Capítulo III: Earth, swallow me (*)

LIZ MORTENSON

Me levanté, fui al baño a lavarme los dientes y me fui a mi armario, no sabía que ponerme, quería verme bien pero que no creyeran que quería llamar la atención. Era difícil ya que en mi anterior colegio era de uniforme, y no tenia que pensar que ponerme todos los días, mientras que aquí no, creo que mi ropa era bonita, aunque casi nunca la usaba mucho tiempo en la calle

Al final me puse una falda negra, una camisa blanca y un suéter amarillo delgado, me puse unos zapatos negros y me hice una coleta alta porque mi cabello estaba esponjado y se vería raro suelto, fui también a mi mesita tomando del espejo, hice una mueca cuando note como mis ojeras seguían ahí, aun eran algo notorias, mejor dicho parecía mapache, pero el libro terminado nadie me lo quita

Solo tomé un poco de bálsamo labial que era de sabor a moras poniéndolo en mis labios ya que estos siempre estaban quebradizos por el clima, cada tanto me mordía los labios por los nervios, y también por el sabor del bálsamo

Baje a desayunar con mi mochila colgada en mi hombro, no pesaba tanto ya que solo tenia una libreta, un par de lápices y un libro para des aburrirme, no planeaba socializar de más con nadie, me presentaría y ya, por eso lo llevaba

Mi mamá me hizo mi licuado de fresa como todas las mañanas y me entrego una bolsa de papel que contenía mi almuerzo. Papá y mi hermano también estaban en la mesa concentrados en sus bol de cereal

—¿Estás nerviosa?— me pregunto mamá mientras comía su fruta sentada en la cabecera de mesa

—Un poco— dije sin importancia picando los huevos de mi desayuno con desinterés 

《Es mentira, si lo estoy y mucho》

—Vas a tener muchos amigos— me dijo papá, se me dibujo una sonrisa maliciosa, no creía que tendría amigos, pero si conejillos de indias— no se te vaya a ocurrir manipular su mente

《Rayos》

—¿Porque? Es divertido— dije riendo

—Pero no es bueno— hablo mi mamá seriamente

—Mira— miré a mi hermano y entrecerré los ojos mientras que movía ligeramente mis dedos

Me encantaba este poder, manipular la mente los demás, podía hacer que todos hicieran lo que yo quisiera, y aunque solo lo había usado con mi hermanito —exceptuando la vez que me metí en la mente de mi papá para que comprara un tocadiscos—, me encantaba lo que podría provocar en todo en tiempo que lo había probado con Aarón 

—Alto ahí loc.... Amo a mi hermana y es mucho más guapa que yo porque soy una liendre— dijo riendo

—¡Elideth!, deja a tu hermano— dijo papá, yo no paraba de reír al ver la mirada perdida de Aarón, solo era cuestión de segundos para que volviera en si, pero me divertía

—Puedo oler colores— dijo Aarón con la mirada pérdida y mi mamá trataba de que dejara de hablar

—Ya, Liz, van a llegar tarde— asentí controlando mi risa burlona, me limpie el rastro de sangre de la nariz

—Pues vámonos— mi papá tomo su maletín y mi hermano y yo nuestras mochilas.

Nos subimos al auto, la escuela quedaba antes de la planta de energía que era el nuevo trabajo de papá, así que nos pasaría a dejar antes a la escuela. El pueblo era algo gris, pero solitario y hasta cierto punto el silencio le daba un toque tranquilo, el silencio es bueno para pensar

—¿Y cuando me comprarás una bicicleta?— pregunto Aarón cruzado de brazos

—Cuando no te caigas de la bicicleta— respondió papá sin despegar la vista de enfrente

—Y la loca de mi hermana si tiene la bicicleta no es justo— Aarón estaba haciendo berrinches

—No, prefiero que papá me traiga a la escuela— dije sonriendo— solo me siento y no hago nada— dije con sonrisa de triunfo

—¿Cuando se te quitará la flojera, Liz?— pregunto papá algo harto

—No lo sé— respondí con los ojos abiertos— vas a pasar por nosotros ¿verdad?— dicen aleteando las pestañas

—No, se vienen caminando— respondió papá

—Entonces talvez le pida a uno de mis compañeros guapos que me lleve en su bicicleta— dije con una voz rara

En algunas situaciones no era necesario meterme en las mentes para manipular a las personas... papá odiaba cuando insinuaba que algún día me van gustar chicos, según él, aun era muy pequeña para eso, y por obvias razones no conocía a nadie que me gustara de esa manera, pero me gustaba las muecas que hacia mi papá cuando bromeaba con eso

—A la 3:15 estoy aquí— dijo serio y mi hermano y yo chocamos los 5

—No te demores o le puedo pedir a uno de preparatoria que me lleve en su auto— dije mirando mis uñas

—Elideth— dijo papá en tono de regaño mirándome por el espejo retrovisor, hice un cierre imaginario sobre mi boca seguido de un aleteo de pestañas como si fuera inocente

En menos de lo que esperaba ya estábamos en la escuela, enderece la espalda soltando un suspiro al ver la cantidad de gente con la que tendría que convivir a fuerzas... no los conozco y ya me molesta su existencia 

—¿Las reglas?— pregunto papá mirándonos a mi y a Aarón 

—Nos presentamos y nada de jugar con los más grandes— dijo Aarón viendo a mi papá

—¿Y si tienes muchas ganas de ir al baño y estás en clase?

—Me las aguanto— respondió Aarón

—Ya estás listo— papá le revolvió el cabello a Aarón— ¿Liz?— dijo viéndome y rodé los ojos

—No manipular la mente de los maestros para salir temprano, no hacer llorar a los de primaria, no tirar a la gente y no sentarme cerca de chicos— lo último rodé los ojos

—Ya están listos para la guerra— dijo con una voz gruesa

—Si sabes que ya tengo 14, ¿verdad?— tuve la impresión de que a mí papá giró la cabeza como a la niña del exorcista— te amo, papá— dije rápido y le di un beso en la mejilla

Aarón se fue a la primaria, yo sólo lo acompañe a la entrada y me fui a la secundaria que estaba al lado, de las miradas de los pasillos escape olímpicamente porque todo el rato no despegue la vista de mis tenis caminando hasta el salón de matemáticas que era mi primera clase según la hoja del horario que llevaba en las manos 

Llegue al que parecía ser mi salón, para mí mala suerte ya se me hizo tarde y todos ya estaban en sus lugares hablando de cosas que no me parecían interesantes, lo bueno es que todos estaban en sus asuntos y era muy probable que nadie me notara, cerré la puerta, pero para mi mala suerte, está se azotó con fuerza haciendo que un gran ruido acompañado de un eco se hiciera presente al igual que las miradas encima de mi

Todos se me quedaron viendo, unos con desprecio y otros con curiosidad

Trágame tierra

《Y escupeme junto a Michael J. Fox》

Con pena me fui a un asiento que estaba hasta la último, todos me seguían mirando y yo saqué un libro y me cubrí la cara con el.

—Este día va a ser largo— dije para mí misma

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-Ellis

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