Capítulo 69.


Los alfas pusieron su atención en Jimin. Jeon lo veía con confusión mientras que Hyun lo miraba con odio. Young Mi se notaba preocupada pero no dijo nada.

-Jungkook...-dijo el pelirubio con la voz un poco dura. -No lo firmes...

-Pero...

-No escuche a ese omega, usted sabe, y se lo digo, de alfa a alfa, que los omegas no saben nada. Por eso son la especie más baja. -habló Hyun con odio. Jungkook lo miró enojado.

-Hace tres años me abandonaron unos sujetos...-dijo Jimin con la mirada en el suelo. Jungkook lo miró con atención. -Hace tres años me abandonaron en un país desconocido... ¿recuerdas amor? -los ojos del omega encontraron los orbes del alfa.

-Sí mi rey...-dijo con cautela, los otros alfas sólo ponían atención.

-¿Sabes cómo se llamaban mis padres? -una lágrima ya le recorría una mejilla, sus ojos no dejaban de ver a su alfa. -Se llaman Hyun y Young Mi Park Lee.

El cuerpo de Jungkook se paralizó. Miró a Jimin con los ojos bien abiertos. ¿Quería decir que...? Todo este tiempo estuvo ayudando a los animales que habían dañado a su omega. Apretó los puños y se volteó con rapidez para encarar a los alfas. Y en definitiva, los ojos del pelinegro dejaron su color azul para poder dar paso a un rojo como la sangre. Gruñó fuertemente antes de tomar el contrato que tenía entre las manos para poder romperlo en dos.

Pero justo cuando iba a hacerlo el otro alfa sacó una pistola de su bolsillo. Rápidamente Jungkook colocó a Jimin detrás de su espalda. Viendo retador a Hyun Park.

-Te lo dije pedazo de mierda. -habló viendo al omega. -Sabía que intentarías algo, rata asquerosa. -mantenía la pistola apuntando a Jungkook. -Vas a firmar ese contrato y nos vas a transferir el dinero si no quieres que les vuele los sesos a ambos. -dijo cargándola.

Poco a poco el tatuado se calmó, volviendo sus ojos a la normalidad, pero sin dejar de ver con odio a ese maldito alfa. Young Mi sólo estaba detrás de su esposo viendo como Jeon trataba de proteger a su omega.

-Vas a firmarlo ahora. -demandó con odio.

El ambiente apestaba a enojo, nervios, miedo, adrenalina y un sinfín de emociones. Jimin se aferraba al cuerpo del alfa sin dejar de llorar. No pudo resistirlo, él jamás iba a traicionar a su alfa.

Jungkook tomó el lapicero sin dejar de ver con odio al idiota que tenía el arma. En unos momentos más ya los papeles tenían la firma de Jeon puesta. Hyun estiró el brazo para que le diera el contrato, igual lo hizo Jungkook. Y gracias a quien fuera, la puerta se abrió y varios policías comenzaron a entrar, apuntando al alfa con varias armas de fuego, usando un rayo láser. Hyun soltó el arma al verlos y Jungkook aprovechó eso para romper el contrato en dos mitades, haciéndolo pedazos ante los ojos de los alfas. Atrajo a Jimin a su cuerpo para abrazarlo.

-Policía Federal. Hyun y Young Mi Park, quedan arrestados por sus delitos en territorio Coreano. -dijo una mujer entrando a la sala.

Los dos alfas alzaron las manos en símbolo de rendición. Jimin vio como sus padres eran esposados sin dejar de llorar. Hyun le dedicó una de sus tantas miradas de odio, amenazador y con esos ojos que prometían una venganza. Young Mi sólo le susurró un "lo siento" con sus labios, viéndola arrepentida mientras que la sacaban junto a su esposo por las puertas.

-Jeon Jungkook. -dijo la misma chica, suponía que era una detective. -Necesitamos hacerle unas preguntas obligatorias.

El alfa asintió, frotó la espalda de Jimin un poco antes de irse hacia otra esquina del lugar para poder responder las preguntas de la beta. Jimin lo veía desde lejos, sin saber qué mierdas sentir. ¿Había hecho lo correcto? El miedo de ver como ese maldito le apuntaba al amor de su vida estaba presente, saber que ya todo pasó lo relajaba un poco, ver como se llevaban a sus padres hacia afuera como los criminales que eran fue algo que sinceramente quiso jamás verlo. Y ahora faltaban las explicaciones a su alfa, no estaba seguro cómo iba a reaccionar Jungkook, eso le daba miedo. Aunque muchos lo negaran, lo que había hecho no tenía perdón. Sus lágrimas eran ríos imparables mientras veía la boca del pelinegro moviéndose con tal de responderle a la chica.

En ese momento se sentía como un muñeco sin vida.

Afuera del edificio estaba la asquerosa prensa tratando de obtener información. Muchas cámaras grababan el momento de como sacaban a los dos estafadores más grandes de Asia. Al parecer la policía los había estado buscando durante mucho tiempo pero no habían podido atraparlos ya que falsificaban sus nombres en cada caso que intentaban ganar, mas en este usaron sus verdaderos nombres. Jimin no pudo resistirlo, esa mañana había hablado con Suni para que le ayudara, le dijo lo de sus padres y que Jungkook estaba a punto de acceder al contrato. Ahí fue cuando se contactaron con la policía Federal y comenzaron su plan para poder atraparlos. El omega estaba tan asustado de que no funcionara, sabía que ese día era cuando su alfa iba a firmar el contrato, por lo que no dudó en ir a la empresa. Pusieron el plan en marcha, todo funcionó por suerte, aunque se retrasaran un poco, lograron capturarlos.

La detective terminó de interrogar al alfa, Jungkook inmediatamente buscó a Jimin, éste estaba en el sofá, cubriéndose los ojos para no ver a su alfa mientras que sus lágrimas caían al suelo. Jeon caminó hasta donde él y se arrodilló. Su mano fue a dar al cabello de Jimin y lo acarició con cariño. Sus brazos buscaron la cintura de su omega para poder abrazarlo, sintiendo como el pelirubio lo abrazaba de vuelta rodeando su cuello con necesidad.

Muchas cosas habían pasado hoy. Y ambos estaban necesitando del otro.



♦♦♦



-No puedo creerlo. -dijo Chung Hee viendo el televisor. Sun Hee, los chicos y Jungkook estaban en la sala. Jimin estaba durmiendo una siesta.

Las noticias de la tarde no dejaban de repetirse una y otra vez. La prensa había criticado a la empresa Jeon Army tanto buena como de mala manera. Según los reportes habían sido muy descuidados como para no darse cuenta de que se trataba de una estafa, aunque en la declaración que Jungkook dio afirmaba que siempre tuvo cierta sospecha porque los alfas no le daban buena espina. Pero, los felicitaron por atrapar a esos criminales, incluso el gobierno les dio dos millones. Y el alfa se había dado el gusto de darle esos dos millones a Jimin, al fin y al cabo había sido gracias a él.

Su omega había caído rendido cuando llegaron a la mansión. Mierda, todos habían sufrido muchas emociones para sólo un día. Ho Seok y Tae Hyung los habían llamado para preguntar cómo estaban con todo ese drama. Sin duda eso quedaría grabado en sus vidas.

Jung Hyun apagó la televisión. Todos miraron directo al alfa, quien estaba con una camisa floja y un bóxer. El pelinegro jugaba con su labio inferior entre sus dedos mientras veía el suelo, más que todos sus pies descalzos. Jungkook dejó salir un suspiro pesado y se frotó la frente.

-Al menos ya pasó. No salió nadie herido. -dijo Jung Hyun. -Supongo que ahora sí puedes casarte en paz...

-Hay algo más...-la ronca voz de Jungkook se coló por sus oídos. -Algo que no saben.

Todos pusieron hasta el último nervio de atención en lo que el alfa estaba a punto de decir, incluso se acercaron inconscientemente para poder escucharlo mejor.

-Esos alfas...-tomó un suspiro. -Ellos eran los padres de Jimin...

Y las bocas de todos volvieron a caerse al suelo. Jungkook se rascó la nuca sin saber qué decir. Todo lo que había en esa casa eran sorpresas y más sorpresas.

-Ellos fueron los que abandonaron a Jimin en la calle. -dijo viendo a su familia, los chicos cubrían su boca sin poder creer lo que escuchaban. -Pero al menos ya se van a pudrir en la cárcel, se van a arrepentir por cada cosa que le hicieron a mi marido.

-Aún no se casan. -dijo Jung Hyun.

-¿Y qué? Pronto lo haremos.

Todos sonrieron por el comentario. La familia entera compartió un abrazo, frotándose la espalda y dándose apoyo sin necesidad de palabras.

-Ha sido un largo día. -dijo Chung Hee. -A la cama todos.

Asintieron y se fueron a sus cuartos. Jungkook entró a su habitación, el pelirubio continuaba en la cama, con la cobija encima. El alfa se sacó su ropa para poder entrar a la par de Jimin. Miró el cuerpo de su chico, estaba desnudo, quizás él le había pegado esa costumbre, sonrió y se metió a su lado. El omega se removió buscando el calor de su alfa, en unos momentos Park estaba sobre el cuerpo del mayor, abrazándolo con fuerza mientras que su respiración tranquila pegaba en los pectorales del rubio.

-Dijimos que no más secretos entre nosotros...-dijo Jungkook acariciando los mechones rubios del omega con cariño. -¿Por qué no me lo dijiste? ¿Fue por eso que te desmayaste el otro día? -preguntó sin dejar de acariciar a su chico.

-Quería protegerte...-ese susurro lo hizo detenerse. Jimin hablaba contra la piel de su pecho.

-Corriste un enorme riesgo...

-Y lo haría otra vez con tal de no dejar que te dañen...-dijo acariciando la piel del alfa. -Porque eso hacemos, ¿no? Somos fieles a nuestros alfas...

-Jimin...

-Lamento ocultártelo... lamento haberte forzado a aprobar el contrato...-lloró con dolor.

Jungkook enredó sus piernas en la cintura de su chico y lo atrajo a su cuerpo para poder envolverlo en un abrazo. Quizás las lágrimas que el alfa derramaba demostraba cómo en serio se sentía, podía liberar un poco de sus sentimientos, siempre se privaba de mostrarse débil en ocasiones, pero con Jimin era diferente, con él podía llorar por horas sabiendo que su omega lo iba a consolar. Podía tener libertad y podía mostrar sus lados que siempre escondía. Park Jimin se había vuelto más que su debilidad y su confidente. Ahora era su soporte, su razón de sonreír y sin duda, el amor más dolorosamente hermoso que alguna vez pudo sentir.

Ambos chicos lloraban, el omega necesitaba que su alfa estuviera bien, mientras que el alfa necesitaba que su omega estuviera sano y libre de peligro. ¿Qué mejor refugio que los brazos del otro?

-N-No sé qué hubiera hecho s-si te hubiera perdido...-lloró Jungkook con su voz gangosa. Jimin lo rodeó con sus brazos por la cadera.

-Te amo alfa...-dijo el omega acariciando la espalda del mayor mientras que besaba su hombro, Jungkook lo abrazaba por el cuello. -Te amo como nunca he amado a nadie. Y eso nadie lo cambiará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top