➹ Cap. 5

Ángel miró a sus dos tías y madre quienes estaban con ella en su habitación.

─ ¿Así que le declaraste la guerra a tú papá? ─ preguntó Elena después de escucharla.

Ángel les había contado todo lo que había pasado después que volvieran a Mystic Falls en ese nuevo día.

─ Si ─ contestó Ángel.

Davina suspiró negando con su cabeza al conocer bien a Klaus.

─ Vas a perder ─ murmuró Davina muy segura de sus palabras.

─ ¿Por qué lo dices? ─ preguntó Rebekah mirándola confundida.

─ Porque Klaus siempre gana, a veces creo que tiene algún pacto o algo parecido, él es muy afortunado, cada vez que hace algo o quiere algo lo obtiene ─ comentó la bruja indignada.

Las chicas se miraron mutuamente al escucharla.

─ Bueno a ti te quiere y no te tiene ─ soltó Rebekah levantando sus hombros.

─ ¡Rebekah! ─ exclamó con pena Davina al escucharla.

─ Ella tiene razón ─ estuvo de acuerdo Elena ─ pero bueno, volviendo a la conversación anterior, Klaus no ganará está vez ─ aseguró.

Ángel se levantó de la cama caminando por la habitación con nerviosismo.

─ ¿Eso crees?, yo la verdad ya quiero darme por rendida y que papá gane ─ murmuró Ángel.

Elena frunció su ceño negando con su cabeza horrorizada.

─ No, definitivamente no, Klaus no va a ganar de nuevo ─ dijo Elena.

─ ¡Exacto! ─ Rebekah asintió en acuerdo con el doppelganger ─ Nik no puede salirse con la suya siempre, además tiene que entender que no vas a estar toda la vida sola porque a él se le antoja eso ─ gruñó.

Ángel se sintió más animada al escuchar a su tía y madre.

─ Tienen razón, está vez será diferente, Klaus Mikaelson no ganará ─ dijo Ángel con seriedad.

─ ¿Klaus Mikaelson? ─Davina soltó una risa al escucharla.

Rebekah y Elena también se rieron al imaginar la cara que Klaus pondría si escuchaba a su hija en ese momento.

─ Así lo llamaré mientras estemos en guerra, somos enemigos ahora, no puedo decirle papá porque me rendiría fácilmente con él ─ murmuró Ángel mirándola con seguridad aunque no la tuviera en realidad ─ debo llamarlo por su nombre, así lo voy a desconcertar un poco ─ les dijo.

Elena se acostó en la cama riéndose al escucharla.

─ Tú y tu papá parecerán como niños chiquitos peleando por el mismo juguete ─ mencionó Elena.

Ángel la miró en ese momento mientras suspiraba.

─ Es que no es justo, él no deja que salga con nadie, amenaza a los chicos que se me quieren acercar porque según él nadie es suficiente para mí ─ gruñó Ángel con frustración.

Ángel se sentó en la cama al lado de Elena, Rebekah y Davina salieron de la habitación para darles un momento a las dos.

─ Bueno tienes razón, tu papá es un tanto especial pero hace eso porque no quiere que nadie te lastime ─ murmuró sonriendo Elena ─ es un posesivo sin control pero te ama con todo su ser.

─ Lo sé y lo amo pero debe aprender a soltar un poco ─ susurró Ángel.

Elena suspiró al escucharla.

─ Cariño para que tú padre quiera soltarte un poco tiene que pasar como mínimo mil años, él no es de los que sueltan de un día para el otro y menos si se trata de ti ─ le dijo Elena.

Ángel se tapó la cara con una almohada al escucharla decir eso.

─ Papá no me deja conocer a ningún chico, el tío Elijah dice que estoy chica aún para esas cosas y está en acuerdo con todo lo que papá dice, el tío Kol casi mata a un lobo en la escuela por abrazarme y Marcel está en modo hermano mayor sobreprotector ─ dijo Ángel ─ en otras palabras cumpliré los cien años y seguiré siendo virgen, ¿Sabes lo qué eso significa?, me tendré que aguantar las burlas de Lizzie toda mí vida ─ agregó.

Elena se rió sin poder evitarlo al escucharla.

─ ¡Mamá! ─ gruñó Ángel mirándola mal al verla reírse de ella.

Elena levantó sus manos en son de paz mientras dejaba de reír.

─ Lo siento, es que todo esto es muy gracioso, ¿Si? ─ dijo Elena ─ a todo esto, ¿Cómo está eso de qué quieres perder tú virginidad ya? ─ preguntó sería.

Ángel desvío su mirada de Elena al escucharla preguntar eso.

─ Todas mis compañeras de la escuela ya lo han hecho menos yo, no puede ser que esté en un nivel tan bajo, si no hubiera besado a ningún chico creo que estaría en el peor nivel de una adolescente ─ dijo Ángel.

─ A ver, esto no es una competencia Ángel, no puedes querer perder tú virginidad porque tus compañeras ya lo hicieron ─ dijo con seriedad ─ ¿O caso si ellas se tiran a un pozo tú lo harás también? ─ preguntó Elena cruzándose de brazos mirándola.

─ ¡Claro! ─ negó Ángel ─ pero lo otro es muy necesario, tengo diecisiete años y sigo siendo virgen, ¡Es un montón! ─ le dijo.

Elena suspiró con frustración al escucharla ya que parecía que Ángel no escuchó sus palabras anteriores.

─ Es una locura lo que dices Ángel, no puedes entregar algo valioso para una mujer así como así ─ reprendió el doppelganger.

─ ¿Y cuándo sí? ─ preguntó Ángel.

─ Cuando estés enamorada y realmente te sientas lista y no presionada por la sociedad de hoy en día ─ dijo Elena.

Ángel miró a su madre en silencio por unos segundos.

─ Tú estuviste con mi papá sin estar enamorada de él ─ recordó Ángel.

Elena se sentó en la cama mientras la miraba con atención.

─ Es diferente, no perdí mi virginidad con Klaus, y la verdad agradezco eso porque me hubiera traumado ─ dijo Elena.

Ángel levantó sus cejas al escuchar las últimas palabras de su madre a pesar de que fueron más que un susurro.

─ ¿Por qué traumado? ─ preguntó con curiosidad Ángel.

Elena la miró, ella se tapó la cara con la almohada de la vergüenza que sintió en ese momento.

─ Tú padre es una bestia ─ dijo Elena.

─ ¿En la cama? ─ Ángel levantó sus cejas de arriba a abajo evitando reírse.

─ ¡Ángel! ─ el doppelganger la miró roja de la vergüenza en ese momento.

─ ¿Qué?, tú lo dijiste ─ dijo riéndose Ángel.

Elena se levantó de la cama mirando a su hija con un poco de pena.

─ ¿Sabes qué?, no quiero hablar de esto, es vergonzoso y más contigo que eres mi hija ─ murmuró Elena ─ en cuanto a lo otro no cometas una locura que después te arrepientas, y recuerda que aunque tú padre es inmortal puedes matarlo de un disgusto ─ le dijo.

Ángel miró en silencio a Klaus por unos minutos hasta que se levantó del asiento donde estaba y fue directo hacia él dándole un abrazo de sorpresa.

─ ¿Cómo amaneció el mejor padre del universo? ─ preguntó Ángel sonriendo.

Klaus tardó en corresponder a su abrazo ya que se sorprendió porque ella estuvo molesta el día anterior con él.

─ ¿No estabas en guerra conmigo? ─ recordó Klaus besando su frente.

Él estaba feliz al creer que no duró tanto el enojo de su hija con él.

─ Sí, pero ya me di por vencida ─ dijo Ángel suspirando.

─ Me alegro escuchar eso ─ murmuró Klaus mientras caminaba hacia el sofá con su hija.

Ángel blanqueó sus ojos al escucharlo decir eso.

─ No te confundas papá, la guerra sigue en pie pero ahora estoy en horas de descanso ─ aclaró Ángel.

Klaus frunció su ceño dejando de sonreír después de escucharla.

─ Papá...

─ ¿Si?.

─ Quiero que me compres algo ─ pidió Ángel desviando la conversación.

─ ¿Qué cosa? ─ preguntó Klaus.

─ Un auto ─ respondió ─ quiero tener en que ir y venir, ya estoy en edad para tener mí propio vehículo, ¿No crees? ─ dijo Ángel.

Klaus quedó en silencio por unos segundos procesando las palabras de Ángel.

─ Cachorrita con gusto te compraría un auto pero tú no sabes manejar ─ dijo Klaus.

─ Echando a perder se aprende ─ murmuró Ángel haciéndolo reír.

─ Eso sí que no, no quiero que tengas un accidente y te pase algo malo ─ Klaus negó su cabeza mirándola con seriedad.

Ángel lo miró atentamente mientras pensaba en su mente alguna idea que la ayudará en ese momento.

─ Ya sé, mamá puede enseñarme, o algunos de los tíos, o incluso tú ─ dijo Ángel ─ por favor papá, comprame un auto, no es mucho para ti ─ suplicó.

Klaus suspiró mirándola.

─ Está bien, tendrás un auto o una camioneta, lo que tú quieras pero antes debes aprender muy bien a manejar ─ aceptó Klaus.

Ángel asintió de acuerdo para luego darle varios besos en la mejilla mientras sonreía feliz.

─ ¡Gracias, gracias! ─ dijo Ángel ─ eres el mejor.

Klaus sonrió al escuchar las palabras de su hija.

─ Cuando decapite a tus pretendientes espero seguir siendo el mejor ─ murmuró Klaus.

Ángel blanqueó sus ojos al escucharlo decir eso y más al verlo sonreír.

─ Ahora que mencionas eso, tengo algo que contarte ─ dijo Ángel.

Klaus le prestó atención al escucharla.

─ ¿Qué cosa? ─ preguntó el original.

─ Alguien me pidió ser su novia ─ comentó Ángel a Klaus.

El original quitó su sonrisa frunciendo rápidamente el ceño en su frente.

─ Le dijiste que no, ¿Verdad? ─ preguntó Klaus tratando de tranquilizarse.

─ Si ─ Ángel asintió.

Klaus sonrió nuevamente al escucharla ya que su respuesta lo alivió.

─ Menos mal cariño, ya estaba pensando en matar a ese mocoso ─ dijo él.

Ángel sonrió mirando a su padre en ese momento.

─ Le dije que no porque ya tengo tres novios, no necesito a otro más, si no ya no tendré tiempo para estar con la familia ─ murmuró Ángel con tranquilidad.

Klaus casi se fue de espalda si no fuera porque estaba sentado en ese instante.

─ ¿Q-ué? ─ Klaus casi gritó levantándose de golpe del asiento.

Ángel soltó una carcajada al ver la cara pálida de su padre en ese momento.

─ ¡Es broma! ─ aclaró Ángel.

Klaus siguió con su ceño fruncido soltando unos gruñidos al no gustarle para nada esa broma.

─ ¡Ángel! ─ la miró serio.

─ Lo siento, te amo, adiós ─ dijo Ángel con rapidez besando su mejilla antes de desaparecer del lugar sin dejar reaccionar a Klaus.

Él soltó de nuevo un gruñido sentándose de golpe.

─ ¡Está niña me matará algún día de un disgusto! ─ murmuró entre dientes Klaus.

Una risa feminista cerca de él lo sacó de sus pensamientos, Klaus miró hacia las escaleras dándose con la presencia de Davina quién había estado mirando y escuchando todo.

─ Cuando seas abuelo no me imagino el drama que vas a hacer ─ se burló Davina.

─ Amor no me alteres por favor, suficiente tengo con la mentira que mi hija me dijo hace unos minutos ─ murmuró Klaus cerrando sus ojos.

Davina caminó sentándose en un asiento cerca de Klaus.

─ Eres muy dramático ─ dijo Davina.

Klaus la miró serio.

─ No empieces… ─ advirtió él.

Davina levantó sus manos en son de paz con él.

¡CAPÍTULO 5!

Hola, aquí les dejó un nuevo capítulo de esta historia. Espero que les guste.

¿Qué les pareció?.

SI ÁNGEL SIGUE ASÍ MATARÁ DE UN DISGUSTO A KLAUS.

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