Siyeon ha pasado los últimos tres días con los ojos pegados a su teléfono. Lo primero que hace al despertar y lo último al dormir es estar en su teléfono sin prestarle atención a nada ni a nadie a su alrededor.

Los videojuegos pueden ser adictivos.

ㅡ¿Realmente sigues jugando Pokemon Go? ㅡBora dice al descubrir lo que ha mantenido a su novia ocupada.

ㅡSi y por favor, no te muevas.

ㅡ¿Por qué?

ㅡHay un Pokémon verdaderamente adorable y poderoso justo donde estás. ㅡla pelinegra apunta sin siquiera levantar la mirada. Sin embargo, escucha muy bien el resoplido de la mayor.

Con cada paso que da hacia Bora, Siyeon sonrie un poco más al estar más y más cerca de esa criaturita que ha estado buscando. Tan pronto la castaña está a su alcance, Siyeon la toma entre sus brazos con fuerza, alzandola por los aires.

Ignoremos el hecho de que su teléfono también salió volando pero no hubo quien lo agarrará, así que el suelo hizo el trabajo.

ㅡ¡Te atrapé! ㅡSiyeon dice en medio de una de sus atractivas sonrisas que hacen al corazón de Bora latir como loco.

ㅡPero no a tu teléfono.