๐๐ร๐๐๐๐, ๐ฉ๐๐ซ๐ญ๐ ๐๐.
El รบltimo recuerdo de mi infancia es el de una noche de lluvia y frรญo, la vรญspera de mi octavo cumpleaรฑos. En ese entonces era un niรฑo inquieto: despierto, no podรญa dejar de caminar y parlotear, o distraerme hasta con la sombra que los รกrboles proyectaban sobre el suelo, y cuando dormรญa, mi sueรฑo era tan delicado, que pocas eran las noches en las que podรญa haber dormido cinco horas seguidamente. El crujir de las ramas meciรฉndose por el viento, el retumbar de una tormenta; incluso el mรกs mรญnimo ruido en la noche podรญa arrancarme de mi siesta y arrojarme a una dolorosa vigila. Aquella vez, fue el sonido ahogado de un sollozo el que me quitรณ el sueรฑo. Me removรญ sobre el jergรณn de paja que compartรญa con mi madre y, despidiรฉndome de mi descanso, abrรญ los ojos con lentitud. ย
Mi madre estaba despierta, sentada en la orilla del jergรณn, con la mirada perdida en la ventana. A la luz de la รบnica vela, podรญa ver los caminos de lรกgrimas que descendรญan de sus ojos y ensuciaban sus mejillas. Se habรญa quitado la saya (2) y solo vestรญa su camisa interior blanca y el medallรณn de plata que jamรกs abandonaba su lugar en su pecho, colgando de una cinta de cuero. Su largo cabello castaรฑo oscuro, el รบnico rasgo que habรญa heredado en parte de ella, se derramaba en desorden sobre sus hombros menudos. Era muy hermosa. Para mรญ, lo era mucho mรกs que cualquiera de las mujeres de nuestra aldea, pero en las รบltimas semanas, aquella mujer a la que hasta entonces sรณlo podrรญa haber descrito como la mรกs tierna y animosa de todas, se habรญa convertido en una sombra. Mi sombra.
โยฟEstรกs triste porque echas de menos a papรก? โ me aventurรฉ a preguntar.ย
Mi madre se dio la vuelta, sorprendida al verse descubierta, y enmascarรณ su expresiรณn ansiosa con una sonrisa que era de resignada tristeza. Las frecuentes โy cada vez mรกs angustiosamente largasโ ausencias de mi padre eran algo de lo que jamรกs se hablaba en voz alta, ni siquiera cuando รฉl faltaba durante semanas enteras y estรกbamos solos, pero que a ambos nos afectaba demasiado como para ignorarlas o al menos fingir que lo pretendรญamos. Mi madre no permitรญa que le diese vueltas al asunto, y cuando comenzaba a agobiarla con preguntas y teorรญas, solรญa hacerme pasear por el bosque que rodeaba nuestra pequeรฑa casa (3).
โYa sabes que tu padre tiene que servir a las Arascain โ me recordรณ con suavidad, mientras me hacรญa tumbarme y me cubrรญa con la manta, pero sin hacer amago de acostarse โ. Volverรก en una semana, espero โ aรฑadiรณ.ย Quise preguntarle otra vez, pero ella no me dio tiempo a hablar; me estrechรณ entre sus brazos y, tras empujarme con suavidad para hacer que me recostase de nuevo, comenzรณ a cantarme para que durmiese.
Cuando cantaba, lo hacรญa en una lengua muy distinta a la que empleaba mi padre y el resto de personas de la aldea. Yo aprendรญ aquella lengua en el lapso de las largas ausencias de mi padre, cuando mi madre me llevaba al bosque o me cantaba sus canciones sobre brujas y demonios, y sobre gente que luchaba contra ellos. Quizรกs por ello pensaba que mi madre cantaba nanas, asรญ como los hombres de la taverna del pueblo contaban leyendas.
No podรญa saber, en ese entonces, cuanto me equivocaba.ย
Notas a pie de pรกgina:
2.) Saya: Pieza de ropa mรกs frecuentemente vistaย en la vestimenta femenina, muy comรบn en el siglo XV, que podrรญa describirse como un "vestido o falda exterior".ย
3.) Viviendo en un pueblo "perdido" de Irlanda en el siglo XV, la estructura de la casa del protagonista es la misma que la de los celtas โa pesar de que Irlanda habรญa sido forzosamente convertida al cristianismo tiempo atrรกsโ:ย Una estructura de planta rectangular, que no superaba los cincuenta metros cuadrados, tejado a una o dos aguas y รบnicamente tres habitaciones (un recibidor y sala de labores /// una sala de coexistencia, donde las familias descansaban /// y un almacรฉn donde se guardaban los alimentos y los aperos).
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