𝟎𝟐.

❝*⁰². ¿ᶜᵒ́ᵐᵒ ᵠᵘᵉ "ⁿᵒ, ᵍʳᵃᶜⁱᵃˢ?

𝑩𝒂𝒓𝒄𝒆𝒍𝒐𝒏𝒂, 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒏̃𝒂
𝟐𝟏/𝟎𝟖/𝟐𝟐


PABLO GAVI

Cuatro a uno a nuestro favor. Así fue como quedó de beneficiado en el partido de hoy mi equipo, el Barça, contra la Real Sociedad.

Después de que el partido se diera por finalizado, mis compañeros y yo, como siempre, nos dirigimos a los vestuarios. Poco después nos dirigimos a la salida para poder irnos a nuestras casas. Anteriormente vivía en una residencia, La Masia, pero al cumplir los dieciocho me compré mi propio hogar.

Salí junto a Pedri, uno de mis amigos más unidos. Cruzamos las puertas donde nos esperaban personas, como siempre, para autógrafos, fotos, etc...

—¡Gavi, Pedri! —nos llamó una chica de pelo negro y ojos verdes.

Junto a dicha chica se encontraba otra que supongo que sería su amiga. Tenía el pelo castaño, rizado. Me había encantado su pelo. Sus ojos eran color miel.

Las dos eran muy guapas, pero el pelo de la de los rizos me habia engatusado.

Me llamó la atención que la pelinegra fuera toda del Barça, mientras tanto la de pelos lindos iba sin nada y con cara de desinterés, poca emoción.

—Firmarme la camiseta, por favor. —nos pidió la conjuntada del Barça, girándose para que podamos firmar.

—Una foto...—murmuró la chica cuando terminamos de firmarle la camiseta, mientras apuntaba con el móvil a ella, a mí y a mi amigo—. ¡Muchísimas gracias!

Yo asentí ante el agradecimiento de la pelinegra.

—¿Tú no quieres? —le pregunté a la amiga, extrañado de que no se hubiera unido a la foto.

—No, gracias.

«No, gracias.» Nadie me había rechazado una foto.

Aturdido, asentí para después marcharme junto a Pedri, que pronto nos encontramos a unos metros de distancia de las chicas le salió una carcajada. Lo ignoré, sabía de lo que se reía.

Nos paramos en otro grupo, esta vez de tres chicas. Mientras Pedri firmaba la gorra de una, me quedé mirando a la pelo rizada de antes, extrañado, confundido. No lo sé. Ella también me miraba, seria, mientras la amiga se reía.

Tan pronto como ella apartó la mirada, Pedri ya había terminado y ya nos estábamos dirigiendo a su coche, ya que yo no tenía.

—¿Cómo que "no, gracias"? —le dije, algo ofendido.

Mi amigo soltó una sonora carcajada.

—No te piques.

—No me pico.

Él soltó una leve risa.

—Hombre, admite que si te ha picado un poquito que la chavala te haya rechazado la foto.

—No, solo me ha extrañado. —negué.

Él solo asintió como si no se lo creyera.

—Su pelo era la hostia. —volví a hablar.

———♡———

𝑩𝒂𝒓𝒄𝒆𝒍𝒐𝒏𝒂, 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒏̃𝒂
𝟏𝟓/𝟎𝟗/𝟐𝟐

Todos, rápidamente, nos callamos para escuchar lo que Xavi, nuestro entrenador, quería decirnos cuando entró en los vestuarios. Acababamos de terminar el entrenamiento de hoy.

—Chicos, esta es vuestra nueva fotógrafa y camarógrafa personal. La que nos va a acompañar en todo momento, en partidos y entrenamientos —nos comunicó Xavi. —Os presento a Aída. —dijo para darle paso a la susodicha.

Pedri, el cual estaba al lado mía, intentó reprimir una risa. En cambio, yo estaba aturdido. Esa tal Aída era la chica de los pelos rizados: ¡La que me rechazó la foto!

Nos estrechó la mano a todos.

Cuando se plantó frente a mí estiré el brazo, y mientras me estrachaba la mano la miré con confusión, ella con una seriedad distinta. Aída sabía que me iba a volver a ver aquel día.

Díganme que les va pareciendo ––––>

Espero que les esté empezando a gustar:)

Atte: Ari la anónima( )

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