Capítulo 49.

Dedicatoria, Gracias por su apoyo a la historia🍪

Bum_Sweetheart32 nomeveas-   ELANASTACIODELJIMIN dayana551
mio_sole_Tae

🖤

Llegaron a casa, entraron bajo las miradas de varios de la familia. Todos sonrieron, con sólo el verlos les provocaba una sonrisa. O tal vez era porque Jungkook traía al omega en su espalda, y jimin lo abrazaba con sus brazos por el cuello.

—¿Quieren cenar? —dijo Sun Hee. —Hoy hay carne en salsa con camarones arreglados y pizza. —a Jimin le brillaron los ojos.

Jungkook sonrió. Todos se acomodaron en la mesa ya que estaban esperando a los chicos para comer todos juntos. Pusieron toda la comida sobre la mesa, se podía decir que Jimin ya se estaba sintiendo más en confianza dentro de la familia Jeon. Su miedo más grande estaba muerto, ¿por qué tendría que preocuparse ahora? Sonrió cuando el alfa le puso un plato con un poco de todo dentro.

—Gracias alfa. —dijo el pelirubio. Todos volvieron a sonreír al ver que Jimin ya no tartamudeaba.

—Todo sea por el amor de mi vida. —se sentó a su lado y comió de su plato.

—Ho Seok quiere venir mañana. —dijo Ji Hyun. —Me pidió que estemos todos aquí.

La familia asintió, bueno, Jeon gruñó en disgusto.

—Dile que venga a cenar con nosotros. —dijo Chung Hee. —Y tú. —señaló a su hijo. —Nada de gruñidos en esta mesa.

—Perdón. —dijo enojado.

—Ese tono jovencito.

—Ay no es posible. —se quejó Jungkook. —¡Tengo veinticuatro!

—¡Y yo cuarenta y cinco! ¡La vida no es justa! —se quejó como un niño pequeño. Sus hijos rodaron los ojos al ver la inmadurez de su padre.

Ji Hyun estaba entretenido en su celular, como siempre que cenaban, odiaba la presencia de Jimin en su casa, pero como sus padres y sus hermanos se pasaron su opinión por el arco del triunfo, decidía mejor quedarse callado e ignorarlos.

No dijeron nada, se concentraban en comer. Jungkook le daba comida a Jimin en la boca y viceversa.

Así duraron, Jung Hyun hablaban con sus padres de cualquier tema, entonces el alfa decidió hacer una pregunta.

—¿Cuándo será la boda? —preguntó Jungkook . Todos los vieron.

—Cuando quieras. —sonrió Sun Hee. —Si quieres pronto, pero creo que tu padre tendrá que viajar a América de nuevo, tiene que resolver unos asuntos con los de Bolivia.

—Entonces...

—Y luego a Perú, también a Venezuela. ¿Dije Colombia? —Sun Hee llevó un dedo a su boca.

—Vas a ir a toda América. —eso fue como una afirmación más que una pregunta.

—Luego de pasar por Panamá y Chile.

—¿Cuánto vas a durar en tu viaje? —preguntó suspirando.

—Al menos tres meses...—dijo Chung Hee. —Si quieres casarte pronto está bien Jungkook . —pero el alfa negó con la cabeza.

—Yo voy a acompañar a tu padre. —dijo la omega. —Así que tienes que hacerte cargo mientras no estamos.

—Entonces la voy a programar para dentro de cuatro meses, supongo que ya habrán llegado. —dijo el alfa. Sus padres asintieron.

Luego de la cena, los chicos subieron a su habitación y se encerraron. Jimin se acostó en la cama y miró a su alfa. Jungkook se acostó a su lado, sin el saco de por medio. Atrajo al omega y le dio un beso en los labios, en realidad fueron muchos besos, los labios del pelirubio lo hacía desear más y más. Park le acariciaba la mejilla con cariño conforme el beso; era un compás en sus bocas. Sus lenguas se encontraron en más de una ocasión.

La mano de Jungkook siempre terminaba bajo la camisa del chico, sintiendo su piel, la que tanto le fascinaba.

Así duraron su buen rato, ahora lo más probable era que todos estuvieran en sus habitaciones y tomándose un merecido descanso.

Jimin le acarició el cabello y Jungkook rompió el beso para poder enfocarse en esa mano, moviendo su cabeza para que Jimin tocara los lugares indicados donde quería que le rascara. Dejaba salir suspiros de placer cuando el omega pasaba sus uñas por detrás de su oreja.

—Jimin , quiero hacerte el amor. —dijo Jungkook.

—Tú siempre quieres hacerme el amor. —sonrió el omega.

—Eso es cierto. —contestó fingiendo estar pensativo y encogiéndose de hombros.

—Yo también siempre quiero que lo hagas. —dijo con una enorme sonrisa.

—Amo que seas descarado. —gruñó el alfa.

—¿Quieres que sea descarado? —preguntó Jimin, se le estaba ocurriendo una idea. Jungkook lo miró directo a los ojos.

—Sorpréndeme.

Jimin lo atrajo a sus labios para poder comenzar a besarlo. Se besaban con intensidad, al menos Jeon dejaba que el omega controlara el ritmo del beso.

Sonrió cuando el Pelirubio intentada deshacerse de su ropa, rompió el beso haciendo sonar un chazquido para poder ayudarle.

Una vez que estuvieron desnudos, Jimin se sentó en los regazos del alfa, sus dedos rodeando el pene del mayor y con el pulgar acariciando su glande en forma circular.

Jimin vio su propio pene, algo raro cruzando por su cabeza. Con un poco de vergüenza en el interior, tomó su erección y la junto con la de Jungkook, tomando ambas en una sola mano y comenzando a estimularlas. El alfa gruñó de sorpresa y placer por tal acto, Jimin estaba masturbándolo junto a su propio pene, y debía admitir que de todas las veces que había tenido sexo, era la primera vez experimentando ese tipo de placer, y le encantaba que fuera con su omega.

—J-Jimin...—el omega vio a su alfa sin dejar de hacer el trabajo. Vio que sus ojos estaban un tanto oscurecidos debido a la lujuria.

El omega juntó ambos glandes y pasó su pulgar por ellos, Jeon dejó salir un ronco gemido.

—T-Tendré que pedirte que seas así más seguido. —sonrió Jungkook unos momentos antes de apretar sus labios y cerrar los ojos.

—Por ti hago lo que sea alfa. —dijo Jimin.

El omega dejó libre sus erecciones. Jungkook atrajo al pelirubio de modo que Jimin quedaba con una pierna entre las suyas, atacó la boca del chico y comenzó a acariciarle el cuerpo, desde su trasero, su espalda, sus hombros, sus caderas, todo, viendo la joya que tenía. Jimin por su parte, acariciaba el pecho del alfa, pellizcándole los pezones rugosos, rozándole la erección con su rodilla mientras que sus lenguas danzaban.

El de ojos oceánicos miró a su omega una vez más, Jimin lo besó otra vez, dándose el lujo de traerse el labio inferior de su alfa entre sus dientes y saborearlo con su lengua. Cuando por fin lo dejó libre, Jungkook le dio una palmada en su blanquezco trasero, dejándole quizás una marca roja pero placentera. Jimin volvió a tomar la monstruosidad del alfa que tanto le gustaba y lo llevó a su boca. Comenzó con lamidas suaves, sin prisa, de cierta forma lo hacía al propósito para desesperar a su alfa, podía oler las feromonas de excitación en el aire y eso le encantaba, olía a alfa, a dominación, a masculinidad.

—Si continúas así me va a terminar llegando el celo. —dijo Jungkook gracioso, haciendo una mueca de placer cuando la punta de su pene hizo contacto con el galillo del omega. Jimin se aguantó la arcada que quiso salir de su garganta.

—Pensé que siempre estabas en celo. —dijo Jimin divertido recordando la vez que se conocieron y como el alfa lo había puesto nervioso en tan solo segundos.

Jungkook lo miró a los ojos.

—En serio que amo esta faceta tuya. —dijo sonriente.

Jimin retomó su trabajo dando lamidas al falo del alfa, quien contraía sus músculos de vez en cuando. El omega babeaba por la forma en la que sus abdominales se marcaban, sabía que pronto el alfa se correría, pero eso no estaba en los planes de él.

—Ah... Jimin, estoy cerca...—dijo Jungkook, esta vez su omega se había encariñado con sus bolas, introduciéndolas en su boca para saborearlas completamente antes de dejarlas libre y hacer el mismo acto. Jungkook se entretenía pasando su pie y rozando con los dedos de éste el pene del omega.

Jeon intentó apartarse cuando sintió que el orgasmo estaba a segundos de llegar, se movió bajo el cuerpo del omega, pero Jimin no lo dejó sacar el pene de su boca, succionó más fuerte y en cuestión de segundos, largas tiras estaban llenando su boca y su rostro.

—Mierda...—gruñó Jungkook viendo cuan adorable se veía el pelirubio con su semen esparcido por todo el rostro.

—Espera alfa... todavía no estás en mi interior...—sonrió coqueto.

—¿T-Todavía? —dijo sarcástico. —¿Quieres que me seque? —dijo divertido.

El menor no dijo nada, se subió sobre el cuerpo de su alfa, quería sentirlo. Tomó el pene de su alfa e hizo un puchero cuando vio que estaba comenzando a ponerse flácido. Tuvo que estimularlo unos momentos antes de llevarlo a su entrada y meter solo la punta.

Jungkook no pudo resistirse y con un movimiento rápido se sentó en el colchón, metiendo toda su extensión en el omega de golpe, sacándole un gemido de placer. Los fuertes brazos del alfa rodearon a Jimin por el torso mientras que sus labios reclamaban el cuello del ojimiel. El omega se quedó quedito unos segundos, el tamaño de Jungkook no era algo a lo que podría acostumbrarse nunca, pero no se quejaba. Sus piernas a cada lado de la cadera del alfa mientras que su erección pegaba en el abdomen de éste. Sentir la calidez del omega era lo mejor que Jungkook alguna vez pudiera haber experimentado. Sin duda alguna, jamás cambiaría a Jimin por nada.

—Jimin, muévete. —dijo Jungkook besando su cuello, mañana el omega tendría una marca que duraría semanas.

Park se mantuvo quieto, apretando ligeramente sus paredes. Jungkook gruñó.

—Jimin. —dijo en medio de enojo y placer.

—S-Sí... dame un momento y...—Jungkook dio una embestida haciendo que su cuerpo diera un salto y Jimin gimiera.

—Te di una orden. —dijo serio, pero era fingido. —Si te digo que te muevas, entonces ¿qué haces? —otra embestida.

—M-Me m-muevo...—gimió. En esas dos estocadas el alfa le había logrado tocar un punto dulce.

"De vez en cuando no es malo ponerse rudo." Pensó el alfa con una sonrisa cuando su chico comenzó a moverse con movimientos circulares. A esta altura Jungkook tenía sus piernas formando un círculo y un lindo omega metido en ellas. Jungkook se escondía en su cuello y a veces le dejaba besitos que lo hacían estremecerse. Jeon no dejaba de abrazar a su omega y el pelirubio no dejaba de abrazar a su alfa. Sus cuerpos conectados mientras que ellos se sentían como uno solo.

—Creo que eres la pieza que le faltaba a mi vida. —dijo Jungkook colocando su frente en el hombro de su omega.

—¿A-Ah sí? —preguntó cuando por fin el nudo se formó en su interior.

—Sí, míranos, calzamos perfectamente. —sonrió y besó el hombro blanquezco del pelirubio. —Te amo Jimin.

Entonces el omega lo miró a los ojos. La sinceridad que reflejaba Jungkook le encogió el corazón y lo besó en los labios. Se sentía seguro cuando estaba en los brazos del pelinegro, amaba la forma en la que el alfa lo amaba, porque él continuaba sintiéndose como si no fuera nadie, pero luego llegaba Jungkook y le decía que lo amaba y que sin él no podría estar.

Y eso lo hacía feliz.

Porque se trataba de Jungkook.

Y porque fue el único que vio un tesoro en la basura.

Él lo amaba. Cada día más, como si su amor no tuviera límites, como si no fuera suficiente. Y eso Jungkook podía sentirlo, sabía por la felicidad que emanaba Jimin, por sus actos, por la forma en la que lo veía cuando estaba a su lado, y aunque el omega pensaba que su alfa no lo estaba viendo, Jungkook se daba cuenta cuando lo miraba por largos minutos. Y eso lo volvía feliz. Feliz de que alguien como Jimin llegara a su vida y fuera su omega. 

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