• 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 1 - "𝐄𝐥 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐧𝐭𝐚𝐧𝐚".

Era una noche tranquila y bastante silenciosa para la ciudad de Tokyo. Desde lejos se podía distinguir que está noche iba a ser diferente a las otras por la escasez de ruido en la ciudad y los pocos vehículos que iban y venían por las calles.

Entre ese silencio, un joven de cabellos azabaches y ojos azules profundos como el océano, miraba la ventana sin poder conciliar el sueño.

Giyuu Tomioka, un joven de apenas unos 16 años, miraba la ventana mientras se preguntaba si era justo el vender su libertad para ser otro esclavo más en una sociedad maloliente donde le pagarían posiblemente el mínimo y sea "reemplazable" para el gobierno cuando se enferme o este viejo ya.

Recuerda que ese tema empezó a surgir en su cabeza cuando los profesores de su instituto les preguntaron a su salón, sobre la carrera que iban a elegir y se iban a especializar toda la vida.

Esto sin duda alguna, abrumo de manera instantánea a Giyuu desde aquel día.

Sin más remedio, solo le quedaba mirar la ventana junto a las pocas estrellas que alcanzaba a ver desde donde estaba, junto al insistente ruido del tic tac del reloj de su cuarto que no le hacía mucha ayuda a su consolar.

Pensaba en ya irse a acostar e intentar dormir nuevamente deseando que esté intento por fin se exitoso de una vez por todas, pero antes que si quiera pudiera alejarse, un tintineo llamo su atención.

— Oye niño, por aquí, estoy aquí.

Giyuu volteo su cabeza confundido en donde creía que estaba la voz que lo llamaba.

Creyendo creer que había alguien ahí con el, siguió buscando con la mirada sin éxito alguno, creyendo así que el cansancio le estaba jugando a la mala por no descansar como se debe.

— Genial Giyuu, ya te volviste loco. — Se dijo a si mismo mientras suspiraba algo agotado y sintiéndose algo estúpido por creer en serio que alguien le llamaba.

— No estás loco, estoy justo aquí.

Un grito, eso fue lo que se escuchó luego de de aquella afirmación de la voz junto al leve sonido del tintineo.

Un hada estaba delante suyo hablándole como si fuera lo más normal del mundo una situación cómo está. Y es más que obvio que de asusto por esto.

(Creditos al artista).

— T-tu.. — El hada pareció algo divertida y confundida por el comportamiento del joven. Aún así su diversión era más y no dejaba su sonrisa.

— ¿Yo?

— E-eres u-un..

— ¿Hada? Si, lo soy. Es un placer conocerte, pequeño. — Giyuu solo palecio más mientras miraba el hada al frente suyo tratando de darle una razón lógica a lo que estaba viendo. — Mi nombre es Shinobu Kocho, pero me puedes decir solo Shinobu.

Giyuu se quedó en shock por un rato y luego salió del trance para tratar de tocar a la pequeña criatura queriendo confirmar que no era mera ilusión de su cansada mente.

— ¿Que haces? — Pregunto confundida mientras veía como el joven se acerca a ella y le tocaba la cabeza con uno de sus dedos.

— Eres real.

— Claro que lo soy. — Confirmó mientras le miraba incrédula.

— Pero ¿Por qué...?

El hada río levemente por la pregunta dándole un poco de ternura el toque inocente de Giyuu.

— Vengo a concederte un deseo, pequeño.

— ¿Un deseo? — El hada asintió con una sonrisa.

— Si, un deseó. Así que dime joven, ¿Que desea tu alma y corazón, que tranquilo no has podido dormir hoy?

Un silencio se formó por unos segundos mientras Giyuu dudaba si contestar a la pregunta del hada, o no.

— Yo.. quisiera poder ser un niño por más tiempo.. — hizo una pausa pensando bien en sus palabras que estaban siendo invadidas por la desesperación. — No quiero ser otro esclavo de este mundo egoísta y trabajar para un gobierno que no me da más que dolor de cabeza.

Shinobu pensó en una solución y luego sonrió para acercarse más a Giyuu de manera positiva.

— Te puedo concedir ese deseó que tanto quieres, pero a cambio de esto..

El hada tomo las dos manos del joven quien le miraba atento con cada acción que está realizaba.

— Tendrás que dejar a tus amigos y familiares, atrás.

Esto dejó algo asustado a Giyuu y pensó varias veces mientras su mirada se perdía en la puerta de su habitación.

No estaba nada seguro de dejar atrás a su hermana mayor, Tsutako. Mucho menos a sus amigos e incluso su escuela.

— Y-yo.. no creo poder hacerlo.. lo siento.

Shinobu le miró de manera algo desconcertada por el rechazo de su propuesta, pero luego cambio esa cara por una más tranquila con rasgos notorios de comprender a Giyuu.

— Entiendo tu decisión.

La hada se alejó de Giyuu y voló directamente a la ventana.

— Pero si alguna vez cambias de parecer. Di mi nombre a estas mismas horas de la noche y vendré enseguida.

Dicho esto, la hada se fue dejando solo a Giyuu en su habitación, pensando en la propuesta y las condiciones del hada.

Un suspiro salió de la boca de Giyuu y fue directo a la cama a acostarse para dormir.

Si, definitivamente prefiere a su familia antes que a su ridículo deseó.

La mañana siguiente con tanto ruido en la ciudad. Giyuu se dirigía a su instituto a pasos lentos mientras con su mirada buscaba a una melena de color salmón.

Mientras más caminaba y miraba, más se preocupaba por no ver a su querido amigo hasta llegar finalmente al instituto, y a su correspondiente aula de clases, donde de ubicó en su respectivo asiento y alistó sus útiles para recibir las clases.

La mirada de Giyuu se dirigió finalmente al pupitre vacío donde se supone que iba su querido mejor amigo.

En cambio de verlo ahí, solo habían unas cuantas flores, preocupando de sobremanera a Giyuu sobre lo que pudo haberle pasado a el.

— Buenos días, alumnos.

La mirada perturbada de Giyuu volteo para ver a su profesor que acababa de ingresar al aula de clases, haciendo cambie la mirada y que se levántate junto al resto de sus compañeros, para saludar de manera educada y como es debida, al profesor.

Finalmente todos los estudiantes se sentaron apenas terminaron de saludar, para iniciar clases, pero antes, el profesor dio un aviso.

— Queridos alumnos, como pueden ver, entre ustedes falta el día de hoy un compañero de esta clase.

Esto captó la atención de Giyuu que parecía bastante ansioso al no saber que pasaba.

— El joven Sabito, el día de ayer por la noche, desapareció de manera misteriosa mientras su familia se encontraba durmiendo. No de sabe si escapó de casa o lo secuestraron, lo lamentó.

Un sonido de algo quebrandose fue lo que puedo escuchar Giyuu en su corazón mientras miles de pensamientos cruzaban su pequeña mente.

Quería correr de ahí y llorar mientras desesperadamente, trata de buscar a Sabito, pero eran ideas tontas e irreales que solo lo llevarían a problemas.

Solo podía rezar por el bienestar de su adorado amigo que no estaba allí.

— Bueno, comencemos. Abran el libro en la página 34 del libro de..

Que día tan horrible y eso que apenas es de mañana.

Un mes paso luego de las noticias sobre que Sabito había desaparecido sin dejar rastro alguno.

Durante todo este tiempo, cada que Giyuu volvía a casa, volvía con algunos golpes y rasguños, producto de el bullying que sufre en el instituto. Pues Sabito era quien lo defendía de los matones de su instituto, y ahora.. ya no tenía a nadie.

Los pálidos dedos de Giyuu viajaban por sus moretones y rasguños que trataba de esconder de su hermana mayor para así no preocuparla.

— ¡Giyuu! Corazón, ven.

Giyuu volteo la cabeza en donde escucho esa dulce voz que tanto adora, llamarlo.

— ¿Por qué estás así mi pedacito de cielo? Sabes que cualquier cosa me puedes contar...

Los ojos del más joven se aguarón ante esas palabras y se levantó rápidamente del sofá para ir donde su hermana mayor y abrazarla mientras dejaba que su llanto fluyera.

— Sa-sabito no aparece aún...

Apenas dichas esas palabras, Tsutako miró con preocupación a su hermanito y lo abrazo con cariño mostrándole lo mucho que lo quiere mientras le decía palabras para consolar su pobre corazón.

— Giyuu, mi tesoro más preciado.. Estoy segura que pronto encontrarán a Sabito y podrás darle un abrazo enorme.

Giyuu asintió mientras lloraba en brazos de su hermana, calmandose de a pocos.

— Ven, vamos a cenar.

Tsutako deshizo el abrazo y con toque suave y maternal, tomo a su hermanito de la mano y lo llevo al comedor para poder cenar.

Ya luego de cenar, Giyuu se despidió de su hermana y se retiró a su habitación a dormir.

Pero...

Su cabeza volvió a pensar en aquella propuesta de la hada y en las condiciones de esta.

Un suspiro reprimido, salió de la boca de Giyuu mientras se acercaba a la ventana y veía las pocas estrellas que lograba ver por la luz de la ciudad.

Amaba a su hermana Tsutako, pero.. ella estaría bien, pues ella tenía un esposo que la quería demasiado y estaba embarazada.

No quería traerle más problemas a Tsutako.

— Shinobu.. ¿Estás aquí?

No paso ni un minuto para que Shinobu entrará por la ventana y mirara detalladamente al joven frente suyo.

— Te ves demasiado mal.. ¿Sucedió alg-? — Antes de poder continuar preguntando, fue interrumpida por el azabache.

— Cambie de opinión y.. quiero que cumplas mi deseo.

Una cara de impresión se formó en la cara de Shinobu, pero cambio a una de felicidad y asintió.

— Si así lo quieres, haré tu deseó realidad.

Shinobu tomo las delicadas manos del cabello azabache y murmuró unas palabras para seguido, mirar a Giyuu con una sonrisa amable.

— Te llevaré a un sueño eterno donde no tendrás que preocuparte por un futuro o si quiera el crecer..

Unos brillos aparecieron en toda la habitación dando un tipo de esplendor a donde estaba.

— Te llevaré, a Nuncajamas.

💫🌟💫

𝐎𝐦𝐠, 𝐦𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐬𝐣𝐤𝐝𝐣𝐝𝐣.

𝐁𝐮𝐞𝐧𝐨, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐞 𝐡𝐚𝐲𝐚 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐚𝐫 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚.

𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐓𝐚𝐥, 𝐦𝐞 𝐠𝐮𝐢𝐚𝐫𝐞 𝐞𝐧 𝐛𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐩𝐬𝐫𝐬 𝐢𝐫í𝐚 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐦𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐬𝐞 𝐜𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫á 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐯𝐨𝐜𝐚𝐥𝐨𝐢𝐝.

𝐏𝐨𝐫 𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨, 𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨, 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐊𝐲𝐨𝐣𝐮𝐫𝐨 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐩𝐨𝐜𝐨 𝐞𝐧 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐭𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐚𝐥𝐝𝐫á 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚.

𝐒𝐢𝐧 𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫.

𝐁𝐚 𝐁𝐚𝐢𝐢 ✨

💫🌟💫