Yoon Gi suspiró mientras se tomaba del pelo. No podía creerlo. Ese día Jungkook no había llegado, cosa que era raro, dos días faltando en la empresa. Sin embargo ese no era su mayor preocupación. Había aprovechado que Nam Joon andaba sacando unas copias, aprovechando que lo mantendría distraído. Sí, Yoon Gi y el alfa eran oficialmente pareja. 

El omega amaba la forma en como Nam Joon desprendía feromonas de felicidad cuando estaba con él. El mayor podía estar estresado, enojado, cansado, que si Yoon Gi le dirigía una palabra, su aspecto cambiaba mágicamente y dejaba al omega apreciar el brillo en sus ojos.

Pero ahora Yoon Gi no sabía qué hacer, qué pensar. Quería llorar.

Yang Mi entró en la oficina con una carpeta en la mano. Sonrió al omega mientras terminaba de beberse su capuchino y lanzando el vaso de cartón a la basura. El omega la recibió con una sonrisa.

-No sé qué demonios sucede, pero esta empresa no es normal. -dijo negando con la cabeza.

-¿Por qué lo dices? -sonrió tomando los papeles que la chica le daba.

-Mira eso. -dijo señalando afuera. Yoon Gi enfocó su vista sólo para ver como su alfa estaba hablando animadamente con Jensen.

-Ah caray...-dijo viendo todo eso con el ceño fruncido. -Ya no sé qué esperar de...-sus palabras fueron cortadas al ver como su amiga sostenía algo en sus dedos.

Su cuerpo se congeló y miró a Yang Mi alarmado. Se supone que nadie debería saber eso, fue su culpa por ser descuidado. Ahora la omega estaba viendo la prueba de embarazo, con resultado positivo, de Yoon Gi. 

Min no se perdía reacción de ella, sus ojos se aguaron y desvió la mirada sintiendo la primera lágrima salir.

-¿Estás...? -dijo Yang Mi en shock. -Suga...

Los sollozos del chico comenzaron a llenar el lugar. No eran sollozos de dolor, miedo o desespero. Pero tampoco se podían clasificar como de alegría. 

Era ese llanto cuando alguien tiene un problema que afrontar y no sabe cómo porque no está preparado para hacerlo.

-Oh por el alfa...-dijo la omega sin aliento. -Estás embarazado.

El pequeño omega asintió sin dejar de llorar. Joder, escucharlo de la boca de alguien más lo pegaba más a la realidad, le confirmaba que esto no era un sueño y que Nam Joon lo dejó embarazado porque en su celo no usaron ningún tipo de protección. Lo sabía, sabía que iba a traer consecuencias, recibir el nudo del alfa y su semen al menos casi un día entero lo dejaría con una sorpresa, era obvio. Se lo esperaba, pero muy en el fondo le hubiera gustado que fuera un sueño. Tenía que comenzar a afrontar las necesidades del bebé y decírselo a Nam Joon.

Yang Mi se acercó para abrazarlo de manera reconfortante. Yoon Gi no dudó ni un segundo en corresponderle. Estaba esperando a un pequeño en su interior. Fue un completo descuidado, sin embargo, de otro lado estaba feliz. Ese sentimiento de que podía traer pequeños al mundo le alegraba mucho.

-Felicidades, pequeño. -sonrió la chica acariciándole el cabello. Yoon Gi sólo la abrazó más fuerte.

♦♦♦

-Tengo miedo...-dijo Jimin viendo la sala de espera. Jungkook le besó el cabello.

-Sólo vamos a hacerte un chequeo pequeño. -sonrió para tranquilizarlo. -Necesitamos saber cómo está nuestro cachorro.

Jimin sonrió involuntariamente. Pronto prosiguió a sentarse mientras que el alfa hablaba con la enfermera que estaba atendiendo. El omega miraba todo curioso, había mucha gente; sus ojos captaron a una chica embarazada. Su estómago era enorme, casi igual al de Tae Hyung. Sonrió sin dejar de verla y se imaginó a él con esa enorme panza, lleno de un cachorro de Jungkook.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos gracias a su alfa. Jeon se sentó a su lado y tomó su mano para poder acariciarla con cariño. Los ojos del mayor siguieron la vista de su omega, sonrió cuando se dio cuenta que Jimin no apartaba la mirada de la otra chica, que se acariciaba el vientre lentamente.

-Pronto estarás así de hermoso, con mi cachorro. -dijo el pelinegro dejando un tierno beso en la mejilla del pelirubio.

Jungkook tuvo que pagar un hospital privado, ya que Jimin no tenía expedientes de nada, él no estaba registrado en la población coreana. Así que era mejor ir, pagar para que le hagan un chequeo sin necesidad de tantos trámites y terminar yéndose a casa. 

Unos minutos de espera y el apellido del omega fue llamado. El alfa se puso de pie y tomó a Jimin de la cintura, mostrando posesividad, odiaba cuando muchos ojos estaban puestos en su chico. Jimin sonrió al escuchar el pequeñísimo gruñido del mayor.

La doctora los recibió, era una beta. Los chicos la saludaron y ésta cerró la puerta detrás de ella cuando todos pasaron al cuarto. Jungkook no dejaba de abrazar a Jimin por nada del mundo, era como en cualquier momento se lo fueran a quitar, no quería eso, aunque sabía que no iba a pasar, era inevitable sentirse así. La doctora revisó unos papeles y les sonrió a la pareja.

-Bien, Jimin. -dijo tomando un aparato que servía para escuchar los latidos del corazón. -Acuéstate ahí. -señaló la camilla.

No fue el pelirubio quien lo hizo. Jungkook lo cargó como si de una muñeca de porcelana se tratase, acostó a su chico y le acarició el cabello dándole una mirada tranquilizadora. Park no soltaba la mano de su alfa viendo con nervios en los ojos.

La doctora los sacó de su burbuja de amor. Le pidió amablemente a Jungkook que se sentara para poder examinar a Jimin, el alfa lo hizo refunfuñando. 

La beta colocó el aparato en el pecho del omega, escuchando los latidos de su corazón. Estaban un poco acelerados pero era normal, entendía si el pelirubio estuviera cagado de miedo. Luego le tomó la presión y la temperatura.

 Asintió viendo que todo se encontraba correcto. 

Revisó los ojos de Jimin, luego le hizo una prueba de vista, todo bien. También le revisó los oídos y le hizo otra prueba que salió exitosa.

Y llegó el momento de conocer la verdad. Jungkook se levantó para poder colocarse al lado de su omega. Jimin buscó su contacto mientras que la doctora llenaba unos datos.

-Aquí dice que estás embarazado, veremos cómo anda tu bebé. -sonrió la chica cerrando la carpeta.

Jeon le sonrió mientras le acariciaba el hombro para tranquilizarlo, de paso dejando un besito en su cien. Jimin tomó la mano de su alfa para besarle el dorso mientras que la doctora le subía la camisa. 

Gimió cuando un líquido frío se colocó en su abdomen, Jungkook no dejaba de acariciar su cabello y susurrarle palabras bonitas al oído. 

Decirle que era un chico valiente, que era su lindo pelirubio, que iban a tener un lindo cachorrito y muchas cosas más, ayudando a distraer al omega.

El sensor se colocó en el estómago del pelirubio. Jimin apretó los labios, buscando las caricias de su alfa.

Una imagen se presentó en una pantalla. Jimin miró junto a Jungkook una pequeña bolita. La sonrisa de la doctora se extendió para comenzar a mover el sensor en busca de una mejor vista.

Unos movimientos y luego se detuvo en un punto, cerca del ombligo del omega. Jimin miraba todo con atención mientras que el alfa se mordía el labio inferior con un poco de fuerza.

-El bebé está en buenas condiciones. -sonrió la beta, dejó un momento más la imagen del pequeño para que la pareja pudiera verla.

Luego terminó y limpió la pancita del omega. Estaban en un silencio, la doctora esperaba algo de parte de ellos, pero los chicos no sabían qué decir. Miró con una sonrisa a los dos varones, luego suspiró.

-Me alegro mucho por ustedes. -dijo viéndolos con ternura. ¿Quién en su sano juicio no vería a esta pareja hermosa? Sólo estúpidos. -Eso es todo.

Jimin asintió y se puso de pie, abrazó a Jungkook para comenzar a caminar hacia afuera.

Le agradecieron a la doctora y cruzaron la puerta. Pero justo antes de que se fueran, la voz de la beta llamó su atención.

-¿Señor Jeon? -el alfa se volteó. -Ocupo hablar con usted.

El nombrado frunció el ceño, pero asintió. Tomó a Jimin por la barbilla y dejó un beso en sus labios, acariciando el vientre de su chico.

-Espérame en la recepción. -Jimin asintió dándole otro beso en los labios. Jungkook vio como su omega salía caminando.

Entraron de nuevo al cuarto. Jungkook muy confundido se sentó viendo como la doctora revisaba unas fotografías. El silencio era incómodo y el suspiro de la beta lo puso nervioso por alguna razón.

-Señor Jeon...-dijo viéndolo con una mirada de pena. -Jimin presenta embarazo de alto riesgo.

Y el alfa sintió como su alma caía a sus pies.

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No me maten