Capítulo XI: My neighbor "the weird" (*)

Tipo de narrador: Tercera persona

—Muchas gracias, profesor Brantley—la señora Mortenson colgó el teléfono fingiendo agradecimiento

A los segundos unas hojas llegaron por fax, unos certificados académicos falsos que tomó entregándoselos a Robin y Nancy

—Ahora son Ruth y Rose, dos de las mejores futuras psicólogas de la universidad de Notre Dame — informo mirando a las dos chicas— y yo soy la doctora Natalie Rushman, profesora en la universidad que imparte psicología criminal y su asesora de tesis

Madelaine aún conservaba algunos contactos de la universidad y de su anterior trabajo, así que no le fue difícil conseguir los documentos

—Buenos promedios— murmuró Dustin mirando las hojas académicas

—Gracias— respondieron Robin y Nancy con una ligera sonrisa

—Ahora, llame al Pennhurts solicitando un permiso para una charla con Víctor Creel por la cuestión de una tesis sobre esquizofrenia— empezó a explicar la mayor— dijeron que no, pero aun así conseguí una cita con el director, nos vera en 3 horas. Ahí lo convenceremos de que nos deje hablar con Víctor

—Y con eso salvaremos a Francine— Nancy miro a la pelirroja que seguía ordenando papeles ignorando la existencia de todos a su alrededor

—Hemos leído mucho de Víctor Creel— empezó Max con todos los artículos que tenía entre las manos— tenemos preguntas

—Muchas preguntas— secundo Lucas

—Espere un segundo— Steve empezó a hablar al notar que solo se dirigía a Wheeler y Buckley y que solo había hojas para ellos— no veo la mía

Maddie torció los labios tratando de buscar las palabras adecuadas para decirle que él no era parte del plan, antes él protesto

—No— dijo el castaño casi adivinando lo que iba a decirle— no

La señora Mortenson, se levantó empezando a buscar sus cosas para irse junto a las dos adolescentes

—Señora Mortenson, ni piense que seré el niñero una vez más— protesto Harrington siguiendo a la mayor que se dirigió a su habitación a buscar algún traje decente de sus épocas laborales

—Steve, eres el único que confío para que te quedes con mis hijos. Liz déjala que siga con su berrinche, Aarón está viendo la televisión, pero tú tienes un don para dormir a los mellizos— le dijo al castaño, Nancy y Robin estaban detrás de ella— además Francine esta vulnerable, alguien tiene que cuidarla, y el resto no son bebés, pero por favor, cuida a mis hijos porque ellos sí lo son

Maddie saco de su armario un traje gris algo elegante, pero al ver a Robin y Nancy sabía que nada de lo que tenía seria del estilo de dos académicas

—Chicas, no tengo nada que les pueda servir, se verían muy mayores— hablo Maddie haciendo una mueca mientras pensaba

—Yo tengo— hablo Nancy— podemos ir a mi casa

—Okey

La señora Mortenson bajo con el traje y junto a los tres adolescentes mientras que Steve seguía protestando

—Siento que no puedo hacer nada, pero tal vez los pueda ayudar con el director del manicomio— siguió hablando Steve

—No es por presumir, pero fui la primera de mi clase y se manejar muy bien a hombres como el director del manicomio así como a psicópatas como Víctor Creel— la mayor le dio una media sonrisa, sin embargo Steve no sonreía— podría hacer hasta que se enamoren de mí...

—Steve, podemos controlar la situación, tenemos una profesional— Nancy señalo a la mayor— además, anoche investigue un poco, y resulta que el profesor Hatch es un miembro distinguido de la Asociación Americana de Psiquiatría— Steve seguía mirando medio ofendido a Nancy y Maddie— y un profesor visitante en Harvard, se ha dedicado toda la vida a esto y si queremos lograr algo, tenemos que convencerlas de que nosotras somos académicas

—Mira esto, es una pequeña bailarina— Robin alzo una caja de música que tenía una muñequita del tocador de la señora Mortenson mientras se mordía el labio

—¿Académicas? ¿Creen que ella parece académica? — Steve señalo a Robin ganándose una mala mirada de la rubia

—Lo parecerá— murmuro Nancy decidida

—Por Francine— recordó Maddie hacia Steve— cuida a mis hijos.

Harrington pareció comprender más después de que le pidió que cuidara a Francine, la pelirroja solo se la había pasado en la mesa de la cocina ordenando papeles toda la noche y aun no acababa

Maddie, Nancy y Robin salieron de la casa con los papeles en las manos y la ropa en caso de la señora Mortenson, ahora iban a casa de Nancy a terminar de cambiarse y luego irían a Kerley

—Buenas tardes, vecina— Amelia Hansson saludo a Maddie desde la barda que dividía sus casas haciendo que la última saltara un poco, no se esperaba su saludo

—Buenas tardes, Amelia— respondió Maddie más por educación que por ganas

—Parece que tienes bastantes niñas— la pelinegra sonrió mirando el auto donde Nancy y Robin ya estaban sentadas

—Si, como si lo fueran— Maddie sonrió con una pizca de incomodidad— bueno, me tengo que ir

—¿Dónde está Liz? — pregunto Amelia. Maddie se detuvo por un momento antes de ir a su auto— anoche dijiste que no la encontrabas

—Liz está un poco enferma— respondió la madre de la mencionada— la estoy dejando descansar para que se recupere

—Eres una gran madre— Amelia volvió a sonreír— bueno, te dejo para que hagas tus asuntos

—Gracias— Maddie le regreso la sonrisa que más bien era una mueca mientras que iba a la puerta de su auto

Antes de subirse miro a la ventana de la habitación de Liz, la ventana estaba abierta al igual que la cortina. Por un segundo pensó en ir a ver a Liz para ver como seguía, pero eso la atrasaría, sin contar que su actitud de los últimos días, sabía que lo más seguro era que le cerraría la puerta en la cara. La mayor soltó un refunfuño mientras se subía a su auto

Maddie, debiste ir a ver a tu hija...

(...)

—¿Alguno entiende que pasa aquí?— murmuro Steve aun con el articulo entre una de sus manos, con el otro brazo cargaba a Henrik ya que había empezado a llorar y entre los mellizos y Henrik, Steve siempre preferiría al mini pelirrojo

—Está muy claro, hasta ahora todos los que han visto a Vecna han muerto, a excepción del señor Víctor Creel, sin contar a Liz, que más bien no detuvo la maldición, solo la retraso, si alguien sabe cómo vencer la maldición es Víctor Creel— Dustin le explico a Steve

—Sí, suponiendo que haya sido maldecido— el castaño se llevó la mano a la frente— como es que pudo existir Vecna desde los 50's, no tiene sentido

—Hasta donde sabemos, El no creo el otro lado, solo abrió un portal— siguió hablando Dustin— el otro lado debe haber existido por miles de años, millones, hasta podría ser anterior a los dinosaurios

—Pero si no existía un portal en los 50's ¿Cómo es que Vecna paso? —pregunto Lucas haciendo que Steve lo mirara dándole la razón

—¿Cómo llego ahora? — siguió Max

—¿Y porque ahora?

—En los 50's mato a una familia y luego— Steve soltó un ligero soplido— se fue, luego regreso 30 años después a matar adolescentes, no se las compro

Steve se dejó caer en uno de los sofás aun con Henrik en brazos mientras veía a la mamá del bebé que cargaba la cual no despegaba la vista de los papeles que tenia

Francine había pasado toda la noche y parte de la mañana preparando los documentos en dado caso que fuera necesario dar a su hijo en adopción luego de su muerte, cuando al fin acabo se giró hacia el sillón donde Rachel, Steve y Dustin la miraban fingiendo que no

—Sé que me están mirando— hablo la pelirroja aun sin girarse, los tres que estaban en el sofá soltaron murmullos de negación— tranquilos, Vecna no entrará en cualquier segundo por la puerta para tronármela— soltó con sarcasmo mientras se levantaba del sillón

Los tres fingieron que no la miraban cuando ella se acerco

—Ya pueden verme— dijo con ironía cuando noto sus ojos en otro lado, entonces le entrego un sobre amarillo a Rachel— ten, esto, quiero que lo lleves a la oficina de gobierno

—¿En serio estás pensando en trámites burocráticos en un momento como este? — Le pregunto Dustin algo sorprendido— ¿olvidaste declarar impuestos? ¿O pagar la cuenta de tu casa?

—No— respondió de mal humor. Rachel empezó a abrir el sobre— ¡No! No es para hoy, aun no la abras

—¿Entonces porque me lo das? — pregunto la pelicorta

—Es por si algo sale mal— respondió algo desanimada— no quiero que tengan que pelear con abogados en el momento en que este tres metros bajo tierra, les estoy facilitando las cosas

—Francis, no.— Steve empezó a hablar mirando estupefacto a la pelirroja— todo va a salir

—No— lo corto Geller para tragar en seco— no me digan eso, he escuchado eso y siempre pasa algo, nunca he estado en paz— resoplo pesadamente— claro que esta maldición seria para mí, debí esperarlo, y tal vez sea solo cuestión de tiempo para que también atrape a Liz

Will sintió un escalofrió en la columna cuando oyó esas palabras de Francine, porque tenía toda la razón

—Si no confías en las runas de Liz, las chicas fueron a un manicomio por ti y por respuestas— le recordó Steve— y sé que no confías en lo que hizo Liz, pero ella sigue viva, y dijo que estarías a salvo

—Sí, se lo dijo el mismo libro que hizo que se quemara el estómago, que dejara de comer, de dormir y que la tiene corrompida— menciono con sarcasmo, se acercó a la mesita de centro tomando uno de los radios de Dustin— ¿si vamos al Este de Hawkins, aun funcionará?

—Si— respondió Dustin

—¿Para qué quieres ir al Este? — pregunto Steve, cuando no respondió, de inmediato supo que quería hacer— No ¡No! ¡No!

A Francine no le importó, le quito a su hijo al castaño y solo salió de la casa con el radio y rumbo a su auto

—Francis, no puedes irte

—Perdón, Steve, pero cuando muriera pensaba que lo haría en alguna vista increíble de Paris— empezó mientras caminaba a su auto, en una mano llevaba el radio y en el otro cargaba a Henrik que solo mordía un juguete— eso no es posible porque son dieciséis horas de vuelo, pero no me quedaré encerrada en el que podría ser mi último día de vida

Trato de abrir la puerta y entonces recordó que el castaño tenía las llaves de su auto

—Dame las llaves— dijo amenazante

—No— respondió con ironía

—Esto podría considerarse secuestro y Jessie es abogada— dijo con firmeza

—¡Pero yo no ejerzo! — grito Jessie viendo todo desde la puerta, tenía cargando a la pequeña Anna

—Si vivo un día mas, te juro que te demando— sentencio la pelirroja con la mirada firme, por varios segundos los ex novios se quedaron mirando— ¿Me llevas o me voy caminando? — dijo por última vez la pelirroja

Steve suspiro derrotado abriendo la puerta donde rápidamente entro la pelirroja

—Henderson, más vale que tu walkie talkie no pierda contacto con Pennhurts— amenazo Steve hacia Dustin mientras que este se sentaba al lado de Francine al frente del auto

—Yo voy— dijo Max acercándose junto a Lucas

—Yo también— hablo Lucas

—¿Me dejan ir? — pregunto Rachel con un tono inocente

—No me importa— esas palabras de Francine eran prácticamente un Si, así que se subió al auto

—Esperen— los llamo Jessie señalando a la niña en sus brazos— tienen que llevarlos, tía Maddie nos va a matar si vuelve y ve que los mellizos no están con Steve

Steve y Rachel se acercaron a la puerta donde les entregaron a ambos bebés y volvieron al auto en destino a donde quisiera la pelirroja

(...)

Las horas habían pasado y aún no habían oído algún ruido de la habitación de Liz, así que Chandler subió al segundo piso, toco la puerta de la rubia que estaba cerrada, esperaba que no le lance nada, pero aun así antes toco, no obtuvo respuesta así que lo hizo un par de veces más

—Oye, sé que estas enojada, pero quiero hablar— Chandler recargó la frente en la puerta, de nuevo no obtuvo respuesta, así que bajó rápidamente a la sala pidiéndole a Jessie una horquilla para cabello

Chandler subió con el pasador en la mano poniéndolo en la cerradura comenzando a mover de ésta, luego de algunos segundos, la puerta se abrió

Pero Liz no estaba ahí...

—Ay, no puede ser— Chandler se dirigió a la ventana abierta y miró de esta, pero Liz no estaba por ningún lado

Maddie los va a matar cuando vuelva

—¡No está! — Chandler grito escaleras abajo con el pánico al mil— ¡no está!

—¿Quién no está?

—Liz— todo el interés de los restantes empezó a despertar— la fui a buscar a ver si no se había colgado del foco, y no está, ¡¿saben lo que eso significa?! ¡Tía Maddie nos va a colgar si vuelve y no encuentra a su retoño!

—Oye, oye, tranquilo— Jessie se acercó tratando de darle aire— debe estar en el baño o algo así

—O simplemente se fue— habló Mike

—La encontrare— murmuró El tomando un pañuelo y encendiendo la radio

La castaña se puso el pañuelo sobre los ojos y las luces comenzaron a parpadear unos segundos

El de nuevo se encontraba en aquello que llamaba el vacío, veía para todos lados intentando encontrar a Liz

Y la halló

—La encontré— murmuró El hacía quienes estaban del otro lado

Jane se acercó hasta su hermana pero se asustó al verla tendida en el suelo con los ojos cerradas y algo pálida

—Está en el suelo— Jane empezó a hablar— está dormida

—A menos que esté muerta— habló Mike ganándose una mala mirada de Will

—Intenta ver si está respirando— le dijo Jessie— pon tu dedo en su cuello y ve si tiene pulso

Jane obedeció inclinándose hacia y puso su dedo en su cuello, cuando noto su pulso se tranquilizo

—Está respirando— dijo Jane— está en una casa, en una alfombra

—¿Cómo es la casa? — pregunto Joy

—Hay un mesa, una barra de desayuno— empezó— hay escaleras a la izquierda...

Jane siguió describiendo la casa donde estaba Liz, todos observaban mas no se les ocurría donde podría estar, o al menos hasta que Aarón Mortenson se acercó hasta el círculo

—Es mi casa— dijo finalmente el pequeño haciendo que todos lo miraran— está diciendo como es mi casa

—¿Esta casa?— pregunto Joseph hacia el menor, este asintió

—¿Qué más ves, El? — pregunto Will

—Hay una mujer— dijo finalmente alarmando a todos— está sentada en un sofá, tiene el cabello negro, es algo mayor, usa un vestido negro y morado

—Es la vecina— dijo Aarón finalmente— la señora Hansson, era amiga de Liz, mamá odiaba que lo fuera

Jane se quitó la venda de los ojos y se limpió la nariz preocupada, lo que sea que esté haciendo en la alfombra de la vecina, definitivamente no era buena señal

—¿Dónde vive? — pregunto Joseph rápidamente

—Al lado— Aarón no termino de decir eso cuando Joseph, Chandler, Jane y Joy salieron corriendo a la puerta

—Quédense aquí— les dijo Chandler torpemente. Miro a Jessie— cuídalos— la pelinegra apenas y pudo asentir cuando los cuatro salieron corriendo

Solo habían pasado unos minutos y Jessie sentía que se volvía loca al tener a Mike, Will y Aarón haciéndole preguntas que ni ella podía responder, jamás debió aceptar quedarse sola con ellos, debió acompañar a Francine a donde sea que quisiera ir, pero ya había mucha gente, pero sin duda más la tenía angustiada que la vecina hubiera retenido a Liz en su casa, había visto a esa señora un par de veces, pero su extraña amabilidad le daba mala espina

—Debimos ir con ellos— dijo Will señalando la puerta

—Oye, no solo es tu novia, también es mi hermana— dijo Jessie con molestia— solo quédense aquí, ellos pueden cuidarse solos

—Jess— hablo Aarón mientras miraba la ventana— ¿eso es mala señal?

Jessie se asomó a la ventana y sintió que se le apago la respiración cuando vio las camionetas negras blindadas que rodeaban la casa de la vecina donde justo acaban de entrar sus hermanos

—Ay no— fue lo único que dijo la de ojos azules, se giró hasta los tres niños— ¡corran, al sótano!

Ni siquiera termino de decir eso cuando la puerta de los Mortenson se derribó asustando a todos y varios hombres armados comenzaron a apuntarlos

El pánico le lleno el pecho porque sabía que le dispararía, también había escuchado por ahí que si decía datos sobre ella, había una posibilidad de que la dejaran con vida, así que empezó a hablar

—Mi nombre... mi nombre es Jessica Settman, tengo 23 años— empezó a decir con la voz entrecortada pero aun llena de miedo— nací el 28 de abril, en Illinois, soy de Chicago, Illinois, mi mamá era maestra y mi papá era soldado, sus nombres eran Agnes y Adrien— su voz cada vez temblaba más y sus ojos se llenaron de lágrimas— yo... no he hecho nada aun, apenas he vivido... no he terminado... alguien me ama, por favor, soy una persona, soy la hija de alguien, soy la hermana de alguien, tengo una familia... por favor, soy una persona...

Para su sorpresa, el hombre que le apuntaba, bajo el arma, haciendo que el aire le llenara de nuevo los pulmones, pero no por mucho porque más hombres con armas la rodearon y la alzaron del suelo obligándola a caminar a la salida. Su mirada fue a un rincón donde Mike, Will y Aarón la miraban asustados, sus nervios se relajaron un poco, al menos ellos estarían a salvo

Al mismo tiempo que esto pasaba, Jane llego a la puerta de la señora Hansson, alzo la mano y esta se abrió permitiéndole el paso a los cuatro. En efecto la casa de la vecina era muy parecida a la de los Mortenson, claro con otros colores en la pared y diferentes muebles, pero la estructura y la manera en que estaba acomodado todo, era igual

—¡Aquí! — los llamo Joy mientras tomaba a Liz que estaba inconsciente en la alfombra

Chandler tomo una botella de licor de por ahí llevándolo a la altura de la nariz de la rubia para que la oliera

—Li, li, despierta por favor— hablo Joseph mientras sostenía la cabeza de su hermanita— abre los ojos, por favor

La rubia abrió los ojos lentamente y empezó a moverse ligeramente

—¿Morí? — fue lo primero que pregunto

—No, estas bien— Chandler se inclinó a su altura pasando sus brazos por sus rodillas alzándola mientras que ella le rodeo el cuello con los brazos débilmente— vámonos

Estuvieron a punto de irse por donde vinieron, pero cuando giraron hacia la puerta, Amelia apareció frente a la puerta impidiéndoles la salida

—Ya sabía yo que Liz no era la única niña mágica por estos lares, ¿no? — pregunto la mayor con una ligera sonrisa de sarcasmo, Joseph se puso enfrente de Joy y Jane para proteger a sus hermanitas, mientras que Chandler retrocedió sin soltar a la pequeña en sus brazos que apenas y se podía sostener por su cuello y que aún seguían sin abrir los ojos del todo— que bueno que al fin podamos conocernos, veamos— paso los ojos por cada uno de los chicos que aún no decían nada— seven... nine... ten... y eleven...

—Oiga, señora— Joseph trato de acercarse lentamente— nadie sabe de qué está hablando, pero por que no mejor... ¡corran!

Jane alzó las manos apartando a la mayor con sus poderes y abriendo al mismo tiempo la puerta donde los cinco salieron despavoridos sin mirar atrás

Sin embargo cuando salieron, se dieron cuenta que cuatro camionetas negras y blindadas los tenían rodeados, Joy, Joseph y Jane alzaron las manos al notar como los que parecían soldados les empezaban a apuntar y que los láseres de estas los tenían encima, literalmente, Chandler no pudo alzar las manos ya que aún cargaba a Liz que al menos podía abrir un poco los ojos

—Esto es igual que el secuestro en el centro comercial en el 85'— murmuro Joy presa de pánico— otra vez tendremos que ir al baño en latas y comer pan y agua

—Tranquila— Joseph le dijo a la morena— solo diez segundos, diez segundos y podemos correr

—La distracción que usábamos en este tipo de situaciones, está más allá que acá— murmuro Chandler señalando a Liz con la cabeza

Jane estaba a punto de señalarles un pequeño espacio a sus hermanos donde podían correr, pero se detuvo al ver salir de una de las camionetas a una cara conocida

El doctor Sam Owens

—Hola, niña— dijo el mayor mirando a Eleven que solo arrugo las cejas

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—Ellis

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