Capítulo XX: Your life is a mistake (*)
LIZ MORTENSON
No sabía cuánto tiempo llevaba en el sótano, aunque si mis cálculos no fallaban, hoy era 3 de julio, y si así era, llevaba casi 3 días aquí
Mi boca se sentía seca porque solo me daban una botella de agua al día y un trozo de pan para comer. Tenía hambre, sed y estaba cansada, para matar el hambre me procuraba quedar dormida, aunque en este momento no podía dormir
El sonido de la armónica era lo único que retumbaba en esta bodega. Joy era quién estaba tocando la armónica mientras 005 la sostenía, era algo raro que la armónica estuviera flotando y Joy le sopla creando la melodía extraña
El sonido se dejó de escuchar ya que 005 le quitó la armónica a Joy doblándola a la mitad y regresándosela a la morena que lo miraba con un mohín
—Lo siento— dijo 005 sin expresión en el rostro pero luego su expresión cambió a una de paz ya que dejo de escuchar la armónica
—No importa— Joy no borró su mueca de tristeza exagerada
—Eso fue cruel— murmuró Joseph mirando a 005— le das la armónica y luego la rompes, mejor no le hubieras dado nada
—Lo se y lo siento— 005 se volvió a disculpar, Joy asintió
—Oye, nos has tenido aquí por 5 días y solo te decimos five. ¿Cuál es tu verdadero nombre?— pregunté viendo a mi "hermano"
—Se supone que me quedo aquí para asegurarme de que no vayan a hacer algo estúpido— dijo Five con un cubo de Rubik en las manos mientras volvía a sentarse en el suelo con las piernas extendidas frente a nosotros— no estoy aquí para socializar
—¿Debe ser difícil, no? — ladee ligeramente la cabeza— que te tengan cuidando la mercancía, al menos somos amables y tratamos de darte importancia
—No, lo haces porque estás encadenada y no tienes nada más que hacer— ladre la cabeza con un mohín, la verdad tenía razón. Five terminó suspirando— Paul, me llamo Paul.
—¡Como Paul McCartney!— dije sonriendo— Solo que él es perfecto— solté un suspiro completamente enamoradizo
—Cuando elegí mi nombre, fue por él, es mi Beatle favorito— admitió Paul
—¿Te podemos decir Paul?— pregunte viendo al mencionado
—Sí, solo no le digan a Rachel o Frank— advirtió el pelinegro, asentí frenéticamente
—¿Quiénes son Rachel y Frank?— preguntó Chandler frunciendo el ceño
—003 y 006— respondió Paul sin importancia
—Son múltiplos— dijo Joy riendo— ¿Se parecen en algo?
—Más bien diría que ambas son mellizas que no se parecen físicamente porque una es rubia y la otra pelirroja...no, creo que gremlins es algo que las define mejor— fruncimos las cejas ante las palabras de Paul— sólo pueden afeitarse cada tantos días, no se pueden mojar y si les dan de comer antes de medianoche pasan cosas raras
Las palabras de Paul nos hicieron reír levemente, pero conforme más analizábamos la situación, más graciosas nos parecían sus palabras, y cuando menos nos dimos cuenta, todos en esa bodega ya estábamos riendo a grandes carcajadas que hicieron que hasta nos doliera el estómago
Nuestro pequeño momento de hermandad fue interrumpido cuando 003 llegó con una tabla de notas, su bata blanca y su característica coleta. Debía admitir que tal vez debía tenerle un poquito de miedo, su cara no mostraba que precisamente había venido a dejarnos cupcakes
—Twelve, hoy es tu primera prueba— me dijo 003 mientras que se acercaba a mí mirándome con furia
—¿Me van a desamarrar?— pregunté esperanzada
—Sí, pero no te emociones demasiado— 003 tomo de la cadena que tenía en el tobillo provocándome dolor mientras sostenía mi pie, luego sacó un pequeño aparato que solo tenía un botón rojo— si te mueves te daré una descarga eléctrica
—¿La quieres matar o qué perra?— soltó Kali hacia 003
—Tú, cállate— 003 apuntó a Kali con su índice furiosa
—Si no estuviera amarrado ya te hubiera roto esos dientes perfectos— dijo Chandler viendo a 003— se supone que en algún momento fuimos hermanos, no biológicos pero si del dolor
—Ustedes no son nada mío— la rubia nos miró con desprecio— solo son unos mocosos molestos, y no veo la hora de sacarles todo lo que tienen para no tener que volver a verlos, cada vez que los miro me acuerdo de todo y odio eso.
—Rachel, ya fue suficiente, no te están haciendo nada— hablo Paul tratando de calmar los ánimos, aunque eso no funcionó
—Tú también cállate— Rachel le advirtió a Paul. Coleta terminó señalando un contenedor de basura en un rincón—y mete a la mocosa ahí a menos que prefieran que lo haga yo.
—Escúchame bien, Three...— me dirigí a Rachel mientras que Paul se encargaba de quitándome la cadena del tobillo, coleta me miraba con ese dispositivo que sabía que no se detendría para usar— cuando me libere de esto, te juro que me las vas a pagar por todas y cada una
—Sigue soñando, mocosa— coleta señaló el contenedor de basura abierto
El contenedor abierto me esperaba, por lo que solo me puse como bulto sin importancia, sin embargo, Paul no me podía levantar ya que solo me jalaba de los brazos, pero nada de que lo lograba y solo soltaba quejidos que a mi ni me inmutaba
—¿Qué te da de comer tu mamá? — me encogí de hombros ante su pregunta
—Te falta ir al gimnasio, querido— Chandler miró burlón como Paul no me lograba levantar
—¿Cuánto pesas? — me pregunto coleta
—No se, 70 o 75 kilos— respondí sin importancia
—¿Y como estas tan flaca? Yo respiro y ya engorde 50 kilos— dijo Joy haciendo una cara triste exagerada
Antes de que le respondiera a Joy. Paul me ayudó a levantarme y me metió en ese contenedor de basura con mucho esfuerzo, acto seguido, cerro de la tapa dejándome en la oscuridad del contenedor esperando que no me asfixiara de camino a donde sea que me lleven
(...)
Cerré los ojos cuando sentí la luz artificial en la cara dentro de ese contenedor de basura, hice una mueca
—Puedes salir— una voz de hombre me habló haciendo que enderezara la espalda. El tipo era alto, rubio, facciones marcadas, tenía un acento extraño y vestía un elegante traje de color azul
—No puedo— señale las cuerdas que me rodeaban las muñecas. Acto seguido, tomó unas tijeras y de un solo corte rompió la cuerda, levanté la vista sorprendida de que ese hombre me hubiera liberado así como así
—Tranquila— el tipo me habló lentamente, ese maldito acento me provocaba escalofríos en la columna vertebral— sé que no vas a desobedecer, ¿verdad?
Debería alzar las manos y mandarlo a volar, pero su acento y la manera en que me miraba, me decía que no debía desafiarlo, porque este hombre si daba miedo. Termine asintiendo mientras que me tendía la mano que tome con dudas y me ayudó a salir de ese contenedor de basura
El señor con la bata de laboratorio era de cabello ondulado y tenía lentes, parecía amable, aunque creo que no pensaré lo mismo si se acerca a mi con una aguja gigante.
Ya una vez afuera del contenedor, mire el lugar con dudas, sobre todo porque podía salir corriendo o matar a esos dos tipos, pero me sentía paralizada, no podía alzar las manos
—Вы голодны? << ¿Tienes hambre?>>— el doctor de cabello ondulado me pregunto eso, aunque obviamente no le entendí nada
—Я не плачу тебе, чтобы подружиться с моими экспериментами <<No te pago para que te hagas amigo de mis experimentos>>— le respondió el rubio
⟨⟨genial, rusos, los doctores son rusos⟩⟩
—¿Qué dijo?— pregunté viendo al rubio que al menos parecía saber un poco de mi idioma
—Nada que te importe— me respondió malhumorado
Hijo de perra, no estaba para bromas
—Mira idiota, he tenido una semana muy larga— empecé a hablar ya molesta de ese idiota y sobre todo de todas las cosas que me estaba perdiendo— no pude ir a ver volver al futuro, la feria está en la cuidad y no me llevaron y en unos días es el Live Aid donde va a estar mi banda favorita y seguramente no lo voy a poder ver, ¡así que más te vale que me digas que fue lo que dijo!— grite roja del coraje
—Dijo que si tienes hambre—respondió el rubio en un suspiro derrotado mientras ponía los ojos en blanco
—La verdad es que sí— respondió encogiéndose de hombros— tus esclavos que tienes en esa bodega asquerosa solo me dan pan y agua— sople a mi cara porque tenía unos cabellos en el rostro
—да <<Si>>— respondió el rubio hacia el doctor
El doctor de lentes se me acercó con una bolsa de papel que decía Burger King y me la puso entre las manos.
—Gracias, eres él primero que me trata como la gente— le sonreí al doctor, por lo que me acarició el cabello como si fuera un perro, aunque esto no me molesto, sino que le regrese la sonrisa
—Ahora cómete tu hamburguesa y tus papas porque te vamos a sacar sangre— el rubio se acercó a mí con un par de tubos que parecían para muestras de laboratorio
—No...— sentía que el aire se me cortaba cuando vi eso, empecé a alzar las manos, pero me detuve cuando el rubio sacó un arma apuntándome en la frente
—Mira, Twelve— habló lentamente sin dejar de apuntarme con esa arma— más te vale que bajes las manos, porque no queremos que las cosas se salgan de control. Le prometí a alguien que no te haría daño, así que no me obligues a darte un tiro en medio de la frente
—Okey...— baje las manos lentamente, estaba congelada y me sentía tan inútil al ceder así de fácil
Al menos pude comer mis papas y mi hamburguesa en paz, y cuando llegó la hora que me sacarían sangre, me paralice, pero el doctor de lentes puso una aguja pequeña en mi brazo, por lo cual casi no había dolor
—¿Cómo te llamas? — le pregunté al doctor que miraba mi brazo extendido por donde me sacaba sangre. No entendió lo que le dije, por lo que empecé a hacer ademanes extraños señalándolo
Después de como cinco minutos, al fin entendió que lo que le preguntaba era su nombre
—Alexei— dijo el doctor
—Yo Liz— dije señalándome
El doctor asintió sonriendo, la verdad me cae muy bien.
(...)
—¿Ya me vas a dejar en paz...? — murmuré débilmente mientras que me removía incómoda de la intravenosa que tenía en el brazo
—Ya casi, Twelve— me dijo el rubio— tienes anemia, por eso te estamos dando vitaminas para que estés más fuerte
No sabía cuánto tiempo llevaba aquí, pero mi fobia a las agujas me tenían muy alterada, no solo me sacaron sangre, me hicieron radiografías, electros y no sé qué tantas cosas más, como tenia anemia, también me dijeron que estaba algo débil, y aun me tenían conectada a una intravenosa en el brazo que me ponía los nervios de punta
—Ya, déjame ir...— empecé a sollozar— quiero irme a mi casa, quiero ver a mi mamá y a mi papá. Ya tienes la sangre que querías, déjame, por favor
Casi nunca lloraba frente a la gente, pero ahora no pude evitarlo, ya no quería nada de esto, esas malditas agujas me tenían muy nerviosa, y las únicas personas que me consolaban que eran mi mamá y mi papá, no estaban conmigo para abrazarme y decirme que todo estaba bien
Quiero a mi mamá...
—Tú no te vas a ir, Twelve— el rubio me tomo de la barbilla, solo que ahora no me detuve para controlar mis lágrimas y mis sollozos que salieron sin control— lo que tienes, es algo muy poderoso, y te necesito para hacerle un regalo a alguien, alguien que quiere lo que tienes
—¿Lo quieres? — Sollocé sin parar porque su agarre en mi barbilla me lastimaba— ¡Entonces tómalo todo! ¡Yo no lo quiero! ¡Lo que quiero es irme a mi casa!
—Twelve— moví la cara ante el agarre de ese hombre— ¿te digo algo? Tu vida comenzó el día que estuvo a punto de terminar. Tú naciste débil, eras prematura, tenías problemas en el corazón, no había manera de que vivieras más de seis meses, pero lo que te hicieron en el laboratorio, te hizo fuerte, te mejoro, por eso ahora eres lo que eres
—Hubiera preferido morir...— respondí sin ánimos. El silencio duró un par de segundos, y luego el hombre me quitó la intravenosa haciendo que pudiera respirar con normalidad
—Ya, ordenare que vengan por ti en unos minutos— el rubio salió de la habitación
Cuando me dejo sola, no pude evitar ponerme a llorar como niña de cinco años... No quiero estar aquí, no quiero lo que tengo en las manos, no quiero lo que tengo en la sangre, no quiero nada
Solo quiero irme a mi casa, quiero abrazar a mi papá, quiero que mi mamá me intente peinar pero nunca lo logre, quiero quedarme hasta tarde jugando con mi hermanito, quiero tranquilidad junto a mi familia
Pero ahora parecía caer en la cuenta que muy probablemente eso no sería pronto... o tal vez nunca
De solo pensar que posiblemente no volvería a ver a mi papá... a mi mamá... a Aarón... a Will...
Y cuando caí en cuenta de esas posibilidades... seguí llorando como bebé mientras me cubría la cara
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-Ellis
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