➹ Cap. 9

Esa nueva mañana parecía ser prometedora menos para los hermanos Salvatore los cuales se encontraban lidiando mentalmente con sus problemas sentimentales.

Luego de un rato en silencio, Stefan miró a su hermano quién estaba tomando bourbon desde muy temprano.

─ ¿Te sucede algo? ─ preguntó Stefan mirándolo al notarlo tan callado para alguien como Damon que hablaba mucho.

─ No ─ negó Damon sin mirarlo.

Mentira. Saber que Ángel era hija de Klaus y Elena le había caído como una patada al hígado a Damon.

─ No parece ─ dijo Stefan al no creer en su respuesta.

Damon blanqueó sus ojos dándole un último trago al bourbon que tenía en su vaso.

─ Es la verdad ─ mintió Damon levantándose del asiento donde estaba sentado.

Stefan lo observó en silencio, seguía sin creerle pero no insistió al saber que no le diría nada.

─ Si tú lo dices ─ murmuró el menor de los Salvatore.

─ ¿Cuando volverás con Caroline? ─ preguntó Damon cambiando de tema.

Stefan desvió por un segundo la mirada de su hermano al escuchar su pregunta, sabía que no podía seguir esquivando ese tema por siempre, en algún momento tenía que hablar con Caroline personalmente.

─ Creo que el fin de semana ─ respondió no muy seguro Stefan.

─ ¿De verdad? ─ Damon se sorprendió al escucharlo ya que pensó que sería difícil de lograr que Stefan se fuera de Mystic Falls.

─ Si ─ asintió Stefan.

─ Menos mal, yo también me iré ─ dijo Damon mirándolo.

─ Si quieres irte está bien, pero desde ya te aviso que volveré de nuevo ─ informó Stefan sirviéndose un trago de bourbon.

─ ¿Qué? Dijiste que te ibas ─ recordó Damon confundido.

─ Sí pero volveré lo más pronto que pueda ─ aclaró Stefan.

─ ¿Por qué tanto afán de quedarte aquí? ─ preguntó Damon.

Stefan suspiró al escucharlo, pensó rápidamente una excusa.

─ Mystic Falls me gusta ─ contestó Stefan.

Damon levantó sus cejas, sabía que a su hermano le gustaba el pueblo cómo a él pero estaba completamente seguro que en ese momento Stefan le estaba mintiendo y no se quedaba solo por Mystic Falls, conocía bastante a su hermano para saber que le estaba ocultando algo más.

─ ¿Mystic Falls o alguien más? ─ Damon lo miró fijamente deteniéndose en frente de él.

─ No sé de qué estás hablando ─ dijo Stefan intentando esquivar una vez más las cosas para evitar que Damon insistiera en ese tema.

─ Sabes perfectamente de qué hablo ─ aseguró Damon ─ ¿Hay una mujer cierto?

Stefan trago saliva al escucharlo, de por sí ya se sentía mal consigo mismo por lo que sentía siendo un hombre casado, ahora era peor, incluso le daba vergüenza que Damon supiera la verdad.

─ Si ─ admitió Stefan pesadamente, era en vano seguir negando algo que Damon tarde o temprano sabría.

Damon soltó un suspiro llevando sus manos a su cara, era lo que había temido.

─ ¿Cómo pasó? ─ preguntó Damon ─ tú amabas a Caroline ─ recordó.

─ Y lo sigo haciendo ─ le dijo Stefan.

Damon frunció el entrecejo al escucharlo, no estaba entendiendo nada, si Stefan aún amaba a Caroline entonces por qué fijarse en otra mujer, Damon sabía que Stefan no era alguien que engañaría a Caroline por qué sí.

─ ¿Pero?

─ No lo sé, yo no quería ésto, solo vine a Mystic Falls a dejarle unos papeles a Alaric, se suponía que debía irme ese mismo día pero… ─ Stefan detuvo sus palabras de repente por un segundo ─ no pude, cuando la conocí sentí una fuerte conexión que aún no logró entender qué significa ─ le dijo.

─ ¿Quién es ella? ─ preguntó Damon con gran interés.

─ Alguien que no conoces ─ murmuró Stefan suponiendo tal cosa.

Damon suspiró.

─ Tal vez es solo atracción física, suele suceder pero no debes olvidar lo que sientes en tú corazón, es lo que verdaderamente importa ─ dijo Damon.

─ Ese es justamente el problema ─ indicó Stefan ─ no me atrae solo lo físico de ella, realmente me gusta ─ confesó mirándolo.

Al escuchar sus palabras Damon supo que Stefan estaba metido en un gran lío sentimental.

Ángel trotó por una calle de Mystic Falls mientras escuchaba música en sus oídos con los auriculares. Al doblar en una esquina, notó a un hombre con capucha trotando a unos metros detrás de ella, al ver ésto, Ángel se quitó los auriculares acelerando sus pasos haciendo que el chico detrás de ella hiciera lo mismo. Al notar que él aún la seguía, Ángel aceleró sus pasos nuevamente metiéndose en una calle para luego detenerse de repente mirando hacía atrás intentando saber si aún la seguían, al no ver al sujeto por unos segundos giró su cuerpo suspirando aliviada pero al hacerlo se dio de cara con el mismo hombre encapuchado.

─ ¡Mike! ─ dijo Ángel llevando sus manos en dirección de su corazón.

El hombre encapuchado era un híbrido de su padre, una de sus últimas creaciones antes de que su madre muriera y su padre ya no pudiera crear más híbridos debido a que era vampira.

─ Señorita Mikaelson ─ pronunció él.

─ ¿Por qué me sigues? ─ preguntó Ángel con seriedad.

─ Estoy cuidándola ─ respondió Mike.

─ ¿Cuidándome? ─ repitió Ángel levantando sus cejas.

─ Su padre me dio la orden de cuidarla, por esa razón la estoy siguiendo ─ dijo Mike.

Ella frunció su entrecejo al escucharlo, no podía creer que su padre llegará a ese extremo de protección, bueno sí lo podía creer viniendo de él.

─ No tienes qué hacer ésto ─ murmuró Ángel con tranquilidad, no quería ser maleducada con él cuando no tenía la culpa.

─ Es mí deber ─ aclaró él.

─ Tú deber no es cuidarme ─ dijo Ángel intentando irse nuevamente pero Mike la detuvo de su brazo.

─ La seguiré a dónde vaya ─ advirtió híbrido mirándola.

Ella sabía que él cumpliría con la orden de su padre, Ángel podía librarse de él rápidamente rompiéndole el cuello con su magia pero no era una buena opción ya que después él despertaría y la buscaría de nuevo, debía pensar en algo y ser más astuta que su padre. Al tener algo en mente, Ángel sonrió a lo grande acercándose a él.

─ Sabes, no te había visto bien antes pero estás cada día más lindo Mike ─ Ángel tocó sus hombros ─ sin dudas eres el híbrido de papá que mejor me cae ─ dijo sonriéndole.

El híbrido tragó saliva al oír las palabras de Ángel al tomarlo por sorpresa.

─ Señorita… ─ murmuró Mike.

─ Vamos ─ ella giró su cuerpo alejándose del lugar para luego mirarlo de nuevo ─ atrapame si puedes ─ retó antes de irse.

Al ver que Ángel se alejaba, el híbrido corrió normalmente detrás de ella.

Después de un rato afuera, Ángel llegó a la mansión, entró a la cocina dándose con la presencia de sus padres hablando.

─ Hola ─ Ángel los saludó antes de tomar un vaso con agua.

─ ¿Qué tal te fue? ─ preguntó Elena.

─ Bien ─ respondió para luego mirar en dirección de su padre ─ por cierto, debiste decirme que mandarías a un híbrido a vigilarme ─ le dijo.

Elena frunció su ceño mirando mal a Klaus ya que le había pedido encarecidamente que no hiciera eso pero él no la escuchó.

─ ¿En serio Klaus? ─ Elena se cruzó de brazos mirándolo.

Klaus blanqueó sus ojos al verla molesta, él lo único que quería era que su hija estuviera protegida, por esa razón le había ordenado a uno de sus híbridos para que vigilará a Ángel.

─ Solo es para protegerla, nadie sabe lo que puede ocurrir, este pueblo es bastante problemático ─ dijo Klaus.

─ Ella puede defenderse perfectamente ─ recordó Elena.

─ Si, pero un poco de ayuda no vendría nada mal ─ comentó Klaus.

Ángel suspiró al escuchar la conversación de sus padres, ella estaba del lado de su madre, podía defenderse perfectamente bien sola, no quería a alguien que estuviera continuamente detrás de ella vigilando cada uno de sus movimientos, era algo fastidioso, sabía que su padre hacía eso con buenas intenciones pero no lo iba a permitir.

Sin querer demostrar que tampoco estaba de acuerdo con lo que había hecho su padre, Ángel se acercó a él besando su mejilla haciéndolo sonreír victorioso en dirección de Elena al creer que su hija no estaba molesta con lo que había hecho.

─ Gracias por cuidarme y poner a Mike a mí cuidado, él es agradable y demasiado lindo, estoy segura que nos haremos muy cercanos en el tiempo que pasemos juntos ─ dijo Ángel.

Klaus frunció el entrecejo rápidamente al procesar las palabras de su hija.

─ ¿Qué? ─ Klaus se desconcertó y para colmo, Ángel se había ido diciéndole eso.

─ ¡Bien hecho Klaus! ─ felicitó Elena riéndose.

Elena sabía lo que su hija estaba haciendo, la hacía bastante feliz saber que ella era más astuta que Klaus.

─ ¿Ella no se interesaría en él, verdad? ─ preguntó Klaus mirando a Elena.

El simple hecho de pensar que su hija llegará a tener sentimientos románticos por su híbrido al pasar tiempo con él, no le gustaba para nada a Klaus.

─ Le pusiste a un chico joven y lindo para que estuviera casi todo el tiempo con ella, nuestra hija es una adolescente que ya está en una etapa donde puede enamorarse ─ dijo Elena antes de irse de la cocina para ir con su hija.

Klaus se quedó inmóvil en su lugar, no quitó el ceño fruncido de su cara en ningún momento luego de escucharla, Elena tenía razón, pensó, no podía permitir eso.

Al salir de sus pensamientos, Klaus sacudió su cabeza antes de ir molesto hacía fuera para ver a su híbrido quién estaba parado allí esperando a ver si Ángel salía nuevamente de la casa para seguirla.

─ Mike ─ Klaus se acercó a él al verlo.

─ ¿Si, señor? ─ preguntó el híbrido.

─ Ya no vas a cuidar a mí hija ─ informó Klaus mirándolo.

─ ¿Por qué? ─ Mike lo miró confundido.

─ Porque no ─ gruñó Klaus ─ no quiero que te le acerques de nuevo, ¿Entendiste? ─ le dijo.

─ Si ─ Mike asintió con su cabeza al escuchar su orden.

─ Bien, ve con los otros ─ ordenó Klaus.

Mike desapareció rápidamente de la vista de su señor al escucharlo.

Desde una ventana de la mansión, Ángel y Elena habían estado mirando hacía afuera viendo a Klaus y Mike hablando.

─ ¿Qué dijo papá? ─ preguntó Ángel ya que ella no podía escuchar a esa lejura.

Elena despegó su mirada de la ventana al oír la voz de su hija.

─ Te saliste con la tuya ─ comentó Elena mirándola.

Ángel se rió entre dientes alejándose de la ventana con felicidad, lo había logrado.

Klaus = 0
Ángel = 1

─ Espero que no le haga nada malo ─ dijo Ángel al percatarse de que pudo meter en graves problemas a Mike

─ No lo hará, no hizo tanto escándalo para crear a sus híbridos como para ahora matarlos ─ mencionó Elena.

─ No subestimes a mi papá ─ pidió Ángel riéndose de sus propias palabras.

Elena sonrió de lado al escucharla.

─ Me alegro que seas más astuta que tu celoso padre ─ dijo Elena ─ no creo que le queden ganas de poner a otro híbrido a seguirte ─ mencionó.

Ojalá, pensó Ángel.

La menor se tiró en su cama mirando el techo de su habitación.

─ ¿Crees qué alguna vez pueda tener un novio? ─ preguntó Ángel.

─ Si ─ asintió Elena.

─ ¿De verdad? ─ Ángel la miró con emoción al escucharla.

─ Si, cuando Klaus esté muerto ─ aclaró Elena.

─ ¡Mamá! ─ dijo Ángel.

─ ¿Qué? Es la verdad, tú padre es un maldito celoso contigo ─ comentó Elena.

Ángel suspiró con lentitud aún estando en su cama.

─ Tal vez si hubiera algún chico que a papá le agradará bastante no haría tanto drama ¿verdad? ─ preguntó Ángel.

─ Sí aunque dudo eso ─ murmuró Elena.

Ángel sonrió de costado al recordar al amigo de su padre aunque había un gran problema, él era un hombre casado.

Pensó en la manera de solucionar tal problema hasta que recordó que para algo existía el divorcio…

Total, ella apenas había visto a Caroline un par de veces en su vida. Pensó Ángel.

─ ¿En qué piensas? ─ preguntó Elena al verla sonreír.

─ Nada ─ respondió Ángel.

Negó varías veces sacudiendo su cabeza por lo que había estado pensando antes de que su madre la sacará de sus pensamientos.

No podía hacer eso, era algo malo e inmoral... ¿Pero por qué debía importarle?, ella era una Mikaelson después de todo.

¡CAPÍTULO 9!

Hola, después de un tiempo sin actualizar está historia, aquí les dejo un nuevo capítulo.

Damon ya sabe que Stefan no quiere irse de Mystic Falls por causa de una mujer.

Cuando sepa que es por causa de Ángel Mikaelson. JAJAJA 😅

Klaus puso a uno de sus híbridos para seguir a su hija pero Ángel salió más astuta que él.

Elena: La hija supera al padre.

Ángel comienza a creer que Stefan es una buena opción para ser su novio al ser amigo de Klaus.

Ángel: ¿Quién es Caroline?
*Finge demencia como Klaus en ocasiones*

Ella tiene los genes del GRAN MAL,
tomará lo que quiera en ocasiones sin importarle mucho lo que piensen los demás.

¿Qué les pareció?

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