Capítulo 28.
Jungkook estacionó su auto en el garaje. Había traído a Suni para que conociera a su omega. La omega estaba en el asiento del copiloto. Entraron a la mansión.
-¿Y cómo dices qué era? -preguntó la omega. Jungkook salió de auto con una sonrisa de idiota.
-Hermoso. -dijo cerrando la puerta y caminando hacia la mansión.
Ambos entraron. Suni dejó su bolso en un perchero que había en la entrada junto con su bolso. Jungkook guardó sus llaves. Y caminó junto a su mejor amiga a la sala en busca de su pequeño y dulce rubio. Se encontraron a tres personas en la sala, Ho Seok estaba revolviendo el cabello de Jimin mientras que Tae Hyung hablaba con su omega, escuchó de la primera vez que Ho Seok lo llevó fuera del país o algo por el estilo.
Pero eso no era lo importante. ¿Qué hacía Ho Seok acariciándole el cabello a su omega?
Apretó los puños y caminó hacia ellos. Tomó a Jimin de la mano y lo puso de pie bajó la mirada de los otros dos hombres y la omega. Abrazó al pelirubio por su cintura y lo alzó como si de un muñeco se tratase. Jimin quedó con sus pies en el aire y su espalda en el pecho del alfa.
-Mío. -gruñó Jungkook a su primo, con fuego saliendo de sus ojos.
-Jungkook...-dijo Suni divertida al verlo.
-No. -dijo el alfa. Caminó con Jimin en sus brazos y se sentó en un sofá, obligando al omega a sentarse en sus piernas. -Mío. -volvió a decir, abrazando el torso del pelirubio. Viendo con enojo al rizado.
El omega sonrió y se acurrucó mejor en su alfa.
-Ya sabemos que es tuyo. -sonrió Suni. -Dios... tienes razón. Está re-bueno.
Jimin se sonrojó al escucharla, Ho Seok y Tae Hyung soltaron una carcajada y vieron a la pareja.
-Estábamos conociendo mejor a Jimin. -dijo Tae Hyung sonriente.
-Sí. -sonrió el nombrado. -Tenemos muchas cosas en común.
Al escuchar la voz de Jimin, Jungkook fue olvidando su enojo poco a poco. Sonrió y atrajo al chico para poder darle un beso en los labios, el omega se lo devolvió con cariño y le acarició la mejilla.
-Eso es bueno, amor. -sonrió Jungkook acomodándole un mechón de cabello. -Pero quiero que conozcas a alguien.
Los orbes del pelirubio rodaron hasta la figura femenina que estaba sentada al lado de los otros chicos. Se sonrojó de nuevo y miró a la chica. El alfa le acarició la espalda en señal de apoyo.
-H-Hola...-dijo tímido, los ojos de la chica analizaban cada movimiento y eso lo ponía nervioso.
-Carajo. ¿Alguna vez te han dicho que eres tierno? ¿No? Pues lo eres, mírate, me va a dar algo con solo verlos. -dijo Suni haciendo movimientos con sus manos.
-Te dije que era hermoso, ¿no es así? -dijo el alfa posando sus labios en el cuello del omega, dejando besos en el chupete que le había hecho ayer en la noche.
-Sí. -Bien, me llamo Suni, soy la mejor amiga del que está bajo tus piernas. -sonrió.
-S-Soy Jimin... el omega de Jungkook...-dijo apenado. No era muy bueno en eso de conocer personas y presentarse.
-Mucho gusto. -miró a Jungkook y asintió, Jimin tenía su aprobación. -¿Alguien quiere pizza? -dijo tomando el teléfono.
-Yo. -contestaron Tae Hyung y Ho Seok, hasta Jimin, éste último más emocionado que los demás. Lo miraron con una sonrisa y el rubio se sonrojó escondiéndose en Jungkook.
♦♦♦
-Joder. -se quejó el alfa. -Maldito cabrón.
Jin estaba con una bolsa helada sobre sus pelotas. Jungkook le había dejado un feo dolor. Se la había pasado en su oficina, ingeniándoselas para ver cómo podía atraer la atención de Jeon. Sus padres no regresarían en al menos dos semanas, por lo que también tenía que resolver asuntos de su propia empresa. Tenía una montaña de carpetas y papeles por llenar, pero estaba más concentrado en el dolor que sentía y en un alfa que lo odiaba.
Dejó la bolsa helada a un lado y tomó un lapicero para comenzar a llenar con su firma. El teléfono que tenía al lado sonó, el altavoz de puso de forma automática. La voz de su secretaria se escuchó en la línea.
-Señor Kim, alguien lo busca y solicita subir a su oficina.
-Dile que pase. -murmuró no poniendo mucha atención, estaba concentrado en otra cosa.
A los minutos se abrió la puerta de su oficina lentamente. Miró hacia ésta y vio la figura de un omega, mirándolo con timidez. Dejó el lapicero y se frotó sus ojos con ambas manos, lo iba a matar, por lo más preciado que tenía, lo iba a matar.
-H-Hola...-dijo el pequeño con nervios.
-A menos de que me vengas a ofrecer un polvo, no entiendo qué haces aquí. -gruñó el alfa. Min Ho se encogió en su lugar.
-N-No... y-yo venía a...
-¿No? Entonces vete, no tienes que hacer nada en esta empresa. -dijo el castaño colocándose de pie.
-P-Pero...
-Joder, que te vayas. -Jin caminó hacia él y lo tomó del brazo fuertemente. Comenzó a caminar con Min Ho hacia la puerta.
-N-No... bien, bien... te daré lo que sea. -dijo el omega retrocediendo para que el alfa no lo echara.
Jin sonrió y lo atrajo a su boca para besarlo. Min Ho rodeó sus brazos en el cuello del alfa, deleitándose con los labios del castaño. Kim lo cargó y lo sentó en su escritorio, se separó de la boca del omega para bajarse los pantalones con urgencia y de paso los del chico. Su alfa estaba moviéndose por reconocer al omega. Alineó su palpitante erección y la pasó por la entrada del menor, que sólo tenía los ojos cerrados y los labios apretados.
-¡Ah! -gimió el omega cuando la punta del pene del alfa entró. No tardó mucho para que todo el trozo de carne estuviera en su interior.
Los movimientos del alfa eran precisos y placenteros. El instinto de omega de Min Ho no lo dejaba negarse a las peticiones de Jin. Joder, lo necesitaba, había recibido el nudo del castaño, y ahora prácticamente le pertenecía. La estocada que recibió lo hizo gemir bajito el nombre del alfa.
Sus cuerpos sonaban gracias a la velocidad que penetraba el alfa una y otra vez. Miró al omega, vio como se dejaba controlar a su antojo, sonrió y aumentó el ritmo.
-J-Jin... más lento...-dijo Min Ho al sentir como el alfa comenzaba a ser rudo.
Obviamente lo ignoró y continuó gruñendo, sintiendo el orgasmo formarse. Apretó la cintura del omega y subió una mano por el pecho de éste, manoseando el cuerpo del chico que estaba recibiendo su pene con fuerza. Min Ho gemía con un poco de dolor y placer mezclados. Jin lo acercó aún más a su cuerpo, la lujuria cegándolo.
-J-Jin... tengo que decirte...-gimió el omega y abrió la boca en busca de aire cuando el glande del alfa pegaba en su próstata.
Entonces el orgasmo los alcanzó, el alfa se corrió en el interior del omega mientras que seguía moviéndose para vaciar hasta la última gota de su esencia. Min Ho trataba de recuperar el aire al igual que él. Mordió su labio inferior, esto no era lo que tenía planeado pero no le quedaba de otra. Era ahora o nunca.
-Jin. -el alfa lo miró. -Estoy embarazado...
♦♦♦
-¡Oh sí! -dijo Tae Hyung. -¡Toma esa tótem! -dijo gracioso.
Habían terminado jugando un juego de mesa, todos, incluso Jungkook, participaron. Había dos cajas de pizza en la esquina de la mesa. La familia de Jungkook aún no llegaba. El único que había llegado era Ji Hyun, pero en cuanto entró y los vio, rodó los ojos para luego irse a encerrar a su cuarto.
Ahora Ho Seok estaba pagándole dinero falso a su omega con una mueca de enojado por caer en una propiedad de Tae Hyung. Éste iba ganando. Jimin iba maso menos, pues era nuevo en esto de juegos de mesa, no iba tan mal pero tampoco tan bien. Jungkook mantenía al pelirubio en su regazo y Suni estaba al lado de ellos.
La omega lanzó los dados y sonrió.
-¡La compro! -dijo escuchando los gruñidos de los alfas, pues esa propiedad era la que todos estaban esperando.
Jugaron hasta quedarse cansados. Ya era tarde, por lo que Jungkook le dijo a Jimin que se quedara en su nido de amor mientras que iba a dejar a su mejor amiga a su hogar. Se quedó hablando un rato con Tae Hyung mientras que un auto venía a recogerlos.
La omega se despidió de todos y luego se fue hacia el garaje con el alfa detrás de ella. Suni abrió la puerta del auto de Jungkook.
-Te felicito. -dijo ella. -Tienes a un modelo como omega.
El alfa sonrió y subió al auto.
-Es extraño. -dijo Jungkook arrancando el auto.
-¿Qué cosa? -preguntó la omega.
-Cuando lo conocí, sólo lo veía como mi pase para heredar la empresa. -Suni le puso toda la atención. -Ahora, siento que... donde quiera que yo esté, él tiene que estar ahí. Lo necesito.
-Ay...-dijo la omega mirándolo con una sonrisa. -¿Te... enamoraste?
-No sabes cuánto lo extrañé hoy. Sólo podía pensar en su linda sonrisa y cómo estaría en casa.
-Jungkook...
-No creo estar lejos de amarlo, Suni. -dijo mirándola a los ojos. -Y nunca me había pasado esto.
El alfa salió del garaje y comenzó a conducir.
-No tienes que estar asustado. -dijo ella dándole una sonrisa tranquilizadora. -Se ve que te quiere.
-Es mi omega. -susurró. -Y nadie lo cambiará.
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