Tipo de narrador: Tercera persona
—Uno... dos... tres...— la doctora Hansson puso las paletas del desfibrilador en el pecho de Eleven la cual seguía en paro
—¡Puta madre, haz algo!— le grito Twelve alterada que estaba parada a unos metros de ella envuelta en una toalla
Joy, Chandler y Joseph miraban todo también preocupados, los llamaron cuando les dijeron que Jane y Liz entrarían juntas al tanque, solo que sin que ellas lo supieran, por lo cual cuando salieran era muy probable que estuvieran muy alteradas y quisieran verlos. Liz salió antes del tanque y a pesar de que estaba algo alterada, sólo se dio un abrazo con los tres. Jane era la que tardó más tiempo dentro y a los pocos minutos después de Liz, los doctores se vieron obligados a sacarla ya que había tenido un paro cardíaco en el agua
—¡2 de epinefrina!— gritó el doctor Owens mientras que se acercaban las enfermeras con una jeringa
El doctor Brenner empezó a darle compresiones en el pecho
—¡Carguen a doscientos!— repitió Amelia mientras tomaba las paletas— ¡a un lado!
Puso las paletas en el pecho de la niña la cual reaccionó después de unos segundos por el cual los nervios de Liz, Joy, Chandler y Joseph se relajaron
—¿Eleven, puedes oírnos? — le pregunto Brenner a la niña en la camilla que se estaba esforzando por respirar con la mascarilla de oxígeno en la cara
La castaña se quitó el oxígeno de la cara mientras se levantaba lentamente, sus hermanos se acercaron un poco, pero se quedaron quietos cuando notaron que la vista de Jane iba hacia el tanque
Eleven alzó la mano apuntando el tanque el cual empezó a desprenderse de los tornillos que lo mantenían en el suelo al mismo tiempo que las luces parpadeaban hasta que la niña ejerció más fuerza en este levantándolo en el aire por varios segundos. Los chicos miraban todo con la boca completamente abierta y a los segundos El hizo que el tanque tocará de nuevo el suelo lentamente
Amelia y Brenner sonrieron satisfechos mirando a la castaña que le escurría un poco de sangre por la nariz, lo habían logrado, mientras que Jane no sabía ni que pensar mientras miraba a sus hermanos que le devolvían la mirada con orgullo
—Ahora sí, que Vecna empiece a rezar porque lo va a necesitar— murmuró Joy juntando las manos y dando un leve salto, emocionada
(...)
En algún lado, no muy lejos de la base de operaciones de Nina, hay una camioneta de pizza surferboy. Jessie estaba acostada en uno de los asientos, Argyle le había compartido de su hierba más veces de las que la pelinegra admitió, por lo cual la mayor del grupo estaba algo desorientada y durmió casi todo el camino hacia el desierto
Cuando llegaron a Nevada en el aeropuerto, se dirigieron hacia una de las sucursales de la misma pizzería donde trabajaba Argyle, por lo cual les fue fácil ahí conseguir otra camioneta que ahora los llevaría con esperanzas a la ubicación de Nina
—Puta madre, viejo. Miren eso, no sabía que llegaba hasta nevada. — murmuró Argyle mirando el letrero de surfer boy— Cuidado Domino's tus fichas de dominó caerán
Will y Mike veían todo desde el asiento de atrás, como si el de cabello largo no supiera que si habían más sucursales, que de hecho habían robado una camioneta, aunque claro que no les sorprendía ya que estaba muy drogado
—¿Nina está lejos de las vegas? — preguntó Will hacia Mike que sostenía el mapa donde habían marcado las coordenadas
—¿De las vegas? Si las coordenadas de Jessie son correctas, a unos 150 km— respondió Mike
—Mis coordenadas son correctas, pigmeo— murmuro la de pelo negro mientras se removía en su asiento buscando alguna posición cómoda para descansar
Los chicos miraron a la chica que se supone sería la adulta responsable que su responsabilidad se fue al carajo y en su lugar estaba teniendo un viaje astral imaginando que se casaba con Robin y adoptaban muchos perros y gatos
—¿Por qué? — preguntó Mike ignorando a Jessie
—Cuando salvemos a las chicas deberíamos pasar por allí. — Mencionó Will con una pizca de diversión— Las chicas nos podrían hacer ricos y nunca tendríamos que trabajar. Podríamos jugar D&D y Nintendo el resto de nuestras vidas
—O te casas con mi hermana y así su fortuna será tuya— le dijo Jessie hacia Will, no pudo evitar sonrojarse
—Me voy a casar con Liz algún día, pero no solo por su dinero— le respondió el castaño a Jessie que solo le saco la lengua
—Si totalmente— murmuró Mike bajando la cabeza, no sabía porque, pero el oír a Will decir que se quería casar con Liz, le daba una pequeña punzada de envidia
—Lo lograremos, seguro está bien— intentó tranquilizar Will a su amigo
—Sí, sé que sí, pero, y si después de todo esto...— a Mike le costaba trabajo decir lo que estaba pensando— ¿Ya no me necesita?
—Claro que te necesitará, siempre te necesitara— le respondió Will
—Para ti esa fácil decirlo, porque nunca entenderé lo que tienes con Liz— le dijo haciendo que Will ladeara ligeramente la cabeza— ella no es mi persona favorita, pero contigo es totalmente diferente, claro que nunca debes tener dudas que ella te ama y que te necesita, mientras que yo paro de repetirme eso siempre, pero no me lo creo, Eleven es especial, nació siendo especial. Tal vez fui uno de los primeros en darse cuenta, pero cuando la encontré en el bosque ella solo necesitaba a alguien. No es destino, no es magia, es pura casualidad, y un día verá que soy un nerd cualquiera que tuvo la suerte de encontrarse a superman, al menos Lois Lane es una excelente reportera del Daily Planet. — Mike sintió vergüenza ante la mirada de Will— Lo siento
—No
—No, es estúpido comparado con lo que está pasando. — El pelinegro negó con la cabeza— Es que... No sé, solo
—Tienes miedo de perderla. — Mike asintió— ¿Puedo mostrarte algo?
Will tomó un tubo de cartón que había guardado en su mochila, el día que Liz se fue, se lo iba a dar, pero simplemente no encontró la oportunidad, además de la manera en la que se comportaba lo asustó en ese momento, claro que ahora sabía que era porque estaba corrompida por ese libro
Ese libro que le causó escalofríos cuando lo vio en su mochila, ni siquiera sabía para qué lo había traído, sabía que esa cosa sacaba la peor parte de la rubia, incluso se planteó la idea de lanzarlo por la ventana, pero mejor lo dejo ahí y le entregó el tubo de cartón a Mike
Mike desdobló el tubo de cartón encontrándose con una pintura de una hechicera enfrentándose a una Hydra en D&D, la hechicera llevaba una capa negra, los ojos verdes, y el cabello rubio, Mike supuso de inmediato que era Liz, pero sobre todo le asombró el detalle del dibujo, la hechicera alzaba las manos atacando a la Hydra con bolas de fuego que le salían de las manos
—Es increíble— murmuró Mike mirando la pintura— ¿Lo pintaste tú?
—Sí, quería darle algo a Liz para disculparme, porque yo había estado muy aterrado por ella y la trate mal, y ella menos que nadie se merece que la trate mal— explicó Will, de solo recordar la mirada de miedo que le había dado a Liz, se sentía mal por eso— yo también tenía miedo de perderla—Will se sentía mal de solo considerar sus palabras— antes de ella, me sentía como un error, solo por ser diferente, pero ella me hace se sentir que no soy un error, porque me ama— Jessie se levantó del asiento lentamente ante las palabras de Will ya que se le hicieron muy tiernas— y si me trato mal, o me trato de apartar, ahora sé que es culpa de ese maldito libro que la corrompe, porque ella no es así, yo la necesito, y siempre será así, nunca quiero llegar al día donde yo no la necesite o que la pierda, porque a veces creo que no podría vivir sin ella. Y estoy seguro que lo mismo pasa con El, ella te necesita y siempre lo hará
Mike lo había entendido, Will amaba a Liz, y eso nadie lo iba a cambiar nunca, siempre había sido ella...
Esto hizo sonreír al azabache, él siempre sabía que Liz sacaba la mejor parte de Will, así había sido desde que la conoció, y esa era una de las tantas razones por las que le tenía respeto a la rubia
—Ay, son tan adorables que quiero abrazarlos— Jessie se puso en medio de los dos chicos abrazándolos por el cuello
Jonathan le dio una mirada a su hermano por el retrovisor, él sabía que había algo más ahí, o al menos lo hubo antes....
(...)
~Nina~
—Entonces... One me mató— murmuró Joy con los ojos abiertos ante la historia que les contaba el doctor Brenner y la doctora Hansson. Chandler y Joseph se mantenían en silencio mientras que Jane y Liz aún estaban petrificadas tratando de asimilar que ese enfermero fue el primer número y que a su vez era Vecna
—Así es— le respondió Amelia señalando a Liz que aún seguía envuelta en la toalla— pero, tu hermana te trajo de vuelta, estuviste en coma una semana, igual que Jessica. Pero lo que hizo Twelve contigo, eso no era algo como traer a la vida a los muertos, si no alterar la realidad
—Yo no quería que Joy muriera— murmuró la rubia— pero... ¿alterar la realidad?
—Tú lo viste— le repitió la mayor— la trajiste de vuelta, igual que a Jessica
—Después del ataque, tú también caíste en coma. — habló el doctor Brenner mirando a Jane que estaba también envuelta en una toalla— Como One, te habías esforzado más allá de tu límite y casi te destruye. Pero esa era su única similitud. — Todos veían al mayor con la boca abierta— Lo que demostraste ese día superó todo lo que yo había imaginado. Un potencial que sólo había soñado. Pero cuando despertaste, algo se había perdido, tus recuerdos y todo lo que encontraste dentro de ti ese día, pero en ese momento supe, como hoy, que aún podían llegar a más, solo necesitaba una chispa. Pero ese día despertaste algo más.
—Un portal a otro mundo. — hablo Amelia causándole escalofríos a los cinco chicos frente a ella
—Siempre creí que Henry estaba ahí, escondido en la oscuridad. — hablo Brenner— No lo sabía con seguridad, sólo era un presentimiento...— se dirigió hacia Liz— Y tú con él, Twelve
—¿Qué? — la rubia lo miro confundida
—Te creía muerta, porque después de eso no quedó rastro de ti— Liz recordó como ella escapó por la alcantarilla— debo decir que hicieron un buen trabajo ocultándote, te buscamos por el nombre que te dieron cuando naciste, nunca nos imaginamos que te hubieran cambiado el nombre, aunque fue inteligente
—¿Cuál era mi nombre de nacimiento?
—Sophia Sloan Mortenson, primero iba el apellido de soltera de tu madre— informó el doctor haciendo que Liz alzara las cejas
—A decir verdad, me quedo con Elideth— ladeó ligeramente la cabeza
—Hasta ahora, las víctimas son tres, y cuando vi los ojos, supe que era él— el doctor Owens se acercó con una hojas que les mostró a los niños— nos estaba mandando un mensaje para decirnos que regreso
Miraron las fotos completamente petrificados, si bien ya medio les había explicado Eddie y Nancy la situación de las víctimas, verlos en fotos les provocaba escalofríos, por lo que le terminaron devolviendo la carpeta a Owens con una mueca
—Nuestros amigos...— murmuró Joy aun petrificada— nuestra familia... Frank— se llevó las manos a la boca
—No nos arriesgamos a contactarlos, pero por lo que sabemos, todos están a salvo— les dijo Owens, aunque claro que eso no los relajaba para nada
—Sus amigos corren peligro, no les voy a mentir, —Brenner miro a los niños— con cada persona que mata, está corroyendo la barrera entre nuestros dos mundos
—¿Corroyendo?— Eleven lo miro confundida
—Imagínense la barrera de nuestros mundos como una represa de concreto, — Brenner tomó un lápiz que los cinco miraron con atención cuando el mayor empezó a doblar de ese lápiz— Henry está creando grietas en esta represa, las grietas causan presión y si no se controla, la presión se acumula, con el tiempo llegará a un punto en que se quiebre y la represa explotara— los cinco dieron un pequeño salto cuando el lápiz se quebró— y cuando eso pase, Hawkins caerá
Eleven se levantó alterada dejando la toalla y caminando por el pasillo, nadie la siguió a pesar de todo
—Qué tacto, Martin— soltó Amelia hacia su colega con sarcasmo— amable, como quedamos
—No sonó amenazador— secundó Owens dándole la razón a la pelinegra
—Pero— Liz llamó la atención de Hansson y Brenner— ¿por qué pensaban que Henry me había matado? — le preguntó a los dos
—Twelve, Henry estaba obsesionado contigo— Liz abrió los ojos de par en par cuando le dijo eso— era una obsesión enfermiza, siempre te veía, te hablaba al oído, nunca te dejaba de ver y de tocar, buscaba el más mínimo pretexto para estar cerca de ti
La rubia lo había pensado por lo que había visto en sus recuerdos, como le dijo que estaba dispuesto a destruir todo por ella, como le dijo que era su sol y la manera en que buscaba su contacto físico, pero en su etapa de negación, ella prefería pensar que 001 la quería por su poder, un poder que él jamás tendría
—Él quería mi poder...— negó ligeramente sin aceptar lo que podría ser la realidad
—Tal vez, pero también te quería a ti— Liz trago en seco— se quedaba viéndote por las noches, se quedaba en tu habitación a escondidas o en las cámaras de vigilancia sin despegar los ojos de ti, cuando lo reprendí,— recordó cómo vio cuando lo castigaban con choques eléctricos— dijo que no le importaba matar a quien sea con tal de que no te alejaran de él, era capaz de matarte antes que eso— la rubia aun negó sin creer y con un hueco en el estómago ante lo enfermo que se oía que un hombre de veinte y tantos estuviera obsesionado con una niña que incluso llegó a conocer a su madre y podría pasar por su hija
Sentía que se le volvía a detener el corazón de solo pensar en las posibilidades de lo último
—Dime por favor que no hay una posibilidad de que haya tenido algo que ver con mi mamá— pidió la rubia en un tono de súplica— él me dijo que conoció a mi mamá, por favor, dime que no...
—No— le aseguro Amelia haciendo que por fin pudiera soltar la respiración que contenía— cuando tu madre llegó al Mk-ultra, estaba en la universidad, pero ella ya estaba casada con tu padre
—Y ella lo ama— completo la rubia un poco más tranquila, la tranquilidad de que su padre si fuera Alex Mortenson
—Eso hubiera sido muy macabro— le dijo Joseph rodando ligeramente los ojos— al estilo Luke Skywalker y Darth Vader
—"Luke, soy tu padre"— repitió Chandler haciendo una voz rara, Liz lo miró con los ojos entrecerrados, él le pasó el brazo por los hombros— en fin, de todos modos... El león se enamoró de la oveja— murmuró Chandler dándole un codazo por lo que ella le dio un puñetazo en el hombro
—Cállate, idiota— le dijo, aun así el de rizos siguió riendo levemente mientras se sobaba el hombro— eso no era amor, era una obsesión que me da nauseas, ¿nadie toma enserio que yo era una niña y Henry un hombre?— aclaro, ante lo alterada que hablaba, Joy le sobo los hombros tratando de calmarla— me dijo que no iba a ser una niña para siempre, estaba esperando que creciera para...— se llevó la mano al pecho— que al final no importa, me termino odiando, me ha intentado matar y va a seguir intentando hasta que uno de los dos muera
Todo el lugar se quedó en silencio cuando Eleven volvió por el pasillo completamente enojada, ni siquiera le dieron tiempo de preguntar qué pasaba cuando se dirigió hacia el doctor Owens
—Mis amigos, los vi, —Eleven se acercó furiosa ante el doctor Owens— dijiste que estaban a salvo, no están a salvo
—Tranquila, a ver, — el mayor trato de calmarla, pero no lo logro ya que el resto de los chicos se le vieron también encima— dennos un segundo, — pidió hacia el resto de los doctores que trabajaban en las computadoras— bien, primero lo primero, no dejaremos que nada les pase a tus amigos, me aseguraré personalmente de eso, ¿viste donde estaban?
—Estaban en la casa de Max, —explico la castaña— planean matarlo, matar a Henry
—Vaya, que cojones— murmuró Joseph con orgullo
—Sin nosotros, se necesita valor— secundo Joy apoyando a su hermano mayor
—De acuerdo, —Owens captó la atención de los cinco— ¿Max tiene apellidos?
—Max Mayfield— respondió Eleven
—Ok, esto es lo que haremos, tengo gente en Hawkins, — empezó a explicar Owens— y haré que busquen a Max Mayfield, impedirán que él
—Ella— aclaró Twelve
—Impedirán que ella y el resto, se embarquen en una misión tonta aunque bien intencionada— concluyó, aunque sus palabras no los tranquilizaba
—No, no mandes a tu gente, — murmuró El— mándame a mí, mándanos a nosotros— señaló a los cuatro chicos restantes
—Tus amigos no están preparados para esta pelea, Eleven, — Brenner apareció por las escaleras— y ustedes tampoco, debes entender que cuando One mata, no simplemente mata consume, les quita todo a sus víctimas, todo lo que son y todo lo que serán, sus recuerdos, sus habilidades, —Joy sintió un escalofrío de solo imaginar cómo hubiera quedado muerta en manos de One— y no sabemos dónde estuvo durante años perdidos pero si sobrevivió tanto tiempo, solo podemos suponer que se ha vuelto más fuerte, subestimarlo, actuar precipitadamente sería muy peligroso. No quiero molestarlos, niños, lo que lograron es un milagro, llegaron aquí rotos. Y aprendieron a caminar de nuevo, pero si quieren detener a One, tendrán que hacer más que caminar, más que correr, tendrán que volar y no están listos
—Mis amigos me necesitan, — repitió la castaña— lo detuve una vez, lo haré de nuevo
—No está sola— Twelve se acercó poniendo su mano en el hombro de Eleven— antes hui, pero ahora ya no, y yo sé correr, y también sé volar, podemos detenerlo
—Lo siento, no pueden, es imposible— les respondió Brenner causando la mala mirada de los cinco
—No es imposible— Amelia se acercó hacia Brenner cruzada de brazos
—Stinson tiene contactos en Nellis, que está a dos horas de aquí. — la apoyo Owens— Si nos apuramos, llegaremos a Hawkins al anochecer
—Eso sería un gran error
—Esperar sería un error mayor, — repitió Hansson—
—¿Y si One hace su jugada antes de que podamos intentar algo? ¿Qué sentido tendrá todo esto? — repitió Owens
—Habrá que correr ese riesgo— contraataco Brenner
—Ya las presionamos ¿y qué pasó? — Amelia señaló a Eleven— Hizo volar un maldito tanque de cuatro toneladas y media— señaló a Twelve— y ella encontró como alterar la realidad, maldita sea, no digas que no están listas, sabemos que ellas dos son las más poderosas
—No saben lo que él es capaz— les dijo Brenner a sus colegas
Los tres doctores empezaron a discutir abiertamente frente a los adolescentes que los miraban con una mueca
—¡Ya cállense!— el grito de Joseph silenció a los tres adultos— déjenlas en paz.
El rizado se acerco a Jane al verla tan alterada, le ofreció un abrazo que ella no rechazo, por lo cual escondió su cara en el cuello de su hermano sollozando lentamente
—Ya déjenlas en paz— repitió Joseph sin soltar el abrazo con Eleven— no somos maquinas, somos personas, y personas muy superiores a ustedes aun con sus jodidos doctorados
Brenner, Hansson y Owens lo miraron ligeramente ofendidos ante sus últimas palabras
—Desgraciadamente, tú nos inculcaste la maldita manía de ser los jodidos superhéroes— Joseph se le quedó mirando a Brenner que lo miraba neutro— y por esa mierda no nos podemos ir al carajo sin que nos importe una mierda si Henry quiere ser el amo supremo del mundo, porque nos importan nuestros amigos y familia, así que por eso iremos a Hawkins a darle una patada en el culo
—Seven...
—Cállate, papá— repitió hacía el doctor Brenner— no trates de decir que es por nuestro bien, porque a ti no te importamos, nunca. Si te hubiéramos importado así sea un poco, hubieras alejado a ese psicópata de la niña que le llevaba más de veinte años— apuntó a Liz— sabes muy bien que Henry no la quería para jugar a las muñecas, y es asqueroso de solo pensarlo
—Henry nunca hubiera...
—No— Amelia mandó a callar a su colega— respecto a eso, sabes que es cierto, conoces la psicología de Henry como yo, sabes lo que hubiera hecho con Twelve si hubiera tenido tiempo
—Tengo nauseas— la rubia se alejo un poco sintiendo arcadas, porque sabía a que se referían
—Martin, te recuerdo que ella es mía— Amelia apuntó a Liz que era sostenida por Joy debido a que aun estaba alterada— y yo digo que esta lista, si se quieren ir, yo acompaño a Sam hasta Hawkins para asegurarme de todo
La pelinegra se dirigió al grupo de cinco que no decía nada y solo observaba
—¿Seguros que quieren hacer esto? — Amelia miro a los cinco chicos que asintieron lentamente— bien, empaquen sus cosas y despídase de papá— soltó con sarcasmo antes de tomarle la muñeca a Twelve arrastrándola hasta su habitación
Pese a las quejas de la rubia, la obligó a entrar a la habitación donde prácticamente la empujó para que entrara
—Tardaste mucho en sacar las uñas— le recriminó la rubia en cuanto Amelia cerró la puerta detrás de ellas
—Escúchame bien— tomo los hombros de la rubia la cual la miro con los ojos abiertos— ya no eres la misma, Twelve— Amelia se inclinó levemente para verla a los ojos— tienes algo que Henry jamás tendrá, esa alteración de la realidad te va a ayudar
—En serio esto no me tranquiliza— la rubia se llevó la mano a la frente resoplando— alterar la realidad, si, ¿pero saben cuánto tardaré en controlarlo? Cuando descubrí mi telequinesis tardé meses en poder usarlo sin miedo, ¿saben lo que me va a hacer si se da cuenta que no lo controlo? Fácil, Henry me mata y me quita mi poder, y ahí sí nos va a llevar el carajo a todos
—Twelve— Amelia llamó la atención de la rubia que parecía al borde del ataque de pánico— usa esa obsesión que Henry tiene por ti a tu favor
—¿Qué?
—Henry no te trató de matar— le repitió— lo viste, fue por Eleven, y a ti no te toco ni un solo cabello, al contrario, te quería a su lado. Usa eso para tu beneficio
—Claro que trato de matar— repitió la rubia negando con la cabeza— hizo que empezara a tener alucinaciones y todo para matarte como ya lo hizo con Chrissy y los otros dos que ni siquiera me acuerdo de sus nombres— Amelia ladeo la cabeza dándole la razón en que no se acordaba de los nombres—, yo me protegí, pero su intención ahí estaba y lo va a seguir intentando apenas vuelva a Hawkins
—¿Cómo estás tan segura que lo que quería es matarte? — las palabras de la mayor le hicieron arrugar las cejas— mira, leí tu expediente, hace un tiempo estuviste poseída ¿no es así?
—Si— la rubia sintió un escalofrío al recordarse a ella desollada
—Bueno, yo creo que una parte de ti, se quedó ahí, en la oscuridad, y si es cierto, puede seguir ahí, con Henry— Liz abrió los ojos en exceso ante las palabras de Amelia— ¿Qué tal si no te quería matar? ¿Qué tal que esa parte de ti que está con él la quiere para algo?
—¿En serio? — la pelinegra asintió con una ligera sonrisa, mientras que Liz la miraba con los ojos abiertos
—Usa esa obsesión para tu beneficio, recuerda que ya no eres la buena— la rubia asintió con una ligera sonrisa— las obsesiones matan y si aún sigue ahí su obsesión, te puede servir mucho para debilitarlo si piensas con la cabeza fría. Tuvo infinitas oportunidades de matarte y en ninguna lo hizo, ni siquiera te dejo un rasguño
—Me iba a dejar a mí para el final...— susurro sin pensarlo, la rubia abrió los ojos a oír sus propias palabras. Lo mismo dijo cuándo antes estuvo poseída por el desuellamentes, o lo que creía que era el desuellamentes— fue él...— se giró hacia su mentora con los ojos tan abiertos que sentía que se le salían del cráneo— no fue el desuellamentes... fue él, Vecna, Henry, Peter— hizo musarañas con las manos— no sé cómo carajos llamarlo, pero fue él, el me poseyó— cubrió su boca con su mano— siempre fue él...
—La obsesión de la bestia aún está ahí, úsala para debilitarlo— la pelinegra sonrió ligeramente
—¿Estás segura que aún sigue obsesionado conmigo?— le preguntó la rubia con algo de miedo. No era agradable saber eso, por lo cual ni siquiera le gustaría usarlo
—¿Te cuento algo?— Amelia sonrió con una pizca de gracia— lo fácil aburre y lo difícil atrae, y en tu caso, tú eras algo imposible y prohibido para Henry, eso hizo que su interés en ti creciera. Si se obsesionó contigo, es porque no pudo tener a tu madre, y cuando tu llegaste al laboratorio, vio su premio de consolación
—Gracias— Liz miro a su mentora con los ojos entrecerrados— me encanta saber que fui la segunda opción
—Tu madre prefirió la tranquilidad y el amor, al lado de tu padre— Amelia siguió hablando ignorando el sarcasmo de la niña— y Henry, en vez de aceptar que Maddie no lo eligió, con madurez como un verdadero hombre, se quedo lamentándose y luego en ti vio a la amada que perdió. Psicología básica promedio de un hombre despechado— termino de explicar la pelinegra para luego rodar los ojos
—Aun me hace sentir extraña— confeso la rubia— pero ya que
—Ten esto— le entregó un papel con una dirección, una dirección en un pequeño pueblo de Nueva Jersey
—¿Para qué es esto? — reparo el papel en sus manos con una mueca
—Confirme mi teoría— empezó a explicar— puedes manipular la realidad, pero no sé qué liberaste, si me necesitas, ya sabes dónde encontrarme, en Westview
—Considerado para venir de ti— murmuró la niña con un tono burlón mientras guardaba el papel
—Sigues siendo la hermana no biológica de Jessica— le dijo la pelinegra
—Creí que la odiabas— Liz la miró con la ceja alzada
—Si nos volvemos a encontrar en algún punto de la vida, tal vez te cuente esa historia— Amelia hizo una mueca antes de acomodarse los hombros— ahora, toma tus cosas y nos largamos de aquí
La rubia le dio una ligera sonrisa a su mentora antes de que desapareciera por la puerta, si bien no le terminaba de agradar, tenia que darle sus méritos ya que de una u otra forma le ayudo
Y no solo en sus poderes, ya que le enseño a no tener piedad, y eso era exactamente lo que no tendría con Vecna a partir de este momento
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en el siguiente cap se viene reencuentro Moryers //gritito
—Ellis
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