Capítulo XII: You didn't see that coming? (*)
Tipo de narrador: Tercera persona
Joseph sentía los nudillos amoratados mientras corría con Aarón en brazos por los pasillos de ese búnker esperando poder salir lo más pronto posible antes de que encontraran al oficial que había golpeado para poder quitarle al niño de siete años que sollozaba en sus brazos
Sin embargo, cuando terminó de salir de ese sitio, se alarmó cuando vio como un soldado salía casi detrás de él con su arma en la mano, y por su cara, era obvio que era contra él cuando vio cómo sacaba su arma
A Joseph no le importaba tanto él, le importaba el pequeño en sus brazos
Se dio la vuelta dándole la espalda a ese tipo armado esperando proteger al niño del impacto de las balas, sin embargo este impacto nunca llegó, y cuando se giró, se dio cuenta que Charlie estaba a unos metros antes que él con una herida en el abdomen y su camiseta a la vez con una mancha de sangre que se hacía más grande con los segundos
—¿Acaso no los viste venir?— susurro el pelirrojo antes de caer al suelo
—¡Charlie! — Rachel y Joy se acercaron corriendo hacia el pelirrojo que estaba en el suelo, mientras que Joseph le entregaba a Aarón a su mamá, que siguió llorando por el susto de las balas
Rachel sacó un arma de su cadera disparándole al oficial que había intentado matarlos, mientras que volvía su vista a la herida del pelirrojo el cual respiraba pesadamente en el suelo
—¡Óyeme, idiota!— Rachel tomó a Charlie de los hombros recostándolo en sus rodillas mientras se encargaba de examinar su herida y haciendo presión con ambas manos que se mancharon de sangre inmediatamente, a la vez que soltó un pequeño aullido de dolor cuando apretó su agarre— impacto en la costilla flotante, entró y salió, vas a estar bien
—Grande, doctora— murmuró Charlie con debilidad— serena bajo presión...— le tomó las manos a Rachel que estaba sobre la herida de su abdomen— vas a ser una magnífica cirujana, Raichil...
—Deja de despedirte— le dijo Joy que miraba al mayor con los ojos lagrimeados
—Te quiero mucho, Joy-Joy— el pelirrojo le tomo la mejilla levemente a la morena causando que más lágrimas bajaran por sus ojos— y a ti... te amo, Raichil
—Cállate, estúpido— Rachel ignoro la pequeña confesión de amor que le estaba dando Charlie
Rachel claro que sabía de los sentimientos del pelirrojo, lo sabía desde hace tiempo, él estuvo a su lado desde que eran unos mocosos de doce años cuando los sacaron como basura del departamento de energía de Hawkins, cuando terminaron en Rusia sirviéndole a Francine, y cuando se fueron juntos a estudiar medicina a Arizona. Solo que mientras que el pelirrojo admiraba y tenía sentimientos románticos por Rachel, la rubia solo podía ver a Charlie como el pepe grillo de su pinocho
—Te amo, Rachel— repitió el pelirrojo, mientras que la rubia se quedó callada, nunca había sido así de directo con sus sentimientos— siempre estuve enamorado de ti... y siempre estaré enamorado de ti...
—Entonces tienes que seguir respirando, estúpido— le reclamo Rachel, Charlie rio ya que el mecanismo de defensa de Rachel siempre fue insultar— no te puedes rendir tan fácil, ¿Quién ira conmigo al Grace de Seattle a la residencia en cirugía? Solo tú, cerillito
—Te juro que si te mueres, no te vuelvo a hablar nunca— le advirtió Joy, Charlie rió levemente, sin embargo se alarmaron cuando notaron cómo empezó a escupir sangre por la boca, la rubia la ayudó a girarse para quitarse la sangre de la boca
(...)
Mientras esto pasaba, dentro de ese bunker, los gritos de Elideth Mortenson retumbaban con fuerza, llevaba más minutos de los que podían contar en esa cámara de calor, y aún no había señal de que todo estuviera funcionando, y eso solo asustaba a los chicos que querían a la rubia amarrada a esa silla
Sin embargo, de un momento a otro, los gritos pararon, y en su lugar se escucharon sollozos entrecortados que empezaron lentamente pero se fueron incrementando a los segundos. Eleven y Will se asomaron por la ventana de la puerta, Liz seguía amarrada a esa silla, sin embargo su cabeza estaba gacha mientras que no dejaba de sollozar entrecortadamente
—No es mi culpa...— sacó la voz más triste que alguna vez le habían oído a la rubia— les juro que no es mi culpa— el resto de los chicos se acercaron a esa puerta, tenían la pequeña duda si ya todo había sido suficiente y al fin el desuellamentes había soltado a Liz— yo soy buena, nunca le haría daño a nadie...
—Lizzie...
—Él me hizo hacerlo...— la rubia levantó la vista mirando a los chicos por la venta— es él, no soy yo, se los juro...
—Lo sabemos, sabemos que él te obliga— Jane pegó la palma de su mano en el cristal— te vamos a ayudar, Liz, te prometemos que te vamos a liberar
—Ayúdenme, por favor— pidió aún entre sollozos, todos a excepción de Jessie estaban casi seguros que ya era momento de sacarla de ese hombro, mientras que la pelinegra solo se quedó en su sitio aun sin confiar— él me dice que ahora soy de él...
—Eso no es cierto, Lizzie, lo sabes— Will miró a la rubia al ver como lloraba
Estaban a punto de apagar esos hornos, sin embargo Jessie fue más rápida y jalo a Eleven y Will de la puerta antes de que esta se azotará ya que la rubia se había liberado de las cuerdas y en su lugar empezó a estrellar su rostro contra el cristal hasta que este se rompió, lo que le permitió sacar su mano para poder salir de esa cámara de calor
Los presentes en esa sala se quedaron asombrados al ver el estado de la rubia, las venas de su cara y sus brazos sobresalían en color negro, al igual que sus ojos, y una prominente herida en su frente le chorreaba sangre que se deslizaba por todo su rostro sacándoles un pequeño escalofrió a todos en esa sala
—Ya termine con ustedes— la rubia solo levanto la mano hasta sacar de esa habitación a todos
A excepción de Eleven
Que aprovechó que la rubia estaba de espaldas y tomó un trozo de madera que se había roto de la silla, y le pegó en la nuca a su hermana, de inmediato se arrepintió, ya que no quería lastimarla, cuando se giró a verla furiosa, solo apretó el agarre en esa madera
—Pelea como debe ser, hermana— Twelve alzó la mano quitándole el trozo de madera a Eleven, pero sin embargo junto sus manos en un ademán extraño apuntando a Eleven que empezó a soltar pequeños sollozos de dolor que duraron unos segundos, para luego soltarla
Eleven se juró no lastimar a su hermana, pero lo que tenía enfrente no era su hermana
Así que olvidándose de la promesa, alzó la mano apuntándole a la rubia frente a ella, los poderes de ambas eran casi iguales, por lo cual ambas soltaban pequeños quejidos de dolor por la cantidad de fuerza que estaban usando
Y aunque Eleven lo sabía... comprobó que en efecto Twelve le ganaba ya que la estaba dando tan buena pelea que incluso Twelve casi tenía a Eleven arrodillada ante ella, y aun no parecía tener rastro de estar cansada
—Nunca te venceré...— susurro Eleven
—Qué bueno que lo tengas muy presente— Twelve la miró con una sonrisa de superioridad
—No te lo decía a ti...— Eleven apretó su puño donde sostenía aquel trozo de madera con el que golpeó a la rubia para que la soltará
Eleven se reincorporo tomando una pequeña respiración, porque sabía que no la iba a dejar en paz, y así fue, ya que la rubia volvió a alzar la mano levantándola en el aire al mismo tiempo que le iba limitando la respiración ya que apretaba su puño
Eleven solo tenía un último A's bajo la manga, y era momento de usarlo
—Tres millones... Te dijo— susurro la castaña y sorprendentemente Liz se detuvo— te dijo, que te amaba por tres millones
La castaña cayó al suelo tallando su cuello, sin embargo notó como la rubia respiraba con pesar, y en sus ojos notó como había la había visto en el vacío, con ese debate entre ella y el desuellamentes, lo notaba en sus ojos, por lo que sabía que tal vez era la última oportunidad para poder liberar a su hermana de todo esto
—Te ama, aún te ama y te está esperando para que le cuentes un cuento— susurro la castaña tratando de contener las ganas de llorar
—No voy a morir siendo un monstruo— la voz de Liz era tal como Jane la recordaba y ahora de verdad le inspiraba que era verdad
Y lo que hizo más la sorprendió, se volvió a encerrar en ese horno y este se volvió a encender sacándole más gritos a la rubia dentro, sin embargo estos fueron más rápidos, y a los segundos el silencio absoluto
—Apágalo— Kali obedeció a Jessie apagando ese horno
Se acercaron con algo de cautela a ese horno que ahora estaba apagado, Liz estaba en uno de los rincones abrazando sus piernas y sollozando lentamente
Will fue el primero en acercarse, le tomó el mentón a la rubia y se alivió al notar el verde esmeralda en el iris de sus ojos, y ni siquiera espero medio segundo para saltar a sus brazos
Liz había vuelto
—Fue horrible...— sollozo la rubia aún rodeando a Will con los brazos— fue horrible...
—Tranquila, ya todo acabo— Jessie, Kali, Chandler y Jane se acercaron a su hermana que aun sollozaba lentamente
—Gracias por no abandonarme...— les dio la primera sonrisa en mucho tiempo a los chicos frente a ella
—¿Puedes caminar? — le preguntó Jessie a Liz que apenas y tenía fuerzas para poder ponerse de pie
—Eso creo— respondió con dudas
—Entonces vas a correr— le dijo Chandler casi arrastrando del brazo a Kali para correr a la salida
Sabía que tenía razón, una alarma algo extraña se empezó a escuchar, y esto era a causa de que Francine Romanova había hecho explotar aquella llave por segunda ocasión, y el portal ya se estaba cerrando
La rubia recién liberada sentía como si la adrenalina corriera por sus piernas, hace unos segundos apenas y podía mantenerse en pie, y ahora les llevaba la ventaja a los chicos a su lado ya que era quien más corría
Pero tuvo que parar cuando noto una figura masculina, era un oficial comunista
—Debiste morir— Anton apareció y le enterró una navaja en el estómago de Liz
—¡Liz!— Chandler apenas y alcanzó a tomar a su hermana
La rubia apenas y podía respirar debido a la herida en su abdomen que lleno de sangre cuando puso su mano sobre esta
—¡Maldito hijo de puta! — Jessie desenfundo el arma que llevaba en su cinturón para disparar en dirección al oficial que cayó muerto a los segundos por los disparos de la de ojos azules
—Bonita— Will le tomó la mejilla a Liz al ver como su mirada se perdía y empezaba a respirar pesadamente— bonita, quédate conmigo, solo un poco, no me dejes, no ahora
Estaba perdiendo mucha sangre
—Te amo y siempre será así— Liz le sonrió débilmente a Will, de repente una ligera línea de sangre le salió por su boca— Ya pronto, terminará— susurro la rubia
—Nada va a terminar— le aseguro Kali a la rubia que respiraba con pesar en brazos de Will— tranquila, aguanta un poco
Liz prácticamente les respondió cuando escupió sangre por la boca
(...)
Ya nadie quedaba en el bunker, cuando llegó el ejército hubo varios arrestados y seguramente algunos deportados a Rusia en las próximas semanas, así como algunos agentes de gobierno disfrazando todo con cortinas de humo que solo los idiotas se creerían
Los últimos en salir habían sido Jessie, Kali, Jane, Chandler y Will, los demás estaban en las ambulancias mientras eran atendidos debido a las heridas y los golpes que algunos recibieron
El matrimonio Mortenson se fueron acercando a los chicos y con la sola mirada le preguntaron por sí hija
Rachel negó mientras se tapaba la boca y rompía en llanto
—No...— Maddie retrocedió entendiendo lo que le intentaban decir
—Mi hija no— murmuró Alex en un hilo de voz— no, esto no es cierto
—¿No va a volver?— le pregunto Aarón a sus padres
Y como si necesitaran la respuesta, vieron a su hija mayor salir en una ambulancia con el oxígeno en la cara y a punto de perder el conocimiento mientras que algunos paramédicos gritaban sus signos vitales
El desuellamentes la había soltado, pero aun así se estaba muriendo
-------------------------------------
-Ellis
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top