── .✦𝗘𝗹 𝗛𝗶𝗹𝗼 𝗜𝗻𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲

Las hojas otoñales, ahora secas y crujientes bajo sus pies, parecían susurrar los secretos que Gi-hun y In-ho compartían en silencio. El encuentro en el parque había dejado una huella imborrable, una sensación de anticipación que flotaba en el aire entre ellos. Sus encuentros casuales se habían transformado en algo más, una búsqueda mutua, un acercamiento lento y cauteloso, como si temieran romper el delicado equilibrio que se había establecido.

In-ho, con su habitual discreción, comenzó a dejar pequeños detalles: un libro olvidado en la mesa de la cafetería, una flor silvestre dejada sobre el asiento de Gi-hun. Eran gestos mínimos, casi imperceptibles, pero cargados de significado, como hilos invisibles que tejían una conexión cada vez más fuerte entre ambos. Gi-hun, a su vez, respondía con su propia forma de comunicación silenciosa: una mirada prolongada, una sonrisa tímida, un roce accidental de manos.

Una tarde lluviosa, encontraron refugio en un pequeño café, el aroma a café recién hecho y especias envolviéndolos en un ambiente cálido e íntimo. El silencio, lejos de ser incómodo, era una complicidad tácita, una comprensión mutua que trascendía las palabras. Observaban el ir y venir de la gente, la lluvia golpeando contra los cristales, y en ese silencio compartido, se sentían más cerca que nunca.

De pronto, In-ho tomó la mano de Gi-hun, su toque ligero pero firme. Gi-hun sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo, una respuesta visceral a ese contacto inesperado. No hubo palabras, solo la intensidad de la mirada de In-ho, reflejando la misma emoción que Gi-hun sentía en su interior. En ese instante, el hilo invisible que los unía se convirtió en una cuerda sólida, una conexión innegable que ambos estaban dispuestos a explorar.

El juego había comenzado, y las reglas, aún indefinidas, se estaban escribiendo con cada mirada, cada gesto, cada silencio compartido. El misterio que los envolvía se iba desentrañando poco a poco, revelando una atracción profunda y auténtica, una conexión que iba más allá de lo físico, una promesa de algo más. El otoño, con su melancolía y su belleza, era el testigo silencioso de su naciente amor.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top