Capítulo 14.


Jimin sintió como si todo hubiera pasado en tan sólo unos segundos. Jungkook estaba mirándolo con una sonrisa, esa sonrisa que tanto le gustaba. El alfa lo miraba de arriba hacia abajo mientras se mordía el labio inferior, admitía que su omega lucía sexy. Jimin llevaba puesta una camisa de marca, unos pantalones negros un tanto apretados, tentando a el mayor para tomarle el trasero por lo enorme que se veía desde donde estaba, y un par de zapatos de los que Suga le compró, que eran unos converse negros.

Su rostro se ruborizó y mordió su labio inferior con pena.

—Pero que lindo omega me he encontrado. —dijo el alfa con tono gracioso, Jimin sonrió y se cubrió el rostro con ambas manos, tratando de esconder su sonrojo.

El alfa estiró su mano, dándole a entender al omega que la tomara. Una vez que el pelirubio estuvo afuera frente al auto del mayor, Jimin sintió sus nervios crecer. Iba a conocer a la familia de su alfa, no quería arruinar nada, ni dar una mala imagen, él se consideraba un omega educado. Pero... ¿y si hacía o decía algo que para él era normal, pero irrespetuoso para los demás? Sus piernas le fallaban con sólo pensarlo. Cada segundo era una terrible tortura, desde que el pelinegro encendió el motor, hasta que llegaron a una inmensa casa. La boca del omega casi se cae al ver un portón tan grande, un muro a cada lado con dos estatuas de ángeles con flechas apuntando al horizonte, el auto del alfa entró en la propiedad y sonrió con ternura al ver como su omega no apartaba la vista de todo a su alrededor.

Había una fuente donde caía agua, el auto de Jungkook dio la vuelta rodeando ésta. Jimin veía emocionado como los pajaritos llegaban a bañarse a la punta de la fuente. Salieron del auto. El omega casi se cae de culo cuando vio sólo la casa, era como ver una casa donde vivían gigantes, tres pisos de puro mármol y cerámica bien decorada. Ventanas corredizas y muchas, pero muchas cosas que los ojos de Jimin podían admirar.

Jungkook vio como el omega se quedaba en shock.

—Oye bonito, ¿pasa algo? —preguntó con una sonrisa.

Jimin no sabía ni qué responder, los recuerdos de cuando estaba en la calle, pidiendo dinero para poder comer, pasando frío, soportando miradas de desprecio por su naturaleza le llegaron a la mente como una ráfaga de viento, no pudo evitar comenzar a comparar su vida con la del alfa. Joder, no quería ni imaginar cómo reaccionaría si le dijera que viene de las calles.

Jimin sintió sus mejillas arder y bajó la mirada.

—Jamás había visto una casa como esta...—susurró con pena.

—Creo que tener una de las mejores empresas mundiales ayuda bastante. —sonrió con diversión.

—A-Alfa... y-yo no tengo dinero... ni herencia qué recibir... no tengo nada... y en cambio tú tienes todo. —dijo con la voz apenas audible.

La sonrisa de Jungkook fue desapareciendo, sí bien, él espera que su omega fuera alguien importante y de alto rango, donde lo conocieran mundialmente y las noticias volaran cuando se enteraran de su noviazgo. Para Jungkook tener dinero era algo primordial en la relación, le gustaba consentir al omega, pues de una u otra forma, tenía que hacerlo.

Miró como Jungkook lo veía a los ojos, esos ojos cafés imperfectos que provocaban que su corazón de acelerara. El silencio del alfa lo estaba matando, no quería que el pelinegro lo dejara por no tener nada que ofrecerle, no ahora que por fin tenía un alfa, y se sentía querido.

Jungkook suspiró con pesadez cuando Jimin se alejó de él como si su tacto le hubiera quemado, el alfa sintió una punzada en su pecho cuando escuchó el sollozo del omega salir de sus labios. Jimin se cubría la boca, derramando lágrimas de tristeza.

—Oye... shh... Jimin no llores, amor mírame. —dijo el alfa posándose detrás de la cintura de su omega. Jimin sollozó.

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—¿M-Mi alfa ya no me quiere? —preguntó con la voz gangosa. Sus orbes no dejaban de analizar el rostro de Jungkook esperando una respuesta.

—Jimin, creo que tenemos que tener una conversación sobre eso, pero no es el lugar ni el momento adecuado. —el omega volvió a sollozar.

—No me quieres. —dijo con un hilo de voz. —M-Mi alfa me odia.

Entonces Jungkook lo tomó por la cintura y le dio la vuelta siendo un tanto brusco, Jimin lo miró con miedo, Jungkook estaba lanzando dagas con sus ojos, lo peor era que iban dirigidas al omega. Acercó a Jimin a su cuerpo e hizo que se pegara a su cadera, las manos de Jungkook en cada lado de la cintura del menor. Jimin lo miró sin entender pero sin dejar de llorar. Jungkook hizo un movimiento con su cadera y dejó que el omega sintiera su erección. Jimin dejó salir un gemido lastimero.

—¿Sientes eso, Jimin? —el omega casi sale corriendo por lo seria que había salido su voz. Sus piernas flaquearon cuando Jungkook repitió el movimiento.

—A-Alfa...

—Te hice una pregunta. —gruñó molesto. Jimin bajó la mirada.

—S-Sí.

—No sabes lo que me provocas cuando estás conmigo. Te prohíbo hablar como si supieras todo de mí, lo que me parece y lo que no. No sabes nada, lo he notado por tu inocencia, pero jamás. JAMÁS. —el pequeño se escondió en el pecho del mayor cuando Jungkook usó su voz de alfa. —Digas que te odio, porque esa es la peor mentira que puedes decir.

El menor no sabía ni qué sentir, las palabras de Jungkook eran duras, pero al mismo tiempo delataba que le había dolido lo que el omega le dijo hace unos minutos. Jimin abrazó a su alfa con todas sus fuerzas, Jungkook dejó salir un suspiro antes de tomar la barbilla de Jimin y alzar su cabeza. Se quedó unos minutos embobado por los ojos del chico mientras que inconscientemente le acariciaba la mejilla, secando las lágrimas que el omega había derramado. Se acercó lentamente, no quería asustar al omega, pero al ver que Jimin se quedó quieto esperando cualquier contacto con él, no dudó en unir sus labios.

El beso era suave, lento, lleno de cariño. Joder, ambos se derretían con tan sólo un roce. Sus labios se sentían como si estuvieran arrojando chispas, el cosquilleo que el omega sentía era indescriptiblemente lindo y placentero que dudaba querer alejarse del rubio.

Duraron varios minutos besándose, solamente se dedicaban a saborear toda boca del anterior. Ni siquiera supieron cuando Jungkook terminó tomando la mejilla del omega para profundizar el beso, ahora metiendo por primera vez la lengua en la cavidad del menor quien la recibió con gusto y vergüenza. Jimin rodeaba el cuello del alfa con sus brazos. Jeon abrazó la cintura del omega, como si no quería que se le escapara de ese beso tan puro que estaban compartiendo.

—Ejem...—escucharon a sus espaldas.

El alfa volteó hacia atrás, sus labios hinchados a más no poder, para encontrarse con la figura de su hermano que lo veía con una sonrisa burlesca. Las mejillas de Jimin se encendieron, se maldijo mil veces por dejarse llevar por el momento.

—¿Van a pasar o qué? Todos los están esperando. —habló Ji Hyun

Jungkook acarició la mejilla del omega con una sonrisa en su rostro, Jimin lo miró nervioso.

—Es hora, amor. —besó su nariz.

Comenzó a caminar hacia la entrada donde estaba su hermano viéndolos con diversión.

—¿Amor? —dijo con burla.

—Cállate o le digo a todos sobre los besos que compartiste con tú "amigo" en la piscina hace una semana.

Ante eso, Ji Hyun le dedicó el dedo del medio a su hermano y se fue al comedor rodando los ojos molesta.

El alfa miró a su omega, besó su cabello y le dio una leve palmada en el trasero.

—¿Listo? —preguntó con una sonrisa. Jimin asintió apenado. —Entonces a la carga.

Y el omega sonrió una vez más.




Tiernos :3

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