Capítulo XVIII: Coven of Chaos (*)
LIZ MORTENSON
La cabeza me daba muchas vueltas, cuando abrí los ojos, también sentí un dolor punzante en mi cuello y en mis extremidades, tire de mis manos, pero algo alrededor de mis muñecas no me permitió mover las manos, tire más de mis muñecas pero nada
Parpadeé tratando de encontrar claridad en mí alrededor, pero además de una luz azul artificial, me encontré a varias personas también inconscientes en una tipo hilera al lado mío. Trate de levantarme, pero también encontré una argolla alrededor de mi tobillo que me impedía mover mi pie
Seguí tirando de esa argolla, sin embargo en un movimiento en falso, me caí de lado en el suelo frío, mi mejilla se quedó pegada en el suelo, y cuando levante un poco la vista, parpadee un par de segundos cuando vi cinco pares de botas negras frente a mi
—¿Te caíste? — una rubia de coleta se inclinó mirándome con burla al verme en el suelo. Se inclinó un poco más ayudándome a levantarme— esperaba más que torpeza de ti
—No me toques— desvié la cara cuando me tomó de la barbilla. Pero su fuerza era más que la mía por lo que me volvió a tomar de la barbilla
—Hora de despertar— oí la voz de uno de los chicos que al parecer estaban en esa bodega
—¿Ya son todos?— pregunto una chica de cabello negro a los hombros mientras anotaba algo en una tabla
—¿Acaso querías más?— habló la voz de una mujer
—¿Te preguntas porque no puedes entrar en mi mente?— uno de esos tipos se me acerco mirándome con la cabeza ladeada, era pelirrojo y de ojos negros
—A veces me tardo— respondí entre dientes con los ojos entrecerrando, no sabía porque, pero trataba de usar mi poder, pero solo sentía pequeñas punzadas en mi cuello, y por el contrario, no veía nada en su mente— pero todos terminan revelando sus pensamientos tarde o temprano
—¿Quién quiere matarnos? — un chico de cabello negro se me acerco poniendo su mano en mi cuello haciéndome hacer una mueca— Háganlo si pueden
—¡Suéltala!— oí el grito de Jane algo cerca— ¡no la toques, déjala!
—Ya te hubiera matado si pudiera usar mis manos, hijo de puta— solté con rabia al sentir su agarre en mi cuello cada vez menos fuerte, cuando me soltó y sentí por completo el aire, empecé a toser
—Debían agradecernos por esta reunión familiar— murmuro la pelinegra de la tabla— que bueno que al fin la gran familia del laboratorio esté junta de nuevo, bueno, hay una excepción, pero detalles
—Una cosa— todos miramos a dónde venía la voz y era una chica como de mi edad de cabello castaño— ¿No tenían dinero para esposas así que nos amarraron con cuerdas?—*las personas de bata de miraron entre sí— Pésimo servicio— bufó— cero estrellas— dijo y rodó los ojos
—¿Quiénes son ustedes? — Pregunto un chico de cabello rizado— ¿para qué nos quieren? ¿Quieren nuestros riñones? Porque de una vez les advierto que soy un adicto al crack y no sirvo para un carajo
—Es algo menos dramático— murmuró uno de los chicos, era castaño— hagamos bien nuestra presentación
Todos se levantaron la manga de la bata y ahí estaban el tatuaje de cada uno, había del 001 al 005 y los que estábamos amarrados somos 6.
Los chicos que estábamos amarrados en el suelo los miramos sin poder creerlo que los cinco chicos frente a nosotros eran parte de nosotros... hermanos, si se pudiera considerar así
—Creí que habían muerto— dijo el primero de los que estábamos amarrados, pelinegro y alcance a ver sus ojos claros
—Solo existen doce experimentos— murmure mirando a los tipos de la bata blanca— yo soy la última, yo soy doce, ¿Dónde está la que falta? ¿Muerta?
—Desearan que estuviera muerta— murmuró la de la coleta— pero no, Frank no está aquí, y será su peor pesadilla
—Lo que se otorgó no se puede retirar, pero si controlar— el chico pelirrojo caminaba frente a nosotros con desinterés
—Si tratan de usar sus poderes recibirán una descarga eléctrica en la nuca, ahí pusimos un dispositivo que detecta cuando hay demasiada actividad cerebral, o sea cuando usan sus poderes— nos dijo el de cabello castaño
—¿Y en vez de intentar hacer autos voladores se ponen a hacer dispositivos para mantenernos controlados? — La chica de cabello rizado rodó los ojos— debo decir que ustedes son los secuestradores con más presupuesto pero con menos creatividad que he visto, y si contamos a papá...
—No te atrevas a decir ese nombre. — la chica de cabello negro se acercó hacia la rizada rodeándole el cuello con la mano haciéndole hacer una mueca— no digas su nombre, nunca lo repitas.
—Martin Brenner. — la reto la de cabello rizado aún con la mano de la pelinegra en su cuello
—¡Hija de perra! — la chica alzó la mano con intenciones de pegarle
—¡Jessica! — la pelicorta hizo puño su mano en cuanto oyó el grito de uno de los chicos parados frente a mí, pero terminó bajando la mano y soltando a la chica que ni siquiera se inmuto ante las marcas de sus uñas que ahora tenía en el cuello
—Los dejamos para que se pongan cómodos— la de pelo negro nos dio una última mirada con superioridad mientras se levantaba del suelo— tendremos que ir a darle las noticas de que ya están despiertos a la koroleva
—¡A mi háblame en español, pendeja!— soltó la chica morena rizada mientras que la de pelo negro le saco el dedo mientras que esos cinco salían de la bodego
El silencio se volvió a hacer en el lugar, volvía a recargar la cabeza contra la pared, generalmente jugaba con mis dedos cuando estaba nerviosa, pero ahora solo movía mi pie distrayéndome con el ruido que hacía la cadena en mi tobillo
—Holaa— oí la voz llena de energía de la chica de cabello rizado. A pesar de su entusiasmo, nadie le respondió, pero ella parecía no poder rendirse— oigan, sé que esto es una mierda, pero viendo el lado positivo, me alegra que no estén muertos— de nuevo nadie le dijo nada, pero de mi parte, una pequeña sonrisa se me empezaba a formar— presentémonos bien. Me llamo Joy, o si alguien me recuerda, soy 010, pero no me gusta que me digan ten
La emoción de Joy nos empezó a contagiar, ya que nos dimos una mirada en conjunto estando de acuerdo y asentimos empezando a hablar ya con un poco más de confianza
—Joseph— dijo sin ánimos el primero de la línea— o Seven— dijo encojiendose los hombros
—Kali— murmuró la otra chica que también era morena, su ropa era algo extravagante— 008, pero no me digan así
—Chandler, o también nine— dijo un chico de cabello negro con risos
—Eleven, me decían también El, pero el verdadero es Jane— Jane sonrió levemente mientras que volvía su vista al suelo
—Elideth, pero prefiero Liz. Soy la última osea Twelve— dije haciendo una mueca
—Oigan, no soy muy fan de este tipo de reuniones familiares— murmuró Joseph— así que, creo que deberíamos idear algo para salir de aquí
—Créeme, apenas me suelte de las manos— les dije mientras trataba de mover las muñecas— les rompo el cuello a esos cinco
—¿Qué tal vas con eso? — me pregunto Kali
—Nada— me encogí de hombros con resignación
—Oigan, no quiero asustarlos, pero...— Joy nos hizo un gesto señalando una de las paredes donde vimos una cara de seguridad— ¡oigan, quiero ir al baño, hijos de puta! — Joy le grito a la cámara de seguridad, lo que causo que todos soltáramos una carcajada que tratábamos de controlar
Me ando riendo cuando estoy secuestrada, buen mecanismo de defensa
(...)
FRANCINE ROMANOVA
—Ya tienes tu premio, mi koroleva— Nikolay tomo mi mano dejando un beso en el dorso de esta, aparte mi mano lentamente, por supuesto que esto no era un regalo, era un favor que tendría que pagar esta noche de la manera que menos me gustaba
—Gracias— me limite a responder
—Nos vemos esta noche— Nokolay me dejo un beso en los labios a la fuerza que no respondí, pero al menos me soltó y después de que salió de mi oficina, pude respirar con tranquilidad
A los minutos, Jessie, Charlie, Rachel, Daniel y Paul entraron a mi oficina con sus respectivos informes, eso me mantendría entretenida sin pensar en mi extraña relación con Nikolay Romanov. No me entiendo ni siquiera a mí misma, solo sé que no puedo apartarme de él, me muero sin él.
—¿Cómo están los niños? — cambié mis pensamientos a los niños que había secuestrado ayer en la madrugada
—Bien, parecen gatos salvajes, pero con un poco de golpes y se controlan— murmuró Rachel
—No— le advertí a Rachel— no los toques, los quiero vivos, en especial a Eleven y Twelve, necesito hacer pruebas con ellas, en especial con Twelve
Maldita niña rubia, tenía una teoría muy fuerte con ella, quería comprobarla, pero para eso tenía que adiestrarla antes, aunque no debía ser con golpes, aunque a veces pensaba que era la única manera
—Denles de comer solo una vez al día, poca agua y ordenen que un par de guardias vigilen siempre la habitación— ordene rápidamente— necesito que estén débiles para que no se resistan, solo unos días para poder adiestrarlas
—Está bien— Paul, Daniel y Charlie se fueron, dejándome sola con Rachel y Jessie
—Te ves melancólica— murmuró Jessie mientras se sentaba en mi silla alzando las botas sobre la mesa— ¿Qué tan caro te costará el favor con tu marido?
—No es mi marido. — murmure mientras apretaba un lápiz en mi mano— Nikolay legalmente es mi hermano
—Pues entonces estás ante un caso muy bizarro de incesto— me dijo Rachel mientras imitaba el gesto de Jessie también alzando sus botas sobre la mesa
—Déjenme en paz— les di una mirada severa
—Está bien— ambas bajaron las botas de mi mesa caminando hasta la salida antes de darme una leve reverencia— suerte con él, señora Romanova
Ambas se fueron dejándome sola en mi oficina. Me acerque hacia la pantalla de la cámara de seguridad mirando a los chicos que ahora tenía encadenados en ese lugar
—Elideth...— pase mi dedo por la imagen de la rubia más pequeña de ese grupo que jugaba con la cadena de su tobillo— te acordaste de tu nombre...
Yo le puse ese nombre a Twelve cuando aún estábamos en el laboratorio... y ella se acordó
Limpie una lágrima rebelde que estaba a punto de escaparse de mis ojos, mientras que pensaba en las razones por las que debía odiar a todos esos niños
Tenían lo que yo no, y quería hacer las cosas un poco más justas que el hecho de que una niña de 14 años tiene el poder suficiente para destruir lo que se le dé la gana
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-Ellis
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