Capítulo 12.


Lo primero que Jimin vio fue un trozo de carne moviéndose de un lado a otro. No pudo apartar sus ojos del miembro de Jeon por unos segundos. Se dio la vuelta dentro del agua cubriéndose la boca y con las mejillas rojas. Jungkook sonrió y entró al jacuzzi junto al pelirubio.

El pequeño omega se sentía un tanto avergonzado. Él estaba... bueno, él aún traía ropa y no podía dejar de pensar en el cuerpo bronceado del alfa. Esa piel bronceada, la sensación de poner sus labios en cada uno de esos dibujos hechos con tinta se le coló por el cuerpo. Se ruborizó aún más ante esos pensamientos, tenía que controlarse, Jungkook podría notarlo.

Sintió la presencia del alfa colocarse a su lado. La mano de Jungkook tomó la cintura del omega con cuidado, sintiendo la delicada piel del pelirubio y tratando de acercarlo a su cuerpo.

-Oye bonito, no te voy a morder, bueno, puede ser... pero necesito que te acerques. -susurró el alfa en el oído del menor.

El menor tímidamente se acercó sin decir nada. No podía negarse a lago que realmente quería, dejó que Jungkook pasara uno de sus brazos por sus hombros y comenzó a dejar besitos en el cuello del alfa. El omega estaba debatiéndose entre enfocar la vista en el agua donde estaba la parte que jungkook escondía debajo de sus trajes o sentir como ahora los labios del alfa estaban en su cuello, lamiendo y mordiendo levemente sin hacerle daño, causándole una sensación de cosquillas.

Decidió cerrar los ojos y tomar un poco de aire, en serio le faltaba. No sabía cómo sentirse, no había tenido ninguna relación amorosa nunca, esto era nuevo para Jimin. Jadeó por lo bajo al sentir una mordida en una zona sensible. Jungkook le había mordido juguetonamente el lóbulo de su oreja. La calidez de su lengua le envió una corriente de placer a su cuerpo.

-Bien Jimin, creo que estamos aquí para discutir las reglas. ¿Qué dices si empezamos? -el alfa buscó los ojos del omega y sonrió al verlo sonrojado.

El pequeño asintió y besó la mejilla del alfa en señal de que estaba de acuerdo.

-Ya te dije que soy exigente, sabes lo que pasó en el restaurante. Si te pongo a elegir, no me pidas que yo lo haga.

-Pero...-Jungkook gruñó por la interrupción, haciendo que Jimin se callara.

-Las preguntas al final.

El omega asintió, no quería arruinarlo, no ahora que todo parecía ir fabuloso.

-La segunda regla es que soy muy meloso con lo que quiero. Quizás eso no te moleste, pero también soy territorial, por lo que no me importaría partir caras si llegan a joderte. -Jimin asintió y escondió su sonrisa en el cuello del pelinegro.

Dejó un pequeño beso en éste. Estaba bien, podía ser un poco tonto y distraído a veces, pero sabía que eso podía controlarlo, o eso esperaba.

-Otra regla es que te alejes cuando estoy enojado. La mayoría de veces no me puedo controlar y no quiero lastimarte. -tomó la barbilla del pelirubio y dejó un beso en sus labios.

Jimin se lo devolvió con cariño.

-Pero...-habló el alfa. -Si te portas mal, te castigaré. -dijo viéndolo a los ojos.

Park mordió su labio inferior nervioso. Bien, el alfa no quería dañarlo, pero si cometía un error lo castigaría. Se quedó quieto esperando la siguiente regla.

-La cuarta es que necesito que digas lo que sientes, que hables, no puedo complacerte si no hay comunicación. -los oceánicos miraron con atención al chico. El omega asintió obediente.

-¿Puedo... besarte cuando quiera? -preguntó inocente.

Jungkook sonrió y decidió estirar por completo su cuerpo. Acercó a Jimin y lo obligó a pasar sus piernas a cada lado de su cadera para sentarlo en sus muslos, el menor tratando de evitar su entrepierna a toda costa. Pero fue un intento fallido, al final quedó sentado sobre el pene del alfa, poniéndolo más nervioso.

-Puedes hacer conmigo lo que quieras, soy tu alfa. -se encogió de hombros. Luego se acercó al oído del omega. -Y tú eres mi omega, así que puedo hacer contigo lo que quiera.

Jimin sonrió por aquellas palabras, no sabía si ahora besarle toda la cara o simplemente besar por horas esos labios. Sintió las manos de Jungkook afirmarlo mientras que el alfa se sentaba en una mejor posición, colocó sus enormes palmas en la espalda del omega, acariciando todo a su paso. Lentamente las manos del mayor se dirigieron a su trasero al mismo tiempo que capturaba los labios de Jimin, mordiéndolos y rozando su erección en el redondo trasero del chico, que de vez en cuando dejaba salir varios jadeos.

-Jimin... no hemos terminado las reglas....-balbuceó el alfa. Se aclaró la garganta y sonrió al ver a Jimin.

El omega besó su mejilla otra vez.

-Usualmente no uso ropa fuera del trabajo, así que no te sorprendas cuando, ya sabes... me encuentres así como estoy. -Jimin asintió con las mejillas completamente prendidas en fuego.

-Vamos... tú...-el pelirubio se aclaró la garganta. -¿Vamos a... vivir juntos? -quería ocultar su sonrisa. Le emocionaba eso, sentir el cálido cuerpo del alfa, no podría volver a sentirse solo. -¿Qué hay de los...? Ya sabes...

-Sí Jimin, lo estuve pensando y... quiero que vivas conmigo, quizás suene loco pero... necesito a mi omega cerca. -las palabras del pelinegro hicieron que el corazón de Jimin comenzara a correr con fuerza. -Mamá también lo prefiere, y como eres mi omega, creo que Yoon Gi lo entenderá.

¿Sonar loco? ¿Qué cosas decía ese alfa? Sabía muy bien que estaba emanando feromonas de felicidad, era inevitable. Abrazó al alfa por los hombros y pegó su mejilla con la de Jungkook. Quien ahora le acariciaba la espalda y el cabello.

-Alfa...

-Dime.

El pelirubio se debatió entre si decirle que le gustaba o no.

-Tú bueno... me gus-gustas. -tartamudeó un poco. Se alejó de Jungkook y escondió su cara entre sus manos, era bochornoso.

Escuchó una pequeña risita del mayor, sentía su pulso a mil por hora.

-Cariño mírame...-pidió el alfa.

El omega quitó sus manos de sus ojos y las puso sobre los fuertes pectorales del alfa, no lo había visto a los ojos, estaban clavados en toda la tinta y piel del pelinegro, pero juraba que tenía una sonrisa dibujada.

-Jimin mírame. -sonrió el alfa.

Alzó su mirada, encontrándose con esos ojos que lo derretían.

-Tú también me gustas pequeño. -murmuró cerca de sus labios.

Jungkook se adueñó de sus labios, lo besaba lento, dejando varios besos sobre los labios ajenos. No se explicaba qué tenía el omega para hacerlo querer más de sus labios, cada que sentía un roce con el menor era como si tuviera la necesidad de no separar sus bocas. El menor sonrió en medio del beso, estaba pasando. Sentía que cosas buenas estaban sucediendo. Juntó sus frentes aún con los ojos cerrados, tratando de recuperar el aire. Sabía que el ambiente olía a felicidad del omega.

El besó continuó un rato más, y sinceramente sentía como la intensidad iba aumentando. Ahora las manos de Jungkook estaban tanteando su ropa, quería quitársela, pero no quería que Jimin se asustara. Dejó otro beso en los labios del menor, haciendo sonar un chasquido cuando se separaron.

-Ya te dije mis reglas. Ahora, ¿cuáles son las tuyas? -preguntó Jeon.

Jimin abrió sus ojos exageradamente con sorpresa. ¿El alfa estaba dejando que lo dominara? No podía creerlo.

El omega balbuceó cosas sin sentido, pensaba en muchas cosas, pero al ver los ojos de Jungkook, no era sencillo decirlo. El pelirubio pensó un poco, no se sentía exigente, o con derecho de pedir gustos.

-Ámame y nunca me dejes...-lo abrazó por el cuello sonriendo de lado. Se veía tan lindo y encantador que Jungkook sintió su corazón derretirse.

-¿Nada más? Creo que no va a haber problemas con eso. -Jungkook besó su mejilla.

Jimin comenzó a trazar círculos en la espalda de Jungkook. El alfa decidió admirar sus facciones, no dejaba de acariciar donde estaban sus manos, que era en los costados del castaño, cerca de sus costillas. Esa piel lechosa lo enloquecía.

Y también lo enloquecía querer explorar y conocer las partes aún más blancas.

-No me gusta Jin. -dijo de repente. El mayor frunció el ceño. -Bu-Bueno, es sólo que parece malo.

Sabía que no tenía que meterse. La ceja alzada de Jeon lo avergonzó.

-¿Mi madre te dijo algo? -preguntó el alfa totalmente serio.

Jimin se quedó callado.

-Jimin, comunicación, recuerda. -dijo Jungkook.

-Sí. Me contó sobre ustedes. Alfa... yo quiero... q-quiero ser tu omega...-habló con timidez.

El corazón del mayor se aceleró.

-Supongo que debo contarte qué pasa con ese imbécil.

-No... digo, si quieres. -jugueteó con sus dedos antes de enfocarse en hacer círculos en el pecho de Jungkook.

Sintió las manos del alfa acariciar su cadera. No quería ser una molestia. El alfa se removió un poco en el agua y por debajo del cuerpo de Jimin.

-Jin está obsesionado conmigo, pero yo no quiero ni verlo, así que no deja de joderme las bolas. Fin. -dijo irritado.

-Pero tú... le estabas dando otra oportunidad...

-Así que sí estabas espiándome. -acusó el alfa. -Le dije que sería la última vez que me jodiera.

-Oh...-susurró avergonzado.

-Lo que me hace recordar, no espíes, eso es molesto, no lo hagas.

El pequeño omega se encogió en sí mismo sobre el cuerpo de Jungkook. Era un chismoso, por más que le molestara, no le incumbe ese asunto.

-Sí... lo lamento. -se disculpó. Alzó sus ojos y miró a Jungkook quien no apartaba la mirada de sus labios. -¿Alfa? -preguntó tímido. -¿Cómo serán mis castigos?

Jungkook pensó unos segundos.

-Aún no sé con exactitud. Pero uno de ellos será dormir solo.

Con solo el pensamiento, Jimin no pudo evitar salir un gemido de preocupación. Se aferró más al alfa.

-Quizás... te azote el trasero. -besó el cuello de Jimin. -De todos modos, no quiero lastimarte, eres mi omega, no mi juguete.

-Y... ¿en el ámbito sexual? -preguntó el pelirubio.

-No voy a hacer algo que no quieras. -tomó su trasero. -Pero deberías ampliar tu mentalidad.

Jimin gimió cuando sintió las manos del alfa comenzar a colarse dentro de su ropa.

-¿Confías en mí, bebé? -susurró en sus labios, el omega asintió sonrojado.

El alfa beso sus labios lento, quitó los pantalones de Jimin a como pudo, dejándolo en bóxer.

 Finalizó el beso y comenzó a besar sus clavículas mientras acariciaba su trasero, sintiendo la tela del bóxer azul de Jimin. Quería follarlo ahí mismo.

-Jimin...-susurró el alfa. -Jamás me prohíbas ver tu cuerpo. Soy muy exigente en el sexo. -las feromonas de excitación comenzaron a llegar a la nariz del omega.

Jungkook bajó sus bóxer, dejándolo desnudo ante él.

Asintió sonrojado y con el corazón en la boca, la erección del menor hizo contacto con el abdomen del alfa, sacándole un gruñido de satisfacción. Él quería a Jungkook por completo, él lo completaba. Gimió cuando Jungkook mordió su cuello, el ambiente olía a excitación por parte del alfa, y ahora por parte del omega también.

Jungkook acarició la entrada de Jimin, sabía que esto podía llegar lejos, pero por ahora no lo quería así.

-A-Alfa...-gimió el omega.

Jungkook no dijo nada. Simplemente tomó la mano del omega y la llevó lentamente hacia su pene. Jimin se sobresaltó al sentir un trozo de carne entre sus dedos.

Jamás en la vida había conocido un pene, además del suyo, que a veces olvidaba que existía. Decir que estaba impresionado por como podían llegar a ser de grandes era poco.

-A-Alfa... t-tu pe...-no pudo terminar de tartamudear.

Jungkook no dijo nada y lo miró con esos ojos intensos. Jimin tomó mejor el pene del pelirubio y lo apretó haciéndolo jadear, pasó su dedo índice por el glande del alfa y delineó la piel de esa zona. Se sentía bien, le gustaba ver a su alfa así. El omega miró como Jungkook apretaba los labios y no le quitaba la mirada de encima, se acercó al pecho blanquezco del pelirubio y lo mordió juguetonamente sin quitar sus ojos de los ámbar que tenía el menor.

-Amor, ¿eres virgen? -se atrevió a preguntar al ver lo inexperto que se veía el omega.

Jimin abrió los ojos y tragó saliva nervioso. ¿Estaba mal eso?

-Yo... bueno, sí...-cerró los ojos esperando ser burlado o reprendido.

La sonrisa que Jeon le dedicó no pudo ser más grande. Le emocionaba el hecho de que era virgen, entonces eso significaba que él sería el primero que el menor recibiera.

-Perfecto, no voy a quitarte la virginidad ahora, pero... ¿por qué mejor no empezamos con que me bajes el problema que tienes entre las manos? -sonrió el alfa.

Jimin se sonrojó violentamente.

-Pero... yo no sé cómo hacerlo...-susurró por lo bajo.

Jimin lo abrazó por la cintura, al parecer Jimin se había encariñado con su pene, ya que lo acariciaba como si fuera un pequeño animalito que cuidar. Sin saber todas las sensaciones que le provocaba al pelinegro. Jungkook comenzó a besar el pecho del menor, examinando cada centímetro de piel. Su boca viajó hacia los pezones del pelirubio, sonrió al sacarle un gemido. Por su parte gruñó cuando sintió que la mano del omega lo dejaba libre.

-Continúa amor. -dijo volviendo a poner la mano del pelirubio donde antes estaba.

El omega sintió más confianza y esta vez rodeó todo lo que pudo de aquel trozo de carne. Jungkook no dejaba de besar su pecho y acariciar la entrada, gozando del tacto que le brindaba Park. Suspiró cuando los dedos del chico pasaron a sus testículos, sonrió cuando Jimin tomó uno de éstos como si fueran de goma.

-Me estás volviendo loco. -dijo Jeon contra su pecho. No sólo era gozar del tacto del chico, si no tener la erección del omega frotándose contra su abdomen lo enloquecía.

Jimin acariciaba toda la longitud del alfa. Su cuerpo había comenzado a moverse solo. Su mano subía y bajaba por el pene de Jungkook, el agua se estaba poniendo un poco más caliente. Y eso Jeon lo notó.

-Espera, espera...-dijo el alfa. Jimin lo miró con miedo de haber hecho algo mal. Jungkook lo quitó encima de su cuerpo y se puso de pie dejando su erección al aire.

Jimin se sintió desmallar cuando el pene del alfa le quedó prácticamente en la cara.

Jungkook salió del jacuzzi y buscó el control para moderar la temperatura del agua. Jimin no se perdía ninguno de sus movimientos. Una vez listo, el pelinegro se acercó al jacuzzi, sólo que esta vez se quedó en la orilla, con solo sus pies metidos en el agua, sonrió al ver que el omega no apartaba su sonrojado rostro.

-Vamos bebé, no me dejes con esto. -dijo son una sonrisa. Jimin bajó la mirada y se acercó donde estaba el alfa sentado.

Jungkook volvió a tomar la mano del omega y la colocó en su pene, mirando a Jimin con una sonrisa mientras se mordía el labio. El omega comenzó de nuevo a mover su mano de arriba hacia abajo. Jungkook veía todo con atención, si se excitaba así con Jimin, no sabía qué iba a hacer cuando le llegara el celo. Sintió los dedos del omega volver a acariciar sus bolas, haciendo que se le escapara un gemido.

No supo en que momento el omega había aumentado el ritmo de su mano, la respiración de Jungkook se descontroló. Jimin casi babea al ver los músculos del alfa contraerse. Jeon gruñó alto cuando el orgasmo se formó en su interior y no duró nada en correrse. Jimin veía con asombro como tiras y tiras de semen salían del enorme pene que tenía entre sus manos.

La inocencia del chico hizo que Jungkook sonriera.

Lo atrajo a su cuerpo con un movimiento fuerte, haciendo que Jimin quedara entre sus piernas, el alfa le abrazó la cintura con éstas, como si fuera un koala y no dudó en besarlo. Jimin abrazó a su alfa por la cintura y le devolvió el beso con una sonrisa. Se sentía feliz por complacer al mayor.

-¿L-Lo... hice bien? -preguntó sonriente. Jungkook besó repetidamente sus labios.

-Perfecto, eres un buen chico. -felicitó y tomó el trasero de el menor. -Espero y te acostumbres amor, pasará seguido.

Y la sonrisa de Jimin apareció de nuevo. No se quejaba, porque a él también le había gustado mucho.



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