Capítulo 2.


La vida es tan sencilla cuando tienes dinero. Puedes tenerlo todo sin ningún problema de por medio. Jungkook miró la televisión un momento más antes de levantarse. Hoy por suerte tenía el día libre y eso significaba día de relajación; no papeles que llenar, no informes que redactar y no caras de estúpidos omegas que mirar. Entró a la cocina directo hacia la refrigeradora, no había nadie aparte de las empleadas, todas eran unas betas muy amigables, pero solo cuando estaban entre ellas, Jungkook se había encargado de que su comportamiento fuera sumiso cuando él estuviera en la casa.

Era ilógico y estúpido porque al fin y al cabo, la mansión era de sus padres.

Llegó a su destino y sacó un poco de helado, lo sirvió en un vaso de cristal muy fino y se dirigió de nuevo a la sala sin mirar el personaje que lo miraba fijamente desde el sofá.

-Vaya primo. -esa voz. Jungkook alzó la vista alarmado. -No es coincidencia encontrarte desnudo siempre eh.

-¿Qué mierdas haces aquí? -gruñó enojado. -¿Quién te dejó entrar?

-Uy, ¿esa es la forma de recibir a tu primo favorito? -contestó el alfa fingiendo pena.

-Ya quisieras Jung Ho-Seok. -se burló. Ho-Seok no pudo evitar gruñir por el apodo. -Ahora dime qué haces aquí, porque si no lo ves, estoy muy ocupado disfrutando mi día libre con las pelotas al aire como para que me vengas a joder la existencia.

-¿A eso le llamas pelotas? -preguntó conteniendo la risa. -Yo lo llamaría bolinches. Son más pequeños que una piedra. -rió fuerte.

-Eso no era lo que me decías en la piscina el verano pasado. -dijo. El alfa se detuvo y gruñó enojado, ya recuerda por qué detestaba tanto a su primo Jungkook.

-Estaba borracho, imbécil. -el aire comenzó a ponerse espeso. Un alfa estaba enojado.

-Tan borracho como para hacerle una mamada a tu primo. Se nota que no tienes control del alcohol, me pregunto, ¿cómo Tae Hyung te soporta? -sonrió arrogante.

-Eso me preguntaba yo con Jin. Pero escuché que ya terminaron, ¿fue muy rudo contigo en la cama? -el azabache sonrió divertido.

Jungkook dejó salir una carcajada sarcástica.

-Entre él y yo, Jin era el que se moría para que le partiera el trasero. No me hagas reír Jung Ho-Seok.

-¡Deja de decirme así!

-No entiendo por qué sigues aquí. ¿Qué ya no te ibas? -preguntó con irritación.

-Para tu desgracia primo, mi tía me ha pedido que tome algunas clases de administración, ya sabes, por si las dudas de que no llegues a casarte. -dijo el azabache con esa sonrisa traviesa.

Jungkook apretó los puños con fuerza. ¿Sun Hee había hecho qué?

-Tendré un omega antes de que puedas iniciar con tu primera clase de matemáticas, no te hagas ilusiones. -contestó poniéndose de pie con una postura amenazante, ignorando el hecho de que estaba desnudo.

-Ya. ¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y yo? Que yo tengo un omega porque lo amo, tú tendrás uno sólo por compromiso, y eso, mi querido primo, es peor para las leyes de una empresa. Suerte con eso. -susurró colocándose de pie bajo la mirada enojada del pelinegro.

Maldita sea la existencia de su primo, J-Hope siempre lograba ponerlo de malas. Escuchó la puerta principal abrirse y unos segundos más tarde la castaña cabellera se asomó por la pared.

-Ah y por cierto. Mi primera clase de matemáticas es hoy. -susurró burlón antes de guiñarle un ojo y salir de la mansión de sus tíos. Jungkook arrojó el cristal contra la pared, quebrándolo en pedazos.

Subió hacia su habitación y buscó su celular, tenía que hacer dos llamadas, una a su madre para alegarle sobre lo que hizo y otra a Suga. Marcó el número del segundo y llevó el aparato a su oído con molestia.

-Señor Jeon. -se escuchó la voz de su asistente omega desde el otro lado.

-Cambio de planes, quiero un maldito omega para dentro de dos días o estás despedido. -habló con la voz dura y fuerte como el alfa que era.

Colgó sin esperar respuesta alguna y decidió colocarse lo primero que se encontró en el armario, una pantaloneta con una camisa simple. Bajó hasta el garaje, sacó su auto con prisa y se dirigió hacia el norte de Corea.

Necesitaba liberar un poco la frustración que le habían provocado.


Min Yoon Gi se mordió las uñas nervioso. Estaba sentado en su oficina, pensando seriamente qué hacer, ahora su jefe se le había metido que era para dentro de dos días. Mierda, a veces sentía como si Jungkook lo hiciera para joderle los nervios, pero luego recordaba lo hijo de puta que era, y más frustración le llegaba.

Quizás Ji Woo tenía razón, podía conseguir a un omega en ese bar. Pero es que, no era tan fácil, no podía llegar donde alguien como si fuera un objeto y proponerle ser el omega de un alfa tan cruel. Incluso le dolía pensar que tenía que arruinarle la vida a un pobre chico de esa manera.

Miró la hora y dejó salir un suspiro. Gracias al cielo hoy Jungkook había tenido el día libre, por lo que no se le había visto en la empresa. Tomó su celular para ponerle un mensaje a su mejor amiga avisándole que hoy también iba a visitar el bar, y que si veía a un omega solo le ayudara en el asunto.

Era hora de almorzar, así que se levantó a buscar su comida, que su hermosa madre le había preparado. Su estómago gruñó cuando el olor del tocino se coló por su nariz y sonrió satisfecho.

Caminó hacia el comedor y se dispuso a meterla en el microondas y a esperar donde muchas betas y una que otra omega estaban comiendo mientras hablaban entre ellas. Suga miró un campo desocupado y se sentó, saludando a sus compañeras de trabajo con una sonrisa, la cual fue devuelta con la misma intensidad.

-¡Suga ! -exclamó alegre Yang Mi. Ella era una omega y una buena compañera de trabajo.

-Hola Yang Mi. -saludó cortésmente.

-Hace mucho que no te sentabas con nosotras. ¿Dónde andabas metido, pillo? -dijo graciosa.

-Mi jefe me pide que le lleve el almuerzo o salimos a comer con sus padres. -dijo un poco incómodo. Muchas sabían lo prestigioso que era el puesto del omega.

-Entonces es culpa del Señor Jeon. -dijo con una sonrisa. -¿No te llama la atención ese hermoso hombre? -preguntó traviesa meneando sus cejas de arriba hacia abajo, Suga casi se atraganta con su tocino.

-No. -contestó lo más serio posible, tratando de dejar en claro que el tema no era de su agrado.

-Todos quieren follarse a ese sexy alfa. -esta vez fue Soo, una beta, en hablar.

-¡Ni que lo digas! -exclamó Yang Mi. -¡Un día en una conferencia se le marcó el paquete! -dijo impresionada. Luego se llevó una mano al pecho y dijo: -Pobre de la omega al que le toque recibir ese combo.

Suga siguió comiendo sin decir nada. ¿Qué acaso ellas no sabían que el Señor Jeon era homosexual?

-Ya, si no fuera un completo imbécil yo le entraría. -contestó otra beta de nombre Yon. -Como sea, está más allá de lo que podamos tener. -se encogió de hombros.

-Son unas hormonadas. -se quejó Ailed, una de las omegas. Luego se puso de pie una vez que terminó de comer.

Unos momentos más tarde todos estaban terminando sus almuerzos, Suga bebió su último trago de refresco y se puso de pie luego de guardar la taza de su madre y caminar hacia los sanitarios luego de despedirse de sus compañeras de trabajo. Entró en el baño, habían dos chicos ahí, uno le acariciaba la corbata al otro de una manera muy cariñosa mientras que el otro le sonreía con pena. Alzó una ceja al ver eso, uno era más grande que el otro por una cabeza y se veía como un alfa, pero en realidad ambos eran betas, parecía como si estuviera avergonzado.

No se habían dado cuenta de la presencia del ojimiel en el baño, por lo que no perdieron en darse un rápido beso en los labios. Min abrió la boca con sorpresa y el más alto lo miró alarmado cuando sus ojos se encontraron. Se separó del otro chico con rapidez y ambos lo miraron con pánico en los ojos.

-S-Señor Min...-tartamudeó. -N-Nosotros sólo estábamos... discutiendo algo...-decía rápido, casi tropezándose con las palabras por los nervios.

Señor Min. A veces se le olvidaba que lo llamaban así por ser el asistente de Jungkook. Suga les dedicó una sonrisa tranquilizadora.

-Hacen linda pareja. -dijo caminando hacia los lavatorios. Ambos betas se sonrojaron violentamente. -No se preocupen, no diré nada.

-Gracias. -susurraron ambos al unísono. Luego salieron del baño de caballeros con prisa. Yoon Gi sonrió negando con la cabeza.

¿Quién era él para juzgar el amor de dos personas?


Espero tengan un lindo día :3

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