➜ ᎒ ☈ ❁ ⸙͎۪۫ ⊰ CAPITULO FINAL XXX.
❝UNA NUEVA AVENTURA❞

2 semanas después
DAKOTA DEL SUR

— La aparición de una gran figura de piedra en el índico dejó más preguntas que respuestas para las autoridades. Hay buques de guerra de EE.UU y Australia en posiciones defensivas pero en este...

— ¿Fueron ustedes? — pregunta el esposo de Phastos observando a Druig, Makkari y al moreno comiendo en el sofá sin preocupación.

— Te amo muchísimo.

La diosa ríe leve llegando, se sienta en el brazo del sofá y Druig pasa su brazo por su cintura abrazándola.

— ¿Qué estás comiendo ahora?

— Nueces.

— Sí que te encantan.

— ¿Puedes sostener esto un segundo? — Phastos se apura cuando Thena usa sus poderes para bajarle una mandarina a Jack— la violencia nunca es la solución ¿cierto, T?

— Tiene diez años, no es un tonto— dice Makkari graciosa.

— ¿Y cuándo se van a ir? pronto ¿no?

Aleska llega a la cocina buscando más arándanos y Druig la sigue, tirándole una nuez a Phastos divertido.

— Ah, sí, ese es Druig. No te le acerques — advierte a su hijo.

— No tenemos ni un mes aquí y ya nos quieres echar ¿así tratas a tu familia, Phastos? — pregunta la diosa sirviéndose cereal (que lo probó y le gustó) y el telepata guardándose más frutos secos para el camino.

— ¿Están haciendo un atraco a mi nevera o qué? ¡dejen eso!

Salen de la casa unos momentos después observando el Domo reconstruido por el inventor. Después de la batalla lo dejaron muy mal, así que mientras lo reparaban, se quedaron en casa la antigua casa de Ajak.

— Guau, papá, el Domo es genial.

— Tu papá lo arregló con sus propias manos.

— ¿Iremos al espacio un día?

— Esperemos que tengas tu permiso de conducir y lo hablaremos.

— Oye, Phastos — le llama el telapata — los humanos tienen suerte de tenerte.

— Gracias, sé que no te gustan los abrazos.

Druig acepta su apretón, pero aún asi lo abraza con confianza.

— Crees que cuando encontremos a los otros Eternos ahí afuera ¿aceptarán la verdad como lo hicimos nosotros? — le cuestiona a la velocista.

Asiente — porque la verdad los hará libres.

— Tía Aleska — la llama Jack jalando su chaqueta, ella mira la maceta en su mano — se llama Abril y se marchitó ¿la puedes ayudar?

Se agacha y usa sus poderes volviéndola a la vida. Aleska le sonríe y se levanta yéndose con Druig y Makkari hacia el domo.

— Deberíamos tener hijos — dice el telapata pensativo, ella lo mira de reojo alzando una ceja.

— Sigue soñando.

— Nunca pensé que diría esto, pero en estos momentos prefiero estar en la villa tejiendo y no encerrada en un triángulo volando en el espacio— exclama Aleska regando las plantas en el pequeño jardín del cuarto de Druig.

— ¿Lo ves? amabas mi aldea.

— Sí, hasta que nos dijeron que debíamos ir y matar a un celestial.

Druig rueda sus ojos. Area llega y se sienta en su cabeza para fastidiarlo, él mira arriba dándole de su manzana. El ave se va otra vez al obtener comida. Aleska da un vistazo a la habitación dándose cuenta que está desordenada, procede a recoger las bolsas de frituras y un tema fugaz llega a su cabeza al ver los medicamentos que Phastos le dió a Druig para su problema.

— Estuviste muy bien ese día — murmura bajo. El telepata alza su vista a ella

— Rayito... tú también.

— Casi estropeo todo, Druig, hubiese sido mejor si...— exclama, cierra sus ojos unos segundos — tan sólo hubiese sido más firme.

— No digas eso— le niega poniéndose a su frente y agarrando sus manos entre las suyas — crees que si hubieses matado a Ikaris ¿estaría tranquilo? sabes muy bien lo que pienso con respecto a ello.

— ¿Y crees que yo estaría bien si estuvieses muerto? Fue un milagro que no te asesinara.

— ¿En serio lo ibas a hacer? — la mira fijamente, ella se queda callada — Aleska, sé que eres muy fuerte pero te conozco, y sé que a veces eres débil y no tiene nada de malo serlo.

— Debí matarlo cuando pude — susurra apretando su mandíbula al recordar lo sucedido. Druig toma su mentón obligándola a verlo.

— ¿Asesinarlo te iba a hacer sentir mejor? sé que no— suspira — lo que quiero que entiendas es que no todo el tiempo debes ser así. Me gustas porque eres comprensiva, no una asesina.

— Ya entendí... No volveré a querer asesinar a alguien aún así te hagan algo — promete a regañadientes.

— Pero no te pongas triste, lo hago por tu bien — la abraza con dulzura— pero no hablemos de esto frente a Thena, si me oye diciéndote así me rebana la cabeza.

— Thena me enseña a vengarme y tú a mantenerme serena, genial...

— Hazme caso a mí, después de todo, yo soy el experto en mentes y soy muy sabio — presume. Ella pone sus ojos en blanco— oh, y si vuelves a usar tu barrera para protegerme...

— Thena dijo que había reunión. Muévete.

La diosa lo empuja cansada de sus regaños y sale con rapidez— Sí que es terca...

Ambos llegan al centro del Domo, donde están Makkari y Thena observando el gráfico del mundo. El telapata se sienta en la mesa concentrado en su alimentación.

— Han pasado semanas y no hemos sabido de ninguno de ellos, es como si... Hubiesen desaparecido.

— Arishem— murmura la peliblanca — debemos volver.

Se mantienen en silencio. Thena saca sus armas observando el pasillo con detenimiento.

— También lo sentí.

— ¿Qué? — Druig se gira comiendo.

Las mujeres se acercan, de un portal mágico aparece un... ¿duende?

— ¡Guau! Mis oídos, tengo los ojos adormecidos, no volveré a teletransportarme ebrio — exclama con gracia— esperen, chicas, no se apuren... Les presento al príncipe real de Titán, hermano de Thanos, el Truhán de Corazones, el vencedor de Black Robert...

— ¿Hermano de Thanos? — cuestiona la morena confundida.

— Roger.

— Oh, sí, el vencedor de Black Roger. El gran aventurero Starfox del planeta Misterio.

Un chico aparece al frente de ellos— es un placer conocerlos, mis compañeros Eternos. — se inclina, ve a su acompañante — oye, no tienes que repetir esa introducción cada vez que entramos a un lugar.

— Todo lo que haces es impresionante ¿Qué puedo sacar de la lista?

— Sé que impresiona, obviamente.

— ¿Quiénes son? — interrumpe Thena la conversación.

— Soy Eros, él es Pip. Y eres tan hermosa como cuentan las leyendas, Thena.

— No entiendo nada ¿por qué un tipo con aires de cantante supremo, o lo que sea, nos conoce? — Aleska lo mira de arriba a abajo sin confianza.

— No sabía que habían mujeres tan legendarias en este grupo— analiza, da un paso al frente tomando la mano de la diosa, dejando un beso en esta. Ella sonríe con egocentrismo sintiéndose superior. Druig se acerca de inmediato y lo aparta con molestia.

— Hey, hey, manos quietas, principito. ¿Qué se supone que quieres?

— Queremos ayudarlos— alza su mano mostrando un objeto extraño — sus amigos tienen muchos problemas... Y sabemos dónde hallarlos.