla "amistosa" con su suegro y la escopeta del anterior mencionado

Sin embargo cuando entraron a la casa de los Mortenson, lo primero que vieron fue al integrante más pequeño de la familia viendo por milésima vez la repetición en VHS del concierto de Queen en el Live aid

Solo habían pasado un par de días de ese concierto, y Aarón Mortenson ya estaba a punto de quemar la videocasetera de las veces que había repetido la grabación

—Enano, estoy de acuerdo que fue el mejor día de mi vida, pero ya contrólate un poco— murmuro la rubia al ver a su hermano terminar de cantar We are the champions

—Fue lo mejor del mundo— el más pequeño de los Mortenson alzo los brazos aun con la emoción al mil— valió la pena que mamá nos castigará sin agua caliente— eso hizo reír a los dos adolescentes

Cuando Maddie se enteró que su familia se había gastado lo de la factura de gas para contratar antena de satélite para ver el Live aid, no dijo nada, simplemente como castigo dejó a su esposo e hijos sin agua caliente en las noches, el primer día había sido horrible, pero Alex, Liz y Aarón habían estado de acuerdo que lo valía con tal de haber visto uno de los mejores conciertos por televisión

—Por cierto, ¿Dónde están mamá y papá? — preguntó Liz al notar la ausencia de sus padres, pues estaba a punto de anochecer

—Tienen una cena— las palabras de su hermano la hicieron soltar un refunfuño, para sus padres era una cena, pero para ella, significa ser niñera del enano que tenía enfrente

—Te tienen que conseguir una niñera, ya estoy harta de ser yo— la rubia se tiró en su sofá individual, mientras que Will se sentó en otro de los sofás individuales de la sala

—Mal por ti— Aarón le dio una mirada de pena mientras que cambiaba la televisión con rapidez

—¡Déjala ahí!— gritó Liz cuando su hermano le cambio de canal y vio que estaba pasando Vaselina

—Uy, lo lamento, cuñado— Aarón miró a Will que se encontraba mirando la televisión, pero miro al pequeño— está loca está obsesionada con esa película

—Calla, engendro del diablo sin cultura— la rubia le lanzó un cojín a su hermano que le dio en la cabeza, mientras que se acomodaba para ver su película favorita

A Will se le hizo tierno al ver cómo es que Liz se sabía de memoria casi todos los diálogos de la película, al igual que cantaba las canciones de esta, y aunque tenía que admitir que no sea precisamente como Debbie Harry, la vocalista de Blondie, si a ella le hacía feliz cantar, por el que cantará todo lo que quisiera

Maddie y Alex bajaron las escaleras arreglados para lo que parecía ser una cena medio elegante

—Oh, hola Will— Maddie saludo animadamente al novio de su hija

—Señora, señor— Will saludo a sus suegros con un ligero asentimiento de cabeza

—Vaya, ya te metió en el mundo de Sandy, Danny y summer nights— Alex intercalo miradas entre Will y su hija que miraba la televisión embobada mientras tarareaba la canción

—Liz, vamos a una cena en enzo's— Maddie se acercó a su hija que ni la miraba por prestarle atención a la televisión

—Sí, si, como sea— la rubia menor le dio el avión

—Hay dinero para la cena en la mesa y vigila que tu hermano se duerma temprano— le dijo Alex a su hija que también lo ignoro olímpicamente

—Aja...

Alex y Maddie sabían que Liz no los miraría hasta que por lo menos acabará la escena, por lo cual salieron de su casa camino a su auto antes de que se hiciera tarde, pues omitieron el detalle de que cenarían junto a Jim Hopper y Joyce Byers

—Creo que ya le caigo mejor a tu padre— le dijo Will a Liz cuando la escena musical acabó, lo que significaba que había una pequeña posibilidad de que Liz despegará la vista de la televisión

—Te dije que no es malo— Liz le dio una pequeña mirada a Will para tranquilizarla

—Ja-ja— ambos miraron a Aarón al notar la risita ahogada cargada de sarcasmo que soltó el pequeño— sí, claro, sigan creyendo eso

Solo se ganó que su hermana le lanzará otro cojín en la cara que ahora sí lo hizo caerse de espaldas en el sofá

(...)

Los cuatro adultos se encontraban en aquel restaurante lujoso charlando y conversando como el grupo de amigos que eran, pues habían pasado muchas cosas en el último par de semanas que hacía falta que se relajaran con un corte de carne caro y una copa de vino

Hablaban de cosas triviales sin sentido, o al menos hasta que Madelaine dijo que tenían un par de fotos guardadas que encontró de su mudanza y que le gustaría que Jane, la hija de Hopper tuviera, ya que eran fotos de su amiga, Terry, y quería que la menor tuviera aunque sea otra manera de ver a su madre

—Espero que le gusten a Jane— Maddie le extendió un par de fotografías de Terry Ivves a Joyce y Hopper para que las vieran y ellos decidirán si estaban de acuerdo en dárselas a la hija de la anterior mencionada

—Sí, Eleven ama a su madre— murmuro Joyce mientras recibía la fotografía de la madre de Eleven, tal vez cuando era universitaria, pero sabía que a la menor le gustaría tener algo más de su madre que recuerdos vagos

—Lo siento— Maddie hizo un ademán extraño cuando recordó cómo se refería la pareja a la hija de su amiga— es la costumbre, es que conocí a Terry desde la universidad, y también cuando nombró a su hija en el embarazo, pero entiendo si debo decirle Eleven

—Está bien, a ella no le molesta— le dijo Joyce con una sonrisa amable mientras seguía viendo las fotografías que Maddie había traído

—¿Quién es él? — Hopper alzó una de las fotografías donde estaba Terry abrazada al lado de un hombre como de su edad de cabello entre castaño y rojo

—Oh, dios, no me di cuenta que estaba él en esta foto— Maddie y Alex se miraron levemente al reconocer al hombre de la foto— él es ex novio de Terry... y el padre biológico de Ja... Eleven

Eso hizo que Hopper y Joyce se tensarán

—Vaya...— Hopper y Joyce compartieron una mirada preocupada al ver al hombre de la foto

El padre de Eleven nunca fue una posibilidad para ellos, pero al ver esa foto, un miedo los envolvió, el miedo de que les quitaran a Eleven, ambos la amaban y no podrían ni siquiera imaginarse lejos de ella

—¿Habrá que preocuparnos? — Preguntó Joyce rápidamente— ¿habrá una posibilidad de que algún día vuelva queriendo ver a su hija

—Él no lo sabe— Alex negó repetidas veces con la cabeza

—Abandono a Terry antes de que supiera que estaba embarazada— mencionó Maddie soltando un suspiro pesado

Eso hizo que Hopper y Joyce se relajaran un poco, aunque a pesar de todo, en la mente de ambos no estaba ocultarle la verdad a Eleven, solo que tendrían que buscar el momento y palabras adecuadas para hacerlo

—¿Saben a dónde fue?

—Creo que se casó, se fue a Maine con su esposa, tuvo hijos— Maddie se encogió de hombros con una pequeña mueca— no se preocupen por él, nunca le interesó Terry y dudo mucho que le importe que tuvo una hija con ella

—Creo que a El le gustaría tener esta foto— Joyce volvió a alzar la foto de Terry al lado de ese tipo que era un desconocido, y esperaban que así se quedará

—Solo por curiosidad — Hopper tomó la foto con una mueca melancólica— ¿cómo se llama?

Maddie y Alex compartieron una mirada antes de responder; —Zack Denbrough.

¿Fin...?

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Bb's así concluye está historia...

¿O no? 7u7

-Ellis

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