Capítulo XIV: Don't hurt me... please (*)
Tipo de narrador: Tercera persona
Los láseres de las armas de esos soldados les apuntaban a Joy, Jane, Joseph y Chandler, ninguno se movía y más se quedaron asombrados cuando la misteriosa vecina de los Mortenson se acercó al lado del doctor Owens
—Ustedes prefieren, por la buena o por la mala— sentenció la mujer de cabello negro
Sus palabras dejaron consternados a los 4 chicos o al menos hasta que misteriosamente los láseres dejaron de apuntarlos y en su lugar apuntaron a Amelia Hansson y a Sam Owens
—¡¿Oigan, oigan, qué carajos hacen?! — preguntó consternada la mujer
Los guardias no obedecían ordenes, simplemente los ojos los tenían en blanco, en este momento obedecían ordenes de Liz Mortenson quien solo le basto mover la mano y concentrarse un poco para manipularlos y lograr que ahora los soldados la obedecieran
—Bájame— le dijo a Chandler con los dientes apretados mientras que el de rizos la veía asombrado
Obedeció bajando a la rubia la cual tenía las manos juntas como si tuviera una esfera entre ellas y la nariz le sangraba, era la primera vez que le sangraba en días
—¿Dónde lo quieres, Amelia? — preguntó la niña mirando fijamente a la mujer que hace un par de horas la había drogado. Los láseres de los soldados dejaron de apuntar al doctor Owens y sólo se enfocaron en Amelia dándole a entender a la mayor que esto era personal— ¿la boca o los ojos?
La rubia apenas y se podía mantener en pie, la droga que le dio Amelia aún estaba en su sistema y la tenía muy débil, sentía el corazón acelerado y que no podía tomar aire ya que se estaba ahogando con sus propias respiraciones, pero aun así se las arreglaba para tener manipulados a todos los soldados
—¿Crees que ganaste, mocosa? — La mujer sacó de su cinturón un pequeño walkie talkie murmurando algo en este y a los segundos, de la casa de los Mortenson salieron más soldados que sostenían a varias personas
—No— murmuró Jane al ver como esos soldados arrastraban a Mike y a Jessie
Sin embargo Liz se paralizó cuando vio a otro par de soldados apuntándoles y arrastrando a Will y su hermano Aarón
—No...
A la rubia le entró una furia inconmensurable cuando vio cómo uno de los soldados le apuntaba en la cabeza a su hermano que lloraba desconsolado
—¡Aléjense de ellos!— la rubia alzó las manos e inmediatamente los soldados que sostenían a Mike, Will, Aarón y Jessie volaron por los aires
La rubia se acercó corriendo hacia los cuatro, ni siquiera sabía cómo había tomado fuerzas en las piernas para no desmayarse, aun sentía como si el corazón se le quisiera salir del pecho ya que le estaba latiendo muy rápido y aún sentía que se ahogaba porque le faltaba el aire
—¿Están bien? — pregunto agitadamente, se acercó a Will tomándolo de las mejillas mientras lo veía de arriba abajo para confirmar que estaba bien
—Estamos bien— le respondió el castaño preocupado, ella estaba hiperventilando debido a que no podía tomar aire y aún tenía taquicardia
Se trató de acercar a su hermano, estaba en el pasto y lloraba desconsoladamente, era la primera vez que le apuntaban en la cabeza y eso era un trauma para cualquier niño de ocho años, sin embargo no le temía en este momento a esos soldados, sino a la chica que por mucho tiempo para él fue su superhéroe, ahora le asustaba
El niño empezó a retroceder aun sin levantarse del pasto cuando Liz trató de acercarse a él.
—¡Aarón, soy yo! — le dijo la rubia a su hermanito que no dejaba de retroceder en el suelo
—¡No, no me toques! — Le gritó mientras soltaba manotazos al aire para que no lo tocara— ¡no eres mamá! ¡Vete!
Liz se trató de acercar a su hermano mientras que este solo le gritaba que se alejara y no dejaba de retroceder en el suelo, gritos que a ella le fueron endureciendo hasta que soltó un grito debido a la momentánea rabia
—¡Cállate!
Aarón dejó de sollozar, sin embargo sus ojos verdes idénticos a los de su hermana se llenaron de lágrimas, lágrimas que hicieron sentir mal a la rubia. Trató de extender su mano hacia su hermano, sin embargo él estaba tan alterado y con la respiración entrecortada que no tomó su mano y solo la veía con miedo
—No me hagas daño... — pidió el pequeño entre lágrimas— no me lastimes... Por favor
—Yo jamás te haría daño...— la rubia negó más para sí misma, mientras que una gruesa lágrima rodaba por su mejilla— nunca.... yo no le haría daño a nadie... — siguió moviendo la cabeza sin dejar de mirar al pequeño— no soy un monstruo, no soy...
El niño miró a su lado donde varios de los soldados que se retorcían de dolor, de nuevo apareció la mirada de miedo ya que la causante era la chica que tenía enfrente y que según él, no se detendría para lastimar a quien se le pusiera enfrente, incluido él
Aarón nunca le tuvo miedo a su hermana, pero últimamente la sentía tan extraña, y su manera de lidiar con eso, era tratándola mal y contestándole, además de que le tenía un ligero rencor desde que nacieron los mellizos, y como aun no se podía desquitar con ellos, lo hacía con su hermana mayor
—Para... Por favor— murmuró el pequeño rubio soltando pequeños sollozos, su cara estaba roja debido a las lágrimas y el miedo que le tenía en este momento a su hermana mayor
La rubia miró sus manos que últimamente siempre parecían estar manchadas de un extraño color negro, solo que ahora de verdad parecía darse cuenta de que literalmente tenía las manos manchadas
<<Ya llegaste demasiado lejos, Elideth>>
Liz retrocedió mientras tomaba su pecho y las lágrimas inundaban sus ojos, Aarón se levantó del suelo y corrió al lado de Will poniéndose detrás de él, Will lo tomó del hombro tratando de reconfortar a su cuñado
Los guardias aún bajó el control mental de la niña seguían apuntando a Amelia, así que nadie se movía, y en cambio veían atentos los movimientos de Liz
Se había sentado en el suelo llorando lentamente, ya no podía más, le había dado ese golpe de realidad de todo lo malo que había hecho
Will se despegó lentamente de Aarón aunque este le tomó el brazo para que no lo dejara solo, al final el niño se movió al lado de Jessie, mientras que Byers se acercó al sitio donde estaba su novia la cual no dejaba de llorar con la cara apuntando al suelo
Todos lo veían como si se estuviera acercando a alguna bomba, mientras que Will solo se arrodilló al lado de Liz tomándola de la mejilla para despegar su vista del suelo. Verde con verde se encontraron de nuevo y a pesar de lo apagada que estaba la mirada de Liz, Will limpio su lágrima mientras la miraba con una sonrisa boba como siempre lo hacía.
Tal vez para todos les daría miedo, pero él nunca podría dejar de estar embrujado por esos ojos verdes que podrían verse apagados o corrompidos, porque a él lo hacían sentir mejor en todos los sentidos con su sola existencia
No hicieron falta palabras, la rubia simplemente se lanzó a los brazos del castaño completamente desconsolada, Will le rodeo la espalda tratando de calmarla mientras que ella le pasó los brazos por los hombros aferrándose a él
—Lo siento mucho... — sollozo Liz sin dejar de rodear a Will— lo siento... yo no soy así
—No, no lo eres— le dijo Will sin dejar de sobarle la espalda, le dejo un beso en un lado de la cabeza— tranquila, todo está bien
Sin embargo el agarre de la rubia perdió fuerza hasta que Will se dio cuenta que se había vuelto a desmayar y apenas se las ingenió para sostenerla y que no tocara el suelo por completo
—Liz, Liz— la empezó a mover sin embargo no reaccionaba, el doctor Owens y el resto de los números se acercaron preocupados— por favor, quédate conmigo
(...)
Liz sostenía con una mano la mascarilla de oxígeno mientras que con la otra tenía el brazo extendido por donde le pasaban el suero para que se recuperará, el doctor Owens le estaba tomando la presión y tratando de estabilizar. La droga que le habían dado para dormirla le había provocado casi un paro cardíaco debido a que estaba muy por debajo de su peso
—70 pulsaciones por minuto— habló el doctor quitándole el estetoscopio del pecho— estás estable
—Lo siento, querida, pero no sabía que estabas muy por debajo de peso— hablo Amelia en un tono burlón, Liz se levantó furiosa y con ganas de estrangular a la mujer que la había puesto en ese estado, pero Chandler y Joey la sostuvieron por los hombros para que no se le fuera encima
<<Perra>>
—¿Amelia, por qué no mejor te vas y nos vemos luego? — le dijo el doctor Owens a la mencionada
Definitivamente tener a Amelia ahí no era buena alternativa si quería convencer a esos niños de lo que les había venido a hablar.
Hansson terminó por rodar los ojos mientras que un par de soldados la escoltaban hacia una de las camionetas blindadas y el resto de los hombres con armas se subían al resto y sólo dejaron una que se quedaría con Owens
Sin embargo, antes de abordar su lugar en la camioneta, Amelia Hansson se giró hacia el grupo de niños que rodeaban a la rubia a medio morir, y más en específico a la mayor de todos ellos
—Has crecido, mucho, Jessica— le dijo a la mayor que solo la miro confundida
La de ojos azules levantó la mirada hacia la mujer de cabello negro que la miraba de arriba a abajo con un toque de melancolía. Jessie estaba a punto de preguntar a qué se refería, y como es que sabía su nombre, porque en su vida había cruzado palabras con esa mujer, pero Amelia ya había abordado la camioneta y se fue junto con ese ejército, por lo que Jessie se resignó y apartó la vista
—Muy bien, creo que este fue un día muy tenso para todos— murmuró Owens. A Liz le molesto su intento de broma y se quitó la mascarilla de la cara para empezar a gritar
—¡¿A usted le parece?! — La rubia lo miró furiosa— ¡su maldita droga casi me mata!
—Me disculpo por eso, niña— Liz rodó los ojos y se cruzó de brazos— miren, tal vez ni fue la manera correcta de hacer las cosas
—¿Habla de traer al ejército de los Estados Unidos para que nos apunten en la cabeza? — Le habló Joseph molesto— no, creo que no resultó
—Quisiera que habláramos— propuso el mayor ante las malas miradas que le estaban dando los hermanos
Todos entraron a casa de los Mortenson. Will, Aarón y Mike se quedaron en el sofá mientras que Owens empezó a hablar con los números que no le quitaban la mala mirada de encima
—Lamento el show que tuvimos que hacer, una disculpa, la doctora Hansson es algo extravagante
—¿Esa mujer es doctora?
—Una de las mejores científicas y doctoras en genética médica de esta década— respondió Owens dejando asombrados a los hermanos
—¿Por qué está aquí? — pregunto Joseph— esa mujer esta con usted, ¿para qué quiere a Liz, o a todos?
—Anoche vi algo, algo que he estado pensando durante mucho tiempo. — el mayor hizo una pausa— Hawkins está en peligro.
Los cinco chicos sentados en la mesa intercambiaron una mirada preocupada, era algo que ya sabían, pero que se los dijera ese doctor les alarmaba más
—Ustedes han combatido este mal en el pasado y ganaron, esto es como un virus, que cada vez que vuelve, vuelve más fuerte, más inteligente y letal. — Eleven trago en seco— Una guerra está por comenzar
—¿Y eso a nosotros que? — pregunto Jessie con una pizca de sarcasmo
—Ha habido buenas personas, amigos valientes que les ayudaron a pelear en el pasado, pero ellos solos no pueden no sin ustedes, y sé que no es justo pedírselos a ustedes, pero no estaría aquí si no supiera que es la única manera y que ustedes son los únicos con la capacidad de darle un golpe tan fuerte a esta cosa que no se vuelva a levantar
Los hermanos compartieron una mirada preocupada, pero mientras que Eleven buscaba la mirada de Twelve, ella solo mantenía la vista en la mesa con los puños apretados
—Ellas si— Chandler señalo a Eleven y Twelve, la última tenía la mirada pegada en la mesa desde que se sentaron y no la había despegado de ahí— pero nosotros somos débiles, se supone que puedo manipular el clima, pero apenas y logro nublar el día, — señalo a su hermano— Joe a veces tiene adivinación, pero nadamas— señalo a la chica morena de la mesa— y Joy manipula el metal, pero apenas y mueve un par de tornillos. Si hay alguien quien puede acabar con esas cosas, son Jane y Liz
—¿Y qué tal que les dijera que hay una manera que ustedes podrían tener las mismas capacidades que ellas o hasta llevarlos a niveles más altos? — Hablo Owens captando la atención de todo el circulo— Temí que llegara este momento así que me he preparado, desarrolle una manera de restaurar sus habilidades, es un programa que tiene el potencial de hacerlos muchos más fuertes que antes. —Joseph, Chandler y Joy de repente estaban escuchando muy bien las palabras de Owens— Pero hay otros que no creen en ustedes, que creen que ustedes son el virus, yo pienso que ustedes son la cura, por eso, si vamos a hacer esto, les pediré que vengan conmigo, pero deben saber que existe la posibilidad de que el programa falle y si eso pasa, nunca volverán a ver a sus amigos y familia
—¿Nuestros amigos está en riesgo? — pregunto Joy preocupada
—Temo que en este momento están en el ojo del huracán— de repente todos se acordaron de Francine, quien sabían que era la que en estos momentos estaba peor— ellos no son los únicos en peligro, también la vida como la conocemos. Por eso estoy aquí, porque creo que ustedes son la única esperanza
—Yo creo que soy la destrucción... — hablo Liz por primera vez desde que se sentó— cometí muchos errores, quiero dejar la magia por la paz, pero creo que yo no soy la solución, más bien soy el problema
—No te conozco tan bien, niña— Owens se dirigió directamente hacia la rubia que aun tenia los ojos irritados y las ojeras prominentes— pero apuesto el destino del universo, a que eres de la buenas. Pero sé que personas como yo te han dicho que hacer la primera parte de tu vida— el mayor de nuevo miro a los niños sentados en la mesa— si ustedes quieren mi iré, pero si no, pueden venir conmigo y averiguarlo
—¿Está loco? — Jessica lo miró sin poder creerlo— ¿En serio planea encerrarnos con nuestra voluntad? ¿Pará qué? ¿Salvar el mundo? ¿Qué ha hecho el mundo por mí?
—Qué se joda el mundo, Jessie— le dijo Chandler— estamos hablando de nuestra familia y amigos
—No lo aceptó — la de ojos azules se cruzó de brazos— aún tengo daños psicológicos de todo lo que pase cuando era niña y no me voy a volver a encerrar
—Estas en todo tu derecho— le dijo el doctor Owens— esto no es algo que se les va a obligar, si ustedes no aceptan, los dejaremos en paz, pero si aceptan, hay una camioneta afuera esperándonos
—Mi respuesta final es: No— sentenció Jessie mientras que se alejaba cruzada de brazos
Los minutos permanecieron en silencio ya que Chandler, Joseph, Joy, Jane y Liz si estaban pensando en la oferta de Owens, si estaban considerando en irse para lograr esa evolución que tal vez necesiten para acabar con todo de una vez y para siempre
—Tengo una petición— Joy fue la primera en romper el silencio— quiero conservar el cabello. La decoloración me costó muy cara para que me lo rapen
—Yo también— secundó Chandler— llevó tres años sin cortarlo y así quiero seguir
—Les prometo que nadie les va a cortar el cabello— les dijo el doctor— entonces, ¿tenemos un trato?
Los cinco hermanos que aún estaban en la mesa compartieron una mirada cómplice antes de girarse hacia Owens
—Si— respondieron al unísono
—Les daré cinco minutos y nos vemos afuera— Owens les dio una última mirada mientras se dirigía a la puerta
Cuando el doctor se fue, inmediatamente fue Jessie la que se les fue encima a los 5 sin poder creer lo que habían aceptado
—¿Es en serio? — La pelinegra los miro asombrada— ¿Van a irse con los que acaban de intentar matarnos?
—Estamos en peligro— hablo Jane mirando a Jessie— tal vez lo que necesitamos es eso, él dijo que seríamos más fuertes
—¿Así que van a irse? Esto es igual al laboratorio, sólo los van a usar como máquinas
—Bueno, Jessie, tú nos secuestraste en el 85' y aun así te queremos y vivimos contigo— Joseph miró a Jessie con una mueca de inocencia, Chandler y Joy la miraron con la misma expresión dándole a entender que estaban de acuerdo
—Nunca creí que me iban a recriminar eso en un momento como éste— les dijo la pelinegra con la boca abierta ofendida— lo hubieran hecho en año nuevo
—Jessie, no se trata del pasado— le dijo Jane— es lo que podemos hacer, tenemos que ayudar
—Por favor, dile a los demás— le dijo Joy— estaremos bien. Y dile a Dustin que no puedo ayudar con sus análisis electrónicos, pero si en esto
—Vamos de nuevo a convertirnos en superhéroes, ¿no?— Jane trato de sacarle una sonrisa a sus hermanos. Ellos rieron un poco tratando de aligerar el ambiente
Jessie abrió los brazos dejando que los cinco vinieran a ella en un abrazo de hermanos que obvio les faltaba integrantes, se separaron a los segundos
Jane se fue hacia Mike mientras que Liz camino hacia Will que sólo había oído la conversación en silencio, estaba preocupado ya que podría ser una decisión apresurada, pero aun así apoyaría a Liz en lo que sea
Se quedaron viendo unos momentos sin decir nada hasta que ella rompió el silencio
—Tengo que hacer esto
—Lo sé— Will le dio una sonrisa tranquilizadora
Will abrió ligeramente los brazos y Liz le rodeo la cintura con los brazos, él le dejo un beso en un lado de la cabeza y para su sorpresa, cuando se separaron del abrazo y Liz le pasó la mano por la nuca atrayendo sus labios a los suyos por un par de segundos
—Te prometo que no será el último beso— le dijo cuándo se separaron juntando sus frentes
—No importa lo que pase, siempre te amaré— Will la tomo de las mejillas limpiándole un par de lagrimas del rostro sin despegar sus frentes
Mike abrazaba a El, sin embargo el pelinegro trago en seco cuando notó la mirada esmeralda de Liz sobre él, a diferencia de Will, a él lo veía con una ceja alzada y los labios curvados en una sonrisa irónica, iba a decir algo pero termino abriendo la loca y volviéndola a cerrar. Mike sin embargo solo la veía con una ligera mueca mientras Eleven se separaba de él
—No hagas nada estúpido hasta que vuelva— le dijo la rubia con una ceja alzada
—¿Cómo podría? La única estúpida aquí eres tú— le respondió Mike
No era un secreto que ellos nunca se han llevado bien
—Patán
—Arpía
Todos descolgaron las mandíbulas cuando Liz y Mike se dieron un abrazo, uno que nadie les obligo y que por supuesto no se esperaban, pero no duro más de 5 segundos cuando se separaron asqueados
—Cuídala— le dijo el pelinegro señalando a Eleven
—Cuídalo— le advirtió señalándolo con su índice y dándole una mirada fugaz a Will
Liz estaba a punto de irse hacia la puerta, hasta que se dirigió hacia su hermano que aún estaba en el sillón abrazando ese viejo oso de peluche llamado babas, Aarón que no la veía a los ojos, aún tenía miedo de verla, pero aun así ella tomó su rostro acariciando su mejilla, él sin embargo levanto su vista para ver a su hermana a pesar que sabía que muy probablemente no la vería en mucho tiempo. Liz levanto la frente de Aarón y dejo un beso en esta sin soltar su mejilla
—Te amo tres millones— le dijo mientras que le soltaba la cara y se iba a la puerta donde sus cuatro hermanos ya estaban esperándola
Jessie, Will y Mike veían como ellos se subían a esa camioneta blindada y como esta desaparecía al final de la calle casi al mismo momento en que la noche caía
(...)
Un bache en los suelos los hizo despertarse ya que este hizo saltar la camioneta donde venían los cinco números
—Lamento el camino de terracería— les dijo Owens desde el frente de la camioneta al ver como los números se despertaron abruptamente, a excepción de Joy que seguía roncando encima del hombro de Liz— lo habría pavimentado, pero no sería una ubicación ultra secreta — eso hizo que Eleven riera ligeramente— ¿pudieron dormir?
—Si alguien no hubiera estado encima de mí todo el camino— Liz señalo a la morena que seguía dormida encima de su hombro
—Van a necesitarlo— les dijo el doctor
Iban por un camino de terracería que estaba en medio de la nada, había desierto, uno que otro cactus y nada de civilización en varios kilómetros a la redonda
—¿Dónde estamos?— pregunto Chandler
—Nevada— respondió Joseph, se giró hacia el doctor— ¿no es así?
—Así es— confirmo el mayor una vez la camioneta se detuvo
Los hermanos bajaron una vez que lograron despertar a Joy, el doctor los siguió hacia una puerta de metal que tenía código numérico, después de poner la clave de este, los cinco entraron, enfrente de ellos había una reja de metal que tardaron segundos en identificar como un elevador
—Por aquí— Owens señalo dentro del elevador— ¿no creerán que trabajamos en un cobertizo?— intento bromear
Una vez llegaron que se podría considerar el centro de trabajo, los recibió de nuevo una puerta de metal y de inmediato vieron a un guardia parado en esta
—¿Usted construyo esto?— pregunto Joy mirando a su alrededor mientras seguían el camino, esto le recordaba esa base secreta rusa en el centro comercial
—Más bien lo remodele— respondió el doctor— ¿saben lo que es una MBI? Son las siglas de misil balístico intercontinental, una bomba elaborada, solíamos usarlas en lugares subterráneos, este en particular llevaba años vacío, pero aquí no hay bombas, solo se remodelo para que pueda contener algo más potente que un misil. Ustedes— Joy, Chandler y Joseph sonrieron con suficiencia ante las palabras de Owens
El doctor saludo a un par de doctores en la entrada que veían asombrados a los cinco niños, miradas que los cohibieron
—Disculpen las miradas, son como una celebridad
—¿En serio?
—Sí, son más grandes que The Beatles
—No ofenda a The Beatles— hablo Liz apuntando con su índice al doctor el cual alzo las manos con inocencia
—Ellos han sacrificado su vida, su trabajo, su familia para trabajar en el programa— siguió explicando el mayor— creen en la causa, creen en ustedes— Owens los guio al centro de todo, lo que parecía un gran tanque conectado a varios tableros en donde más doctores trabajaban— la llamamos Nina
—¿Y qué es?
—Si les dijéramos arruinaríamos la sorpresa...
Joseph, Chandler, Joy, Jane y Liz desearon no reconocer esa voz, sin embargo cuando giraron donde venía, se quedaron estáticos viendo a un hombre de traje platinado con el cabello gris y que caminaba al principio de esas escaleras de metal, el primer hombre al que llamaron papá
—Hola, niños— el doctor Brenner empezó a bajar las escaleras hacia los cinco niños que lo veían estáticos— lo sé, me tienen miedo, tal vez en este tiempo han llegado a odiarme, pero lo único que quería hacer es ayudarlos, y ahora creo que de verdad ustedes necesitan mi ayuda. Sus dones, necesitan más, y creo que sé que podemos hacer con ustedes para hacerlo. Volvamos a trabajar juntos, hijos y papá...
Brenner se acercó hacia los chicos por completo, sin embargo aún nadie se movía. Joseph veía todo con la boca abierta, Liz y Jane respiraban pesadamente ante la presencia del doctor Brenner, hasta que el silencio se rompió cuando Joy y Chandler soltaron un estruendoso grito agudo que hizo saltar a más de uno en esa sala. El de risos y la morena salieron corriendo por detrás de ese tanque haciendo que varias guardias los trataran de rodear, una vil pelea de gatos en una veterinaria.
Esa distracción fue aprovechada por Jane y Liz que ambas corrieron a la salida, sin embargo la última aún seguía algo débil por lo cual no podía correr muy rápido, a pesar de todo faltaban solo un par de metros para la salida, sin embargo varios guardias se pusieron en la entrada impidiéndoles la salida
—¿Por qué no vuelven?— les dijo el guardia a las hermanas— sean buenas con el doctor
Liz alzo las manos tirando a ese par de guardias, sin embargo un par más aparecieron a sus espaldas inmovilizándolas a ambas mientras que ellas soltaban patadas al aire
—Mientras más se muevan, más les dolerá— Amelia volvió a aparecer con un par de jeringas en una tipo pistolas que las hizo patalear mas
La pelinegra le enterró en la yugular una dosis de esa droga a cada una que de inmediato las debilito
—Eres una hija de perra, Amelia— le dijo Liz mientras trataba de no desvanecerse, aunque era imposible con esa cosa en su sistema
—Déjenlas— Brenner se acercó de nuevo, se las arregló para sostener a ambas niñas que estaban a punto de perder la conciencia— Lo lamento, niñas, no quería empezar así, pero estarán bien, están a salvo en casa...
—Está no es mi casa— murmuro la rubia antes de que la droga entrara por completo en sus sistema y la dejara inconsciente
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se viene Liz en mood mas emo que antes jeje //risa malvada
—Ellis
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