Capítulo 13.
Jungkook secaba el cuerpo del omega con lentitud. Se habían quedado en una sesión de besos. Ahora se estaban secando mutuamente, habían decidido irse cuando el alfa pensó que ya deberían partir y no terminar tomando a Jimin dentro del jacuzzi.
Quería que Jimin dejara de ser virgen de una manera especial. Quizás prepararía algo, pues todavía faltaba para que ese día llegara, así que tendría tiempo suficiente.
Jeon pasó la toalla por el pecho del omega. Jimin, en cambio, estaba secándole el cabello con una sonrisa. Jungkook era más alto que él, por lo que tenía que alzar sus brazos para poder llegar hasta donde estaba la cabellera negra.
El lugar apestaba a omega feliz.
Una vez que el cabello del alfa estuvo seco, Jimin bajó sus brazos y los dejó reposar en los hombros de mayor, sonrió cuando Jungkook pegó sus pechos y lo abrazó con cariño. Jimin gimió.
Su pene estaba rozando el de Jungkook. Y eso era... incómodamente placentero.
Jungkook dejó un rápido beso en sus labios antes de arrodillarse y comenzar a secar las piernas del castaño, donde todavía descendían varias gotas de agua.
-Pude haberlo hecho yo...-susurró el menor. Era algo increíble que un alfa se arrodillara para consentirlo.
-Pero yo disfruto hacerlo. -sonrió el mayor. Secó levemente los pies de Jimin y dejó un beso cerca de sus testículos antes de ponerse de pie.
Lo primero que se encontró fue el rostro ruborizado del ojimiel.
-Por mucho que odie decir esto, tenemos que vestirnos. -dijo el alfa acariciando la espalda del omega. -Trae tu ropa bonito, y de paso la mía por favor.
Jimin asintió como niño pequeño mientras se daba la vuelta y caminaba donde estaba sus prendas. Sonrió al ver la ropa de Jungkook junto a la suya y tomó las maletas para llevarlas donde su alfa lo esperaba. Unos minutos más tarde se encontraba con Jungkook poniéndole el bóxer. El omega no quiso sentirse inútil e hizo lo mismo, Jungkook casi se muere de ternura al ver a Jimin vestirlo con delicadeza y amor.
Su juego de vestir al otro duró alrededor de cinco minutos. Con besos, caricias y alguno que otro toque coqueto por parte de Jeon. Jimin simplemente se sonrojaba y se dejaba hacer todo lo que el alfa quisiera.
Entonces se atrevió a ver a Jungkook a los ojos, con un poco de vergüenza se acercó a su rostro y unió sus labios. Jungkook entreabrió los suyos y dejó que su omega hiciera con su boca lo que se le viniera en gana. Se sorprendió cuando pasó de sentir los suaves labios del omega a sentir como los dientes de éste atrapaban su labio inferior entre sus dientes y dejaba mordidas o lo succionaba con inocencia.
Jungkook decidió tomar el control de ese beso y posó sus manos en la cintura del omega.
-Jimin... no olvides que mañana es la cena. -dijo el alfa. En ese momento, el ojimiel dejó de besarlo y lo miró con preocupación.
-¿Qué debo hacer? -preguntó inocente.
-Sé tú mismo. -sonrió Jungkook, el ojimiel recordó a Suga y sus instrucciones, tendría que volverlas a aplicar con el padre de Jungkook.
-¿Cómo se llama tu padre? -preguntó mirando los ojos oceánicos que poseía Jeon.
-Jeon Chung Hee. -contestó.
-¿Y él no... no le importa que seas gay? -dijo en un susurro.
Jungkook se encogió de hombros.
-Al principio casi hace la guerra, pero con el tiempo se acostumbró. Nuestra relación mejoró con el tiempo y a veces me conseguía citas con omegas.
Jimin no pudo evitar el gruñido que salió de su boca. Jungkook lo miró alzando las cejas. Prefirió dejar pasar eso por alto, con una sonrisa en su interior. Su omega estaba celoso.
-Además, no soy el único gay de la familia. El idiota de Ho Seok tiene otro omega. Y mi prima Ha Neul tiene a su alfa Sook.
-¿Otro omega? -la sonrisa de Jimin no pudo ser más grande. -¿Voy a conocerlo? ¿Es hombre? -decía emocionado.
Jungkook sonrió.
-Sí, quizás esté con nosotros mañana en la cena.
Jungkook podía ver felicidad en los ojos del menor. Es que para el omega era algo emocionante conocer otro omega hombre, por ahora sólo conocía a Yoon Gi, tuvo la oportunidad de conocer a otro cuando vivía en la calle. No recuerda el nombre del chico, pero recuerda haberle dado un trozo de pan que consiguió con los euros que una beta le había dado.
No supo más del chico cuando un día se levantó de los cartones viejos en los que dormía y se encontró con su lado vacío. Solo esperaba que se encontrara bien.
La mano del alfa lo trajo de vuelta a la realidad. Jungkook le sonrió sin decir nada antes de comenzar a caminar hacia la salida.
♦♦♦
-¡Jimin! -sonrió Suga cuando el rostro del omega apareció por detrás de la puerta.
-Hola, Suga. -sonrió apenado.
El pelirosa hizo que el pelirubio entrara. Frunció el ceño al ver que el auto de su jefe estaba estacionado frente a su departamento, y como Jungkook se iba una vez que Jimin estuvo adentro.
-¿Cómo te fue? ¿Ya comiste? -se apresuró a preguntar.
El estómago de Jimin respondió por su boca. Bajó la mirada avergonzado. Suga sonrió.
-Mamá hizo pastel de pollo. ¿Qué tal si me cuentas mientras comes?
El pequeño asintió emocionado.
Exactamente media hora después, Jimin estaba comiendo del delicioso pastel. La Señora Min estaba dormida en su cuarto, el omega se preguntaba por qué se iba a la cama tan temprano. Apenas eran las nueve y treinta. Le contó a Yoon Gi sobre las reglas de famoso Jeon Jungkook. El pelirosa no podía creer que estuvieran hablando del mismo alfa, es decir, el alfa era un hijo de puta en todo el sentido de la palabra. Al menos con él y con los empleados de la empresa.
¿Por qué con Jimin era diferente?
Luego le dijo sobre lo muy abierto de mente que era el alfa. No pudo darle detalles al omega de como fue exactamente lo que pasó, pero sí le dijo que hubo un acto medio sexual.
Y le había encantado oler las feromonas del alfa.
Terminó de comer y se fue a lavar los dientes con su cepillo que tanto amaba. Al rato se encontraba con su amigo omega viendo la televisión, no recordaba la última vez que estuvo acostado en un sofá. Suga estaba en el otro, mirando su teléfono.
-¿Jimin? -dijo Min. -¿Qué tienes que hacer mañana?
Jimin hizo mente unos segundos.
-La madre de Jungkook va a hacer una cena, para poder conocer al padre de mi alfa. -se sonrojó.
La sorpresa se hizo presente en las facciones del omega. "Por santísima trinidad, lo están tomando mejor de lo que pensé." Pensó Yoon Gi. Sinceramente él creyó que se iba a arrepentir por haberle hecho eso al omega, pero daba la certeza de que se equivocó, porque tanto alfa como omega parecían estarlo disfrutando.
-Me pidió que te levantaras temprano, creo que te llevará a su finca. -habló Suga respondiendo el mensaje de el alfa. -Todavía no es seguro.
Jimin sonrió al recordar a su alfa. Y sonrió el resto de la noche hasta que se durmió.
♦♦♦
El domingo llegó tan rápido que ni el mismo omega se lo creía. Fue como cerrar sus ojos y abrirlos en cuestión de segundos.
Al final no fue a la finca de los Jeon, y Suga terminó avisándole que la cena sería en la mansión de los Jeon. Jimin al escuchar que era una mansión casi se cae de los nervios.
Joder.
Ni él mismo entendía cómo había pasado de ser un omega despreciable a el omega de un multimillonario. Se preguntó eso todo el día, porque la tarde había llegado, al igual que el auto de Jungkook fuera del departamento.
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