Capítulo V: Sherlock (*)

LIZ MORTENSON

Me acerque corriendo al auto que aparco a unos metros de la entrada de la escuela, abrí la puerta de esta subiéndome en el asiento del copiloto, lance mi mochila a los asientos traseros mientras que me apartaba el cabello de la cara 

—¿Qué tal tu primer día?— me pregunto papá mientras que me extendía una paleta roja que tome con una ligera sonrisa 

—Bien, aburrido— respondí mientras rasgaba el papel de la paleta llevándomela a la boca— todos ya saben que tengo mucho dinero, así que unos me dicen presumida y otros ofrecen su amistad por interés 

—No seas tan dura juzgando— ladeo la cabeza mirándome con un tono cansado 

—No juzgue a la ligera— hice un ademan con mis manos y cuando él me miro, señale un lado de mi cabeza

—Te dijimos que no manipularas mentes.

—No la manipule, solo la leí— papá me miro con los ojos entrecerrados— además, nunca prometí que les haría caso 

—¿De quien sacaste ese sarcasmo? No lo sé— reí ante sus palabras mientras volvía a mi paleta

Aarón llego a los minutos, también tiro su mochila a la parte trasera del auto, pensé que se quedaría ahí, pero no, el enano se aventó encima de mi en el asiento de adelante 

—Oye, si pesas, enano— me queje, pero el niño se acomodo en mis piernas mientras que se recargaba abrazándome, no pude decir nada cuando me miro aleteando las pestañas, solté un suspiro y deje que se quedara ahí 

—Te quiero— Aarón me dio un beso corto en la mejilla

—Tú lo que quieres es joderme— lo mire con los ojos entrecerrados 

—Ya vámonos, pa'— le dijo Aarón a papá

—Si, solo esperen un momento— nos dijo a ambos

—¿Tú a quien buscas?— pregunte al ver que veía la ventana por ambos lados

—A nadie— papá encendió el auto

—Ah, estas viendo a los niños de mi escuela, ¿no es así?— me cruce de brazos reprimiendo mi carcajada— papá, solo me dejaste ocho horas, ¿esperabas que volviera con un anillo de compromiso?

—Iugh— Aaron hizo una mueca de asco— ¿Quién quisiera casarse contigo?

—¿Quién no quisiera casarse conmigo? soy hermosa— solté con un aire de grandeza

—¿Vas a la escuela a estudiar o a buscar novio?— pregunto dándome una mirada de reojo 

—Vis i li isciila i istidiir i i biscir nivii?— lo arremedé con voz burlona y con un tono parecido al de una ardilla

—Hija, no te conformes con la primera persona que te hablè bonito— papá me miro con los ojos entrecerrados 

—La última persona que medio me hablo bonito fue el chico de la heladería  del Starcourt para convencerme de agregar una bola de helado extra a mi cono— respondí con un mohín 

—Eso me tranquiliza— papá suspiro aliviado

El auto siguió en marcha rumbo a la casa, me quede en silencio pensando o no si debería hablar sobre este tema con mi papá y en este momento, mire al niño de siete años que estaba recargado en mis brazos que casi se estaba quedando dormido, suspire antes de enderezar la espalda lista para preguntar 

—Papá, te quiero preguntar algo— dije sin dejar de mirar al frente en el camino 

—Si, ¿Qué pasó?— pregunto sin despegar la vista de enfrente

—¿Están vivos?— pregunte mientras cerraba los ojos

—¿A que te refieres?— papá me miro por un segundo arqueando la ceja

—A los números que fueron experimentados en el laboratorio de Hawkins— lo dije tan rápido que apenas y yo misma me entendí 

El auto freno de repente con brusquedad haciendo que me fuera de frente, rodee con mis brazos a mi hermanito que soltó un bostezo 

—Oigan, sean mas cuidadosos, salvajes— Aarón protesto mientras se tallaba los ojos, mi papá y yo conectamos miradas, pero no decíamos nada con el niño despierto— ya me voy 

Mi hermano se fue al asiento trasero del auto donde se dejo caer boca a abajo, el auto se puso en marcha después de unos segundos 

—Papá

—Liz, quedamos que ese tema no se toca— era verdad, sabia que había mínimo niños como yo, pero nunca hablaba de ellos— y no te podría decir mucho, cuando entrábamos tu madre y yo a ese laboratorio estaba muy drogado, a veces no tenia percepción de lo que pasaba a mi alrededor 

—¿Crees que mamá sabe si están vivos?— pregunte girándome por completo— dímelo, necesito saberlo

—Tal vez, tú madre era más consciente que yo y se relacionó más— me respondió— incluso tuvo un par de amigos ahí... incluso hubo un enfermero con el que siempre hablaba

—¿Enfermero?— fruncí las cejas

—Hija, no me acuerdo, eso tiene mas de 15 años— respondió encogiéndose de hombros— apenas y me acuerdo de lo que almorcé ayer 

—Okey— me acomode en mi asiento y seguí pensando en la chica de pelo corto— gracias por decirme, sé que es difícil para ustedes 

—No mas difícil que para ti— baje la mirada ante las palabras de mi papá— pero si quieres saber, tienes todo el derecho

Compartimos una ligera sonrisa y el camino a la casa fue en silencio, pero un silencio tranquilo, que sin embargo se rompió cuando empezamos a oír los ronquidos de Aarón

(...)

Papá se había despedido de mi y mamá con un beso en la mejilla ya que tendría que volver al trabajo, mientras yo ayudaba a mi mamá a secar los platos de la comida y Aarón estaba en la sala con su tarea en la sala. Mamá me pasaba los platos y yo los secaba y los ponían en su lugar en la alacena, estaba analizando el momento en que seria prudente preguntar todo lo que quería 

—Mamá, te quiero preguntar algo— dije nerviosa mientras colocaba los tenedores en su lugar

—Si, ¿Qué pasó?— pregunto mientras tallaba una taza en el fregadero 

—Quiero hablar sobre el laboratorio, más preciso el proyecto donde tu te metiste en la universidad, ¿Mk-ultra, no?— el plato se deslizo por las manos de mi mamá por lo que se estrello en el suelo haciéndome encogerme de hombros—  ¿Por qué todos hacen eso?— pregunte con sarcasmo para mí misma

—¿Qué quieres saber sobre el Mk-ultra?— mamá se limpio el jabón de las manos y se sentó en el comedor con las manos juntas

—Mamá, mínimo hay once niños como yo, once hermanos no biológicos más— mamá cerro los ojos ante mis palabras— ¿crees que mis hermanos estén vivos?

—No lo sé, tal vez si, — titubeo mucho —no sé, es un milagro que tú estés viva

—¿Por qué es un milagro que yo este viva?— pregunte algo incrédula

— Cuando me di cuenta que estaba embarazada ya tenía 5 meses de gestación— alcé ambas cejas y abrí los ojos sin poderme creerlos— en esos 5 meses entre muchas veces al tanque, fue tanto que me recomendaron que interrumpiera el embarazo, por las drogas no sabían en que estado podrías venir, no interrumpí el embarazo, pero cuando naciste tuviste un soplo en el corazón, naciste prematura...— se quedo callada varios segundos— creo que por eso no se me hizo difícil creer que habías muerto a las horas de nacida 

—¿Cuántas embarazadas hubo en esa época?

—Hay o hubo un total de 15 mujeres embarazadas, no todas al mismo tiempo pero más o menos junto conmigo hubo 2 más, una de ellas era mi amiga, la otra tengo entendido que perdió al bebé en el sexto mes

—¿Cómo se llamaba tu amiga?— dije acercándome-

—Terry Ivves— dijo y dio un suspiro— no sé qué pasó, según sé que supuestamente su hija murió al nacer, luego demandó al laboratorio y empezamos a ver las camionetas del departamento de energía afuera de la casa y por eso nos fuimos a Houston. No he sabido nada de ella, no se si su hija está viva, pero tiene casi tu edad— mi mamá me miro— ¿es todo Sherlock?

—Mamá— tome sus manos por encima de la mesa— es mi pasado, tengo derecho a saberlo 

—Liz, quiero olvidarme de eso— mamá levanto la mirada, los ojos los tenia llorosos— no fue agradable. Si entre a ese proyecto en la universidad era porque necesitaba dinero, no tenia a nadie más que a tu padre, y en ese momento no teníamos una mesada de 3 dólares como lo hacemos contigo, yo no tenia a nadie, estaba sola, éramos solo él y yo, entramos ahí por desesperación, no tenia ni para comer, no sabía que hacer y ese fue mi último recurso

—Mamá...

—Lo único que obtuve fue me robaran a mi bebé a las horas de nacida...— no había peor cosa que ver a mi mamá llorar—  Liz, esos ocho años que no te tuve a mi lado fue lo peor que me han pasado, sentí que volví a vivir cuando tu papá te trajo a casa viva y salvo, te creí muerta por muchos años

—Mami...— me acerque a ella cortando la poca distancia que teníamos, ella me abrazo con fuerza sosteniendo mi cabeza con su mano y con la otra me rodeaba la espalda— perdón, no quiero que llores 

—Mi amor— nos separamos del abrazo— sé que quieres saber, y tienes todo el derecho de hacerlo, pero quiero protegerte, protegerte de todo, no quiero que nada más te haga daño, sé que no puedo hacerlo para siempre, pero no quiero volver a perderte, porque sino morí antes, pero esta vez si moriría si algo te pasa 

—Nada me va a pasar— le asegure

—Y supongo que seguirás con el plan impulsivo que ya tienes en la cabeza, ¿no es así?— sonreí un poco arrugando la nariz— esta bien, no importa lo que diga, de todos modos lo harás 

—Me conoces tan bien— le di una ultima sonrisa seguido de un beso en la mejilla. Ella se fue hacia la sala mientras que yo me quedaba en el comedor 

La chica castaña volvió a mi mente, tenia una intuición muy grande sobre ella, y si era cierto lo que sospechaba, me gustaría acercarme a ella, saber si era feliz, ser amigas... ser hermanas...

--------------------------------

-Ellis

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top