Capítulo XXVI: Do you remember me? (*)
Tipo de narrador: Tercera persona
~A unos cuantos kilómetros de Nina~
Un bache en el desierto hizo que Jessie y Argyle dieran un ligero brinco que los despertó un poco más, aunque la de ojos azules se sentía relajada, pensaba que ya se le había ido el efecto
—Debería ser a la derecha— murmuró Mike mirando el mapa, aunque en el desierto no había nada
—No hay nada aquí— respondió Jonathan. Otro bache hizo que Argyle se reincorporará pestañeando
—¿Ya llegamos? — preguntó el de cabello largo
—¿Ya? —Will lo miró perplejo por el retrovisor— Pasaron nueve horas
—Tiene que estar por aquí— Jessie se acercó a la ventana esperando ver algo
—¿Qué estamos buscando, amigos? — volvió a preguntar Argyle
—Una instalación
—Una cerca
—Un edificio
—O cualquier señal de vida
—¿Cuándo decidimos que Nina era un edificio y no una mujercita? — Murmuró Argyle causando que todos los miraran como si se hubiera vuelto loco— Suena a una mujer pequeña
—No es una mujer pequeña— le dijo Mike
—Sería difícil ver a una mujer pequeña aquí
—¿Cómo sigue drogado? — Will miró a Jessie, aunque ella se veía más consciente
—A mí ni me veas— murmuro la de cabello negro mientras se estiraba— ya se me bajo
—¿Son las coordenadas correctas? — Jonathan cambió rápidamente de tema
—Sí, están bien— le dijo Mike
—¿Seguro?
—Si
—Quizá la latitud y la longitud está mal
—¿Me cuestionas, Byers? — Jessie miró a Jonathan con un ligero tono ofendido
—Es una genio— apoyo Will señalando a Jessie
—Se puede equivocar
—¡No me equivoque! — Jessie se cruzó de brazos ofendida
—Si es muy pequeña podría caber detrás de un árbol pequeño— susurro Argyle
—Basta, ya— Jonathan freno de golpe por lo que los tres chicos en la parte de atrás casi se fueron de bruces
—Auch
—¿Qué haces?
—Freno antes de que nos perdamos más — les dijo Jonathan
Jonathan estaciono el auto donde volvió a tomar el mapa, las coordenadas de Jessie esperando que no estuvieran tan perdidos como sospechaban
—Dame las coordenadas— pidió el mayor de los Byers
—La longitud es de 116 grados, 5 minutos y 17...— le empezó a decir Will
—¡Nina! —Argyle comenzó a gritar eso a la nada, Jessie lo miró con una mueca mirando cómo se iba y mejor se dirigió a los chicos esperando que no echaran a perder sus coordenadas
Estaban tratando de ubicar en el mapa las coordenadas, el cual los llevó al mismo sitio donde Mike ya había marcado anteriormente un X dando a entender que estaban en lo correcto
—Perfecto, como dije— Mike maldijo ruidosamente
—No tiene sentido— murmuró Jonathan resoplando fuertemente
—Es una base del gobierno— habló Jessie— por supuesto que no va a tener un letrero que diga: Bienvenidos a Nina
—¿Y qué podemos hacer? — preguntó Will, aunque Jessie no sabía cómo responder esa pregunta
—¡Amigos! — Argyle empezó a gritar, lo que hicieron que ellos alzaron las cabezas— vengan a ver esto
—¿Qué es?
—Tienen que verlo para creerlo— les dijo el de cabello largo, Jessie se encogió de hombros antes de caminar hacia la dirección de Argyle
—Okey, no hay una mujercita llamada Nina, — les dijo a los cuatro chicos que lo miraban sin ningún tipo de fe— pero dijiste cualquier señal de vida, ¿no?
—Si
—Bueno, estas no son huellas de llantas normales, amigotes— señaló el camino de terracería con las marcas de neumáticos— miren lo que son estos monstruos son enormes, ¿saben que significa eso?
—Militares— Jessie abrió los ojos preocupada
—Vámonos
Los cinco abordaron la camioneta para empezar a seguir ese camino que esperaba que lo llevaran a algún lugar que les sirviera o donde tuvieran a los chicos
(...)
~Nina~
Eleven y Twelve ya estaban cambiadas con la misma ropa con la que llegaron, El llevaba pantalones blancos con una camiseta de flores y arriba otra camiseta azul además de una camiseta de cuadros, mientras que Twelve llevaba pantalones de mezclilla, una camiseta blanca corta que dejaba a la vista las cicatrices de su abdomen a causas de sus anteriores hechizos y arriba una camiseta de cuadros negros y blancos, además del collar con la piedra de color rojo que se alegró que no se le hubiera perdido, además de que siempre se sentía segura con la protección que tenía ese collar
Ambas veía ese tanque en el que entraron varias veces y que les provocaba una extraña sensación debido a que las hizo recordar el pasado, aunque ese pasado las hacía más fuertes y ahora lo entendían
Liz se llevó la mano a su costado donde estaba una de las marcas de quemaduras en su piel, le dolió pero luego el dolor fue reemplazado con picazón lo que lo hizo que empezara a enterrarse las uñas tratando de controlar la urticaria
—¿Te duele? — le preguntó Jane a su hermana con preocupación
—No, solo comezón— la rubia le regaló una pequeña sonrisa
Sin embargo su momento fue arruinado cuando la puerta de metal se cerró causando que las niñas corrieron lo más rápido posible, sin embargo la salida la tenían bloqueada
—No pueden irse, niñas— se giraron lentamente encontrándose a papá que las miraba con lastima
—¿Dónde están Amelia y Owens? — A Liz se le endureció la mirada que cayó sobre Brenner— ¿Dónde están nuestros hermanos?
—El doctor Owens y la doctora Hansson cambiaron de opinión, al igual que Seven, Nine y Ten— ninguna de las dos les creía esas palabras— sé que se quieren ir con el doctor Owens y la doctora Hansson, y no puedo hacer nada para evitar que abran esa puerta y a la fuerza, pero si mis hombres las oyen acercarse, los mataran y solas no podrán sobrevivir al desierto,
Las dos niñas retrocedieron cuando Brenner empezó a acercarles, a pesar de todo nunca le terminarían de tener confianza, y el hecho de que las haya encerrado por supuesto refuta si es que en algún momento les nació alguna pizca de confianza hacia el mayor
—Esto es lo que haremos, ustedes y yo completaremos el trabajo juntos— la dos niñas retrocedía conforme más se asustaba el doctor— y cuando decida que están listas, regresaremos a Hawkins los tres, papá e hijas
—¿Por qué haces esto? — le pregunto Twelve apretando los puños a sus costados
—Porque no hay otra opción— les respondió
—Claro que la hay
—Solo una es la correcta
—¿Y tú tomaste las decisiones correctas? — le recrimino la rubia
—Lo intento
—¿Tomaste la decisión correcta con mamá? — le recrimino Eleven
—Tu madre estaba enferma, Eleven — le respondió a la castaña— era un peligro para ella misma, y los demás, llevo un arma al hospital y mató a un hombre
—¿Hospital? — la castaña lo miró sin poder creerlo
—Eso no era un hospital— Liz le apuntó con su índice furiosa
—Prisión— corrigió Jane, Liz asintió dándole la razón
—Todo lo que hice fue por su bien, para protegerlas
—¿Y Henry? Pusiste a Henry en el laboratorio, con los niños. — Liz sintió un nudo en la garganta al recordar los cadáveres de los niños más pequeños— ¡se obsesionó conmigo, y dejaste que eso pasara! — Le empezó a pegar en el pecho a Brenner con los puños cerrados— ¡no hiciste nada para que se alejara de mí! ¡Era un hombre y yo una niña! ¡Estaba esperando que creciera para hacerme quién sabe qué cosas! ¡Es asqueroso!
—¿Eso fue por nuestro bien? ¿Fue la decisión correcta?
—No tenía idea de lo que haría Henry. — Trato de excusarse— las cuide, las ame, los ame a todos
—¿Incluso a Henry?
—Sí, intentaba ayudar a Henry, entenderlo. — Trato de explicarse el mayor, ambas niñas negaron a la defensiva— Si, si, lo quería
—¿Incluso después de lo que hizo? — le reclamo la castaña
—Sí, porque sabía que yo le había fallado
—Dijiste que creías qué siempre estuvo vivo en la oscuridad —Eleven rodeo al doctor analizando sus palabras— ¿por eso yo buscaba en la oscuridad? ¿Estaba buscando a Henry?
—No, nos concentramos en los soviéticos, lo sabías
—¿Por eso estuviste de su lado un tiempo? — Le reclamo Liz, Brenner enderezo un poco la espalda ante su acusación— Francine me lo dijo, ¿la recuerdas? Six está muerta— hizo una voz burlona— no era cierto, ¡Y por tu culpa ella pasó cosas horribles en Rusia!
—Papá no dice la verdad— le dijo Eleven— Henry dijo eso
—¿Y ahora confían en Henry? — Brenner miro a la castaña— ¿Henry que las manipuló como a una marioneta?
—No fue su culpa— la rubia apretó los labios— Henry era un sociópata, lo sigue siendo
—Tu eres la que lo liberó de su prisión tú, —Eleven no pudo evitar la culpa cuando el doctor le dijo eso— y ahora están enojadas y se descargan conmigo y ponen todo en riesgo
—No, tú, ¡Tú pusiste todo en riesgo! — La castaña lo apuntó con su índice— ¡Tú mentiste! ¡Tú me hiciste buscarlo! — Un escalofrío recorrió a ambas niñas— El portal... el desuellamentes... tantos muertos, ¡Todo por tu culpa! ¡Porque no pudiste parar! ¡No pudiste dejarlo ir!
Liz se alejó un poco tomando aire ante la rabia que la estaba recorriendo, mientras que Jane seguía encarando al mayor
—Vinimos aquí para tratar de entender quien somos, — empezó a decir Eleven mirando al suelo— para ver si éramos el monstruo y ahora sé la verdad
Los ojos verdes de Liz cargados de furia se posaron en el mayor
—Eres tú, tú eres el monstruo. Ahora entiendo todo, Henry no conoce la diferencia entre salvar o destruir, eso lo aprendió de ti— respiro pesadamente antes de mirar la puerta cerrada— ahora, abriremos esa puerta y nos iremos con el doctor Owens y la doctora Hansson.— Liz apuntó a la salida— Si intentas detenernos, te mataré.
Liz tomó el brazo de Jane guiándola hasta la salida después de que ambas miraron por lo que creían sería la última vez al doctor que por años las obligó a llamarlas papá. Compartieron miradas antes de que ambas alzaran la mano hacia la puerta la cual se derribó en segundos
Sin embargo, Eleven sintió como una aguja se encajaba en su yugular, se giró encontrase que Brenner le había inyectado algo, lo lanzó contra el tanque con sus poderes
—Corre— le dijo la castaña a la rubia, esta le hizo caso y empezó a correr por los pasillos
Casi al segundo se arrepintió, prometió que no volvería a correr, y lo había vuelto a hacer, sin embargo la alarma la hizo saltar, empezó a correr en dirección donde había dejado a su hermana, pero se encontró a Joseph, Chandler y Joy en el pasillo al lado de Amelia que sostenía un arma
—¿Qué pasó? — se apresuró a preguntar la rubia
—¿Recuerdas que te dije que una parte del ejército de este país buscaba asesinarlos?— le dijo con tranquilidad la pelinegra mientras miraban a todos lado en busca de una salida— bueno, nos encontraron
—Creo que esta vez sí nos quieren matar— hablo Chandler soltando una pequeña risita nerviosa— hijos de puta, denle a la arpía su maldito cohete y a la mierda todo
—No vienen en cohetes— hablo Amelia con un ligero tono de sarcasmo
—En vez de venir aquí debimos comprarnos un boleto a Patagonia— bromeo Joy, luego miró a Liz— ¿Dónde está Jane?
—Papá la tiene encerrada— respondió con dificultad Liz
—¿Qué?
—Venimos con ella y no nos vamos sin ella— Joseph miró a todos lados— vamos— les hizo una seña para que Chandler, Joy y Liz lo siguieran
—¡Oigan!— Amelia soltó una maldición pero terminó caminando y siguiendo a los niños
Sin embargo no llegaron muy lejos ya que los disparos se oían cada vez más cercas, por fortuna, Amelia los guió hacia la salida donde también se encontraron al doctor Brenner que cargaba a Eleven y que tenía un tipo collar en el cuello, el mismo con él que usaban de modo de castigo en el laboratorio
—¡Hijo de puta!— Amelia miró a Brenner furiosa al verlo cargar a El y más sabiendo que intentó también atrapar a su niña— ¡solo no te disparó porque tú tienes las llaves de mi auto!
—¿Qué le hiciste? — le reclamó Joseph al mayor que tenía cargando a Eleven que al parecer se encontraba algo débil. El chico no lo pensó y le arrebató el arma a Amelia apuntándole en la cabeza a Martin Brenner— ¡Te juro que te mato si tiene así sea un solo rasguño!
—No es tiempo de discusiones, Seven— respondió el mayor,
Joseph le siguió apuntando al mayor con el arma, sin embargo se vieron obligados a inclinarse cuando lo que parecía una explosión le retumbó en los oídos
—Tenemos que irnos— murmuró Chandler asustado mirando a su hermano— Joe, baja el arma, Jane está bien, está con nosotros
Joseph bajó el arma regresándole el arma a Amelia que los miro con una pizca de diversión antes de mirar frente a ella
—Por aquí— Brenner los guió hasta lo que parecía ser una escaleras hacía un cobertizo que en realidad era una salida de emergencia
—Esperen— Amelia los detuvo antes de que subieran donde estaban las puertas abierta
—¿Qué?
—Martin, si los sacas por ahí, los matas— le dijo Amelia al doctor que aun tenia a El en brazos
—¿Qué? — los niños miraron a Amelia petrificados
—Acabo de escuchar los disparos— le dijo entre dientes apuntando lo que sería la salida— están esperándonos para liquidarnos
—Mierda— Joy se llevó la mano a la frente ya que empezaba a sudar frío— pero si nos quedamos aquí, también vendrán por nosotros
—Entonces habrá que intentarlo— propuso Joseph— si todos corremos a diferentes direcciones, no sabrán a quién disparar. Nos quieren vivos— todos asintieron ante la teoría del de rizos— no nos van a matar hasta que el ejército den una orden
—¿Entonces corremos a direcciones opuestas? ¿Pero hacia qué lado? — Pregunto Liz presa del pánico— No sabemos que está afuera, y no sabemos si de verdad no nos dispararán, tal vez no en la cabeza pero sí lo suficiente para que no podamos correr
—Pues habrá que intentarlo— Joseph no terminó de decir eso cuando salió corriendo escaleras arriba. Chandler, Joy, Liz y ambos doctores lo siguieron esperando que ninguna bala les diera en la cabeza
Sin embargo no fue así, los disparos se hicieron presentes haciéndolos saltar, Amelia no tuvo más remedio que tirarse en el suelo fingiéndose herida, pero Brenner y los chicos siguieron corriendo tratando de esquivar las balas que apuntaban en el suelo
Una de esas balas terminó hiriendo al doctor Brenner lo que lo hizo tambalearse y soltar a Eleven la cual se quedó en el suelo un buen tiempo
Joy levanto la vista hacia el avión donde les disparaban, sus ojos negros se abrieron cuando noto como el francotirador volvía a cargar su arma, y empezaba a apuntarle a la rubia que estaba tirada a unos metros de ella
Pensó que no haría nada ya que Liz seguía en el suelo, pero el error de la rubia fue empezar a levantarse
—¡NO! — Joy vio como ese francotirador le apuntaba a Liz con toda la intención de dispararle para matarla
Joy no iba a permitir eso, ya había perdido muchos hermanos, sin embargo aún seguían vivos, y no iba a permitir que Liz encabezará la lista de los hermanos que morían
Sin pensarlo dos veces cubrió a la rubia de las balas llevándola de regreso hasta el suelo donde dos tiros se enterraron en la espalda de Joy, la sangre brotaba abundantemente de su espalda manchando su camiseta
—¡No! — Chandler y Joseph se acercaron a Joy que apenas y podía tomar aire por la herida de su espalda
Las balas se detuvieron por un tiempo que les dio la ventaja a los chicos para que se acercaran a Joy, tenía dos tiros en la espalda donde la sangre brotaba y ella empezó a escupir sangre además de que su vista se nublo y sentía las voces lejanas
—Tranquila...— Joseph tomó en sus brazos a su hermana menor llenando su ropa de sangre— aguanta un poquito, Joy-joy
—Váyanse...— les dijo la morena con dificultad— corran o también los mataran
—Joy— Liz se acercó gateando hacia la morena la cual le sangraba la boca, los ojos verdes de Liz se llenaron de lágrimas— ¿Qué hiciste?...esa bala era para mí, no para ti
—No...— Joy alzó ligeramente la mano tomando la de Liz— solo tú puedes detener a Henry... así que por favor, váyanse... vayan a Hawkins y denle una buena patada en el culo a ese grandísimo hijo de perra de mi parte
—No, cállate— Chandler la cayo inmediatamente— vamos a darle esa patada, pero todos juntos
—Éramos doce— le dijo Jane entre lágrimas que se acercó gateando hacia la morena— éramos doce, ahora somos ocho, y en este momento solo cinco, y no podemos ser cuatro...
—Lo lamento— una lágrima se deslizó por la mejilla de Joy— por favor, díganle a Dustin... que lo amo... y que le agradezco que me haya hecho feliz por este tiempo
—Joy...— Liz acunó el rostro de su hermana con las manos que medio le sonrió— Prometimos que ninguno iría a ningún lado, por favor, aguanta un poco, te traje de vuelta una vez y lo haré de nuevo
—No lo hagas...— Joy detuvo las manos de Liz— guarda ese poder para que le puedas dar la arrastrada de su vida a Vecna— todos los chicos a su alrededor eran un mar de lágrimas, la morena sonrió débilmente— Ustedes me hicieron feliz... no tuve familia hasta que los conocí... Me alegro por eso
—No, no, no— Liz se acercó hacia la chica que empezaba a cerrar los ojos— por favor, no, te necesitamos, no te duermas
Fue en vano sus súplicas, ya que Joy se dejó de mover, ladeo la cabeza a un lado y cerró los ojos para nunca más volver a abrirlos
Liz y Jane empezaron a llorar sin control, Chandler soltó una maldición al aire y Joseph empezó a abrazar el cuerpo sin vida de la menor mientras le acariciaba el rostro esperando que despertará
Sus lágrimas se interrumpieron cuando un disparo les retumbó cerca, lo que los hizo saltar y cubrirse ligeramente la cara
El helicóptero que tenía intenciones de matarlos seguía ahí
Eleven se levantó limpiando bruscamente sus lágrimas antes de alzar la mano hacia el helicóptero el cual empezó a moverse sin control. El aire se descontrolo, Eleven siguió moviendo por bastante tiempo ese objeto en el aire
Henry le dijo que buscara algo que la hiciera enojar, y en estos momentos estaba furiosa por la muerte de Joy
Aún seguían los disparos, pero la mala puntería de los soldados hacia que no tocara a nadie de los niños en el suelo que sólo saltaban levemente ante el ruido, pero no se movían
El helicóptero parecía a punto de derrumbarse, pero El no lo soltaba, jugaba con él en el aire como si de una cometa se tratara
Alzó la otra mano al mismo tiempo que soltaba un grito apuntale aun al helicóptero el cual perdió el control cayendo justo encima de las camionetas del ejército provocando una exposición que hizo que todos los presentes cerraran los ojos ante el aire caliente que les provocó el fuego
—Que gran show...— murmuró Chandler mirando todo el desastre aún con lágrimas en los ojos
Antes Eleven se hubiera desmayado por usar tanto poder, ahora solo veía toda la nube gris que se había formado alrededor de esa exposición de rodillas tratando de recuperarse
Liz se levantó asustada al oír el derrape de unas llantas en el suelo, alzó las manos asustada en busca de matar a quien sea quien se le acerque
Sin embargo quien bajó de la camioneta fue Will, que en cuanto la vio no pudo evitar mirarla embobado como siempre, ella bajó las manos quitando por completo su cara enojada y siendo reemplazada por una sonrisa melancólica
—¿Me recuerdas?
Liz no sabía ni porqué, pero su llanto se incrementó mucho más cuando vio a su novio, corrió hacia Will que de inmediato la envolvió en sus brazos como si se la fueran a quitar prometiéndose nunca permitir que tal cosa suceda jamás, le acarició el cabello rubio que ahora era más corto y le lleno la cara de besos, ni siquiera había notado la mucho que la extraño ahora que ya la tenía en sus brazos
—Te extrañe mucho— le dijo la rubia aun entre lágrimas mientras que sostenía el rostro de Will entre sus manos
—Yo también, te extrañe tanto— Will la volvió a abrazar con fuerza sin dejar de tocarla y convencerse que ya estaban juntos de nuevo— no puedo vivir sin ti, nunca me dejes de nuevo
—No lo haré— la rubia le dio un beso corto antes de recargar su cabeza en el hombro de Will mientras que él le sobaba la espalda tratando de calmarla
Mike y Eleven también estaban abrazados, Liz miró de reojo cómo Eleven miraba a Will con una sonrisa, Liz se apartó un momento para que Will abrazara a Jane, mientras que Liz iba hacia Jonathan que abrazándolo por un par de segundos
—Me alegra que estés bien, cuñada— le dijo sin soltar el abrazo de la rubia
—Gracias, cuñado— el mayor se preocupó un poco al ver las quemaduras en su estómago
—¿Qué es eso? — preguntó preocupado mirando las cicatrices que tenía en el abdomen— ¿te quemaron en ese lugar?
—No, está bien, luego te explico— le dijo la rubia rápidamente
No se había dado cuenta que Jessie también venía con ellos, y cuando vio a Joy en el suelo, también rompió en llanto sin poder creerlo}
—No— Jessie se cubrió la boca mientras se inclinaba— no, no, no, esto no está pasando, no es cierto
Will, Mike, Jonathan y Argyle no dijeron nada al ver a los chicos que le lloraban al cuerpo de Joy sin poder controlarse
—Perdóname— sollozo la de pelo negro mientras se lamentaba de rodillas mirando el cuerpo sin vida de la menor— no llegue a tiempo, perdóname...
—Oigan— Jonathan llamó a los chicos que aún eran un mar de lágrimas rodeando a la morena— no quiero interrumpir, pero tenemos que irnos
—No podemos dejarla aquí...— murmuró Joseph sin dejar de acariciarle el rostro a Joy— sola... abandonada...
—No...— apoyo Chandler— se merece un entierro digno...
—Pero no sé lo podemos dar en este momento— murmuró Jessie aun con la cara llena de lágrimas— lo siento, pero tenemos que dejarla aquí, no quiero, pero si no nos vamos, más aviones vendrán a matarnos
—Tiene razón— Liz se limpió las lágrimas— tenemos que irnos, le prometí que pelearía y lo haré, pero Joy siempre estará con nosotros de una u otra forma
Los chicos asintieron, mientras se despedían por última vez de la menor jurándole que nunca la olvidaría y pensando que ahora estaba en un lugar mejor donde nada le dolía, aunque claro que eso no ayudaba en sus lágrimas
Sin embargo no terminaron de moverse cuando el collar que llevaba Eleven en el cuello se desactivo, por lo cual El se lo quito lanzándolo al suelo
Mike, Will y Jonathan miraron perplejos al doctor Brenner que se encontraba en el suelo con el dispositivo en la mano que desactivó el collar de toques, mientras que Jessie se fue de espaldas aún inclinada en el suelo al ver a papá cuando lo creía bien muerto
Chandler, Joseph y Liz se quedaron en el mismo sitio junto a Joy, si bien no habían intentado matar al doctor en el tiempo en que estuvieron en Nina y hasta se podría pensar que limaron asperezas, eso estaba muy alejado de la realidad, ya que ellos jamás olvidarán todo lo malo que les trajo el laboratorio y que fue provocado por el doctor Brenner cuando eran niños, mientras que Will, Mike y Jonathan sabían que ese hombre no merecía ningún tipo de consideración, así que le dieron una mirada severa
Sin embargo la que sí se acercó al mayor fue Eleven
—Papá...
—Eleven— el doctor hablaba con dificultad ante las heridas de bala— quiero decirte... que me enorgulleces, estoy muy orgulloso de ti, ustedes— miro de reojo a los chicos que aunque lo miraban, no parecían tener sentimientos, ni tristeza, ni enojo, ni lastima, no había nada en sus miradas— son mi familia, tú eres mi hija— le toco levemente la nariz a Eleven— lo único que quería era ayudarlos... protegerlos... lo que hice... lo hice por ustedes— aún nadie más que el doctor decía nada— necesito que lo entiendan... por favor, díganme que lo entienden...
Eleven tomó la mano del mayor quitándola de su rostro antes de darle una mirada neutra
—Adiós, papá
Fue lo último que le dijo antes de dirigirse hacia la camioneta de Argyle donde ya todos la esperaban, la camioneta arrancó perdiéndose en el camino de terracería
—Hawkins— habló Eleven hacia todos— tenemos que ir a Hawkins
—Lo sabemos, pero antes debemos ir a un lugar seguro, — les dijo Mike— los van a buscar
—No, tenemos que llegar esta noche— habló Twelve
—Es imposible— murmuró Jessie
—Son más de tres mil kilómetros— Jonathan le dio la razón a Jessie
—No, tenemos que llegar esta noche— repitió la rubia
—O si no van a morir— habló Eleven dándole la razón a la rubia
—¿Quién va a morir? — preguntó Will hacia las chicas que se quedaron en silencio, el castaño se dirigió a su novia que tenía las manos empuñadas en su regazo— ¿Lizzie, quien morirá?
—Todos— habló Chandler captando la atención de todos en la camioneta— todos morirán en manos de nuestro querido hermano mayor... One...
—¿Qué? — Jessie los miro con los ojos abiertos, miro su muñeca donde estaba su tatuaje— pero si yo soy One
—Jessie, agárrate bien de ese asiento— le dijo Joseph hacia la de ojos azules que lo miraba petrificada— lo que te vamos a contar te va a dar la mayor crisis existencial de tu vida
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mi nena Joy, se le amo, vuelta alto preciosa ❤️❤️
—Ellis
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