Dilema 8

Un peso inmenso se encontraba aplastándole el cuerpo entero, Yoongi notó eso gracias a la falta de oxígeno, su cerebro ordenándole que se moviera en busca de mantener una de sus funciones vitales activas. Sus ojos se abrieron de par en par cuando el susto lo sobrecogió, deseando que no se tratase de otra parálisis del sueño.

─Buenos días, guapo─ le saludó una voz ronca antes de que labios húmedos se posaran sobre su frente descubierta─ ¡Levántate! Preparé tu desayuno favorito, amor.

Tardó un poco en adaptarse al cambio de la luz, rayos de sol ingresando a la habitación con intensidad. Deseó no sentirse tan decepcionado cuando descubrió que, aquel cuerpo que lo apresaba y los labios que le besaban, no se trataba más que de Taehyung fastidiándolo tan temprano.

Realmente prefería la parálisis del sueño.

─Quítate, no puedo respirar─ murmuró como pudo, zafando sus brazos del agarre del chico para empujarlo en un vano intento por lanzarlo lejos.

La risa de Taehyung era preciosa, pero esa misma mañana a Yoongi le parecía el ruido más molesto que podría recibirlo luego de la bonita noche que había pasado al lado de Jungkook.

¿Dónde estaba Jungkook?

Con los latidos de su corazón rebotando contra sus oídos, el Alfa gira su rostro en las escasa direcciones disponibles, buscando al Beta con una necesidad un tanto bochornosa, pero de la cual se negaba a sentir un poco de pena. Eran amigos y en verdad se preocupaba porque lo que fuese que sucediera en su sueño la noche anterior no se tornase en una realidad impetuosa.

─Jungkook está desayunando ya con Jimin, me pidió que viniera a levantarte─ extendiendo frente a él la sonrisa más dulce e inocente que nunca antes vio en Taehyung, el pelirrojo colocó ambas manos sobre el pecho de Yoongi, su barbilla reposando sobre las mismas─. Se durmieron muy temprano ayer.

─Ustedes fueron los que vinieron muy tarde, los esperamos hasta la una.

Chasqueando la lengua, Taehyung le guiña un ojo con descaro.

─Los ancianos del consejo suelen divertirse con algo de alcohol en el cuerpo─ admite─, anoche vinos a Seung cantar baladas románticas para su esposo Omega.

─¿Seung?

─Vamos a llevarte a conocerlo la siguiente ocasión en que vayamos a ver algo relacionado con los preparativos. Es un Alfa viejo, pero no mantiene la mentalidad de su época, deja que Jimin discuta todo lo que quiera sin esa estúpida regla de los ancianos de "los Omegas no deberían hablar frente a un Alfa mayor sin que él lo pida". Además, está siendo un gran moderador con todos los preparativos para la ceremonia, él inclusive se ofreció para guiar también la de...

Taehyung se mordió la lengua cuando notó lo lejos que estaba llegando.

Yoongi ni siquiera se inmutó de forma física, pero en el interior una cascada parecía azotarle el cuerpo, enfriando y destrozando todo bonita emoción contenida. Así que ese anciano era quien planeaba también la ceremonia de Hoseok... ¿Era posible que fuese esa la razón por la cuál no lo invitaban a ir con ellos al consejo tanto como a Jungkook?

─Taehyung, estás aplastándolo─ la voz de Jungkook desde la puerta de la habitación lo regresan a la realidad, estirando un poco el cuello para ver al chico.

El nombrado se disculpa en silencio con Yoongi, levantándose de la cama con cuidado y saliendo de la habitación con la vergüenza cubriéndole el rostro.

¿Tan mal se veía cuando ni siquiera mencionaban el nombre de Hoseok?

Jungkook se acerca con pasos cuidadosos hasta la orilla de la cama, buscando tomar asiento al lado del desvaído Alfa.

─¿Te dijo algo malo?

Suspirando, Yoongi adoptó la misma posición sobre la cama, sentándose frente a Jungkook, sabiendo que debía levantarse para comenzar el último día de esa semana. Otra semana sin mensajes por parte de Hoseok.

─Solo mencionó que Seung está ayudando a planear la ceremonia de enlace de Hoseok también─ confiesa, las palabras teniendo un sabor extraño en su paladar conforme abandonaban sus labios.

La expresión de horror en el rostro de Jungkook debió decírselo todo, él sabía eso también, al parecer, pero no lo culpaba por ocultar un minúsculo detalle que, realmente, ni siquiera era un secreto. Yoongi no les preguntaba a otras personas por Hoseok, Jimin era su mejor amigo y lo veía todas las semanas en la universidad, pero tampoco sentía la necesidad de incomodar al Omega con ese tipo de cuestiones.

¿Podría preguntarles si, al menos, él se veía feliz? Siendo la persona que más amaba en el mundo, su estado de ánimo le preocupaba también porque, antes de ser pareja durante más de seis años, también se trataba de su amigo de la infancia, la persona con la cual compartía más recuerdos.

─Lo siento─ se disculpó Yoongi─, no quiero que se sientan mal por mí, yo decidí terminar con él para que pudiera cumplir con su deber sin encontrarse amarrado a nada más. Estoy bien.

Vómito verbal, incontrolable, con el que intentaba encubrir sus verdaderos sentimientos referentes a esa situación. Deseaba pensar que se encontraba siendo un poco más moderado con los sentimientos que permitía a su rostro mostrar, fallando al notar la delicadeza con la que Jungkook le acercó las manos al rostro, los pulgares limpiando con sutileza pequeñas lágrimas traicioneras que escapaban sin permiso.

─Admiro tu sacrificio por amor─ confiesa Jungkook, la voz calmada pero los ojos repletos de sentimientos extraños─. Muchas personas hubiesen sido más egoístas respecto a esa decisión. Solo demuestra cuando profundamente lo amas.

Viéndose a los ojos, Yoongi percibió dolor escondido en las ventanas del alma, ansiedad carcomiendo el interior del chico frente a él.

Se preguntó cuánto más tendrían en común ellos dos.

─Vamos a desayunar─ intenta animarlo buscando sus manos para tomarlas, obligándolo a levantarse del nido que él mismo había preferido habitar─. Taehyung hizo panqueques con forma de gato solo para ti.

Ese bastardo, pensó con un poco de diversión, no me sorprende.

Jungkook terminó por empujarlo a través del pasillo, animándolo para dirigirse al baño en soledad. Agradeció eso, necesitaba mojarse el rostro para terminar de despabilar. Tardó más bien poco dentro de la reducida habitación del baño, rememorando una anécdota que el Beta le había confiado.

─Tuvimos que bañar a Jimin durante la semana de celo, siempre que venía Karrell terminaba concentrándose en otra cosa y olvidaba totalmente que su hijo no podría hacerlo solo. Fue muy vergonzoso, los Omegas en celo en verdad son incontrolables.

Podía imaginarse a los tres chicos metidos bajo la regadera, intentando asear al chico mientras este se dejaba llevar por los deseos impuestos del celo. En verdad que se sentía apenado por Jimin y lo bizarro que debería resultar que otros dos extraños debiesen bañarlo mientras él se encontraba inconsciente. Ni qué decir sobre la coincidencia con que uno de esos dos desconocidos terminara por ser su pareja destinada.

Ente una nube inmensa de pensamientos, Yoongi se dirige al comedor, donde los tres chicos menos le esperan con una mesa repleta de comida.

─¿Taehyung está embarazado o algo por el estilo?─ preguntó en broma mientras tomaba asiento al lado de Jungkook, el chico apresurándose a pasarle el plato con los mencionados panqueques con forma de gato─. Tienes que estar bromeando.

Pero al levantar la vista solo se encontró con el emocionado rostro de Taehyung, expectante a la reacción provocada por las figuritas recreadas con pequeños trozos de fruta.

─Es realmente muy artístico, Taehyung─ decidió ser honesto─. Gracias.

Aplaudiendo emocionado, el Alfa se gira en dirección a Jungkook y luego a Jimin, la sonrisa cuadrada resultando en que ambos muchachos le correspondan.

─Bien hecho, TaeTae─ felicitó Jimin, su rostro recostado sobre una de sus manos mientras con la otra daba suaves palmaditas sobre la cabeza rojiza del chico.

Yoongi notó un pequeño detalle que antes había pasado por alto totalmente: el cabello rojo de Taehyung que contrastaba con el cabello rosa de Jimin. Y ya que se daba a la tarea de encontrar pequeñas referencias en el cuadro que pintaban frente a él esos tres muchachos, el Alfa se encontró observando los platos de los demás, sorprendiendo con el trabajo detallado.

Jungkook tenía un conejo, Jimin un pollito y Taehyung un tigre.

─¿De donde surgieron tus técnicas culinarias?─ le pregunta, disfrutando del tono rosáceo que cubre sus mejillas.

─La madre de Jimin me dijo que debo aprender a cocinar para Jimin─ soltó, lo que desencadenó las risotadas del mencionado y Jungkook.

─En realidad, lo regañó por no saber cocinar─ le murmuró Jungkook antes de dejar de reír gradualmente-

─También me regañó por no saber que Jimin era mi Destinado─ se quejó el Alfa, una expresión cómica que intentaba expresar dolor formándose─. Pero fue culpa de Jungkook por interrumpir durante el primer encuentro, ¿no se suponía que los Destinados debían de encontrarse solos la primera vez que se vieran?

─Creo que eso es solo parte de la leyenda, Taehyung─ dijo entonces el Alfa, tomando un tenedor para comenzar a comer─. Es algo casi imposible.

Yoongi podía leer bien las expresiones del otro Alfa, encontrándose con algo de culpa escondida en su postura mientras sus ojos se posaban en Jungkook. Resultaban demasiado obvios desde la perspectiva de los demás, pero suponía que eso podría perderse fácilmente desde el interior de la interacción.

¿Cuántos más corazones rotos debía de ver siendo arrastrados por sentimientos imposibles o no correspondidos?

¡Yop! ¡Clearke aquí con el Dilema 8!

¿Qué les pareció este Dilema? ¿Creen que Hoseok busque a Yoongi en algún momento? ¿Qué tal un poco de TaeGi para avivar el alma? ¿Alguien más se ha sacrificado de la misma forma que Yoongi con Hobi? ¿Están disfrutando de la historia?

¡Cuídense mucho y gracias por leer!

Nos vemos la próxima semana con el Dilema 9♥

ΔClearke Al PoderΔ

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