Capítulo 57.


—Lava esos platos, las ollas y las cucharas antes de irte. —ordenó el chef, tomando una gorra y saliendo del lugar. Min Ho asintió cansado.

Llevaba un buen tiempo de no ver a Jin, claramente pensaba en él todos los días, ya tenía casi los cinco meses de embarazo, pero no había sentido ningún movimiento de su hijo. Su estómago notablemente abultado lo hacía sonreír. Todavía recuerda como ayer tuvo que ir a comprar ropa más grande, ya que la suya no le estaba comenzando a quedar bien. ¡Oh, ese era otro detalle! Estaba ahorrando el dinero que ganaba y a veces lo gastaba comprándose chocolates, le dio un tremendo antojo con eso. Claro que, seguía una dieta que él mismo se había hecho, pero de vez en cuando no era malo.

Caminó para poder lavar lo que le faltaba. Miró la hora, eran casi la una de la mañana, no quería irse tan tarde.

—Si yo fuera tu alfa, te abrazaría todo el día. —dijo el mismo hombre que hace tiempo atrás le curó el brazo. —O te follaría todo el día, las dos son buenas.

Min Ho rodó los ojos. Como jodidos odiaba quedarse solo con ese alfa, que resultó llamarse Tae Min. Era uno de los chefs del lugar.

—Por suerte no lo eres. —dijo con la confianza suficiente para responderle eso. Otro día vio como Tae Min se llevó enojado a uno de sus omegas compañeros a un cuarto, su piel se había erizado al escuchar como el chico casi gritaba por lo que sea que el alfa le estuviera haciendo mientras que los demás seguían en sus asuntos.

Desde ese día lo había evitado a toda costa, le daba asco, la actitud, la forma en la que les hablaba a los demás omegas o betas, que pasara insinuándosele sexualmente y muchas otras cosas más.

—Es porque no me haz visto desnudo, no lo pensarías dos veces antes de arrodillarte y hacerme un oral.

—Já. —se burló terminado los platos. —Por eso se guían los alfas, por el tamaño. —comenzó con las ollas. —Nosotros los omegas no andamos buscando sus nudos para vivir.

—¿Entonces? —dijo con aires de superioridad. —¿Qué haces en este mundo? Los omegas varones solo saben tener sexo.

Min Ho detuvo sus acciones totalmente ofendido, decidió ignorarlo con las feromonas de enojo llenando el aire.

—Oh... ¿el pequeño omega se enojó? —fingió pena. —La verdad duele eh.

—O la ignorancia te sobrepasa. —contestó enojado. —No entiendo como el mundo ha progresado, si los alfas solo piensan con el pene y no con la cabeza.

Tae Min lo miró con las cejas completamente alzadas. Dejó lo que estaba haciendo para acercarse al cuerpo del omega. Tomó la cintura de Min Ho un poco fuerte y pegó su cuerpo al del menor, haciendo que sintiera su erección. Min Ho trató de removerse para salir de su agarre pero lo único que logró fue frotarse contra el pedazo de carne que le punzaba una de sus nalgas. El alfa sonrió divertido, sus manos comenzando a viajar por debajo de la ropa ajena. El pelirrojo volvió a tratar de librarse de las manos del de ojos profundos.

—S-Suéltame...—no quería demostrar miedo frente a él, pero era inevitable, jamás se compararía la fuerza de un omega con la de un alfa.

—¿Qué dijiste de los alfas? —dijo con seriedad. Movió sus caderas simulando una embestida, los ojos de Min se aguaron.

—N-Nada...—dijo tratando de quitárselo de encima. —Y-Ya suéltame...

—¿Tu alfa no te enseñó buenos modales? —las caderas de Tae Min no se habían detenido, fingía penetrar al omega una y otra vez. —Porque si no es así, yo con gusto te enseñaré.

—Déjame en paz...—pidió con un hilo de voz. Sintió como el alfa lo volteaba para quedar frente a frente. Los labios de Tae Min atraparon los de Min Ho en un beso profundo y desesperado, el menor se removió rompiendo ese beso.

Hizo lo único que se le ocurrió, alzó su mano y la estrelló en la mejilla del alfa, escupiendo la saliva donde la lengua del mayor había recorrido, él no iba a permitir que nadie más que Jin lo besara, miró con miedo al alfa y temió cuando éste le dedicó una mirada de total psicópata.

—No debiste hacer eso. —dijo antes de tomar al omega y llevárselo a un cuarto entre gritos de ayuda y miedo.

Una hora más tarde un alfa salió por la puerta mientras que Min Ho estaba en el suelo, con el cabello desordenado y semen alrededor de su cara, incluso restos se colaban por sus labios. Lloró a más no poder, dejó incompleta su tarea, necesitaba salir de ahí, tomó sus pertenencias y se fue luego de limpiarse la cara con papel. En estos momentos lo que más quería era a Jin con él, a su lado, sentir sus brazos abrazándolo, sus labios reclamando los suyos. Necesitaba a Kim, necesitaba a su alfa.





♦♦♦






—No es tan malo mamá. —Yoon Gi comió de su salmón. —Fue sólo... fue sólo, c-creo que es el correcto.

—¡Pero ni siquiera lo conozco! —dijo molesta. Se había llevado la sorpresa de que su hijo llegó oliendo a alfa, Min le había dicho algo sobre que estaba viéndose con alguien, las noches que no llegaba a casa era la prueba suficiente, sólo que jamás esperó que ya estuviera anudado.

—Puedo decirle que venga a cenar...—dijo con las mejillas rojas.

—¿Puedes? ¡Dile que venga a cenar! Tiene que superar mi criterio. —la Señora Min se llevó otro trozo de salmón a la boca.

Yoon Gi asintió.

—Mañana.

—Bien.

—Nada de preguntas vergonzosas.

—Tal vez.

—Mamá...—amenazó. —Hablo en serio.

—Tú tranquilo, déjamelo a mí.





♦♦♦





Jimin estaba charlando animadamente con Tae Hyung. No dejaba de tocarle la pancita para poder sentir lo abultado que estaba. Era simplemente tierno verlos a ambos. Al menos eso pensaban Ho Seok y Jungkook, quienes estaban del otro lado de la sala, viendo a sus omegas. Sonrieron al ver como el pelirubio ponía su oreja en el estómago del platinado, como si esperaba escuchar algo.

—¿Seguiste mi consejo? —preguntó Ho Seok viendo con una sonrisa a los dos chicos.

Jungkook bufó y asintió.

—Estamos esperando a que dé una señal. —dijo mirando a su pequeño.

—Es continúo, no solo con una vez vas a pegar, más que todo debes aprovechar su celo.

—¿Ahora me vas a decir hasta como hacerle el amor a mi omega? —dijo molesto.

—Eres tan inútil que sí te creo capaz de hacerlo mal. —rió. —Pobre Jimin.

—Cállate. —gruñó. —Ambos sabemos que soy el mejor en el sexo.

—Quisieras. —rodó los ojos divertido. —¿Ya pensaste en los nombres? —miró al pelinegro.

—Joder, eres un dolor en las pelotas. —se quejó. —Falta mucho para eso.

—No puedo creer que ni una maldita conversación se pueda tener contigo. —gruñó. Jungkook sonrió presumido y lo miró. —¿TaeTae? ¿Nos vamos amor? —sonrió el alfa. Kim asintió y Jimin hizo un puchero por no poder acariciar el estómago del chico más tiempo.

Se despidieron de todos. Y con todos se referían a Jungkook y Jimin; ya que los chicos estaban cada una en sus habitaciones. El ojimiel los acompañó hasta la puerta, Jeon llegó por detrás de él y lo abrazó por la cintura viendo a su primo y al omega subirse al auto.

—Jungkook...—habló Jimin. —Sí quiero hijos...—el pelirubio no apartaba la vista del auto donde ellos iban. El alfa sonrió y lo atrajo para besarlo.

—Vamos a tener tantos como tú quieras Jiminnie. —sonrió y dejó otro beso en sus labios. —Ahora, vamos a bañarnos y acostarnos.

Jimin asintió rodeando a su alfa para dar un pequeño brinco y subirse a su espalda.

—Te amo. —sonrió el omega. —Mucho.

—Yo también. —dijo el alfa. —No puedo esperar el momento para casarnos y enlazarnos para toda la vida.

—¿Vas a marcarme? —sonrió el pelirubio apenado, colocando su mejilla junto a la del alfa al mismo tiempo que emprendía camino hacia la habitación.

—Por supuesto que sí, ese lindo cuello tendrá mi mordida pronto.

Y Jimin no pudo evitar soltar un gemido de felicidad que hizo que el alfa interior de Jungkook se removiera en emoción. Se relamió los labios de tan solo pensar en marcar el cuello del chico, ya tenía su nudo, faltaba su mordida, pero lo que tenía planeado era marcarlo cuando se fueran de luna de miel. Por ahora, trataría de tener su hijo con Park y disfrutaría de sus mimos.






PREGUNTA DEL DÍA 

¿Quién es peor para ustedes Taemin o Jin?

No ignoren :(

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