Capítulo 50.


Al día siguiente, Jimin amaneció con un alfa repartiendo besos por todo su cuerpo. Miró como Jungkook se entretenía llenándolo de pequeñas marcas de amor.

—Te pillé. —dijo Jimin haciendo que el alfa lo mirara a los ojos, los labios del pelinegro dejando libre la marca púrpura sobre el muslo del omega.

—Buenos días mi Jiminnie. —dijo Jeon dando una leve lamida al pene del pelirubio, sacándole un gemido inesperado y sonriendo divertido al escucharlo. —¿Quisieras acompañarme a la empresa hoy? —dijo abrazando a su chico.

Jimin negó lentamente.

—Quiero quedarme aquí...—dijo bajito. —Pero primero quiero tenerte un rato más...

—Haz conmigo lo que se te apetezca. —dijo el alfa. Jimin le besó los labios.

—¿Lo que sea? —dijo mordiendo su labio inferior. Jungkook asintió.

Entonces el omega aprovechó para poder cumplir uno de sus sueños frustrados. Bajó la mano hasta el trasero del alfa, aprovechando que estaba desnudo y lo apretó, muchas veces, escuchando la risa del mayor, se dio el gusto de sentir los globos del alfa, tenía un buen trasero. O bueno, para Jimin era perfecto.

—¿Querías tomarme las nalgas? —preguntó gracioso al ver como el rostro del menor parecía una flama. —Lo hubieras hecho. —el alfa volvió a tomar la mano del omega y la posicionó en su trasero cuando Jimin la apartó avergonzado unos momentos atrás.

—Te amo mucho alfa...—dijo con una sonrisa apenada, apretando más entre sus dedos la nalga del mayor.

—Yo también amor, pero oye, no te emociones. —dijo serio cuando sintió la mano de su omega queriendo explorar más adentro. Jimin alejó sus dedos de ahí rápidamente.

—Lo siento.

Jungkook no dijo nada, sus dedos estaban trazando líneas invisibles en el pecho del omega. Sonrió cuando Jimin comenzó a acariciarle el cabello, suspiró y besó la piel del omega. Decidió levantarse antes de que se quedara dormido sobre el pelirubio. Dejó que el omega admirara su cuerpo entero, desde la cabeza hasta los pies. Alzó las cejas sorprendido cuando el ojimiel se mordía el labio inferior al mismo tiempo que sus orbes lo analizaban por todos lados.

—No tardes en venir a frotarme la espalda. —sonrió el alfa caminando descaradamente hacia el baño. Jimin corrió tras él.




♦♦♦





—¿Cuánto te tomara? —preguntó Jin viendo al detective que tenía enfrente.

—Dame un mes, y si no puedo encontrarlo, me pagas solo la mitad. —dijo aspirando de su cigarro.

—Bien. —se quejó. Un mes de esperar sin estar al lado de su omega. Comenzó a llenar el cheque y se lo entregó al alfa. —No quiero que lo asustes cuando lo encuentres.

El detective asintió, tomó el cheque que Kim le dio y salió de ahí. Jin se tomó su rostro entre sus manos suspirando pesadamente. Quería tener a Min Ho con él, su alfa no había dejado de llorar por al menos casi una semana desde que el omega lo dejó. Incluso estaba resentido, le había rogado al menor que no lo abandonara, pensó que cuando estaban haciendo el amor era lo que le confirmaba que Min Ho estaría con él siempre sin importar qué.

Mordió su puño cuando sintió los ojos aguarse. No quería seguir llorando. Su vida amorosa se había descontrolado de la noche a la mañana, su parte racional se negaba a dejar de amar a Jungkook, pero luego llegaba su instinto y se aferraba en amar al omega. Era como tener dos personas totalmente diferentes dentro de él. No sabía qué hacer, odiaba como su parte animal lo controlaba a su antojo, lo hacía extrañar al chico que estaba esperando a un hijo de él.

Pero luego estaba Jungkook, ese alfa, al que amaba, era dueño de su corazón. No importaba cuantas veces lo humillara, siempre volvía a insistir como un maldito perro faldero. Deseaba a Jeon. O eso creía, porque hasta su parte animal ya rechazaba los sentimientos del castaño hacia el pelinegro. Jin sabía que su animal interior le gritaba un: "Abre los ojos idiota." Muy claro, pero era demasiado terco para hacerle caso.

Quizás debería comenzar a hacer caso ahora, aceptar que Jungkook nunca lo amaría, que algo entre ellos no sería posible en este mundo. Que por más que lo deseara, es como algo imposible de obtener, porque Jungkook ya tenía a alguien que sí amaba con todas sus fuerzas. Y ese era Jimin.

Entonces está bien, dejaría en paz al alfa. O haría el intento. Se concentraría en hallar a su omega y complacer a su parte animal. Sólo esperaba que al final, Min Ho lo perdonara y se quedara con él por siempre.





♦♦♦





—¿Dónde estás Suni? —preguntó Jungkook por medio del teléfono.

—Me quedé dormida, lo siento. —dijo con tono soñoliento.

—Nah, no importa. Pensé que estabas enferma o algo. —respondió en alfa. —Entonces vuelvo al trabajo.

—Sí quieres voy cuando me aliste y...—la omega se vio interrumpida por una tercera voz.

Buenos días amor. —eso fue lo que escuchó Jungkook desde el otro lado de la línea. Instintivamente el pelinegro apretó los puños.

—¿Sigues viéndote con Nick? —preguntó enojado.

—No te dije porque sabía que lo odias. —dijo la chica. Nick la rodeaba por su desnuda cintura, acostado en el trasero de la omega. Ésta sentía los cabellos del alfa acariciando la su piel.

—Ya hablaremos de esto. Más te vale que no me des sobrinos con ese imbécil Suni.

—Pues...—la chica rió al escuchar el gruñido de su mejor amigo. —Lo pensaré.

Jungkook colgó enojado. Gruñía como un animal molesto, mejor se concentraría en su trabajo y no en su mejor amiga saliendo con el alfa que más odiaba, luego de Kim. 

Se dispuso a firmar unos papeles. Luego entró Yang Mi en la oficina con una carpeta en las manos. El alfa la miró y sonrió. La omega le entregó la carpeta.

—Sus padres me ordenaron traerle esto para que lo resuelva. —la chica se dio la vuelta. —Y creo que tiene una llamada de Jimin.

En cuanto dijo eso, tomó el teléfono de su oficina y lo quitó el correo de voz, la voz de su chico lo hizo sonreír.

—Hee Sook, esto no sirve. Me dice que tengo que esperar para hablar con mi alfa...—el omega no era consciente de que Jeon lo escuchaba. —Ya quiero escuchar su voz... ¿será que sonríe cuando lo llamo? ¿O estará ocupado? Mi lindo alfa se esfuerza mucho, yo no podría ni siquiera firmar un papel. Además, no le digas Hee Sook, pero me derrite como se ve con trajes, ay... espera, espera, me puse rojo...—Jungkook no estaba seguro si Jimin estaba hablando con la beta o estaba pensando en voz alta.

Pero de algo estaba seguro, estaba a segundos de que le diera un ataque al corazón.

—Joven Jimin, la línea está libre. —esa era Hee Sook.

—Pero está pegado a la pared...—Jimin se quedó en silencio. —Oh, te refieres a la conexión...

Jungkook no pudo evitar la risa que se escapó de sus labios. El teléfono quedó en silencio, dándole a entender que su omega lo escuchaba, se imaginaba a Jimin en casa, con las mejillas totalmente prendidas, tratando de esconderse por la vergüenza.

—A-Alfa...

—Te amo Park Jimin. —fue lo que dijo.

—Y-Yo más. —dijo el omega. —Te llamo porque... te extrañaba... lo siento si estabas ocupado...

—Sabes que siempre estaré libre para ti amor. —dijo el alfa. —Yo también te extraño. Quiero besarte hasta cansarme. Quiero abrazarte, hacerte mío, mimarte y consentirte.

—¿A mi alfa no le bastó con atraparme en la ducha por una hora? —dijo el pelirubio tímidamente divertido.

—¿Te quejas al respecto? —dijo coqueto. —Que yo recuerde tú fuiste el que me pidió un segundo round. —carcajeó.

—¡Alfa! —dijo avergonzado.

—Así gritabas en la mañana. —rió.

—¡Basta! —Jeon apostaba por todo lo que tenía, que su omega estaba sonrojado hasta las orejas. Miró la hora.

—Te amo bebé. —dijo Jungkook. —Pero tengo que seguir trabajando. ¿Hoy cocinaste algo con Hee? —dijo sacando las carpetas que tenía que revisar del escritorio. Eran varias, pero tenía que empezar con lo que sus padres le enviaron.

—Tarta de arándano. —dijo con pena. —¿Te gusta?

—Acompañado de un pelirubio, la amo. —dijo coqueto. —Te veo cuando llegue a casa amor.

—Te amo Jungkook. —y el alfa volvió a sentir ese lindo cosquilleo en su estómago.

—Yo más Jimin.

Suspiró y colgó antes de que se decidiera hablar por teléfono con su omega todo el rato. Sacó los papeles de la carpeta que Yang Mi le dio unos minutos atrás. Ojeó el contenido, era un nuevo contrato. Quizás sus padres estaban haciendo una que otra inversión. Entonces sus ojos bajaron a los datos del contrato.

Localización: Tokio.

Nombre de los encargados: Hyun y Young Mi Lee.

Asunto: Este contrato consiste en que la empresa Jeon Army invierta cierta cantidad de dinero para poder crear un edificio de la compañía Lee en Corea y...

Jungkook continuó leyendo. ¿Era de Japón? No estaba seguro. Leyó todo y llenó con sus datos, luego tendría que tener una conferencia con ellos, ya que sus padres iban a ir de viaje a América y suponía que tendría que hacerse cargo.

Después de todo. ¿Qué podría salir mal?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top