Tipo de narrador: Tercera persona

—Hola Dustin, habla Eddie el desterrado, — la voz de Eddie Munson se escuchó a través de la radio, sin embargo nadie en el sótano de los Wheeler respondió— ¿estás ahí, Dustin?... ¿me escuchas?... tierra a Dustin...

La razón que nadie respondía era porque todos aún se encontraban dormidos, Robin dormía en el sofá individual con las piernas al aire, Steve estaba en el otro sofá hecho bolita, Max recargada en la alfombra, Lucas en el suelo, Rachel tirada boca abajo abrazando un cojín y Dustin con la espalda pegada a uno de los televisores abrazando un cocodrilo de peluche

Nancy emergió de la alfombra buscando el radio al oír la voz de Eddie, tomó del radio alzando la antena antes de apretar el botón de encendido

—Hola, habla Nancy— respondió la castaña

—Wheeler, hola, voy a necesitar más comida, — aviso Eddie con un liego tono inocente— muy pronto, a menos que quieran que salga al mundo exterior

—No, no hagas eso, — le dijo rápidamente la castaña por la radio— iremos allá en cuanto podamos

—Gracias, oye, — Eddie tomó una respiración antes de responder— ¿podrían traerme unas cuantas cervezas? Sé que es una estupidez beber en un momento como este, pero una cerveza bien fría me calmaría los nervios que tengo

—Oye, te llamare después— murmuro Nancy rápidamente al no ver a Francine en el sillón grande donde se supone que dormiría, rápidamente se fue hacia el chico que se supone cuidaría a la pelirroja— Dustin, despierta— Nancy movió a Dustin quien seguía abrazando el peluche de cocodrilo que era del hijo de Frank — se supone que cuidarías a Francine

—Sip— Dustin parpadeo mientras soltaba el peluche y se pasaba las manos por los ojos— sip

—¿Y dónde está? — pregunto la castaña al no ver a la pelirroja a su alrededor

—Ahí está, — señalo el sillón vacío— te juro que estaba ahí hace un segundo, solo me dormí— Dustin miró su reloj— una hora...

Nancy y Dustin corrieron escaleras arriba, en la cocina se encontraba Karen Wheeler preparando el desayuno para su familia, mientras que en el comedor se encontraba Francine escuchando por el walkman de Max All through the night de Cyndi Lauper, en sus piernas tenía sentado a su hijo mientras que le daba de comer hot cakes

—Buenos días— saludo a la señora Wheeler con una amplia sonrisa— ¿todo bien?

—Si, todo está en orden— respondió Nancy hacia su madre

—Me parece muy tierno que hagan este tipo de actividades— Karen se acercó a Frank dándole un plato con hot cakes y tocino—aquí tienes, cariño

—Gracias

Francine le sonrió a Karen Wheeler, ella estimaba mucho, era de las pocas mujeres que jamás la había mirado despectivamente a diferencia de las demás personas de Hawkins que la miraba con repulsión por ser madre soltera, Karen en cambio siempre le dijo que si necesitaba algo su puerta siempre estaría abierta para ella y su hijo, además que no la parecía justo que las demás mujeres la mirarán mal solo por tener un hijo ya que había muchas mujeres mucho más jóvenes que ella que tenían hijos, solo que a ella era la única que criticaban por no estar casada

—Podrían pasar el tiempo en otra casa, para variar — protesto Ted Wheeler, solo que nadie dijo nada ante su sarcasmo

—Sabes que eres bienvenido cuando quieras— Karen le habló amablemente a Dustin

—Claro que si— Dustin le sonrió de regreso a la señora Wheeler— son como familia, ¿puedo? — señaló los hot cakes

—Por supuesto— la mayor le extendió un plato para que se sirviera de desayunar

—Siéntete como en tu casa— repitió Ted Wheeler

—Gracias— Dustin sonrió con inocencia mientras tomaba fruta

—Hola— Nancy tomó asiento al lado de Frank que le daba de desayunar a su hijo sentado en sus piernas y además tenía unos cuantos dibujos al lado

—Hola— respondió la pelirroja

—¿Cómo estás?— volvió a repetir al notar las ojeras bajo sus ojos

—No podía dormir, no sé porque alguien me ponía música a todo volumen— miro a Dustin que hizo una ligera sonrisa— pero Holly me presto crayolas, nos hemos divertido, ¿no Holly?— miró a la más pequeña de los Wheeler jugando del otro lado de la mesa que asintió— además, Henrik ama los hot cakes de la señora Wheeler

El pequeño pelirrojo le extendió una fresa a Nancy que la castaña tomó con una sonrisa y se la llevó a la boca, a ella no le gustaban los niños, pero la sonrisita que tenía el pequeño pelirrojo le ablandaba el corazón a cualquiera

—¿Esto es lo que viste anoche?— Nancy tomó uno de los dibujos de Frank

—Sí, pensé que sería más fácil si lo dibujaba, —menciono mirando las hojas con una mueca— no funciono mucho

Francine no sabía si el dibujo podría ser muy claro, ella no era buena en dibujos a mano alzada, sabía muy bien dibujar planos de ingenierías, pero en dibujos nunca, la mitad de su niñez la pasó en un laboratorio y la otra mitad, en un bunker estudiando ingeniería electrónica y mecánica, claro que no dibujaba como cualquier niño

—¿Y eso? — tomó otro de los dibujos de lo que parecían un par de chicos colgados en unos pilares

—Estaban colgados como trofeos, algo muy macabro, y había una niebla roja en todos lados, — Francine trago en seco antes de hablar— dime loca pero esa niebla roja se parecía a las que tenían las runas que Liz puso en su casa, pero de algo estoy segura, si Vecna tiene algo que ver con el libro que tiene Liz, no es nada bueno, se sentía como un sueño, una pesadilla

—¿Crees que Vecna solo trate de asustarte?

—¿Con mi papá? Claro que sí, —respondió— pero cuando llegué aquí— señaló otro de los dibujos— era diferente, estaba sorprendido, como si no debería estar ahí...

—Tal vez te infiltraste en su mente, — mencionó Dustin— él invadió la tuya, tal vez terminaste en la suya, como las calderas de Freddie Krueger

—¿Freddie Krueger? — Holly lo miró con una mueca

—Es un tipo todo quemado, —empezó a explicar el de rulos— tiene garras, te mata en tus sueños...

—¡Dustin! — Frank y Nancy alzaron la voz al notar la mirada asustada de la pequeña

—Lo siento, — se disculpó con la niña— es una película, no es real, — se dirigió hacia Frank— pero si abriste una puerta al Otro lado que viene en este dibujo— tomó otro de los dibujos—y los chicos bien gracias

—No contestan, nadie, lo estuve llamando hace como una hora

—Espera— Nancy tomó los diferentes hojas que había dibujado la pelirroja— ¿es una ventana?

—Si— respondió confundida

—¿Es un vitral con rosas?

—Si— repitió— bueno, no dibujo tan asqueroso

—Creo que vi esto antes...

Nancy tomo los dibujos armando con una especie de rompecabezas, además de un marcador negro remarcando algunos detalles de los distintos dibujos, al terminar se quedó paralizada un par de segundos mirando el rompecabezas

—Son partes de una casa...

—Y no cualquier casa — la castaña sacó una voz asustadiza— Es la casa de Víctor Creel.

Francine y Nancy compartieron una mirada preocupada, además de que ambas estaban de acuerdo que tal vez el lugar de ese dibujo albergaba más respuestas que necesitaban, pero también les hacía falta un par de personas

—¿A dónde vas? — pregunto Dustin cuando Nancy se levantó del asiento

—Despertaré a todos, —informo rápidamente— tenemos que ir con la señora Mortenson

Dustin siguió a Nancy, mientras que Frank le agradeció a Holly sus crayolas y a la señora Wheeler el desayuno antes de tomar a su hijo y seguir a la castaña

(...)

El auto aparco en la puerta de los Mortenson, se habían tardado más de lo normal ya que Francine había ido a su casa a llamarle a una vecina que a veces le cuidaba a su hijo, no quería llevarlo ahí, por fortuna la vecina aceptó cuidar a Henrik para que Francine se quedara más tranquila

Y cuando llegar a la fachada de una de las casas más grandes y lujosas de Loch Nora, todos salieron de este rumbo a la puerta

—No recuerdo la cerca— murmuró Rachel al ver la cerca en la entrada

—Tía— Frank tocó la puerta— tía Maddie, soy yo

A los segundos la puerta se abrió, pero por Aarón Mortenson, quien al ver al grupo soltó un suspiro de alivio

—Al menos, alguien que no está loco— murmuró el pequeño rubio haciéndose a un lado para que todos pasaron

—¿Dónde están tus papás, enano?— Rachel se inclinó mirando a Aarón

—Papá se fue a trabajar— explicó Aarón — y mamá está arriba, dice que está descansando los ojos, yo estoy cuidando a los clones— señaló a los mellizos sentados en el sillón que veían entretenidos las caricaturas mientras mordían unos juguetes 

—¿Dónde están Liz, El y los demás?— preguntó Lucas

—Se fueron

—¿A dónde?

Aarón les explico a todos los detalles, como los soldados entraron a su casa, como les apuntaron en la cabeza, el doctor que se llevó a Liz, Jane, Joy, Chandler y Joseph a quien sabe dónde, el segundo tiroteo donde más soldados entraron a la casa y como Will, Mike, Jessie y Jonathan se fueron huyendo antes de que sus papás se deshicieron de los soldados malheridos que habían entrado a su casa. Además de la ligera depresión por la que estaba atravesando su mamá y que lidiaba con ella horneando pastelillos

—¿Hace cuánto se fueron?— preguntó Dustin— ¿no dijeron nada?

—Joy dijo que te quería— le dijo Aarón a Dustin— y que esto era lo único que podían hacer, —Dustin sonrió con tristeza ante las palabras que le había mandado Joy— prometieron que iban a regresar y que apenas puedan nos llamaran— añadió para todos

—Aarón, ¿podemos hablar con tu mamá?— preguntó Nancy

—Segunda puerta a la izquierda— les dijo el pequeño señalando las escaleras. Nancy y Robin subieron las escaleras

Las dos chicas subieron hasta la puerta que les dijo el pequeño, tocaron y escucharon un muy bajo "pase"

—Señora Mortenson— Nancy se acercó hasta la cama donde solo sobresaltaba de las sábanas el cabello rubio de Maddie— señora Mortenson

—Hoy no — murmuro la mayor aun entre las sábanas sin abrir los ojos— es mi día libre

—Señora Mortenson— Robin se acercó— por favor, la necesitamos, Francine, ayer vio la casa de Víctor Creel

—¿Qué? — el interés de Maddie comenzó a despertar con eso, se quitó la sábana de encima sentándose sobre su cama— ¿Cómo?

—Cuando Vecna la atrapo, ella estaba ahí, en las ruinas de su casa— le dijo Nancy desencadenando la cara asombrada de la mayor— por favor, queremos ir, pero la necesitamos

—Voy por mi abrigo— Maddie se salió de su cama caminando a su armario, luego se giró a las chicas— hace calor, así que no llevaré abrigo— dijo mientras sacaba otra ropa para cambiarse

Maddie bajo las escaleras con las dos chicas a los minutos, no sabía en que se metía, pero era mejor que seguir en cama deprimida por Liz, ya que en el fondo sabía que ella estaría bien

—¿Nos vamos? — Maddie camino hacia la puerta antes de tomar su bolsa y pañalera de los mellizos, los planeaba ir a dejar con la vecina que era madre del amigo de su hijo de en medio

—Hey, hey, hey— Steve se puso enfrente de Aarón cuando lo vio caminar hacia la puerta— ¿A dónde crees que vas?

—Con ustedes— respondió con obviedad el rubio

—No no— Maddie se inclinó a la altura de su hijo— te voy a llevar con la mamá de Jackson y ahí te dejo junto con tus hermanos

—Siempre ustedes se llevan las cosas importantes— el pequeño se cruzó de brazos y les sacó la lengua

—Sí, que lastima, andando— Rachel prácticamente se llevó arrastrando al niño hacia la puerta

Por fortuna la casa de la otra vecina estaba abierta, Maddie se encargó de hablar con la mamá del amigo de su hijo explicándole la situación

—Gracias, Shannon— Maddie le extendió la bolsa donde venían las cosas de los mellizos— me salvaste la vida

—No hay de que, Maddie— le sonrió la mujer mayor mientras los niños pasaban a su casa. Se quedó mirando el grupo de adolescentes con el que aparentemente se iba a ir Maddie— ¿segura que está todo bien? — pregunto preocupada

—Si— respondió rápidamente la rubia— solo necesito salir y no quiero que se queden solos

—Bueno, los cuidare muy bien— Shannon sonrió por última vez mientras llevaba las cosas de los mellizos adentro

Aarón iba a seguir a su amigo al patio trasero ya que planeaban jugar futbol, pero antes de irse le extendió la mano despidiéndose de su mamá por última vez cuando el auto arrancó, luego rodeo el jardín hacia el patio trasero donde Jackson ya lo esperaba con la pelota en el suelo

Sin embargo el juego no pudo seguir por mucho, ya que Aarón se sintió mareado y parpadeo por varios segundos tratando de que su cabeza dejara de dar vueltas

—Aarón— Jackson llamó a su amigo— tu nariz— señaló su cara apuntando su nariz.

Aarón toco su nariz y pudo notar como sus dedos se mancharon de la sangre que salía de una de sus fosas, miró sus dedos con una mueca antes de limpiar la sangre en su camisa

—Mierda— el niño pasó su mano por su nariz quitando por completo la sangre tallando sus dedos en su camisa— no es nada, vamos a jugar— saltó alegremente hacia su amigo empezando a perseguir la pelota

Ese fue un gran error, porque ni Aarón ni los mellizos debieron salir de su casa que tenía la protección de las runas que les dejó su hermana...

(...)

El camino hacia la casa de Víctor Creel fue menos largo de lo que se esperaban, a pesar de estar algo alejado de Hawkins, no llegaba al punto de ser en las zonas abandonadas del pueblo

Robin, Nancy y la señora Mortenson de inmediato intuyeron que la casa azul gigante abandonada era la que estaban buscando, así que les dijeron que pararán el auto frente a esa casa y todos bajaron

—Sí, nada tenebroso— murmuró Steve irónicamente mirando la fachada de la casa mientras caminaban hasta la puerta— ¿exactamente qué buscamos en esta pocilga?

—No lo sé, pero es importante para Vecna— respondió Nancy

—¿Por qué Francis la vio en el mundo mental de Vecna?

—Básicamente

—Si me preguntan, no sé en cuál de las dos se ven más asqueroso— murmuró la pelirroja con una mueca completamente asqueada

—Tal vez nos de pistas de donde está, — empezó Dustin— por qué volvió, por qué mato a los Creel y cómo detenerlo antes de que vuelva por Frank

—Pero, ¿no está aquí? — preguntó Lucas con algo de miedo

—Ya lo veremos— le respondió Max

Steve y Nancy comenzaron a quitar las tablas de madera de la puerta con la parte de atrás de un martillo, lo lograron rápidamente, aunque cuando quisieron girar el picaporte, esté no cedía

—No abre, ¿quiere que toque para ver si hay alguien? — Steve soltó una voz irónica

—No hace falta, — todos se giraron a Robin que sostenía un ladrillo en su mano— encontré la llave

Buckley lanzó del ladrillo hasta la ventana que tenía la puerta rompiendo esta para poder meter su mano y girar el picaporte desde adentro, a los segundos la puerta cedió y todos pudieron pasar a la mansión abandonada

—Parece que olvidaron pagar el recibo de la luz— murmuró Dustin viendo el desastre

—Y del agua, y de limpieza y muchas cosas más— murmuró Rachel asqueada

Todos comenzaron a merodear en la casa que estaba llena de polvo, telarañas y el eco incesante

—¿Oigan todos lo ven, no?— Frank apuntó a un reloj de péndulo que estaba en una de las paredes, el mismo reloj de sus alucinaciones

—Si

—¿Es el mismo que viste en tus visiones? — le preguntó Maddie, Frank asintió

—Solo es un reloj, ¿no?— preguntó a Steve tratando de aliviar la tensión— ¿Qué tiene ese hechicero con los relojes? ¿Podría ser alguien que hace relojes?

El silencio reinó por varios segundos que parecieron eternos mientras miraban ese reloj que al menos no funcionaba, porque si esa cosa empezaba a sonar, Frank saldría corriendo de ahí

—Aquí hay respuestas, — murmuró Nancy llamando la atención de todos— todos quédense en parejas, Robin, subamos— le hizo una seña a la rubia para que la siguiera

Maddie se fue con Rachel a investigar la cocina, Lucas siguió a Max hacia lo que supusieron era el despacho. Steve suspiró al ver que se quedó con Dustin y Frank

—Suspiraste— le reclamó el de rulos mientras se dirigían los tres a las escaleras

—No, no suspire— aclaró el castaño— siempre nos toca juntos

—¿Algún problema?

—Solo estaría bien cambiar de vez en cuando

—No te estas quejando porque vas junto a la bonita— Dustin señaló a Frank con la mirada que apretaba los labios para no reír

—Sí, es más bonita que tú— le dijo Steve al niño

Rachel y Maddie abrieron con algo de cautela la puerta de una de las habitaciones del segundo piso, no habían encontrado nada en la cocina, por lo que les fue mas fácil ir a arriba, donde el polvo era el doble

—Qué asco— Rachel y Maddie entraron a esa habitación repleta de polvo, la rubia más joven apretó su nariz por el bien de sus alergias— ¿Qué es esta habitación?

—Creo que era la habitación de la niña— murmuró la rubia mayor mientras miraba en una de las mesitas donde estaban unas muñecas, además de que el resto de la habitación, daba el aire de una niña— Alice Creel...

Maddie aun recordaba las palabras de Víctor <<Yo también tuve una hija, y no la pude salvar>>

Mentiría si dijera que esas palabras no le provocaba una sensación extraña, porque todo lo que estaba haciendo ahora era por su hija, porque aún no sabía dónde estaba, quería mantenerla a salvo, y así no de fuera la maldición de Vecna, siempre hizo todo por cuidar a Liz, y esta vez no era la excepción, se sentía tan culpable, antes podía hablar con Liz sobre cualquier cosa y a cualquier momento, ahora la sentía tan lejana y tenía mucho miedo de volver a perder a su pequeña

O quizás ya la había perdido...

—Bebé dulce bebé, es tiempo de marchar, ya no llores bebé...

Maddie se giró consternada al oír a Rachel tararear esa canción que ella conocía a la perfección, y que estaba segura nunca se la había cantado a nadie más que a sus hijos

—¿Dónde escuchaste esa canción? — le pregunto a la rubia de coleta que estaba del otro lado de la habitación mirando algo en la cómoda

—Está aquí— Rachel le extendió un libro infantil con mucho polvo. La mayor tomo el libro dándole un soplido para revelar el resto de las letras en ese libro que se notaba que tenía los mismos años que ella

<< Bebé dulce bebé, es tiempo de marchar, ya no llores bebé, bebé lindo bebé, te voy a extrañar, ya no llores bebé>>

—Bebé lindo bebé, no quiero ya partir...— cantó Maddie en susurro al notar esa parte del libro infantil que estaba descolorida

—¿Has oído esta canción antes? — Preguntó Rachel confundida al notar a Maddie con ese libro en sus manos

—Se la canto a mis hijos cuando no pueden dormir— explicó la rubia mayor

—¿Dónde la aprendiste?

—No sé— Maddie se rasco un lado de la cabeza tratando de recordar donde aprendió esa canción de cuna— siempre la he tenido pegada

—Dices que tienes casi la edad de los niños Creel si estuvieran vivos— murmuró Rachel, Maddie apenas pareció recordar ese hecho por las palabras de la chica, por lo que tragó en seco, la dueña de esa habitación tendría su misma edad— y no creo que haya sido el único libro en Hawkins, tal vez tú madre también te cantaba esa canción

—Mi madre jamás cantaría para que durmiera— soltó un refunfuño— Irina Sloan fue de todo menos una buena madre, no fue su culpa, pero no borra los años de maltrato

—Ou...— Rachel hizo una mueca incómoda— es que siempre me dio la impresión de que tuviste a la mujer maravilla de madre

—Más bien tuve a Cruella de Vil— Maddie soltó un bufido— por eso trato de ser la madre que me hubiera gustado tener, aunque creo que no he cumplido muy bien mi propósito, he fracasado mucho últimamente para cuidar a mi hija

—Eso no es cierto— Rachel le dio una ligera sobada de hombro a Maddie— si yo tuviera mamá, me hubiera gustado que fuera como tú. Tus hijos tienen mucha suerte

Maddie le sonrió levemente a Rachel, le pasó el brazo por los hombros para atraerla a ella y le dejo un beso pequeño en el pelo, que aunque Rachel no lo diría, la hizo sentir un poco mejor

Maddie se apartó un poco cuando vio una de las fotos en la cómoda, era de toda la familia Creel junta, arrugó las cejas mirando a un Víctor joven y sonriente, aún tenía esa sensación de familiaridad, que era tan extraña

Pero aun no lograba descifrar de donde

Mientras tanto, Steve, Francine y Dustin siguieron hasta el segundo piso en lo que parecía ser una de las habitaciones de los niños, estaba igual que toda la casa, desordenada y llena de polvo

—Oigan, ¿podrían aclararme qué clase de pistas estamos buscando? — preguntó Harrington hacia el par que tenía frente a él

—El mundo está lleno de cosas obvias que nadie por casualidad observa jamás... — murmuró Dustin

—¿Qué?

—Sherlock Holmes— repitió el de rulos girándose hacia Frank, se acercó cuando vio cómo se le resbalaban los audífonos de las orejas— oye, audífonos siempre en los oídos— Dustin le acomodo los audífonos en la cabeza a la pelirroja

—Perdón, se me resbalaron— respondió Frank en un puchero

Dustin se alejó un poco buscando en la habitación de al lado mientras que Frank empezó a rebuscar en los cajones de la comida, empezó a estornudar por el polvo mientras que agitaba su mano enfrente para quitarse el polvo frente a ella

—¿Qué rayos es eso?— Steve recogió del suelo un frasco que tenía telarañas y una gran capa de polvo, Francine se acercó al castaño mirando también ese frasco

—Viudas negras— le dijo la pelirroja

Ambos soltaron un escandaloso grito cuando alguna araña viva de ese frasco se subió por el brazo de Steve hasta su cuello

—Mátala— le pidió Harrington, Geller apenas y pudo alzar la mano para golpear a la araña y que cayera al suelo

—¿Qué paso?— Nancy y Robin llegaron alarmadas por lo gritos

—Arañas— susurró Frank con asco mientras hacía musarañas con las manos y se apartaba con una mueca de asco

—Si hay un nido de arañas, no las encontrarás hasta que pongan sus huevos y salgan los bebés— se burló Robin mientras empezaba a buscar en el resto de las habitaciones

—Robin, en serio— protestó Harrington hacia Buckley, que una vez que confirmó que todo estaba en orden se fue a otra habitación

—Rápido— Steve tomó el walkman que Frank tenía atorado en el cinturón volviendo a encenderlo— ojalá durará más

—46 minutos son suficientes— respondió Francine volviendo a atorar el walkman en su cinturón— gracias por los cassettes

—Los guardaba para tu cumpleaños, eres una viciada de Cyndi Lauper— le dijo Harrington con una ligera sonrisa, él era quien le había dado los cassettes de Cyndi Lauper que ahora la cuidan, si se podría considerar así

—Con mi mujer no te metas—amenazó la pelirroja apuntando con su índice y mirándolo con una sonrisa divertida

—Vale, dime algo — pido Steve hacía Frank— algo interesante para que deje de pensar

—¿Sabía que hay una infinidad de universos allá afuera cohabitando con el nuestro? — le dijo con una ligera sonrisa

—Y ahí vas a presumir tu doctorado— le dijo con una voz dramática causando la risa de la pelirroja— eres muy egocéntrica

—Dicen que siempre una persona de los noviazgos es más inteligente que la otra, — se defendió Frank encogiéndose de hombros divertida

—¿Noviazgos?— preguntó Steve con una ligera sonrisa, Francine se puso colorada devolviéndole la sonrisa— así que, millones de universos...

—Esparcidos en un cosmos infinito y esperando ser descubiertos— repitió alzando un dedo— de reproducciones idénticas al nuestro, pero con variantes, pasan al mismo tiempo, me pregunto que estará haciendo mi doppelgänger en este momento

—Tal vez en alguno de esos universos... — Steve trago en seco antes de hablar, de nuevo le tenía miedo al rechazo— estamos juntos...

—¿Por qué no mejor estemos juntos este universo?— Frank sonrió aun poniéndose más roja

Steve se inclinó un poco a la altura de Frank pasando su mano por su cuello acercando sus labios a los suyos, Frank le tomo la mejilla con su mano mientras sus bocas se movían lentamente en sintonía entre ellos rozando lentamente sus labios, aunque ya se había besado, seguían extrañándose

Sin embargo su beso tuvo que parar y salir de su burbuja ya que el cassette de Cyndi Lauper comenzó a repetirse de nuevo, ambos se separaron riendo levemente. Frank podría decir que era la primera vez que no amaba a su ídola

—Audífonos— Steve le acomodo los audífonos a Frank encima de las horas cuidando no jalarle el cabello

—Haz tu magia, mi amor— la pelirroja sonrió mientras se acomodaba el cabello, sin embargo paró cuando noto como una de las linternas del pasillo se encendió cuando se supone que no debería haber electricidad— te prometo que no volveré a decirlo...

Dustin volvió apuntando con la linterna, todos compartieron una mirada preocupada cuando la lámpara se apagó y en su lugar se encendió otra en el pasillo, todos comenzaron a seguir las lámparas que se prendían y apagaban constantemente

Todos se encontraron en el comedor donde el candelabro colgado en medio del comedor se encendió dando más luz que nunca

—Como las luces de navidad— murmuró Nancy sin despegar la vista del candelabro

—¿Luces de navidad?— preguntó Rachel

—Cuando Will estaba en el otro lado, las luces se volvían locas— explicó Nancy

—Está aquí, — murmuró Maddie con miedo sin dejar de mirar el candelabro— entre nosotros

—Pero en el otro lado— completo Lucas

En ese momento el candelabro se apagó por completo

—¿Nos habrá escuchado?

—¿Puede vernos?

—Audífonos— Steve le hablo rápidamente a Frank ya que tenía los audífonos fuera de sus orejas

—Apaguen sus linternas y sepárense— ordeno Nancy, todos la obedecieron volviendo a deambular por la casa solo que a oscuras

—Pero no podremos ver nada si apagamos...—Steve fue ignorado olímpicamente— vale.

La casa Creel era mucho más macabra a oscuras, sin contar que Vecna prácticamente estaba ahí, solo que en el otro lado, pero eso no quitaba que estaban fuera de peligro

Maddie paso por uno de los pasillos con la linterna apagada, hasta que ésta se iluminó con fuerza como si tuviera demasiada potencia que por unos segundos le lastimo los ojos a ella y a Rachel

—Lo encontramos— murmuró la rubia mayor, debido a la intensidad de la linterna, el resto llegó hacia el pasillo, cuando de repente la linterna se apagó

—Aquí está, — murmuró Steve cuando su linterna se iluminó, comenzó a caminar con esta por la casa, era como si la luz caminarán— lo tengo...— Steve camino por los pasillos alzando la linterna— lo tenía

—Aquí está — la linterna de Max se iluminó, cuando noto como se iba a apagar, empezó a caminar con la linterna— se mueve— todos empezaron a seguir a Max, pero no llegó muy lejos cuando su linterna se apagó— ya lo perdí

—No, aquí está— Rachel alzó su linterna iluminada comenzando a caminar con la linterna hasta el final del segundo piso, Robin jalo de una tira colgada en el techo que reveló más escaleras que comenzaron a subir con la linterna iluminada

—Es un ático— protestó Dustin, sin embargo no dejaron de subir hasta las otras escaleras que daban al ático— oigan, ¿si es una trampa?

Al llegar al ático uno de los focos de este parpadea con intensidad y más cuando Rachel acercó la linterna, pero el resto de las linternas también parpadeaban

—Las linternas— Max señalo con la cabeza las linternas

El resto acercó sus linternas al foto del ático que brillaba con intensidad como si se fueran a sobrecargar y a explotar

—¿Qué está pasando?

—Que está aquí...

Las linternas no dieron más por la potencia de la luz y les explotaron en la cara una por una hasta que el foco del centro también explotó haciendo que todos se cubrieran la cara por los cristales

—¿Qué fue eso?— pregunto Francine con miedo

—Estuvo aquí e hizo algo...— respondió Nancy— ataco

—Mató a alguien más...

El silencio reino por segundos que los presentes compartieron una mirada preocupada antes de estar de acuerdo en ir por el auto y regresar a Hawkins para descubrir que había hecho Vecna en su ausencia

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—Ellis