Capítulo VIII: Sweet... sweet fear (*)
Tipo de narrador: Tercera persona
Tanto los perdedores como el club de audiovisuales iban de camino a esa casa al final de la calle Neibolt. Quienes encabezaban el grupo eran un tartaja, una rara y una bruja que caminaban con firmeza sin posibilidades de que algo los detuviera, los tres sintieron escalofríos en la columna vertebral cuando llegaron a esa casa vieja, gris y con un aspecto de que un plomero no había pasado ahí en décadas
—El lanza su puño contra los p-p-postes y a-a-aun así i-insiste q-que ve f-f-fantasmas, e-el lan-za su-sus pu-puños...— susurraba Bill mientras caminaba a la casa
—¿En serio van a entrar ahí?— preguntó Beverly consternada al ver a los tres chicos a nada de girar la perilla de la entrada— es una locura
—No tenían que venir conmigo— hablo Bill algo molesto— ¿Pero que pasará cuando otro Georgie muera? ¿u otra Betty desaparezca? ¿u otro Ed Corcan? ¿O alguno de nosotros?—miro a todos los presentes— ¿Van a fingir que no pasa nada como todos los demás en Derry? Porque yo no.... Cuando vuelvo solo veo que Georgie no está ahí— a Jane se le salió una lágrima— Su ropa, sus juguetes, sus estupidos animales de peluche, pero él no está.... Así que entrar a esta casa, para mí es más fácil que ir a la mía...
—Wow— hablo Richie
—¿Que?— preguntó Max
—Que no tartamudeo— dijo algo sorprendido
Liz y Jane empezaron a seguir a Bill, todos tenían miedo pero las ganas de proteger a los que aman era más fuerte.
—Esperen...— hablo Stan y todos los miraron— ¿No creen que alguien debería vigilar? Solo en caso de que algo malo pasé— completo
—¿Quién quiere quedarse afuera?— preguntó Bill
Todos a excepción de Liz, Jane, Beverly y Bill, alzaron la mano.
—Gallinas...— susurro Liz
—Pues ve tu, mutante— le reclamo Richie
—Claro que lo haré, pero necesito carnada, así que vienen conmigo porque tienen cara de sacrificio— Liz se acerco a Richie tomándolo de la camisa al igual que a Eddie, — y si dices algo, regreso por ti también, Wheeler— la rubia apunto a Mike
—¡Yo no he hecho nada, arpía!— protesto Mike hacia Liz que lo ignoró por arrastrar a los dos chicos de la camisa hacía la casa pese a las protestas, pero ambos se callaron cuando cruzaron la puerta por completo
Jane y Bill estaban merodeando por la sala haciendo una mueca cada nada, y estando alerta de todo a su alrededor casi esperando que en cualquier momento apareciera esa payaso para terminar de liquidarlos
—No puedo creer que perdiera— dijo Richie algo nervioso— Tienen suerte de que no fuera medición de penes
—Cállate Richie— dijo Eddie igual de nervioso— Lo puedo oler— dijo con cara de terror
—No respiren por la boca— hablo Richie
—¿Porqué?— preguntaron Jane y Eddie al unísono
—Se lo están comiendo— Eddie hizo como si fuera a vomitar y Jane arrugó la nariz
—Esta si es una amenaza nivel vengadores— dijo Liz mientras se tocaba los hombros—
El de gafas se acercó a una de las telarañas que estaban en un rincón. Ahí había un letrero de perdido con la cara del joven Tozier.
—¿Qué es eso?— dijo Jane al ver que Richie se quedó en un rincón observando el cartel
—Dice que desaparecí—hablo Richie con la voz entrecortada
—T-tu no desapareciste, Richie— le dijo Bill a su amigo
—Pero dice cuidad de Derry... es mi camiseta... mi cabello...— la voz de Richie cambio a una de pánico— ¡es mi nombre!, ¡mi edad!, ¡la fecha!, ¿Qué no entiendes? ¡Desaparecí! ¡Voy a desaparecer!— Richie gritaba alterado con esa ficha entre sus manos
Liz también estaba cerca de esa telaraña, también había encontrado un letrero de niño perdido, pero con la cara y el nombre de Aarón Mortenson.
—Esto no es real, él está en Hawkins, en tu casa y está saltando con los zapatos puestos sobre tu cama— se dijo para sí misma mientras arrugada el papel
—Esto no es real— Bill miró a Richie y a Liz que respiraban pesadamente— solo está jugando con ustedes
—Hola...— una súplica se escucho y les puso los pelos de punta a todos— Ayúdame por favor
Los cinco caminaron hacia donde venía la voz, Richie venía colgado del brazo de Jane y Eddie del brazo de Liz.
En el segundo piso una puerta estaba abierta, de ahí venían las súplicas. Era una niña de tal vez su misma edad, solo que pelinegra y de cabello corto, tosía sangre contra el suelo y parecía muy mal herida
—¿Betty?— preguntó Bill
—¿Ripson?— preguntó Richie
De repente alguien o algo arrastró a la niña de los pies y ella desapareció causándoles un leve brinco a los cinco
—Eddie...— el mencionado se paralizo al oír esa voz que dijo su nombre— ¿Qué estás buscando?— Eddie parecía ser el único en escuchar ese susurro
Liz, Jane, Richie y Bill entraron a la habitación donde antes estaba la joven Betty examinándola pero no encontrando nada, pero el miedo los volvió a envolver cuando la puerta se cerró y los 4 jóvenes quedaron atrapados y lejos de Eddie.
Miedo... dulce miedo...
Mientras Liz y Bill trataban de abrir la puerta para ir por su otro amigo, Richie le pareció escucharlo desde otra habitación.
—Eddie, no estamos jugando escondidas, torpe— el de lentes no dudo un segundo en entrar en esa habitación
De repente la puerta se cerró y Tozier quedó adentro.
—¡Bill, abre la puerta!— Richie estaba pateando la puerta— ¡No abre!
—Déjenme intentar— Bill y Liz se hicieron a un lado y Jane levantó la mano— No, ahora no— ella estaba sangrando de la nariz pero sus poderes parecían no responder
Dentro del cuarto, a Richie se le aparecieron varios payasos, uno de sus peores miedos...
—Estúpidos payasos— dijo rodeando toda la habitación fingiendo que eso no lo asustaba
Lo que parecía un ataúd se abrió lentamente y un mensaje escrito en la tapa apareció
«Encontrado»
—Rayos...— susurro Richie
El de gafas se acercó al ataúd que estaba tapado con una tipo de manta, cuando la destapó, se encontró con lo que parecía un muñeco de él mismo con unos gusanos en la cara.
Tozier cerró el ataúd con algo de asco, en ese momento el mismo payaso del proyector salió de detrás del ataúd.
— Beep beep, Richie— hablo el payaso
Richie dio unos cuantos pasos atrás antes que el payaso saltará sobre él.
La puerta se abrió y sintió la mano de alguien que lo jalo afuera, Liz...
—Vámonos de aquí— dijo la rubia algo agitada, esperaban correr a la salida, pero algo los detuvo
Un sonido raro se escucho y los 4 miraron hacia el colchón que estaba ahí.
La cabeza de Eddie salió del interior del colchón y las chicas se hicieron una cara de confusión.
—¿Jugamos escupitajos?— pregunto lo que parecía Eddie
Sangre empezó a salir de la boca del falso Eddie al igual que sangre del colchón.
—Mis zapatos— dijo Liz con asco mientras levantaba el pie para no manchar sus converse
Cuando los 4 giraron, enfrente de ellos aparecieron 3 puertas algo rotas y maltratadas.
«No da miedo»
«Da miedo»
«Da mucho miedo»
Richie, Bill y Jane se quedaron mirando las puertas, hasta que el ojiverde se acercó a la primera para abrirla.
—¡Esperen!— grito Liz— si aplicamos la psicología es obvio que ese payaso sabe que vamos a elegir no da miedo, porque somos gallinas. Tenemos que cambiar— Jane iba a abrir «Da mucho miedo»— ¡No!, posiblemente sabe que no vamos a caer en sus juegos mentales, por lo que vamos a abrir un término medio— Richie iba a abrir la segunda— ¡No!, seguramente sabe que estamos aplicando esta lógica y...—
—¡Solo abre una maldita puerta!— grito Richie
Liz tomo la perilla de «Da miedo» y la abrió. Todo parecía normal, un cuarto con unos mosaicos blancos, pero la rubia conocía ese cuarto perfectamente.
—Torpe...— alguien empujó a Liz dentro de ese cuarto del castigo
Liz chocó contra las mosaicos y cuando se miró se dio cuenta que tenía una bata blanca, estaba descalza, sus anillos y sus collares habían desaparecido para que lo único que adornaba su brazo sea su tatuaje... 012.. estaba otra vez en el laboratorio...
—¿Te vas a portar bien, Twelve? ¿Vas a obedecer a papá?— Liz conocía esa voz y no se trataba del señor Mortenson, si no del doctor Brenner— Hija...— hablo desde afuera del cuarto
—¡Tu no eres nada mío! ¡Yo tengo un papá y nunca será un hijo de perra como tú!— grito Liz mientras pateaba la puerta
Desde afuera nadie entendí que era lo que estaba viendo Liz, y ni Bill ni Richie no podía abrir la puerta. Jane lo pensó por un segundo y abrió la última puerta.
Enfrente de la castaña apareció el otro lado, tan sucio y asqueroso como lo recordaba. Algo gruñó y entonces se dio cuenta que un demogorgon iba a saltar sobre ella. Jane cerró la puerta lo más rápido que pudo, tantos recuerdos atravesaban su cabeza.
—¡Tu estás muerto!— grito Jane mientras se jalaba el cabello recargando la espalda en la puerta ya cerrada— ¡Tu estas muerto! ¡Yo acabe contigo!— tiró de su cabello demasiado alterada
—Esto no es real, es como el cartel de los niños perdidos, eso no era real y esto tampoco— hablo Bill tratando de tranquilizar a Jane— Vamos a sacar a Liz de ahí— el castaño abrió la puerta y de ella cayó la rubia, al parecer estaba recargada
Liz corrió inmediatamente a abrazar a su hermana, su ropa, sus pulseras, anillos y su collar que decía «Killer Queen» estaban de nuevo en su lugar.
—Tranquila, Liz. Ya nos vamos— dijo Jane tratando de tranquilizar a su hermana mientras la ayudaba a levantarse
La rubia tenía la respiración entrecortada, como ella misma decía, nadie controlaba su mente más que ella pero parece que estaba vez fue la excepción.
Los 4 se tomaron de las manos, Bill abrió la puerta de «Da miedo», los chicos cerraron los ojos y cuando los abrieron se veía la posible salida.
—Gracias a Dios— dijo Richie soltando un suspiro de alivio
Desde ahí se escucharon unos gritos de ayuda, Eddie.
Los 4 corrieron adentro en busca del de pecas, no demoraron ni 10 segundos y ya estaban en el primer piso.
El payaso estaba casi encima de Eddie, pero este aún se veía entero salvo lo que parecía su brazo roto.
—Eddie...— Richie estaba listo para decir una de sus bromas pero se calló al ver al payaso
—¿Esto no es real para ti Billy?— preguntó el payaso— ¿No soy real para ti?— dijo fingiendo llorar
—Mi-er-da— dijeron Liz y Richie al mismo tiempo—
—Fue bastante real para Georgie— el payaso soltó una risa burlona
Bill estaba entre una mezcla de sorprendido y asustado. Pero de Jane se apoderó una rabia inmensa, acababa de encontrar al asesino de su hermano....
El payaso iba saltar sobre ellos, todos menos Jane se cubrieron la cara con las manos.
Eleven levantó ambas manos e hizo chocar al payaso contra la pared, luego hacia una de las paredes, hacia la otra y luego hacia el suelo.
La criatura solo gruñía y la castaña lo empezó a asfixiar, estaba demasiado enojada y con una sed de venganza inmensa.
<<Por Georgie y todos esos niños inocentes>>
No le quedaba demasiada fuerza, así que lanzó al payaso hacia otra habitación por lo que se oyó un gran golpe antes de que ella colapsara en el suelo con ambas fosas nasales sangrando
Los demás perdedores y el club AV entraron a la casa, Jane estaba en el suelo demasiado cansada, la sangre salía de ambas fosas nasales y de las orejas.
—¿Estas bien?— Wheeler se acercó a su ahora exnovia y ella apenas pudo mover la cabeza en modo de afirmación—
Max y Lucas ayudaron a Mike a levantar a Jane que estaba demasiado débil, apenas se podía mantener en pie. Mientras Liz estaba llorando mientras Will y Dustin la abrazaban.
Los perdedores restantes entraron y cuando vieron a Eddie en el suelo trataron de ayudarlo.
El payaso volvió a entrar al cuarto, parecía que la paliza que le dio Eleven no le hizo nada.
Twelve alzo la mano quitándole una lanza que tenía Beverly y se lanzó al payaso que se veía medio débil, le atravesó el cráneo.
Pero al parecer la lanza no le hizo nada, pues seguía caminando de manera lenta, Liz estaba demasiado asustada como para hacer algo y Jane estaba demasiado débil.
El payaso saco sus garras queriendo acercarse al rincón donde estaban Richie, Beverly, Eddie y Bill.
Hizo como si fuera a herir a alguno de ellos pero en realidad hirió a Ben, quién fue sostenido por Mike y Stan.
—¡Tenemos que salir de aquí!— todos estaban gritando lo mismo que ni sabían quien era
—No dejaré que huya— Bill salió en busca del payaso
—¡Bill! ¡Regresa!— al ojiverde no le importo las súplicas de sus amigos
Denbrough alcanzó a ver que el payaso se metió a lo que parecía un pozo que estaba en el sótano.
Cuando regreso vio a Richie tratando de acomodar el brazo de Eddie.
—Voy a poner tu brazo en su lugar— dijo Richie a Eddie
—¡No quiero que me toques! ¡No quiero que me toques!—gritaba Eddie
—Uno... Dos... Tres— Eddie soltó un grito algo agudo
—¡Corran! ¡Corran!— todos estaban corriendo hacia la salida
Lucas y Mike ayudaban a caminar a Eleven, Will y Max trataban de tranquilizar a Liz, Bill y Richie iban ayudando a Eddie con su brazo roto.
Cuando llegaron a la entrada ahí estaba el auto que varios reconocieron y que los hizo soltar un pequeño suspiro de alivio
—¿Que pasó?— Liz había chocado con Steve, él y Robin estaban en la casa—
Liz no respondió nada, solo salió corriendo hacia el auto, abrió la cajuela, se metió en ella y se tapó completamente de pies a cabeza con lo que parecía la manta que usaba Robin para dormir...
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-Ellis
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