Capítulo XXX: Welcome to the club, harpy (*)
WILL BYERS
—¿Segura que no quieres algo? — no sabía cuántas veces le había hecho esa pregunta a Liz
—Segura— me sonrió levemente mientras se pasaba un algodón con alcohol por la nariz
El ejército, las ambulancias y los bomberos habían llegado hace un par de horas, nos ayudaron a salir del centro comercial y ahora se estaban encargando de atendernos a los que tenían golpes
Liz estaba en una de las ambulancias envuelta en una toalla y le pasaban algo por una intravenosa, no me había separado de ella, me había asustado mucho cuando la encontré casi desmayada al lado de Billy y Eleven, que también estaban en distintas ambulancias siendo atendidos
—¿No te dio miedo?— empezó a jugar con sus manos nerviosa
—No— arrugue las cejas con confusión ante su pregunta— ¿Por qué debería darme miedo?
—Es que— miro sus manos con una mueca— a veces... me da miedo si me descontrolo... no quiero saber que pasaría— soltó un largo soplido— y estando ahí con el hermano de Max y con el desuellamentes... sentía que me estaba pasando
—Salvaste a Billy— le aseguré mientras tomaba su mano— Liz... yo... hace un tiempo pase lo mismo que Billy— ella me empezó a mirar con atención, no sé si ella sabe esa parte de mí, pero no quería ocultárselo, además de que ella me daba la tranquilidad para mostrar esa parte de mi— y créeme que se sintió muy horrible, y no quiero minimizar el dolor de nadie, pero lo que hiciste con Billy... se vio menos doloroso que lo que yo sentía
—Ojala no hubieras tenido que pasar por eso— Liz me tomo fuertemente de la mano— lo lamento, te juro que sentí el dolor de Billy y aunque no lo conozco, lo lamento mucho por él, espero que este bien
—Y lo salvaste— le sonreí— como también me salvaste a mi
—Me pones roja— soltó una risa nerviosa mientras bajaba la cabeza cuando sus mejillas se tiñeron de rosa— parezco una fresa
—Una fresa muy bonita— le aparté un mechón de cabello de la frente poniéndolo detrás de su oreja
—Pensé que no me ibas a querer ver después de que mi papá te asustara con su escopeta— abrí los ojos cuando en mi cabeza recordé la imagen de su padre con una escopeta
—Habrá falta más que una escopeta para que me quiera alejar de ti— le aseguré mientras que me quedaba viéndola fijamente por un par de segundos
—¿Qué?— me miró con una pequeña carcajada al ver que me le quedaba viendo
—Es solo que...— ni siquiera sabía lo que estaba a punto de decir— aun no me puedo creer que me dejes ser tu novio y que me quieras...
Me hizo un espacio a su lado en la ambulancia extendiendo su brazo, por lo que me acerque a ella sentándome a su lado y pasando mi brazo por su hombro
—¿Qué si te quiero? — Soltó una pequeña risita— Will, cada vez que te veo, se me acelera el corazón, primero pensé que era por el soplo que tengo, y siempre que me sonríes, me pongo nerviosa y en mi cabeza siempre suena alguna canción romántica cuando nos reímos juntos— sus manos me tomaron el rostro haciendo que acercará sus labios a los míos, de inmediato le correspondí el beso mientras acunaba su rostro con mi mano
Al oírla decirme todo esto, no podría dejar de pensar en lo afortunado que era, afortunado que alguien de verdad me quisiera, porque nunca pensé que alguien que no fuera de mi familia me iba a decir nunca que me quería, o al menos de manera romántica
Al igual que antes esperaba un te quiero de otra persona... un "te quiero" que nunca llegaría, aunque eso ya no me importaba, porque la chica que tenía al lado me provocaba sentimientos mucho más fuertes... algo que nunca creí llegar a sentir por alguien
Porque estaba seguro que la amaba y que eso no lo dudaría nunca
(...)
LIZ MORTENSON
Caminaba entre las distintas ambulancias algo desorientada, los minutos pasaban de manera lenta, además de que aún no había noticias de mi papá y eso me tenía un poco alterada
Detuve mi vista en una de las ambulancias donde estaba una persona que no podría considerar mi amigo, pero después de lo que había pasado dentro del Starcourt, debía hablar con él, así que empecé a caminar en su dirección
—¿Qué onda?— me pare frente a Mike que estaba igual en una ambulancia con un pequeño vendaje en su entrecejo
—Qué onda— me respondió algo chocante— ¿qué tal los golpes?
—Un poco menos peores que los tuyos, eh— el ambiente entre él y yo seguía siendo cortante, resople mientras miraba al suelo por unos segundos buscando algo que decirle y tratando de controlar mi sarcasmo— Mike, creo que tú y yo empezamos con el pie izquierdo
—Ambos pies izquierdos— se encogió los hombros con desinterés
—Si— ladee la cabeza dándole la razón mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho— entonces... ¿por qué me salvaste?— él no dijo nada, a decir verdad era la primera conversación de verdad que entablaba con Mike— pudiste dejarme ahí antes de que se rompiera el techo de cristal, pero me jalaste de ahí, evitaste que muriera...
Cuando ese cristal en el techo se cuarteo, fue una estupidez quedarme en medio, pero fue como si estuviera hipnotizada, y me di cuenta de la estupidez que había hecho cuando me había jalado lejos del techo, y no pude estar más sorprendida al ver que Mike Wheeler fue quien me jalo de ahí antes de que el techo se rompiera
—Lo hubiera hecho por cualquiera— me respondió sin verme a la cara
—Por cualquiera, pero no por mí, ¿no es así? — hice una mueca con desinterés
—Sí, así es — no me sorprendió su respuesta, sé que me detesta— pero... si algo te pasará... creo que le dolería a Will... y él ya ha sufrido mucho — si me sorprendieron esas palabras de Mike. Él terminó soltando un soplido y al fin levantó la cara para verme— Liz, cuando apareciste de inmediato pensé que eras una narcisista egocéntrica clasista que solo piensa en ella misma y que mira a todos por encima de su hombro, pero... Tal vez me equivoque, después de todo eres medio genial
—¿Medio?— solté una pequeña risita— te acepto lo de clasista y egocéntrica, porque es cierto— mis palabras lo hicieron soltar una pequeña carcajada, y eso sí me sorprendió mucho más
—Sigo pensando que tú cabello es falso— susurro inclinándose levemente hacia mí
—¿No has oído eso de: "Los caballeros las prefieren rubias"?— solté una pequeña risita tirando de mi cabello hacía atrás
Me miró con un mohín sin decir nada por segundos, hasta que finalmente alzó su mano hacia mí
—Bienvenida al club, arpía— mire con una ceja alzada su mano extendida, lo medite por un par de segundos y tomé su mano estrechándola por un par de segundos
—Es un honor pertenecer a su club, patán— hice un acento raro fingido dando una pequeña reverencia
—¿En serio?
—Honor para ustedes— aclaré, Mike rodó los ojos mientras que yo me encogí de hombros— te dije que soy egocéntrica
—Ya me di cuenta— hizo una sonrisa falsa— oye, ve detrás de ti
Me hizo un ademán para que mirara encima de su hombro, y entonces sentí que un gran alivio me inundaba cuando vi a mi papá caminando hacia las ambulancias al lado de la señora Byers, el sheriff Hopper y Murray
Mi papá estaba bien...
Corrí hacía su dirección con el corazón a mil por horas, cuando me vio se detuvo en su lugar y recibió mi abrazó cuando casi me le colgué del cuello
—Estás vivo— solloce ligeramente sin soltar el abrazo
—Te dije que estaría bien, hija— me repitió aun sosteniéndome de la espalda
—Ay dios— cuando nos separamos y note el uniforme de oficial ruso que llevaba, me lleve las manos a la boca— dios mío, ¿ahora dirás que "no se delate a lemondo"?
—Eso lo dice Fonzie en Happy days, loca— papá me revolvió el cabello— además, no podría ser una buena infiltración si no llevaba el uniforme, ¿no crees? — señaló el uniforme con una mueca
Le di un pequeño empujón antes de volverlo a abrazar con fuerza... tuve mucho miedo, porque por un momento pensé que no lo volvería a ver... pero al tenerlo aquí vivo me daban ganas de llorar y ni siquiera sé porque
—¡Cielo!
—¡Papá!
Nos giramos al oír ese par de voces encontrándonos a mi mamá y mi hermano corriendo hacia nosotros, cuando los cuatro estuvimos juntos, nos dimos un gran abrazo
No hubiera soportado perder a alguno de ellos, pero ya no tenía que pensar en negativo, porque tenía a mi familia junta de nuevo, y esperaba que eso no cambiara nunca
—Fue un día emocionante...— murmuró papá mientras que alzaba a Aarón y el otro brazo lo pasaba por mis hombros
—Hija, te queremos pedir que nos perdones— me dijo mamá algo desanimada
—¿Qué? — Los mire confundida a ambos— no tengo nada que perdonarles
—No, Liz, si lo tienes— me dijo papá mientras me sobaba el hombro— con todo lo que pasó, nos hemos dado cuenta que te hemos tenido muy reprimida con respecto a tus poderes
—Si— mamá me apartó un poco de cabello de la frente— siempre tenemos miedo de que pase algo, por eso te decimos que es peligroso, y por eso cometimos el error de reprimirte y no dejarte ser, nos hemos dado cuenta que eso es un error, te hemos inculcado miedo en lugar de confianza, pero te prometo que eso va a cambiar
—No tengo nada que perdonarles— los volví a atraer hacia mí en otro abrazo
—¡Fuiste como Jean Grey allá adentro!— mi hermano saltó emocionado causando mi risa— ¡estuviste increíble!
—¿Saben? La familia es para siempre— mamá se las arregló para abrazarnos a mí y a Aarón— aunque lo intentáramos no podríamos separarnos, lo entienden, ¿verdad?
—Con eso no quieres decir que otra vez nos vamos a mudarnos— Aarón hizo una mueca
—¿Mudarnos?— los mire confundida— pero yo no me quiero ir—mis padres compartieron una mirada preocupada— oigan, sé que esto no era lo que esperábamos... pero me siento bien aquí... tengo confianza, y estoy un poco más feliz en comparación de Houston... al fin me siento como si fuera mi hogar, debemos protegerlo, ¿no creen?
—Tienes razón— me dijo mi mamá— no podemos huir toda la vida
—Les prometo que pondremos de nuestra parte para cuidarlos a ambos— murmuró papá mientras le revolvía el cabello a ambos— y que haremos lo que sea para mantenerlos a salvo
Nos volvimos a juntar en un abrazo familiar que me hizo sentir mejor, porque sabía que tenía una familia que me amaba y que me cuidaría de la misma manera en que yo los cuidaría a ellos
Y aunque no todo puede ser perfecto, ya que posiblemente me acaba de meter en algo que me podría perjudicar, no quiere decir que me quedaría tranquila
Si mi propósito era pelear para un día dejar de pelear, que así sea
-------------------------------
-Ellis
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top