Capítulo XVII: Peace in our times (*)
WILL BYERS
—¡Por dios, esto es terrible, esto es terrible!— Argyle no dejaba de repetir eso mientras Jessie, Jonathan, Mike y yo seguíamos poniéndole tierra a la tumba improvisada que habíamos armado en medio de la nada— seguramente tenía familia, hijos y todo lo demás— siguió hablando rápido con pánico— tenemos que ir con la policía, tenemos que contarles todo sobre sus novias, los tipos malos, la otra dimensión...
—¡No!
—Los del gobierno buscan a sus super novias y a sus cuñados— Argyle intercalo miradas entre Mike y yo— tal vez nos ayuden a saber dónde están, ¡Porque van a matarlos, y luego nos mataran a nosotros, o podrían matarnos antes que a ellos!
—¡Oye! — Jessie protestó, pero Argyle la ignoraba— ¡cállate, son mis hermanos de quienes hablamos!
—¡Argyle! — Jonathan trato de hablarle, pero él seguía gritando
—¡En realidad, no sé en qué orden quieran ir!
—¡Argyle!
—¡Ta te ti!
—¡ESCUCHA!
—¡¿QUÉ?!
—¡Creo que podemos resolverlo!— murmuró Jonathan— tenemos que abrir nuestra muerte
—¡¿Abrir nuestra mente?!— Argyle señaló el hoyo en la tierra— ¡Hay una tumba abierta frente a mí!
—Oye, chico— Jessie soltó la pala mientras se pasaba los dedos por su cabello para desordenarlo— sé que esto es difícil de digerir, pero por favor, por la porquería que te estas fumando, no me alteres más, ¿sí?
—¿Por qué no vas a la camioneta y has lo tuyo? — Le dijo mi hermano— Relájate, ¿sí?
—Delicia Púrpura— el de cabello largo asintió— si, se me fue el efecto
—Hay que resolverlo— Jessie asintió mirándolo con interés— ve, con calma, relájate, amigo
—Está bien, lo siento— Argyle comenzó a caminar hasta la camioneta
—¿Es en serio, Jonathan?— me gire hacia mi hermano mientras dejaba caer la pala al suelo— ¿más drogas?
—¿Se te ocurre otra cosa para calmarlo?— murmuró Jonathan
—Yo creo que también lo necesito— murmuró Jessie poniéndose las manos en la frente
—Jess— la llame, por su cara le estaba a punto de dar algo— por favor, eres la única adulta aquí y más consciente
—Yo no quiero ser la adulta más consciente aquí, tengo veinte años, soy adulta pequeña— murmuro la de pelo negro— maldita sea, dos días seguidos me apuntan en la cabeza, dicen que la tercera es la vencida, entonces tal vez sea mañana
Jessie se sentó en el mismo auto donde estaba sentado al lado de Mike, ella se veía preocupada
—No hagas caso de lo que dice— le dije a la chica junto a mí— estaba muy drogado
—Debí irme con ellos— murmuró sosteniendo su cara entre sus manos— no quería meterme en una cosa de esas, pero no pensé que los dejaría solos, bueno, después de todo yo no sirvo para nada, si hubieran querido ese doctor me llevaba a la fuerza, pero hasta él se dio cuenta que soy ordinaria
—No quiere decir que Argyle no tenga razón— murmuró Mike— si el señor hubiera vivido un minuto más, sabríamos dónde está Nina... ¿Por qué no nos dijo el número?— soltó un suspiro— debí hablarlo con El, solo me dio un abrazo, mientras que a ti Liz te prometió que volvería, tienes mejor comunicación con ella— hice una mueca de lado porque tenía razón
—Muchas veces creo que da miedo abrirse de ese modo, decir lo que en verdad sientes— empecé jugando con mis manos— en especial con personas que le importan mucho, por qué, ¿Qué tal que no le gusta la verdad?
Un par de ojos cafés que me reconfortaba aparecieron en mi mente, de una persona con la que me sentía bien... antes... y luego unos ojos verdes que eran de la chica que estaba enamorado, unos ojos que me embrujaron desde la primera vez que los vi, y que nunca dudaría que amaba
Elegí a Liz desde el primer momento, y nunca me arrepentiría de eso, porque siempre ha sido y siempre será ella
Mike se bajó del auto abandonado dejándome solo con Jessie, ella se aclaró la garganta para hablar
—Cuñado— Jessie se acercó un poco— eso que dijiste hace unos momentos...— ella empezó a jugar con sus dedos— me recuerda mucho a mí, ¿sabes?
—¿Qué?— la mire algo confundido
—Oye— Jessie soltó una pequeña risita— créeme que por mucho tiempo yo también me sentía así, sin lugar en el mundo y hasta como un adefesio... digo, una chica lesbiana que experimentaron con ella en una sociedad homofóbica— ella rio— y hasta que yo misma no me acepte, no me sentí bien, y claro, si yo misma no me aceptaba, nadie no iba a hacer... Y luego Robin llegó a mi vida, o yo llegué a la suya, no sé — soltó manotazos al aire riendo, me hizo reír por asociación— podría sentirme fuera de lugar, pero ella siempre será mi hogar...
Jessie me dio una última sonrisa antes de bajarse de un brinco del auto, a decir verdad me quede pensando en sus palabras, porque yo también me sentía así por un largo tiempo
Hasta que conocí a Liz...
—Oigan, ¿saben cómo se llama el señor muerto?— preguntó Argyle al lado de la tumba improvisada con un trozo de cartón
—¿Qué?— preguntó Jessie
—El señor muerto— repitió señalando a la arena— le haré una lápida
—Estuvimos toda la mañana escondiendo el cuerpo— le dijo Jessie mientras se cruzaba de brazos
—Bueno, escribiré: "Aquí yace un agente héroe anónimo"— mencionó Argyle, Jessie rodó los ojos y luego miro al cielo implorando algo, no sabía si paciencia o que se muriera ahí— "salvo a Argyle, Jonathan, Will, Mike y Jessie de una muerte segura"
—¿Vas a escribir nuestros nombres en esa caja de pizza?— mencionó Jonathan apuntando la caja de pizza
—Son nombres comunes
—Haz lo que quieras
Argyle comenzó a escribir en el cartón
—Ese era su bolígrafo— murmuré recordando cómo le dio eso a Jessie
—¿Qué?
—Del "Agente héroe anónimo"— me baje de un salto de ese coche viejo— nos lo dio antes de morir
—¿Por qué nos daría un bolígrafo que no funciona?— se acero Mike
Jessie también se acercó y le quitó el bolígrafo a Argyle
—¡Oye, lo estaba usando!— protesto el de cabello largo, pero la de ojos azules lo mandó a callar
Jessie le dio varias vueltas al bolígrafo separándolo en dos partes y de este cayo un rollito de papel
—Algo cayó del bolígrafo— Argyle levantó el rollito que cayó del bolígrafo. Jessie lo desenrollo rápidamente y sonreímos al ver un número escrito en este
—Es el número— murmuro Jessie con una sonrisa— lo tuvimos todo este tiempo
(...)
Bajamos de la camioneta rumbo hacia la cabina corriendo, Jessie tomó el teléfono y me miro para que le dijera el número
—Es 202-968-6161— leí el rollo de papel mientras Jessie marcaba en la cabina telefónica
—¿Está llamando? — preguntó Mike
—Solo hace ruidos extraños — respondió Jessie
—¿Me dejas oír? — Mike extendió la mano y Jessie le pasó el teléfono
—Escucha esto— Mike me pasó el teléfono, en efecto sólo eran ruidos extraños— ¿Te recuerda algo?
—Juegos de guerra— respondí
—Freaky...— Jessie se alejó con una mueca
—Tu novia también es una freaky— le recordé
—No hablen de mi novia así— Jessie nos apuntó con el índice— y en todo caso Robin puede ser una nerd de la banda y la seguiré amando
—El punto es que no estamos hablando a un teléfono, — mencionó Mike recordando a lo que veníamos— sino a una computadora
Mike tomó el mapa de regalo de la cabina telefónica y lo extendió en la parte trasera de la camioneta
—No sé si Nina sea una computadora como Joshua o el laboratorio de Owens y el agente nos dio acceso por una razón— Mike apuntó un lugar en ese mapa— Tenemos que encontrar la computadora, encontraremos a Owens y a los chicos
—Para eso necesitamos un hacker— mencionó Jonathan— y no conozco ninguno, ¿ustedes? — todos negamos
—Espera— Jessie se acercó hacia el mapa donde también estaba el número de Nina— se puede hacer una geo-localización metiendo el número de la computadora y rastreando la dirección IP por medio de internet en el software de la computadora, minará los datos y podremos conseguir las coordenadas de Nina
—¿Sabes hacerlo? — pregunte rápidamente
—Francine me enseño, pero nunca lo he intentado yo sola— Jessie suspiro mientras se llevaba las manos a la frente— pero se trata de mis hermanos, así que hay que intentarlo
—¿Qué necesitas? — preguntó Jonathan rápidamente
—Necesito una computadora, con acceso a internet— mencionó
—¿Internet? ¿Qué es eso?
—Nada importante, cambiara el mundo— respondió Jessie
—Bueno, vamos a conseguirte una computadora— Jonathan habló mientras abría la camioneta para que nos volviéramos a meter— así que andando
Bien, otros dos días en la camioneta
(...)
//Unas horas antes//
LIZ MORTENSON
Solté un refunfuño mientras terminaba de mojar el cabello en el lavabo del agujero donde ahora dormía. Tomé las tijeras que me había dado Amelia haciendo un corte casi a la altura de medio de mi garganta
Amelia fue clara, o me cortaba el cabello lo suficiente para que el gorro me quedará, o me raparía. Amenace con destrozarle los órganos internos si me rapaba, pero después de todo si era molesto el largo de mi cabello cuando trate de meterme al tanque con el gorro, el cabello se me salía ya que era muy largo, así que elegí la manera buena y yo misma me corte el cabello
Ya había estado planeando cortarlo desde hace mucho tiempo, así que no fue tan difícil, quedó un poco más corto de lo que pensaba, pero aún un nivel que no me molestaba
Me desnude esperando que ningún pedófilo me viera por alguna cámara escondida de la habitación, tome el enterizo blanco colgado en la habitación y me lo puse rápidamente
Hoy entraría a Nina, era la última que lo hacía, lo único bueno de esto es que Owens me prometió que vería a mis hermanos después de esto, ellos ya habían entrado y según ellos estaban descansando, por obvias razones no dormíamos en la misma habitación
Salí del lugar donde un par de guardias siempre vigilaban mi puerta me vieron
—¿Estás lista?— me preguntó uno de ellos, asentí, así que me empezaron a escoltar hasta donde estaba ese tanque de quien sabe cuántas toneladas
Caminamos unos cuantos metros hasta donde estaba el tanque, había varios doctores apuntando cosas en una tabla, cosas como mi peso y estas cosas que no entendía, pero aun tuve que esperar hasta que llegara Amelia, ya que ella era mi doctora, papá era quien se encargaba de mis hermanos
—Buenas tardes, fodonga— saludo Amelia cuando me vio llegar, rodó los ojos en cuanto vio mi reciente corte— dios, como peluquera te mueres de hambre, quedo horrible
—Qué bueno que te lo pregunte— le respondí con sarcasmo
La pelinegra me llevó hasta una silla donde saco una jeringa plateada con una sustancia naranja, trate de respirar con normalidad, ella encajó la aguja en mi vena mientras que entre dientes soltaba una maldición. Luego fue por el gorro que por fortuna pudo cubrir todo mi cabello
—Al menos— murmuró Amelia con una sonrisa fingida
—¿Después de esto voy a poder verlos?— pregunte mientras me conectaron unos cables en la cabeza en el gorro
—Ya te dijimos que si— esa voz masculina que escuche por los altavoces me molesto, me mordí el labio para no gritarle unas cuantas cosas que tenía guardadas— Twelve, haz esto, y veras a tus hermanos, Ten ha pregunto mucho por ti
—Vete— desvié la mirada, no quería ni verlo
Sin embargo papá llegó a los segundos lo que me hizo pararme rápido de la silla
—¡Te dije que te fueras!— solté una voz amenazante señalando por donde vino
—Twelve, solo quiero ver, saber que estás bien— me dijo, sin embargo no creí nada, y en su lugar levante la mano
—Martin— Amelia intervino— por favor, no hagamos contraproducentes las cosas
—Tú te quedas— apunte a Amelia y luego a papá— él se va.
Al menos se fue, mientras que a mí me volvieron a sentar en esa silla donde sentía como mis sentidos comenzaban a apagarse, hasta que caí en un profundo sueño
No sentí nada
O al menos hasta que abrí los ojos abruptamente encontrándome en una habitación en blanco y note la bata de laboratorio que tenía puesta, en la pared había un dibujo de un muñeco de nieve y en la cama un peluche de un conejo blanco que se perdía entre las sábanas blancas
Abrí la puerta lentamente encontrándome en un pasillo tapizado de mosaicos blancos y en la puerta de esta había un número, mi número, Twelve
Seguí caminando por las puertas del pasillo, pensaba en abrirlas esperando a encontrar a Jane o alguien que conozca, pero al final me detuve y fui hasta la puerta grande al final del pasillo, abrí de está encontrándome con un cuarto que alberga más niños en su interior, varios de ellos jugaban con rompecabezas, cubos de maderas, tableros de ajedrez
Reconocí a una niña morena que estaba rapada y que jugaba con un rompecabezas
—Joy— me incline hacia esa niña— Joy, tenemos que salir de aquí
Moví varias veces a esa niña, sin embargo no me respondía, ni siquiera parecía notar mi presencia, además, si esta niña de verdad era Joy, era más pequeña
¿Dónde rayos estoy?
—Vaya, vaya, alguien al fin decidió acompañarnos— un hombre alto y rubio se acercó con las manos juntas, era delgado, vestía de blanco y me hablaba con ironía— te quedaste dormida esta mañana
—¿Qué es este lugar?— pregunté mirando a mi alrededor y luego mirando a ese enfermero o guardia, o lo que sea— ¿Quién eres tú?
—Veo que aún no despiertas— me dijo aun con ironía, las luces parpadearon unos segundos
—¿Dónde estamos? — volví a preguntar
Las luces parpadearon de nuevo y fue como si todo volviera a comenzar ya que el hombre volvió a su posición inicial mientras caminaba hacia mí
—Vaya, vaya, alguien decidió acompañarnos, — ese hombre volvió a hablar— te quedaste dormida esta mañana
—Loco— retrocedí hacia la puerta
—No vayas lejos, bonita, las lecciones empiezan a las diez
Rodee a ese rubio para volver a salir de ese cuarto, solo que apenas y alcance a dar unos pasos fuera de la sala cuando volví a entrar a ese jodido cuarto del arcoíris, y de nuevo el enfermero se volvió a acercar repitiendo lo mismo cual CD rayado
Bueno, veamos que tanto soporta la manipulación mental...
Sin embargo mi error fue fijarme en el espejo de la sala arcoíris, donde había una versión más pequeña y anémica de mi misma, la misma ropa, solo que tal vez de 8 años y tenía la cabeza rapada
—Ay...— suspiré mirando mi versión pequeña en el reflejo, hasta me copiaba los movimientos— que nos han hecho, mi querida Liz...
El sonido del altavoz me hizo saltar llevándome la mano al pecho por el susto
<<En 1786, Nicolas Dalayrac, escribió una ópera llamada Nina>>
—Papá...
<<Cuenta la historia de una joven, cuyo amante murió en un duelo. Nina quedó tan traumada que bloqueo el recuerdo, como si nada hubiera pasado, cada día volvía a la estación de trenes a esperar la llegada de su amado, pero él nunca regresó... si tan solo Nina supiera la verdad>>
—Esto no es real— murmure mientras observaba todo a mi alrededor, como si fueran ajenos a mí— pero lo fue, porque esos niños son mis hermanos de pequeños— jugué con mis dedos— estoy en el pasado... ¿Cómo?
<<Deja tu estación de trenes, Twelve, deja de esperar, déjate llevar>>
Solté un suspiro cerrando los ojos y dejando salir más lentamente mis respiraciones, las luces volvieron a fallar y cuando abrí los ojos, el rubio seguía diciendo lo mismo
— Vaya, vaya, alguien al fin decidió acompañarnos— intercambiamos miradas de arriba a abajo— te quedaste dormida esta mañana
—Lo siento— murmure, pero mi voz salió más aguda que la mía— ¿estoy en problemas?
—¿En problemas? — Hablo más lento el rubio— no, solo te retrasas, el entrenamiento ya va a iniciar— trague en seco— no tienes por qué estar nerviosa, te ira muy bien hoy, eres la mejor... y la más bonita...
Iba a seguir preguntando, pero la puerta se abrió, papá entró por ella e inmediatamente todos formamos dos hileras en cada lado de la puerta
—Buenos días, niños— saludo el mayor
—Buenos días, papá — respondimos al unísono
—¿Cómo se sienten hoy?
—Bien, papá...
—Muy bien...— nos miró a los niños en las hileras, ¿Por qué hay más de doce niños?— Twelve, ¿podrías abrir la puerta?
—Sí, papá— obedecí dirigiéndome a la puerta y abriendo de esta
—Síganme
(...)
Un chico pelirrojo estaba con varios cables en la cabeza frente a un circuito cerrado de focos, él encendía los focos, hasta que después de unos segundos paro por la sangre de su nariz
<<Charlie pequeño>>
—Muy bien, Two— aduló papá mientras que Two se levantaba de ese lugar frente a los focos— ¿ahora, quien quiere intentarlo? — papá levantó un caramelo
—Yo... yo... yo...— todos comenzamos a alzar la mano, queríamos impresionar a papá. Sin embargo él se concentró en la última de la fila que tenía la mirada al suelo
—Eleven— todos miramos a esa niña callada
Mi hermanita se veía asustada...
Eleven paso al frente con pena, el enfermero le dijo algo mientras le colocaba los cables en la cabeza a El y le daba una ligera sonrisa
—No entiendo como pierde el tiempo con ella— murmuró Two, gire el cuello viéndolo molesta
<<Ya no te quiero, Charlie pequeño>>
El no podía hacer con los focos lo mismo que Two, ya que se cansó rápidamente y la sangre le empezó a brotar por la nariz
—Twelve— alce la vista cuando papá me hablo— tu turno
Me acerque a la silla mientras que el enfermero me ponía los cables en la cabeza, me sonrió antes de decir: —Vamos, demuestra que eres la mejor
No le respondí, solo me terminó de colocar los cables y se fue mientras que yo me concentraba en los focos frente a mí, me concentraba lo más que podía, pero no se encendían
—Otra que es débil...— oí murmurar a Two, me gire lentamente a verlo con la mirada seria
—Shhhh...— puse mi dedo sobre mis labios
Los focos se prendieron uno por uno intercalando entre cada uno, al final apague todos al mismo tiempo, sin embargo me sentí un poco mareada, pase mi dedo por mi nariz para limpiar la sangre
Mire mis dedos, tenían la sangre de mi nariz y estaban negros de nuevo, mire mi bata dándome cuenta que tenía manchas de sangre. Las luces parpadearon por segundos hasta que me encontré de nuevo en el pasillo
Había sangre y personas muertas...
Me lleve la mano a la boca completamente asustada, con cada paso que daba veía más cadáveres, enfermeras, guardias...
Y niños...
¿Mis hermanos...?
Comencé a hiperventilar mientras tomaba mi pecho, el aire me estaba faltando hasta que de nuevo vi todo negro...
Una corriente eléctrica me recorrió todo el cuerpo y solté una bocanada de aire, estaba sobre una camilla y tenía a no sé cuántos doctores literalmente encima de mi
—Twelve...— alguien me tocó la cara parpadee varias veces sintiendo la mascarilla de oxígeno en mi cara— tranquila, te tomará tiempo acostumbrarte
—Había mucha sangre...— murmuré entrecortadamente— yo... no debería estar ahí, yo escapé... yo escape...
—Tranquilízate— reconocí la voz de Amelia al otro lado de la camilla— estás recordando, es normal, tu mente tiene lagunas
—Quiero verlos— pedí respirando pesadamente— por favor, déjenme verlos, quiero saber si están bien
—Primero tenemos que estabilizarte...
—¡Dije que quiero verlos! — grite alterada
—Tranquila, te vamos a llevar con ellos— papá se acercó tomándome del brazo— pero primero necesitamos controlar la taquicardia, ¿no quieres que ellos te vean mal y se preocupen, o si?
—No...— empecé a respirar con normalidad mirando al techo
Al menos cumplieron su promesa, cuando logré respirar con normalidad me llevaron a una sala donde habían cuatro camillas más, al primero que reconocí fue a Chandler y el resto al parecer estaban dormidos respirando con normalidad
—Hola, rarito— lo salude con una ligera sonrisa, cuando me vio ladeo su cabeza hacia mi dirección
—Loquita— me sonrió— ¿estás bien?
—Si— respondí— ¿Cómo están ustedes?
—Bien
—Liz— Joy alzó la cabeza, cuando me vio sonrió— te extrañe mucho, papá no nos decía cómo estabas
—Estoy bien
A los segundos, Joseph y Jane también despertaron, después de saludarnos y jurarnos y perjurarnos que estábamos bien, nos quedamos en silencio, creo que nadie tenía la fuerza para levantarse de las camillas, de mi parte estaba cansada, y con el hecho de estar en la misma habitación que ellos y saber que estaban bien, era suficiente para mí.
—Ustedes...— empecé— ¿recuerdan a ese enfermero? El rubio de cabello bonito
—Si...
—Es lindo— murmuró Joy, todos la miramos raro— pero es un desgraciado, además seguro está muerto
—Se llamaba Peter Ballard— murmuró Joseph— literalmente tiene todos los síntomas de un sociópata
—Seguramente está bien muerto— murmure mientras que descansaba mi cabeza a un lado— ¿Vieron cómo era Charlie?— cambie el tema causándoles risa
—Maldito, se creía el mejor— murmuró Joy riendo
—Como lo extraño— murmuró Jane— pero al Charlie que nosotros conocimos, ese otro Charlie me odiaba
—Quiero decirles algo— murmuró Joy con la voz entrecortada— si en algún momento en nuestros recuerdos me porte mal con ustedes, lo siento
—No hay problema, Joy— hablo Chandler— eso que estamos viendo es el pasado, lo que éramos antes, no nos define., porque éramos números, unos que luchaban por sobrevivir en ese laboratorio. Los verdaderos nosotros nos conocimos cuando Francine y el resto nos secuestraron en esa base secreta rusa
—Y hasta a ellas las amo— Joy sonrió ligeramente— seguramente también serán unas malditas en esos recuerdos
—De todos modos las golpeare cuando nos volvamos a ver— murmuró Chandler causándonos risitas— por favor, necesito oírlos decir que vamos a salir de aquí bien
—Vamos a salir de aquí
—Tenemos que hacerlo— dijo Jane— tenemos que estar juntos, éramos doce, ahora somos ocho, y en este momento solo cinco, y no podemos ser menos— empezó a llorar— por favor, no quiero perderlos, no quiero estar sola
—No nos perderás— le di una ligera sonrisa desde la camilla— así que al que se atreva a morirse, le juro que voy por él al infierno— empezamos a reír
De verdad esperaba que todo se cumpliera, porque quiero salir de aquí, quiero patearle el trasero a cualquier maldita cosa que esté en el Otro lado, quiero irme a mi casa y por fin poder estar en paz con mi familia...
--------------------------
—Ellis
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top