Capítulo VIII: Is this just fantasy...? (*)

Tipo de narrador: Tercera persona

La rubia entró a su casa dando un portazo que asustó a los dos niños de 8 años sentados en la alfombra, Liz se detuvo un segundo mirando con una mueca y sin disimular su molestia al ver a su hermano y a un niño que supuso era su amigo, jugando con sus carros de transformers

Ignoro por completo a las dos pesadillas de 8 años en la alfombra y mejor camino a las escaleras rumbo a su habitación, sin embargo se detuvo al sentir en su nuca la mirada del amigo de su hermano. Jackson la miraba embobado, y esa mirada solo la hizo rabiar

—¿Qué estás viendo, engendro del diablo?— dijo con molestia la rubia hacia el menor

—Liz, déjanos en paz— me dijo Aarón haciendo que bajara las escaleras para encarar a los dos niños

—Insoportables como siempre— Liz los miro con una mueca

—Y tú eres una delincuente— le dijo el amigo de su hermano haciendo que la mayor lo mirara sorprendida, pues el mocoso solo la había mirado embobado todo el tiempo— todos vimos cómo la policía vino por ti, eres mala, eres una bruja

—Sí, lo soy— la mayor fue bajando las escaleras lentamente haciendo que los niños tragaron en seco— y me gusta comer niños para luego sacarles los ojos y ponerles botones en su lugar, sobretodo los que son insoportables como tú

Antes a Aarón le gustaba cuando su hermana le decía a todos que era una bruja y si venía acompañado de una de sus amenazas le parecía mejor, podría reírse por horas de la mirada asustados que causaba, ahora en su lugar apuntó a las escaleras con vergüenza de tener como hermana mayor a una pesada que no sabe comportarse

—Vete a tu cuarto, solo estorbas— le dijo Aarón en un tono cansado y harto, el mismo tono que había usado su hermana las últimas semanas

Liz le dio una última mirada de desprecio al amigo de su hermano antes seguir su camino por las escaleras

Sin embargo se quedó ahí sentada al final de la escalera oyendo la conversación de los niños, no le interesaba en absoluto lo que tenía que decir el otro niño sobre ella, vaya, ni siquiera le interesaba el nombre del mocoso, pero sí como la miraba Aarón, aquel que el año pasado no hacia más que estar pegado como chinche a su hermana mayor, que siempre se preocupaba cuando la veía enferma o deprimida y que sobretodo la admiraba y presumía con orgullo el tenerla como hermana, ahora pareciera que la odiaba, cuando antes decía amarla tres millones

—Tu hermana me cae mal — no le sorprendió esas palabras del otro niño, de por si lo que le había dicho no era para que la tuviera en un trono

—Está loca, desearía que no fuera mi hermana— y esas palabras de Aarón Mortenson terminaron por romper los pocos cachitos del corazón de Liz que quedaban en su relación de hermanos

Una gruesa lágrima rodó por la mejilla de la rubia, no se molestó en quitarla hasta que llegó casi a su barbilla y al notar como más lágrimas amenazaban con salir, solo se pasó las manos por los ojos eliminando el rastro de estas y subió rápidamente hasta su habitación cuando ya estando adentro solo alzo la mano para que esta se cerrara abruptamente

Se hacía la fuerte pero le dolía estar así de mal con su hermano, ella lo amaba, y no había nada que no haría para mantener a salvo a ese mocoso, así no fuera reciproco

Liz solo se aventó a su cama suspirando, a decir verdad estaba agotada, no todos los días casi te arrestaban, así que no tenia mas ganas de trabajar su mente, si no todo lo contrario, apagarla

Alzó la mano haciendo un ademán apuntando a su mesita de noche donde estaba el libro que estaba leyendo en esta semana y él cual se estaba convirtiendo en uno de sus favoritos "Orgullo y Prejuicio", abrió el libro como estaba señalado en su marcapáginas, cuando encontró una posición cómoda para leer, volvió a alzar su dedo apuntando a su tocadiscos el cual ya tenía el vinilo de uno de sus álbumes favoritos "A night at the opera"

Is this the real life?
Is this just fantasy?
Caught in a landside,
No escape from reality

Liz estaba muy concentrada en el libro y más cuando llegó a la parte del baile, estaba tan adentrada que incluso llegó a fantasear que ella era Elizabeth Bennett y que el señor Darcy la invitaba a bailar, incluso se levantó y empezó a tararear una canción aún con el libro en las manos

Sin embargo tuvo que parar de fantasear cuando el teléfono de su habitación sonó, de mala gana dejó el libro en la cama para tomar el teléfono

—¿Qué?— preguntó bruscamente a quien fuera que estuviera al otro lado de la línea

—Uy, que gruñoncita eres— reconoció la voz de Chandler del otro lado de la línea— ponte los zapatos, estamos afuera de tu casa en cinco minutos

Liz arrugó las cejas y ni siquiera pudo decir algo porque su hermano colgó, pensó que talvez era una broma, pero por si las dudas, abrió la ventana y se quedó sentada en el borde de esta donde había un pequeño cojín con el libro, cada nada se llevaba la mano al pecho conmovida ante la perfección de hombre que era el señor Darcy

—Señor Darcy, ¿Por qué usted no existe en este universo? — murmuró Liz con dramatismo haciendo un acento extraño entre el británico y el ruso

Tuvo que parar su imaginación porque ya casi visualizaba su boda al estilo de la época de Orgullo Y Prejuicio, y más cuando noto que de verdad el auto de Rachel se estaciono en silencio en la fachada de su casa y Chandler salió del techo del auto haciéndole señas de que se acercara

—¿Qué están haciendo?— habló tan bajo que los que estaban en el auto apenas y pudieron lograr leerle los labios

—Baja— le dijo Chandler

—Estoy castigada— le dijo de la misma manera

Aunque su castigo aún no era un hecho, su madre le había dicho que apenas llegara su padre del trabajo, ambos le dirían su castigo, ella no dijo nada, mientras que no se metieran con su concierto de Michael Jackson y su colección de vinilos de Queen, por ella estaba bien

—Vamos, no tienes nada que perder— le dijo Joy que se asomó también por el techo del auto

Liz soltó una pequeña carcajada solo para que ella la oyera, se terminó de atar los zapatos, acomodó sus almohadas haciendo un bulto en su cama y apagó las luces. Pasó su pierna por el borde de la ventana cerrando de esta después de salir, camino por el tejado ligeramente inclinado de su casa esperando no hacer ruido, su vista se quedó un par de segundos en la distancia entre el tejado y el suelo, se dejó caer de un brinco pero antes metió sus manos para no tocar por completo el suelo, dio un pasito pisando por completo el suelo y se subió en el auto en la puerta que ya estaba abierta para ella

—Dios mio, eso fue increíble— exclamó Rachel después de cerrar la puerta y encender el auto— no sabía que volabas

—No vuelo, solo metí las manos para no caerme— explicó la rubia

Se giro un momento viendo que en el auto estaban Jane, Rachel, Joy y  Chandler

—¿A donde vamos? — pregunto la recién llegada

—A la escuela— explicó Rachel

—¿En serio? — la menor frunció las cejas— me sacaron de mi boda imaginaria con el señor Darcy solo para ir a la escuela

—Te explicamos en el camino— le respondió Jane

En el camino hacia la preparatoria de Hawkins le dieron un breve resumen a Liz que un par de horas antes le habían dado a Jane, ya no que habían visto a ninguna por estar en la cárcel

Le pusieron al tanto de nuevos detalles, como el hecho de que Vecna había atacado de nuevo, Nancy se les unió al grupo y en este momento se encontraban con Robin y Francine investigando sobre el que parecía ser el primer ataque de Vecna en los años 50's

Cuando llegaron a la escuela se dieron cuenta que estaba el auto de Steve, se supone que él también iría con Dustin y Max a robar los expedientes de la consejera de la escuela

—La escuela de noche me da miedo— murmuró Jane mirando a su alrededor con una mueca

—A mi me da miedo durante el día— mencionó Chandler siguiéndole el paso

Joy sacó uno de los radios que le había dado Dustin para comunicarse, alzó la antena de este y apretó el botón:—Dustibun, ya estamos aquí

—Estamos en la oficina de la consejera— respondió Dustin por la línea luego de unos segundos

—¿Dónde queda eso?— todos dirigieron su mirada a Liz

—¿A mi que me ven?

—¿Sabes donde está la oficina de la consejera o no?

—Si, ¿pero a mi que me ven? — bufó la rubia, solo que nadie rió— siganme

Todos se dirigieron a la oficina de la consejera siguiendo a la rubia malhumorada, cuando llegaron sólo empujaron la puerta ya que estaba entre abierta

—Diablos, no asusten así — maldijo Steve

—También me da gusto verte— ironizó Chandler

Max siguió buscando en las gavetas de los alumnos que veían a la consejera mientras todos buscaban algo de provecho en el lugar, nada interesante a decir verdad

—Miren esto— Max sacó un par de expedientes de esa gaveta

—¿Encontraste el expediente de Chrissy?

—No sólo el de Chrissy— Max alzó el otro folder— Fred también veía a la consejera

El silencio se formó por un par de segundos mientras que Max se sentaba en el escritorio revisando las anotaciones en los expedientes

Mientras esto pasaba, Robin, Nancy y Francine habían llegado a la escuela, su exhaustiva investigación en la biblioteca las llevó a concluir que Vecna empezó sus ataques en los 50's y que su primera víctima fue Víctor Creel y su familia

Francine estaba hasta atrás del par de chicas tratando de mantener distancia con Nancy, no era que se odiaran ni nada parecido, solo que la pelirroja tenía la ligera sospecha de la castaña no le agrado mucho la idea cuando ella y Robin se ofrecieron a acompañarla a investigar sobre Víctor Creel, tenía la ligera sospecha que su pequeña tensión se debía al ex-novio de ambas chicas, sin embargo la pelirroja se quedó callada, sin duda algo que nunca haría sería tratar mal a ninguna mujer solo por un chico

Además ella tenía un dolor de cabeza que la estaba matando y Nancy y Robin estaban haciendo mejor conversación sobre el caso Creel y como la rubia le explicaba a la castaña la dinámica de su amistad con Steve, ya saben, platónico con P mayúscula

Mientras tanto, en la oficina Max y Liz revisaban los expedientes de Chrissy y Fred, Max trataba de encontrar alguna similitud entre los síntomas de ambos, y vaya que había muchos, dolores de cabeza, sangrado nasal, pesadillas, estrés post-traumático, alucinaciones

Mortenson se quedó paralizada al leer los síntomas y con cada palabra que leía, volvían los recuerdos de las semanas anteriores donde tenía exactamente los mismos síntomas

Las pesadillas a mitad de la noche donde usaba sus poderes en contra de todos...

Los dolores de cabeza que varias veces quería estrellar su frente contra la pared...

Los sangrados nasales cuando hacía cualquier cosa y que la dejaban mareada...

Los ataques de pánico que le daban cuando recordaba todo lo que hizo mientras estaba poseída por el desuellamentes...

Y las alucinaciones de que mataba a todos los que quería...

La rubia no tardó en unir dos más dos y entonces darse cuenta de que... Vecna le había estado respirando en la nuca desde hace tiempo

Mientras esto pasaba, Francine se quedó paralizada ante los ojos de todos a mitad del pasillo, pero ante ella siguió caminando al oír un susurro espeluznante que decía su nombre

—Francine... Francine...

La rubia siguió la dirección de esa voz hacia el final del corredor donde lo que vio la dejó paralizada por un par de segundos

Un reloj de péndulo

Tic tac... Tic tac...

<<El futuro con frecuencia es decepcionante... >>

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Vecna viendo a Liz y Frank:

—Ellis

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