➹ Cap. 4
Stefan reía junto a Klaus al recordar los viejos tiempos cuando se conocieron en Chicago por medio de Rebekah.
─ Extraño esos tiempos en Chicago ─ dijo sonriendo Klaus.
Stefan asintió ya que él también un poco extrañaba esa época donde no le importaba nada en absoluto.
─ Éramos muy salvajes en esa época, pero ahora es diferente ─ mencionó Stefan tomando un trago de whisky al igual que Klaus ─ ¿Acaso te gustaría esa vida de nuevo a cambió de la que tienes ahora? ─ le preguntó.
Klaus negó con su cabeza.
─ Nunca ─ respondió ─ no cambiaría para nada todo lo que tengo ahora, mi hija es lo mejor que me ha pasado en la vida ─ dijo Klaus.
Stefan se le quedó mirando por un momento, él nunca pensó que Klaus sería así cuando supo que Elena estaba embarazada de él, Stefan incluso llegó a pensar que Klaus sería un pésimo padre ya que conocía cómo era como persona pero en el poco tiempo que había vuelto a hablar con él se dio cuenta que Klaus realmente adoraba a su hija Ángel.
─ Fuiste afortunado ─ le dijo Stefan.
─ Si, aunque no fui el único, tú te casaste con la mujer que amabas ─ mencionó Klaus.
Stefan se removió un poco incómodo en su lugar, él hasta hace poco tiempo había pensado eso.
Cuando se casó con Caroline lo hizo amándola, ella fue su amiga al principio y con los años se había enamorado perdidamente de ella a pesar de haberle dicho una vez que nunca estaría interesado en ella ya que en esa época quería a Elena.
Sin embargo en ese momento Stefan no sabía bien qué pensar ni sentir, sus sentimientos habían cambiado completamente en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora estaba confundido porque no quería lastimar a Caroline pero lo que estaba sintiendo era más fuerte que él.
Stefan había intentado controlar sus emociones, incluso pensó irse al día después que conoció a Ángel pero Mystic Falls lo tuvo sujeto, aunque quiso irse no pudo.
Ahora ya era imposible irse porque si antes estaba sujeto ahí, en ese momento estaba peor, parecía como si tuviera cadenas que impedían que se fuera.
─ Si ─ murmuró luego de salir de sus pensamientos ─ ¿Y tú? ─ preguntó Stefan.
─ ¿Yo qué? ─ Klaus se hizo el desentendido.
Stefan sonrió ya que lo conocía bastante bien para darse cuenta que Klaus quería esquivar su pregunta sin embargo Stefan no le daría tregua a eso.
─ Ví como mirabas en la cena a la esposa de tu hermano ─ mencionó Stefan.
Klaus tomó un trago de whisky al escucharlo.
─ ¿Elena?, no hay nada con ella, somos amigos y padres de nuestra hija ─ dijo Klaus.
Stefan rodó sus ojos.
─ No me refería a Elena ─ aclaró ─ hablaba de Davina ─ le dijo Stefan.
Klaus quedó un momento en silencio mientras fruncía el entrecejo, en ese instante agradecía que el resto de la familia estuviera viendo unas cosas en Nueva Orleans y recién llegarán en el siguiente día.
─ Davina y yo tuvimos una historia juntos que no puedo superar aún... ─ murmuró Klaus.
─ ¿Cuál?, digo si quieres contarla ─ le dijo Stefan.
Klaus suspiró.
─ Conocí a Davina en Nueva Orleans antes que todos mis hermanos, en esa época Kol aún seguía muerto, Davina y yo tuvimos juntos, fue algo casual, ya sabes de una noche entonces ella quedó embarazada de mí ─ contó Klaus.
Stefan abrió sus ojos más de lo normal ya que según él, Klaus tenía solamente a Ángel.
─ ¿Qué?, creí que Ángel era tu única hija, vaya nunca supe que tenías otro hijo ─ dijo sorprendido Stefan.
─ Mi primogénito murió ─ aclaró Klaus con seriedad mientras miraba a Stefan ─ no suelo hablar de él, me cuesta hacerlo y aún sigo sin supéralo, tampoco creo que algún día lo haga ─ le dijo.
Stefan quedó en shock al escuchar a Klaus, por un momento pensó que él bromeaba pero al ver su mirada vio un reflejo de lágrimas que rápidamente se quitó entonces Stefan supo que hablaba en serio.
─ Lo siento, no tenía idea de eso, ¿Cómo fue qué pasó? ─ preguntó Stefan tragando saliva.
─ Fue antes que Ángel existiera, después de estar con Davina en Nueva Orleans volví a Mystic Falls para seguir creando a mis híbridos, nunca supe que ella quedó embarazada, meses después supe que Elena esperaba a Ángel y que podía procrear, ya sabes el resto de la historia ─ mencionó Klaus ─ nunca recordé que estuve también con Davina ya que mi madre nos quitó los recuerdos a ambos, fue como si nunca nos hubiéramos visto hasta que volví de nuevo a Nueva Orleans ─ siguió contando ─ antes de que mi hija cumpliera los once años aquí en Mystic Falls supe que tenía otro hijo el cuál Esther mató porque creía que me hacía un favor ─ dijo Klaus.
Stefan quedó demasiado sorprendido por todo lo que Klaus le contó.
─ Tú madre era una perra ─ soltó Stefan.
─ La peor de todas ─ estuvo de acuerdo Klaus ─ lo bueno es que me queda Ángel, su presencia en mi vida fue lo único que evitó que no enloqueciera ─ le dijo.
Stefan iba a hablar de nuevo pero silenció al ver entrar a la mansión a Ángel con un joven.
─ Hablando de tú hija, aquí viene muy bien acompañada ─ murmuró Stefan mirando hacía ella.
Aunque no lo demostró, Stefan sintió demasiados celos al ver a Ángel muy cerca de ese adolescente.
Klaus giró su cuerpo para ver a dónde Stefan miraba, al ver a su hija con un chico Klaus frunció el entrecejo.
─ Hola papá, señor Salvatore ─ Ángel los saludo a ambos mientras aún seguía sosteniendo con su mano el brazo de su acompañante.
Ella había decidido dejar de pensar en Stefan ya que era un hombre casado por lo cual quiso darse una oportunidad con alguien más y qué mejor que un humano que conoció en el Grills el cual fue muy encantador con ella.
Ángel quería presentarlo a su familia ya que sino ellos después le harían un escándalo, incluso si era un amigo siempre debía presentarlo a su familia para que ellos le dieran el visto bueno.
Aunque casi todos ellos no estuvieran en ese día allí, Ángel quería presentarlo con su padre para que él se fuera haciendo la idea de eso.
─ Ya era momento de que traigas un muchacho con la familia ─ dijo Klaus levantándose del asiento mientras caminaba hacía ellos.
Ángel miró a su acompañante con pena al escuchar el tono de voz de su padre.
─ Hola señor... ─ el adolescente no terminó de hablar ya que Klaus lo hizo callar con un movimiento de su mano.
Stefan miró todo con tranquilidad mientras seguía sentado, tomó un trago de whisky para ver todo el espectáculo que sabía que Klaus haría.
─ Papá por favor ─ suplicó Ángel mirándolo.
Klaus se acercó a ellos con una sonrisa, al llegar cerca del acompañante de su hija, Klaus se detuvo.
─ Soy el padre de Ángel, ¿Y tú eres?, No me lo digas, Adivinare... Brad, Chat, Brodi, te diré Brodi ¿Cuál es tu intención con mi hija?, ¿Quieres discutir un acuerdo? ─ le dijo Klaus mirándolo mientras venas negras aparecían debajo de sus ojos.
El adolescente se echó para atrás con miedo al verlo de esa forma.
Ángel suspiró con frustración al ver lo que su padre hizo.
─ ¿Pero qué...? ─ el humano lo miró en pánico.
─ ¡Desaparece! ─ le ordenó Klaus.
El adolescente salió corriendo del lugar dejando a Ángel atrás.
En ese momento Ángel miró con reproche a su padre por lo que hizo.
─ ¡Papá! ─ gruñó Ángel.
Klaus la miró.
─ Nadie va a creerle ─ mencionó el híbrido sonriendo mientras volvía junto a Stefan.
Ángel los miró molesta, a Stefan también porque lo vio sonreír mientras la miraba disimuladamente.
Ella salió del lugar molesta con los dos, sobre todo con su padre.
Klaus por el contrario sonrió de lado, después hablaría con su hija y le diría que no volvería a hacer eso jamás aunque era mentira ya que si lo volvería a hacer si era necesario.
─ Eso fue divertido ─ habló Stefan luego de ver a Ángel irse del lugar.
─ Nadie se acercará a mí hija, antes lo mató lentamente, ese mocoso tuvo suerte porque no lo mataría delante de Ángel ─ dijo Klaus.
Stefan tragó un poco de saliva al escucharlo decir eso.
─ Bueno, algún día vas a tener que dejar que salga con alguien, no se va a quedar toda la vida sola ─ mencionó Stefan mirándolo.
─ Claro que sí, además nadie es suficiente para ella, ninguno podría igualarla, no existe hombre que pueda estar a su altura ─ dijo Klaus.
Stefan asintió.
─ Si tu lo dices así es ─ murmuró el vampiro chocando su vaso de vidrio con el de Klaus brindando.
Ángel miró molesta a su padre al verlo delante de ella, Klaus había ido a su habitación para hablar después que Stefan se fuera de la mansión.
─ ¿Por qué siempre haces eso?, Si sigues así me quedaré sola eternamente ─ gruñó la menor.
Klaus se le acercó poniendo sus manos en su cara.
─ Nadie es suficiente para ti cachorrita ─ le dijo Klaus.
─ Siempre dices eso ─ murmuró Ángel decepcionada.
─ Porque es la realidad ─ mencionó el híbrido ─ eres mi hija, yo haría cualquier cosa por ti pero jamás me pidas que acepte a algún chico en tu vida, porque no lo haré ─ le dijo.
─ ¡Tía Rebekah tiene razón, eres demasiado celoso! ─ reclamó Ángel.
Klaus rodó sus ojos al saber lo que su hermana le dijo a su hija. Arreglaría cuentas con ella cuando la viera después.
─ Cachorrita no necesitas a un chico, me tienes a mi y eso es suficiente ─ aseguró Klaus.
Ángel blanqueó sus ojos al escucharlo.
─ Papá, te amo demasiado pero no voy a permitir que me hagas lo mismo que le hiciste a la tía Rebekah por muchos siglos ─ le dijo Ángel con seriedad.
─ ¿Qué quieres decir? ─ Klaus frunció el entrecejo.
─ Si no me dejas salir y conocer chicos de mi edad entonces saldré con alguien a escondidas, no lo presentaré ni a la familia ni mucho menos a ti ─ advirtió Ángel ─ sabrás sobre él cuando ya esté casada y probablemente embarazada así ya no puedas hacer nada con él ─ le dijo.
Klaus se paralizó de la sorpresa al escucharla decir todo eso, él pensó que ella le estaba bromeando pero al verla sería Klaus supo que no era así.
─ ¡Dime qué esto es una broma! ─ gruñó Klaus.
─ No lo es, o me dejas conocer a chicos de mi edad por las buenas o hacemos las cosas al estilo Mikaelson y sabes que eso sería peor ─ dijo Ángel con firmeza.
Klaus sonrió.
─ Al estilo Mikaelson será entonces ─ dictaminó Klaus.
Ángel levantó sus cejas al escucharlo ya que esperó otra respuesta.
─ ¿Quieres guerra?, Bien, te daré guerra entonces papá, espero que tu corazón esté lo suficientemente bien para aguantar cosas fuertes porque no tendré piedad contigo ─ prometió Ángel.
Ella trató de ser fuerte y no pedirle perdón rápidamente a su padre por hablarle de esa manera.
─ Espero que tus pretendientes no mueran tan pronto, suerte con eso ─ deseó Klaus con una sonrisa maquiavélica en su cara ─ será hermoso verlos morir ─ le dijo.
Ángel gruñó con frustración al escucharlo decir eso, sabía que él probablemente le ganaría.
Klaus por otra parte salió de la habitación murmurando algunas cosas.
─ No es justo ─ murmuró Ángel molesta.
¡CAPÍTULO 4!
Hola aquí les dejo un nuevo capítulo de esta historia, esperó y les guste.
¿Qué les pareció?
• Stefan y Klaus recordaron un poco los viejos tiempos donde eran más salvajes.
• Klaus le contó a Stefan un poco de su primogénito.
• Ángel y Klaus comenzaron una “guerra” si se podría decir de esa manera.
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