Capítulo IV: Secrets (*)
LIZ MORTENSON
Ya íbamos camino a Derry, el viaje iba a ser largo y teníamos que comprar mucha gasolina, en estos momentos es cuando más agradezco que mi mamá haya amenazado al gobierno, tengo 2 millones de dólares para mí solita.
Todos veníamos haciendo idioteces, y aunque yo venía acostada en la cajuela con Will eso no me detuvo para socializar. Max y Lucas venían cantando.
—Turn around looking what you see— cantaron Max y Lucas- In her face, the mirror of your dreams.... Rhymes that keep their secrets will, unfold behind the clouds—
La verdad esa canción me hacía reír mucho pero no por la letra, si no por como la cantaban Joy y Dustin cuando nadie los veía.
Aun no entiendo porque Dustin se pone tan pesimista cuando hablamos de Joy, han salido un par de veces, pero aun no le hace esa pregunta importante, y aunque Joy decía que sentía cosas por Dustin, dijo que no le diría nada porque seria humillarse si es que no correspondía a sus sentimientos
Lo que tienen Joy y Dustin está mas enredado que una bola de estambre
—¿Cantamos bien esa parte? ¿Es un unfold behind the clouds?— preguntó Max hacia Dustin con un mohín
—Si, pero la están masacrando ¿Podrían parar?— dijo Dustin fastidiado
—¿Por qué no cantas con nosotros Dustibun?— pregunto Lucas con un tono burlón lanzándole un pequeño beso. Reímos cuando dijo el apodo que Joy le había puesto a Dustin
—Si, Dustibun, ¿Por qué no cantas con nosotros?— Max hizo una voz rara mirando a nuestro amigo con una sonrisa fingida
—Son tan graciosos que deberían ir al show de Carson— hablo Dustin con las voz cansada al notar como lo seguíamos molestando
—¿Podríamos oír tu versión?— preguntó Max
—No.— respondió Dustin
—Por favor, solo un verso— dijo Max en forma de súplica
—No, es única y exclusivamente para los oídos de Joy— dijo con un tono ligeramente enojado
—Turn around looking what you see— todos estábamos riendo a más no poder cuando Lucas y Max volvieron a cantar, menos Dustin que nos saco el dedo de en medio a todos los presentes
—No le has hecho burla en todo el día— reí mientras ponía una carta del Uno que andaba jugando con mi novio
—Yo te estoy igual o peor que contigo— me dijo haciendo que riera ligeramente. Le tome las mejillas dándole un beso de un par de segundos que se transformaron en diez cuando me paso la mano por el cuello, amaba cuando hacia eso
—¡Oigan, degenerados!— nos separamos cuando oímos el grito de Steve— por favor, más respeto, estamos más personas aquí
—¡Tenemos 14!— murmuramos escandalizados al unísono
—Ajá, como si no lo hubieran pensando todos en este auto, por lo menos una vez— abrí la boca ofendida ante el sarcasmo de Harrigton, termine recargando mi mentón con mi manos
Todos nos quedamos callados y apartamos la mirada ante las palabras de Steve
Bueno, menos mi hermana
—¿Qué cosas?— Jane miro a su alrededor buscando alguien que le respondiera
—Luego te explico— Max miro a Jane con un mohín
<<Yo nunca lo pensé>>
Bueno talvez una vez solo una vez, cuando estábamos en el castillo Byers fue cuando pensamos en eso.
Las cosas estuvieron apunto de salirse de control esa vez, y cuando levante la mirada y vi que Will se puso rojo, confirme que ambos pensábamos lo mismo
Will me había invitado al castillo Byers, dijo que tenía algo especial que mostrarme, cuando llegamos corrió la cortina y ambos entramos.
—Bienvenida a su humilde castillo, Princesa Liz— hizo a un lado la cortina y ambos entramos-
—Me gusta este castillo más porque viene con príncipe incluído- me acerqué a mi novio y le di un beso-
Tenía una rato que estábamos en el castillo pero la verdad no me quería ir, me gustaba estar aquí donde nadie nos molestaba.
—Te tengo un regalo— hablo Will- Solo no me veas cómo acosador— entrecerré los ojos ante su comentario-
—¿Qué es?— dije poniendo mis manos sobre mi barbilla y mirándolo con los ojos entrecerrados
De su espalda saco una hoja extendiéndomela, tome la hoja algo dudosa ya que Will se veía nervioso
—Lo hice un día después de que nos conocimos— pude notar que se puso rojo— sé que es extraño, pero solo fluyó
Era un dibujo, había una mujer rubia de ojos verdes y un hombre parecido a Will pero más grande. A nuestro lado había una casa muy bonita y del otro lado, dos niños pequeños, una niña y un niño.
Sentí un pinchazo en las costillas cuando note los dibujos de los dos niños, porque eso incluía un secreto de mí que no estaba preparada para decírselo a Will, así que borre la mueca de mi cara y mejor me concentre en los otros detalles del dibujo
—Es nuestra casa, nuestros hijos y nuestros perros— no pude evitar ponerme roja, nunca nadie me había hecho un dibujo-
Abrí los brazos y nos fundimos en un largo abrazó. Me parecía muy lindo, de verdad que también me gustaría casarme con Will, mejor dicho nunca pensaba en casarme con alguien, salvo Roger Taylor o Marty McFly, pero eso solo pasaba en mis sueños que se terminaban cuando el despertador sonaba
Lo tome de la mejilla y lo besé.
—Te amo— ambos sonreímos y nos volvimos a besar-
Los besos empezaban a durar un poco más de tiempo, mis brazos estaban encima de sus hombros mientras que Will me tomaba de la cintura, pero sentí una extraña sensación cuando me jalo un poco de la cintura acercándonos un poco más hasta que termine un poco encima de él cuando se recargo contra una de las paredes
Deje de pensar cuando me acarició la cintura y me subió un poco la camiseta acariciando mi piel que de inmediato se erizo y me hizo empezar a temblar de miedo, porque esto me daba miedo
—¡Will!— alguien grito desde afuera y nos separamos inmediatamente-
Oímos unos pasos acercándose y nos acomodamos en una posición normal como si estuviéramos leyendo uno de los comics de los X-men que mi novio tenia por ahí, además de que me amarre el cabello fingiendo que nada paso
—¿Qué pasó?— preguntó Will viendo como su mamá se asomaba por la puerta que cubría la cortina blanca
Estaba con cara roja, si no hubiera gritado mi suegra, talvez nos hubiera encontrado uno encima del otro, eso hubiera sido muy incómodo.
—Si quieren vengan a comer algo— dijo neutro-
—Gracias, señora Byers— dije sonriendo algo incomoda esperando que no notará que estábamos rojos de la cara y me temblaban las manos
Cuando la mamá de Will se fue, nosotros estallamos en carcajadas cual focas con epilepsia. Especialmente porque ambos estábamos rojos y porque las risas eran la única manera de calmar el ambiente tenso que se había formado entre nosotros
—Perdón— Will trataba de controlar su risa al mismo tiempo que trataba de controlar su respiración
—No te preocupes, yo tuve la culpa— cubrí mi boca para controlar mis carcajadas
Por la cara de que puso Will talvez se acordó de lo mismo que yo, esa vez, si la mamá de Will no hubiera llegado quién sabe que hubiera pasado en el castillo Byers.
Papá tenia razón, no tenia edad para pensar en eso
Ya se había hecho de noche y a penas íbamos a mitad del camino, Steve dijo que sería peligroso quedarnos en la carretera de noche así que no nos quedó de otra más que buscar un hotel.
Ni me fijé si era hotel normal o de los moteles donde van las parejas a fornicar.
Pedimos una habitación con 3 camas y espero que podamos dormir todos, en la última gasolinera recargamos casi 200 dólares de gasolina y junto con el hotel de todos ya llevamos gastado más de mil dólares, me declaro en banca rota.
Me toco compartir habitación con Jane y Max, así que cuando mi hermana salió de la ducha, Max entro al baño, mientras que Jane se secaba el cabello con una toalla mientras que yo me terminaba de desenredar mi cabello en el espejo de la habitación
—No crees que deberíamos haberles hablado a Kali, Joe y los demás?— me preguntó Jane mientras dejaba la toalla de lado y me miraba con las manos empuñadas en su regazo
—Están ocupados y no creo que deberíamos molestar— me encogí de hombros con dudas
—Pero dijeron que si los necesitábamos podríamos llamarles— sabia que no era tanto sobre la ayuda, Jane necesitaba una red de apoyo, que solíamos ser nosotros
—Tienes razón— me acerqué al teléfono que estaba en la mesita de noche y saqué el número que me había dejado Francine antes de que se fuera a su base en la NASA
Marque el número y a los dos tonos oí la voz de mi hermana.
—¿Hola?— mi hermana estaba emocionada
—Hola Francine, Soy Liz
—Hola, Liz cómo están?— chilló emocionada
—Hemos estado mejor—hablo Jane que se colocó a mi lado para que ambas oyéramos lo que salía del teléfono— ¿Cómo estás tú?
—Genial, Apolo XXI está casi listo— se oía emocionada— ¿Están bien? Tienen algún problema? Pero que no sea de dinero, porque aun no me pagan mi primer sueldo
Miré a Jane por un momento y negó.
—No, solo queríamos saber cómo estaban— dijo Jane algo desanimada
—Bien, los chicos llegaron esta tarde a Florida. Charlie y Rachel están en la facultad de Medicina de la estatal de Arizona, y Jessie se fue a la de Derecho. En un año tendremos dos hermanos cirujanos y una abogada
—Nos alegramos por ellos
—Ok, las dejo porque tengo que
hacer los cálculos deacuerdo a la
atmósfera y sus derivados—
⟨⟨Cosas que no entiendo⟩⟩
—Si, te vemos en acción de gracias
—Adios, las quiero
Saque el número que nos dejaron Chandler y Joseph, estaba lista para escuchar sus paranoias.
—Nombre y ubicación— era Chandler—
—Somos tus hermanas—bufo Jane—
—Ah, Hola. ¿Cómo están? ¿Ya encontraron
el virus que está en el agua?—
—Chandler, tienes que dejar
de lado la psicosis— bufé—
—Cuando tengan algo raro en el estómago se acordarán de mi—
—Hola, hermanas— era Joseph—
—Hola, como estás?— preguntó Jane—
—Bien, pero pero si quieren dinero, aun no tengo, o bueno si tengo, pero me compre una televisión y tengo sobregirada mi tarjeta
—¿Por que todos piensan que queremos dinero?— bufé— somos tan malditamente ricas como ustedes, no los necesitamos
—Doña clasista ha hablado— rodé los ojos ante las palabras de esos dos
Si soy medio clasista, pero no necesito que me lo recuerden siempre
—¿Dónde están?—
Miré a Jane y volvió a negar.
—En el bosque, nos fuimos a un campamento
—Ok, ¿y pasa algo?
—No, solo queríamos saludar— suspiré— pero ya tenemos que colgar
—Adiós, las queremos— hablo Chandler antes de colgar
Solo faltaba el número de Kali, mientras no esté en la cárcel todo bien.
—Hola, somos Liz y Jane—
dije rápido antes que colgará
—Hola, hermanas— las 3 reímos, se oía animada— ¿Cómo están?
—Con un problema y te necesitamos— dijo Jane
—No, de verdad lo lamento— Kali se oía incomoda
—¿Qué pasó? ¿Estas bien?
—Si, pero nos acusaron de robar
un banco y como están en
averiguaciones no puedo salir de la cuidad
—Kali, tenemos dinero de ya sabes que— espero que haya entendido la indirecta— ¿Para que tenías que robar un banco?
—Sentido de la aventura—
Jane y yo nos golpeamos en la cara—
Siento no poder ayudarlas pero
se los compensaré en navidad—
—Esta bien, cuídate y
nos vemos pronto
Compartí una mirada de pena con mi hermana cuando terminamos de hacer nuestras llamadas improvisadas, donde quedamos como al principio
—Bueno, creo que solo estamos tu y yo— sonreí de manera exagerada viendo a Jane— Como al principio
—Bueno, sé que nos podemos cuidar muy bien las dos— sonrió y nos abrazamos
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-Ellis
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