Capítulo 61.
La primera impresión del alfa fue que esos dos individuos fue que no le daban buena espina y no supo explicar el porqué. Terminó de estrechar su mano con la del tal Hyun Mi y los invitó a pasar hacia una sala de conferencia que estuviera desocupada. Se sorprendió cuando fue notificado que Young Mi, al igual que el Señor, era una alfa. Bien, al menos dos alfas sí podían estar juntos, siempre y cuando fuera hombre y mujer, no dos activos por Dios. Ambos tenían una marca de mordida en sus cuellos y miraban con cierto desprecio a las betas y omegas del lugar. Los tacones y las zapatillas de los alfas resonaban en los pasillos conforme caminaban. Llegaron a la sala y tomaron asiento.
-Debo admitir que estoy sorprendido de su inesperada visita. No tenía el ¿privilegio? -dijo dudando de que esa fuera la palabra correcta. -De conocer quién solicitaba una enorme cantidad de dinero.
Aunque quizás para muchos ese comentario resultara ofensivo o grosero, los alfas sólo se dedicaron a sonreír, una sonrisa que Jungkook sabía no era sincera y mucho menos respetuosa.
-Un préstamo que no nos dio ni la mitad. -recalcó Young. -Como sea, estábamos ocupados y por eso no pudimos atender sus citas. Sin embargo, ya estamos aquí, ¿por dónde empezamos?
Jungkook les dedicó una mirada de desconfianza.
-Quizás deberíamos enfatizar sobre la petición de treinta millones. -dijo enderezándose en la silla y colocando sus manos entrelazadas sobre la mesa.
-¿No tienen ese dinero para prestarlo? -dijo el hombre. Jungkook lo miró con una sonrisa hipócrita.
-Treinta millones no es ni la mitad de lo que hacemos en la mitad de un año. ¿Es una pregunta difícil? -fingió pena. -Al menos no soy yo quien necesita el dinero.
-La construcción gasta mucho dinero. -dijo Young Mi cuando Hyun comenzó a gruñirle a Jungkook. -Necesitamos el equipo de trabajo para al menos trescientas personas, incluyendo el personal.
-Muchas gracias por responder a mi duda, Señora. -dijo amablemente.
Se podía sentir la tensión entre ellos, cualquiera estuviera incómodo solo escuchando como sus tonos de voces eran duros y forzados a hablar, ninguno de los tres estaban felices de conocerse, al menos para Jeon ellos no eran respetuosos, no eran buenos en actitud, se notaba a kilómetros que estaban ahí sólo por la razón de que la empresa Jeon Army no les cedió el dinero solicitado, de lo contrario, ni siquiera se hubieran molestado en aparecer. Jungkook le puso un mensaje a Yoon Gi para que trajera el contrato con los Lee, el omega lo trajo unos minutos después. Jungkook leyó los datos más importantes.
-El periodo de construcción son seis meses, ¿cuándo comenzaran a pagar el préstamo?
-Cuando la empresa comience a rendir frutos, tendrá su dinero de vuelta y supongo que se dará el gusto de meter intereses.
-Supone bien, Hyun. -sonrió arrogante. -Al menos tienen diez meses, seis de construcción, uno para contratar personal y tres para mover su empresa adelante. Es más que suficiente.
-¿Y qué pasa si no encontramos buenos empleados? -dijo Young Mi rápidamente.
-No creo que haya excusa Señora, aquí dice que ese edificio será solo uno de los muchos que tienen, solo que en Japón es donde está su empresa.
-Así es.
-Pero esto es Corea, y por lo tanto, tienen que acoplarse a las reglas de aquí. Muchas personas andan en busca de trabajo, no veo que en unos meses eso cambie. -dijo con la voz dura. -Si tienen empresas a lo largo de Japón no veo el problema con saldar una deuda.
Los dos alfas estaban enojados, eso era. Jeon Jungkook era un hijo de puta. ¿Qué se creía dándole órdenes a ellos? ¿Desde cuándo alguien les decía cómo trabajar? ¿Acaso les vio cara de idiotas? Aunque la respuesta estaba prácticamente en el aire, eso no era lo que tenían planeado, ese alfa pelinegro les estaba derribando sus jugadas. ¿Jugadas de qué? Ellos eran unos estafadores, no eran empresarios, sólo fingían serlo, habían estafado a muchas empresas para conseguir su propio beneficio. Quizás la gran diferencia es que los demás negociadores no eran tan atravesados como Jeon. Necesitaban planear su estrategia pronto. ¿Qué empresas ni que nada? Sólo eran dueños de uno de los edificios más solicitados a nivel mundial de abogados.
Su plan era que una vez que aprueben el préstamo, ellos escaparían a Japón y hacer de las suyas. No construirían ningún edificio, nada, ellos querían dinero por una solo razón.
Estaban en quiebra, y necesitaban salir de Corea.
Obligadamente tenían que quedarse para que el pelinegro les aprobara el dinero, pero necesitaban convencerlo antes de que su plan funcionara.
-Bien. -dijo Young Mi dudando se sus palabras. -Prosigamos.
Hablaron sobre los detalles en los que el alfa no estaba de acuerdo, los otros dos trataron de justificar esos puntos para poder acceder a los treinta millones. Luego de cosas sin sentido del contrato, incluso se sintieron ofendidos cuando Jeon les mandó una indirecta, insinuando que el contrato lucía como pagado a hacer y no hecho por verdaderos empresarios, ninguno dijo nada acerca de sus comentarios, era mejor mantener la boca cerrada. Al cabo de una hora ya estuvieron finalizando.
-¿Todo claro? -dijo Hyun con una notable molestia.
-Bueno, supongo, a pesar de ciertas cosas que no entiendo y se contrastan con otras, supongo que sí.
-¿En cuánto tiempo sabremos su respuesta?
-Cuando lo coordine con el dueño de la empresa. -dijo con una sonrisa. -Mi padre anda en América, cuando vuelva, en aproximadamente final de mes, les daré su respuesta.
-Bien. -se apresuró a decir la alfa cuando su marido estuvo a punto de protestar. -Espero que no se tarde tanto, tenemos asuntos pendientes en Japón.
-Pueden ir a atender sus asuntos y volver a final de mes. -se encogió de hombros con una sonrisa burlona.
Los alfas se pusieron de pie, caminaron a la salida sin despedirse, Jungkook los vio hasta que atravesaron la puerta, feromonas de enojo llegando a su nariz, agitó su mano como si estuviera espantando un mosquito para deshacerse del olor. Suspiró y se frotó la frente cansado, fue la conferencia más difícil que había tenido en mucho tiempo, no, a él no le temblaba la voz para decir lo que pensaba, había algo sospechoso en medio de todo esto. ¿Pero dónde? Tal vez solo se estaba dejando llevar por su instinto, a veces eso no era bueno.
Cerró la carpeta y caminó hacia su oficina, pero antes sacó su teléfono y sonrió al encontrar un mensaje de Jimin. Desbloqueó el aparato y en ese momento sonrió como idiota enamorado. El omega le había puesto un lindo "te quiero". Dos palabras tan simples, ocho letras, pero un gran significado, hacían que el corazón del alfa se acelerara en segundos. Sonrió y se fue hacia donde estaba su mejor amiga luego de contestarle a su hombre.
♦♦♦
Ho Seok estaba viendo a su esposo con una enorme sonrisa. Tae Hyung estaba cocinando, pero la enorme panza que tenía lo hacía verlo más tierno de lo normal. Se puso de pie y caminó hasta donde estaba el omega cortando especias. Una vez que llegó por detrás del pequeño colocó sus enormes manos en el vientre del chico, casi abarcando todo, colocó su nariz en el cabello del omega y dio una profunda inhalación.
-Eres hermoso. -dijo el alfa en su oído. -Te amo.
-Yo también. -dijo Tae Hyung. -Demasiado.
-Yo quiero una hija. -dijo el rizado. -Con tus ojos.
-O tus rizos. -dijo el omega. Se giró para darle un beso en los labios a su alfa. -
-¿No haz tenido efectos secundarios?
-A veces me mareo y a veces quiero crema de maní. -se encogió de hombros. -Y vendrán cosas peores.
-Lo dice la Biblia. -sonrió Ho Seok divertido. -Sabes que voy a estar aquí para ayudarte.
-Lamento causarte problemas. -dijo el pequeño apenado. -Tienes que estar siempre pendiente y sé que eso puede ser cansado...
-Ya hablamos de esto. -dijo serio. -Amo estar pendiente de ti, si ayudándote puedo hacerte sonreír, entonces lo haré sin dudarlo.
Tae Hyung lo miró con los ojos acuosos. Se acercó a Ho Seok y lo abrazó, lamentándose por su enorme panza. El alfa le acarició el cabello y besó su mejilla muchas veces.
-Odio que el embarazo me ponga tan sensible. -se quejó limpiándose la lágrima. -Soy un marica.
-Mi marica. -dijo Ho Seok antes de que sus labios conectaran los del omega, el beso era lento y cargado de cariño, Ho Seok colocó su mano por detrás de la cabeza del menor para poder atraerlo mejor y tener más facilidad al besarlo. -Te amo TaeTae.
♦♦♦
-¿Por qué tienes tatuajes? -dijo Jimin delineando la piel mojada del rubio.
Sí, usaban su jacuzzi muy seguido. Jimin estaba sobre las piernas del mayor, analizando cada tatuaje. Jungkook tenía ambas manos tras la espalda, disfrutando de los dedos traviesos del pelirubio acariciar la tinta.
-Supongo que son parte de lo que soy. -dijo haciendo un puchero, indicándole al omega que quería un beso. Así lo hizo el menor. -¿Y tú? ¿No te gustan los tatuajes?
Jimin negó con rapidez. En ese momento no dejaba de delinear los labios que tenía el alfa impreso en el centro de su pecho.
-No me gustan en mi cuerpo, pero en el tuyo sí. -dijo con una sonrisa.
-¿Ah sí? -dijo divertido. -¿Por qué?
Park se encogió de hombros y sonrió.
-Porque los tuyos me dan ganas de besarlos, además de que eres hermoso.
Jeon desvió su mirada con una sonrisa de bobo, permitiéndose ver al omega su perfil y el sonrojo que se escapaba cada que el pelirubio le hacía un cumplido. Llevó sus manos a la cintura del ojimiel y lo atrajo para besarlo. Sus labios eran como dos piezas que encajaban a la perfección, sus lenguas eran como dos pequeñas bailarinas mientras que sus bocas era la pista de baile, moviéndose de un lado a otro. Las manos mojadas del pelinegro se colocaron en la espalda del omega para acariciarlo, ambos con los ojos cerrados, moviéndose al compás del beso, el chazquido que se escuchó fue el primero de muchos otros, se besaron por un largo tiempo, hasta que sus labios estuvieron entumecidos.
-He caído muy profundo por ti Park Jimin. -sonrió Jungkook. -Y no me arrepiento en lo más mínimo.
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