: : :*ೃ࿔୭ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐎𝐎𝟐 ミ

Capítulo 2: Rivalidad.

Narrador Omnisciente: 

—Bakugo es tan, ¡agggh! —se exasperó la azabache mientras tiraba un poco de sus propios cabellos, molesta con el chico y consigo misma.

Se sacó la cosa pegajosa que le había tirado en el cabello y lo tiró con asco en alguna parte de los pasillos de aquel expreso que se dirigía a Hogwarts, irritada ante su pequeña discusión anterior.

—Me las vas a pagar, rubia teñida —aseguró entre dientes, intentando arreglarse mientras buscaba otro compartimiento junto a su lechuza.

Porque así era, Katsuki Bakugo la había sacado por la fuerza de donde estaba hace unos momentos atrás.

—Lárgate, perra —gruñó entre dientes aquel joven mago, amenazando a la fémina—. O te haré pedazos.

—No sabía que el compartimiento tenía tu nombre —contestó la Slytherin, fingiendo buscar alguna señal de aquello—. ¡Oh, espera, creo que encontré algo! —exclamó señalando una parte debajo de la ventana— Ahí dice idiota —sonrió de lado.

Aquello causó un poco de risa en los dos amigos del rubio y eso le enfureció al susodicho, por lo que sacó la varita de su bolsillo y le apuntó de nueva cuenta en el cuello.

—¡¡TÚ ESTÁS MAS QUE MUERTA, PEDAZO DE MIERDA!! —La empujó contra la ventana y la miró lanzándole un maldición asesina mental, ¡cómo lo sacaba de quicio!

—Sin tu varita no eres nada, Bakatsuki —se mofó sin tenerle miedo, pues bien sabía que el chico no le haría nada.

Y todo gracias a que al ser menores de edad, no podían hacer magia fuera del colegio si no era en defensa propia. ______ sabía que Bakugo era odioso, pero no estúpido, ella era consciente de que a pesar de su mal carácter, él se esforzaba en ser el mejor mago de todos, por lo que una de sus cuantas metas era ser el premio anual de su casa el próximo año.

Si bien solía tener problemas frecuentes con ella, aquellos eran muy bien compensados con sus buenas notas en las clases, teniendo así la oportunidad de ser el mejor de su año en su casa.

Sin embargo, ella sabía que no le convenía tener problemas con el ministerio de magia, por lo que estaba claro que no usaría la magia contra ella, por ahora.

—Venga, atácame —La azabache le sonrió de lado en forma de burla y esperó pacientemente algún movimiento con los ojos cerrados, estaba confiada.

Bakugo la maldijo entre dientes y poco a poco aflojó el agarre en su varita, a tal punto de guardársela en la túnica.

—Como ordene la señorita —se mofó el rubio y sacó un huevo de su bolsillo, partiéndoselo en la cabeza.

—¡Eres un...! —______ no pudo continuar con lo que iba a decir puesto que Katsuki le plantó un poco de yema en la boca, riéndose en el proceso.

—Escúchame bien, estúpida —le jaló de los cabellos haciendo que esta protestase por el dolor—. ¡¡Ni se te ocurra volver a desafiarme de nuevo!! Que ni siquiera me llegas a los talones.

—Eso no decías antes, eh... Katsu —le sonrió haciendo una mueca, puesto que el chico había jalado sus cabellos nuevamente—. ¿Acaso no te acuerdas de...?

—¡DÉJATE DE ESTUPIDECES, MALDITA PERRA! —Un muy leve sonrojo se instaló en sus mejillas pero de un rápido movimiento la dirigió hacia la puerta del compartimiento, echándola como tal cual perro— ¡Que te quede claro que yo mando aquí!

Y dicho eso le cerró la puerta en la cara, sin poder objetar algo.

—Lo siento mucho, ______ —se disculpó Kirishima haciendo una mueca, mientras le pasaba su jaula y un pequeño bolso, dejándolos en el suelo—. Oye bro, ¿no crees que podríamos compartir el lugar?

—¡Déjate de mierdas si no quieres irte tú también! —Volvió a cerrar la puerta, dejando a la chica sola nuevamente.

La Black juró vengarse de Katsuki ni bien llegasen al castillo y no tuvo de otra que tomar a su lechuza, para ir a otro compartimiento en donde seguramente estarían sus amigos.

Caminó un buen tanto y entre las ventanas pudo ver a cierto chico el cual se le hizo conocido, por lo que entró para sentarse con él.

—¿Puedo sentarme? Es que todos los asientos están ocupados... —dijo ______ imitando lo mismo que le había dicho hace unos años, por lo que sonrió— Buenos días, cariño —se acercó al bicolor y le dio un beso en la mejilla.

—Buenos días —asintió Todoroki, viéndola de forma extraña—. ¿Qué te pasó?

—Bakugo —fue lo único que dijo como si fuese obvio, intentando sacarse aquello de encima.

—Ya veo —aquel rostro serio adquirió un pequeño ceño fruncido, por lo que buscó entre sus cosas algo que fuese útil—. Ven, te ayudo.

Shouto palmeó el asiento al lado suyo y comenzó a limpiar el rostro de su amiga con delicadeza, quitando aquellos restos de huevo junto a las partes blancas en su cabello azabache.

Los luceros grises de la chica observaron detalladamente las facciones del contrario y se quedó mirándolo por un buen rato, puesto que el chico era sumamente guapo ante los ojos de las chicas.

Y porque no, también de los chicos.

—¿Por qué eres tan jodidamente lindo? —preguntó haciendo un puchero, tocando su cabello.

—¿Crees que lo soy?

—¡Pues claro, solo mírate! —Una sonrisa animada salió de sus labios y se acomodó en su asiento, ya limpia— Tu cabello es... wow, y ni qué hablar de tus ojos, tu rostro, tu cuerpo. ¡Eres muy guapo, Todoroki!

—Con que eso piensas —murmuró el chico tomando la mano de la chica, pues esta había comenzado a acariciar su cabello—. Aun así... mi cabello es solo cabello, no entiendo.

—Mira el mío y luego el tuyo —dijo mostrándole su larga melena azabache, comparándola con la suya—. El tuyo es de colores bonitos, además de que encaja muy bien con tu rostro y es sedoso —aseguró asintiendo—. En cambio el mío pues, es... es común.

Shouto la miró intentando comprender sus palabras y terminó asintiendo un poco.

—A mí me gusta tu cabello —fue lo único que dijo Todoroki, mirándolo caer por sobre su hombro— Es bonito, como la noche —se explicó de forma serena—. Mientras que tus ojos parecen dos lunas llenas en la oscuridad... Combinan —asintió.

La fémina no pudo evitar sonrojarse un poco sobre sus palabras pero de todas maneras sonrió ampliamente apoyándose sobre su brazo, mirándolo curiosa.

¿Acaso Todoroki tenía idea de que estaba coqueteando sin querer con ella?

No, él era demasiado inocente como para hacer algo así.

—Muy bien, todos ya saben porqué estamos aquí, ¿no? —tomó la palabra Iida Tenya, el prefecto de Ravenclaw.

—No empieces con el protocolo, por favor —pidió ______ acomodándose junto a Todoroki mientras dejaba caer su cabeza sobre su hombro.

—¡Pero las reglas son importantes, ______! —aclaró el chico responsable, tomando unos cuantos papeles en sus manos mientras estaban reunidos en el vagón de los prefectos— Para los de quinto año, ser prefecto es un gran privilegio que se les ha sido otorgado para...

El chico siguió hablando algo que tenía ensayado desde la mañana y comenzó a explicarles un sin fin de cosas a los nuevos prefectos ese año, todo sobre sus responsabilidades y reglas que deberían seguir al pie de la letra ese nuevo año en Hogwarts.

Sin embargo, no muchos de ellos le hicieron mucho caso, salvo Hermione Granger, pues ella estaba tomando notas en un pergamino sobre lo que tenía que hacer.

—Esto es aburrido —bufó ______ hacia el bicolor, el cual estuvo de acuerdo pero no lo dijo.

—Me pregunto dónde estarán los prefectos de séptimo —acotó mirando hacia los lados, puesto que ahí solo estaban los de quinto y sexto curso.

—Creo que están patrullando el tren, mientras que nosotros nos encargamos del bulto de quinto —se quejó cruzándose de piernas.

—¿Bulto? —se indignó Draco Malfoy, mirándola mal— Habla por los inútiles de las otras casas.

—¿Qué has dicho, Malfoy? —Ron Weasley iba a plantarle cara pero fueron detenidos por Yaoyorozu.

—Cálmate, primito —dijo ______ con desdén, palmeando su cabeza como si fuese un perro—. No provoques a los demás, mucho menos a Potter y sus amigos —le aclaró mirándolos de reojo—. El trabajo de los prefectos es lo contrario, así que nada de pleitos.

—¿Y me lo dices tú? —achinó los ojos— ¡Si te la pasas molestando al traidor ese! —apunto a Katsuki.

—¡Repite eso, mortífago de mierda! —se alertó el rubio levantándose de una sola vez.

La fémina miró mal al cenizo por cómo había llamado a su primo, vale, que Draco era un idiota con respecto a los demás, pero él ni nadie tenía derecho de llamarlo así solo por los antecedentes de su familia y casa.

—No empiecen, por favor —pidió Momo mirando con súplica a la Slytherin al ver que iba a decir algo.

Se mordió la lengua y solo si limitó a matar a Bakugo con Avadas internos, para luego mirar al otro rubio:— La diferencia entre nosotros es que yo nuca quise ser prefecta —le comentó como si nada—, tampoco me importa si me quitan el cargo, la verdad —bostezó acomodándose en su sillón—. Yo solo acepté porque Shouto iba a estar aquí, ¿verdad, baby?

El heterocromático la miró extrañado pero de todas maneras asintió confundido, puesto que él siempre pensó que le gustaba ese cargo.

—¿Pasamos a la repartición de horarios...? —opinó Kaminari mirando inquietamente la puerta del vagón— Ya me quiero ir...

Tenya soltó un suspiro derrotado al ver que arruinaron su perfecto discurso pero estuvo de acuerdo, pues ya había dicho casi todo lo importante.

—A ver, mocosos —los llamó la azabache—. Como les ha dicho el pomposo, todas las noches los alumnos deben cumplir un toque de queda y bla bla bla.

—Sí, sí, ¡y para eso estamos nosotros! —apoyó Ochako con una sonrisa amigable.

—Nosotros, los prefectos, hacemos patrullajes por distintos sectores del castillo para ver que no incumplan las reglas —coincidió Itsuka Kendo, prefecta de Gryffindor—. Es por eso que las rondas serán elegidas de a dos estudiantes, por sorteo entre diferentes casas.

Iida puso varios papelitos en un sombrero y se los ofreció a algunos de los chicos, los cuales tendrían que aceptar sus turnos sin rechistar.

—¡Me niego a hacer mis rondas con esa sangre sucia! —se quejó el príncipe de Slytherin, apuntando a Hermione.

—No puedes hacer eso —dijo ______ como si fuese obvio—, si te tocó, lo siento, Draquis.

Ahora fue el turno de bruja sacar el siguiente papelito entre los chicos de su año y sonrió triunfante ante su resultado.

—Es el destino —alardeó feliz, entregándole el papel a Tenya.

—Sabes que no puedes hacer tus rondas con tu compañero de casa, ______ —le reprochó.

—¡Exacto, debe ser justo para todos! —secundó Kaminari.

—Además la idea es convivir con compañeros fuera de nuestras casas, así les damos un ejemplo a los estudiantes y... —decía Momo pero la interrumpió.

—Ya, ya, que aburridos son —chasqueó la lengua descontenta ante eso.

Volvió a sacar otro papel de aquel sombrero con mala gana y lo abrió, frunciendo el ceño de inmediato.

—No, me niego —protestó haciendo bollito aquel papel y tirándolo al suelo.

—Qué infantil eres —se burló Katsuki desde la otra punta—. ¿Es que acaso ni si quiera puedes cumplir con tus rondas, ah?

Hermione recogió aquel papelito que había caído hacia sus pies, un poco intimidada ante la mirada de la hija de Sirius.

—¿Y bien?

—Le tocó con Bakugo... —murmuró sintiendo la mirada de todos sobre ella.

—¿¡Ah!? ¡Dame eso, bastarda! —Katsuki le arrebató el papel de sus manos y al ver que eso era cierto su ceño se frunció aun más, rompiendo aquel papel en varios pedacitos— ¡NI MUERTO VOLVERÉ A HACER MIS RONDAS CON AQUELLA TRAIDORA!

—¿Y luego la infantil soy yo, decías? —se mofó ______, aunque estaba de acuerdo en sus palabras— Pero coincido, no pienso volver a hacer mis turnos con alguien como él.

Tanto Iida como Yaoyorozu intercambiaron unas miradas preocupadas, pues aún recordaban muy bien aquellos chismes que solían ir y venir en los pasillos del castillo.

Chismes de mal gusto que involucraban a ese par.

Ambos se miraron con rencor desde sus lugares y se negaron rotundamente a estar juntos todas las noches en el toque de queda, puesto que de ninguna manera querían volver a pasar por lo mismo que habían vivido hace exactamente un año.

En el cual, ambos jóvenes habían compartido muchas cosas más allá de unos besos y caricias en el baño de los prefectos.

Capítulo kk, con más relleno que Naruto alv, pero de ahora en adelante intentaré centrarlo más a la trama de mierda que tenía pensada :v bais

Bч: ᥒoᥣxᥒgᥱrhᥙmᥲᥒ 🌺

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