II
Chapter2:-
18:00 pm.
-¿Necesitas qué te llevé a casa?
-No gracias. Yo iba a otro lugar.-desvío la mirada mientras caminaban a la par.
-¿Vas bien en la universidad?
-Sí. Gracias por preguntar.
-¿Aún necesitas a un tutor de matemáticas?
Ella soltó una pequeña carcajada con sus mejillas rojas.
-Por ahora estoy bien.
-Rose.-la detuvo acorralándola en una pared cercana, lejos del público.
Le acarició con su dedo pulgar los rosados labios de la fémina. Ella soltó un suspiró al tenerlo tan cerca.
-Jimin, n-no... Por favor.-pidió temerosa.
-Sigues siendo la misma de antes.-le olfateó el cuello haciendo que ella tragara duró.-No has cambiado en nada.
-E-esto no está bien.-lo empujó leve de los hombros.
-¿Lo dices por tu madre?
Rose bajo la cabeza con tristeza.
-Hey.-la obligó a mirarlo. Sus ojos cafés estaban cristalinos.-No es tú culpa. Necesitó explicarte las cosas, pequeña.
Ella negó.
-No es necesario. S-sólo haz la feliz, ¿si? .-trató de pasar por su lado. Algo que no logró.
El castaño volvió a posicionarla sobre la pared para atacar los labios dulces de la menor.
Rose rodeó su cuello instándolo a que fuese más profundo el contacto, algo que provocó que Jimin se excitara.
-Me sigues poniendo de sobremanera, cariño.-bajó sus manos hasta las piernas femeninas subiéndolas hasta llegar a las bragas de ella.-Me encanta cuando usas faldas.
-J-jimin... N-no... Mmh... -gimió apretándole la camisa con ambos puños. Había encontrado su punto sensible y débil.
Comenzó a jadear soltando pequeños gemidos, los cuáles sólo hacían volver más loco a Jimin.
-¡T-te necesitó ya! -casi le suplicó cuando se separó bruscamente de su boca.
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Más tarde...
18:47 pm.
Al entrar al cuarto del hotel, rápidamente le abrió la bragueta del vaquero y metió su mano pequeña dentro del bóxer. Éste soltó un suspiró ronco mirándola con deseó.
Su miembro palpitaba en su mano, siendo duró, caliente y grande. Como lo recordaba.
-¿Quieres correr el riesgo? -hablaba agitado.
-Sólo por ésta vez.-le sonrió con las mejillas rosadas.
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Loa gemidos, jadeos - algunos roncos y otros suaves - eran aislados por las paredes color crema de esa habitación.
Ella era quien estaba sobre él, ante la mirada deseosa del hombre.
De un segundo a otro, Rose era quien se encontraba presa bajó su fuerte cuerpo masculino. La penetraba fuerte y profundo, caliente y con bestialidad.
Le dolía, cómo a la vez lo disfrutaba plenamente. Sabía que esto no iba a volver a suceder entre ellos.
Rose había llegado al éxtasis mucho antes que él.
Rodeó con sus piernas la cadera del mayor haciendo las embestidas más profundas, y en su última estocada, dejó su ser en ella.
Jadeante y cansado, se dejó vencer sobre ella.
-Simplemente, perfecta.-le corrió algunos mechones de cabellos del rostro y le regaló un casto beso en los labios.-Eres perfecta para mí, Roseanne.
La menor sólo le sonrió tiernamente acariciándole el rostro con cariño.
Había sido una tarde larga y de acción total.
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21:05 pm.
-Estoy en casa.-aviso al cruzar el recibidor.
Una sonrisa tonta se adueñaba de su rostro.
-Bienvenida.-le dijo su madre al verla.-Dios, Roseanne.-le miró de píes a cabeza asustada.
-¿Q-qué?
-¿No ves la hora, hija?.-le señalo el reloj colgado en la pared continua.-¿Dónde estuviereis?
-Aún es temprano. No veo el porque de...
La puerta se abrió, dejando ver al alto hombre anterior obligándola a callar.
-¡Jimin! -la adulta corrió a sus brazos sonriente olvidándose de su hija.
El hombre la imitó sonriendo le.
Sus ojos se encontraron con los de su pequeña amante.
En sus ojos se notaba su traición. Comenzó a subir los peldaños de la escalera y se perdió en el oscuro pasillo del segundo piso.
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Se deshizo de las ropas dejando un camino hasta entrar a la tina. El agua tibia la abrazó tranquilizándole.
A lo lejos sintió la puerta de su cuarto ser abierta, colocándola alerta.
-¿Mamá? ¿Mamá eres tú?
Ante el silencio decidió salir y envolverse en una toalla. A cada pasó que daba el miedo la invadía.
No vio a nadie. O eso creyó.
Una mano le prohibió gritar. Se volvió y lo miró con susto.
Jimin la observaba como esa tarde. Con deseó.
-¿Qué hacés aquí? Veté, mí madre puede entrar en cualquier momento.-nuevamente le dio la espalda.
-No te preocupéis por ella. Recientemente salió a hacer un trámite, tardará en regresar.-le dio un besó en el hombro desnudó comenzado a hacer un camino hasta su oreja.
Ella soltó un leve gemido ante la caricia.
-N-no... -negó ahogada mente.
-Tú boca dice no, pero tu cuerpo dice lo contrario.
-Jimin, por favor... -le pidió con los ojos entre cerrados.
-Extrañaba tenerte entre mis brazos, amor.
-No.-dijo soltándose rápidamente.-No vuelvas a llamarme así, nunca más.
-Rose, bebé.-acuno su rostro entre sus manos y junto sus frentes.-No era lo que tenía planeado. No sabía que ella era tú madre.
-Aún así.-balbuceó.-No es lo correcto.-se alejó.-Se nota que ella esta enamorada de ti, no la lastiméis.
-Chaeyoung...
-Olvidar lo que sucedió entré nosotros. No volverá a suceder, no otra vez.
-Park Chaeyoung.-insistió.
-Lo que tuvimos meses atrás fue lindo. Hermoso, glorioso; nunca me sentí tan querida cómo tú me lo expresasteis.
-Cariño. ¿Cómo no hacerlo? Sí eres diferente a cualquiera que he conocido.-levanto su rostro buscando su mirar.-¿Quieres que olvidé nuestros momentos juntos? ¿Nuestras noches de amor? Dónde nos refugiábamos en los brazos del otro.
-Jimin.
-¡Fui tu primer hombre por Dios!
Ella lo miro con ojos llorosos.
-Lo sé.-acepto.-Pero entenderme. ¡Soy la hija de tu novia! No puedo hacerle eso a mi madre, no puedo.
-Pequeña.-murmuró.
-Veté.-le señaló la salida.-Veté por favor, no lo hagas más difícil.
El joven pasó por su lado y abrió la puerta. Se detuvo antes de salir.
-Yo te amo, Rose. Todos los días, durante estos seis meses, jamás me olvidé de ti. Siempre estuvisteis en mis recuerdos.
Seguido salió del cuarto dejando sola a la muchacha.
Ella se quitó las lágrimas, que amenazaban por salir desde antes.
-Mamá debe ser feliz. Debe ser lo, aún que esto me lastimé a mí misma.
🌹
Esa misma noche.
23:56 pm.
-Creía que me iba a devorar.-le dijo la Tailandesa por Skype.
Jisoo y Jennie también estaban conectadas.
-Lisa.-se quejó.-Se supone que íbamos a hablar de materia, no de Jungkook y deseos sexuales hacia ti.
-¿Éstas celosa? -volvió a decir Lisa.
-Niñas. Quiero estudiar, no saber de sus vidas privadas amorosas.
-Al parecer te hace falta compañía.
-Cierra la boca, Jennie.
-Dejarla, Jen. Esta enojada por el asunto con su madre.
-¿Qué sucedió? -preguntaron al unísono las dos restantes.
-Eish, no os acerquéis tanto a la cámara. Asustan.
-Odiosa.-molestó la mayor.
-Sí. Un poco bastante.-concordó Jennie.
-Las molestas son ustedes.-gruñó.-Nos vemos mañana en clases.-cerró sesión y dejó la tablet a un lado.
Se acostó de espaldas contemplando el cielo de la habitación. Los recuerdos de esa tarde llegaron rápidamente.
Sonrió como tonta rodando por la cama. Luego su expresión cambió.
¿Qué haría con él desde ahora en adelanté?
🍃🌺🍃
Momo 🍑💞
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