JANE HOPPER
Las cosas con Francine nos tenia muy asustados, llevaba días sin responder nuestras llamadas y nuestras cartas, tuvimos que optar por el otro método, así que estábamos en la casa que Rachel, Jessie y Charlie estaban viviendo, decían que querían comprarla, pero mientras vivían aquí, por lo cual nos reunimos los diez para buscarla, no queríamos que nada le pasará
—Con cuidado— Joseph me entregó una venda y Joy prendió la televisión mientras que yo los miraba en medio de la sala sentada en el suelo con las piernas cruzadas
—Gracias Joey— le sonreí a mi hermano mayor, él me revolvió el cabello ligeramente mientras que yo me colocaba la venda en los ojos
A los segundos la vi, estaba en un pasillo intentando llamar a alguien y luego descubrimos a quien cuando el teléfono de la casa sonó , Rachel fue a contestar, mientras que yo espiaba su llamada
Y eso era peor, ya que ella hablaba muy extraño, y mentía, decía que estaba en su trabajo, cuando en realidad estaba en un lugar que la ponía triste
—¿Dónde esta?— oí la voz de Jessie desde afuera
—¿Kamcata?— pregunté más para mí misma— está en Kamchata
—¿Kamchatka?— preguntó Charlie— ¿Kamchatka Rusia?
—Kamcata— me quite la venda y me encogí de hombros ante su pregunta
Kali me paso un pañuelo y lo puse en mi nariz que tenía una línea de sangre ante la búsqueda sin éxito de mi hermana mayor, les conté los detalles como el hombre rubio que hablaba con ella y que hablaba raro
—Esos bastardos nos mintieron— murmuró Joy
—¿Por que estaría en Rusia? ¿no se supone que estaba en la NASA?— pregunto Joseph
—Nos está negando— capte la atención de mis hermanos— le dijo a uno de los oficiales que no tenía familia
—Entonces no estamos obligados a ponerla en nuestro testamento— bromeó Chandler
—Chand, esto es en serio— habló Kali— ¿Por qué Francine esta ahí y porque nos está negando?
—Talvez solo quiere protegernos— murmuró Jessie encogiéndose de hombros
—¿Protegernos de qué o por qué? — preguntó Rachel con el ceño fruncido
—¿Liz?
Todos dirigimos la mirada hacia Liz, ella estaba en un rincón de la sala sin decir nada. En estos días ella ha estado muy rara, casi no sale, no habla y solo se queda en los rincones cuando venimos a cada de Joey
—Deberías seguir averiguando porque esta ahí— respondió sin tener una expresión en el rostro, era muy extraño, hablaba casi por automático
—¿Podrías?— me preguntó Kali
—Si— tome la venda y volví a cubrir mis ojos
Sin embargo no veía nada en El vacío, era como si algo me impidiera saber donde estaba Francine, como si no quisiera que la encontrará, tal vez ella misma no quería eso, seguí intentando buscarla, pero no veía nada
Pero tuve que parar cuando oí un grito conocido desde afuera, me quite la venda rápidamente dándome cuenta que la que estaba gritando era Liz
—Liz— Joy se acercó a Liz que se estaba quejando mientras sostenía su brazo.
Liz soltó un largo grito que nos asustó a todos, pero cuando abrió los ojos, estos ya no eran verdes...
Talvez fue una alucinación, los ojos de mi hermana no pudieron cambiar de color como si nada.
Tardó unos segundos gritando, pero luego se quedo callada, dejó de gritar, solo se sentó y fingió que nada había pasado, pero ahora su voz y su postura eran muy rectas, además de que parecía estar enojada
Mi hermano Joey decidió que lo mejor es que dejáramos de jugar a los espías y preferimos ir cada quien a nuestras casas
Espero que Liz este mejor mañana...
~Al día siguiente ~
Tipo de narrador: Tercera persona
Alrededor de las 6 de la mañana Madelaine Mortenson se levantó debido a unos ruidos extraños que escuchó fuera de su habitación, por un segundo pensó que alguna cosa se había caído a causa de alguna ventana abierta, esto por la brisa de la tormenta de nieve que retumbaba en Hawkins
No sabía exactamente de dónde provinieron
Estaba a punto de rendirse e irse a dormir hasta que los ruidos otra vez se escucharon, venían de la habitación de su hija
—¿Liz?— Maddie tocó la puerta pero no oyó respuesta así que optó por entrar
Liz no estaba en su cama, pero si había bastante agua en el suelo. Maddie pensó que seguramente dejó abierta la llave del baño, así que se dirigió a este que también estaba abierto, así que optó por entrar
Cuando Maddie vio la escena que tenia enfrente, se llevó ambas manos a la boca y ahogo un grito de horror
Liz estaba en la tina, que estaba llena de agua y hielos
—¿Qué hiciste?— Maddie tomó a su hija y la sacó de la tina, de inmediato se le acalambraron las manos al sentir el frio del agua— ¿Qué hiciste? — la madre tomó una toalla y envolvió a su hija sacándola del agua
—Tenía calor, mami— respondió Liz sin expresión en el rostro
Lo que más alarmó a la señora Mortenson es el tono que estaba usando Liz, pareciera que no sintiera nada o hasta que disfrutará el frío. Maddie bajo las escaleras algo desesperada buscando algo que pudiera calentar a Liz, sus extremidades estaban poniéndose moradas por el frío, sin contar que por el ambiente, era muy propensa a la hipotermia
De camino a la cocina se encontró con Alex, que por su cara acababa de despertar
—¿Qué paso Maddie?— pregunto Alex hacia su esposa
—Pon a calentar agua— respondió Maddie algo alterada mientras buscaba el termómetro en el botiquín de la cocina además de unos trapos
—¿Pará qué?— Alex lleno una olla con agua y la puso en la estufa encendiendo de está sin entender para que la quería Maddie
—Es Liz— respondió Maddie con voz temblorosa— se baño con agua fría
—Estamos a 10 grados— menciono Alex sorprendido
—Y le puso hielos a la tina— Maddie se recargo en la mesa de la cocina algo frustrada, Alex miró con los ojos abiertos a su esposa— rápido, es propensa a la hipotermia
Alex subió hacia la habitación de su hija donde ella estaba envuelta en una toalla mientras veía la ventana seriamente, por dios, la nieve se colaba por la ventana junto con el frío
—¿Qué hiciste?— Alex le tocó la cara a Liz que estaba demasiado fría que hasta lo hizo apartar la mano de su cara
—Tenía calor— respondió Liz y se recargo en el hombro de su padre
—Estamos a 10 grados— repitió el rubio ante la extrañeza de su primogénita
—Le gusta el frío...— susurro la rubia sin dejar de ver a la ventana, luego miro a su padre con una mirada severa— y no necesito que me salves...
(...)
Los Mortenson habían hecho de todo para subir la temperatura corporal de su hija, le pusieron varias toallas calientes en la frente, además de varias mantas encima, pero Liz hacia varias muecas de dolor cuando tenía las toallas en la frente, por lo cual apenas se descuidaban, se quitaba todo lo que tenía encima
Parecía que los más afectados por lo que hizo la rubia eran sus padres, hace varios días que ella actuaba demasiado raro, pero ese baño sin duda rebasada los límites
—Esto está mal— susurro Alex recargando sus manos en la mesa de su cocina
—¿Y como saber que iba a hacer algo tan retorcido?— mencionó Maddie con frustración
—Liz no está bien y creo que eso tiene que ver con lo que pasó en casa de su novio— Alex levantó la cabeza
—De algo estoy segura y es que Will nunca le haría daño a Liz— la voz de Maddie era muy seria, ella nunca creía a Will hacerle daño a su niña, sino todo lo contrarío
—No estoy diciendo que le haya hecho nada, pero después de eso se puso muy rara y creo que eso tiene que ver con ese maldito laboratorio— Alex dio un golpe en la mesa
—¿Y si sólo perdió la razón?— habló Maddie con la voz temblorosa, Alex levantó la mirada— ¿Qué tal si solo necesita un doctor?
—¿Un doctor?— pregunto Alex sin poder creerlo
—Sabes muy bien porque lo digo, mi madre murió en un hospital psiquiátrico, estaba loca — Alex suspiro pesadamente recordando la situación de la madre de Maddie, y una de las principales razones por las que la rubia decidió estudiar psicología, que fue la esquizofrenia de su madre, Irina Sloan— estaba fuera de control, era un monstruo, no tuve más remedio que internarla, y a veces tengo mucho miedo que yo o los niños terminemos así— Maddie se cubrió la boca tratando de controlar sus sollozos
—Vamos a ver como sigue antes de sacar conclusiones— Alex tomó la mano de su esposa y ella asintió
Ambos subieron por las escaleras, la puerta estaba entreabierta pero de nuevo se sentía ese frío
Cuando entraron a la habitación se dieron cuenta que Liz se había quitado las sábanas de nuevo y la pijama, solo estaba en ropa interior mirando fijamente a la ventana. Su piel estaba roja como si tuviera fiebre, pero a la vez parecía estar sudando
—Liz...— Alex se acercó a cerrar la ventana pero antes de siquiera terminar Liz levantó el brazo y la ventana volvió a abrirse
—Le gusta fría...— susurro la rubia
—Llama a Will— dijo Alex entre dientes a su esposa
Maddie fue por un teléfono mientras Alex observaba a su hija
—Nos gusta esto...— Liz hizo una pequeña sonrisa que desapareció cuando miró a la ventana
(...)
WILL BYERS
Cuando la mamá de Liz me habló porque estaba enferma y que si pudiera, la fuera a visitar, no pude evitar preocuparme, porque ya la había visto extraña desde hace días, y solo quería que se sintiera mejor. Me coloque mi gorro y sudadera para ir a su casa
—Hola, señora Mortenson— la salude en cuanto me abrió la puerta
—Hola Will— miro hacia atrás— ella esta en su habitación pero ten mucho cuidado, no se ha sentido muy bien— me dio unos golpes en el hombro
Camine hacia la habitación de Liz pero por alguna razón el ambiente se sentía más frío. La puerta estaba entreabierta así que entre
Ella estaba en su cama mirando hacia la ventana, me incómodo mucho el hecho de que solo estuviera en ropa interior
Pero era tan extraño, porque eso no solo me ponía nervioso, me causaba una sensación extraña, porque no me parecía linda en un momento como esté, es como si dejará de gustarme, aunque pensaba que eso era imposible, porque estaba seguro que la amaba, pero era como si la chica que estaba sentada mirando la ventana fuera una extraña
—Hola— la salude sentándome a su lado
—Hola— respondió con un tono frío sin dejar de mirar la ventana
—¿Cómo te sientes?— pregunte y pase mi brazo por sus hombros, aunque no era como si me sintiera bien haciéndolo— tu mamá dijo que estabas enferma
—Bien, hablo conmigo, es divertido— sacó una pequeña sonrisa mientras miraba la ventana
En la ventana no había nada y nadie, no entiendo a que se refería
—¿Por qué has estado tan distante? Casi no hablas, no sales, me empiezo a preocupar
Liz se me acercó lentamente con la cara seria hacia mi oído
—El bosque— me susurro
—¿El bosque?— pregunté demasiado confundido
—Había alguien en el bosque. El bosque me lastimó— Liz se tapó la cara llorando
—Tranquila— le sobe la espalda— ¿Qué te dijo?— volví a preguntar
Liz se levantó casi dejando de llorar por automático mirando a la ventana con seriedad
—Que los matará a todos...— se dio refugio con sus manos en sus hombros— y nos dejará a ti y a mí para el final...
Eso me asusto mucho... porque él solía decir eso... pero no pude seguir pensando porque volvió a llorar con fuerza cubriéndose la boca con sus manos
—Abrázame— me pidió mientras que se seguía dando refugio con las manos en sus hombros— por favor, abrázame
No me lo tuvo que pedir dos veces, ya que le rodee la cintura con mis brazos, ella tomó mi camiseta en puños mientras que lloraba en mi pecho con la frente recargada en mi camisa
—No me sueltes, por favor...
—Nunca— dije y le di un beso en la frente
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—Ellis
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