Dilema 5

─Gracias por todo, papá─ es la forma en que Yoongi corta la conversación con su progenitor, deslizando el pulgar sobre el botón rojo sin pensarlo más.

Le había pedido el día libre excusándose con que probablemente había cogido algún resfrío de la nada. Su padre, aunque era un hombre estricto, también comprendía cuando el primogénito no se encontraba en condiciones para asistir a la empresa. Era una persona bastante intuitiva y lo único que le pidió a cambio fue que mandase a Taehyung directamente con él oficina ese día. Yoongi no quería admitir que probablemente había percibido el verdadero dolor que asolaba a su corazón.

─¿Vas a volver a dormir?─ cuestiona Jungkook, aún envuelto entre las sábanas, sus ojos asomándose por una pequeña ranura que él mismo había formado.

Yoongi, recostado contra la puerta, asiente con serenidad, dejando el teléfono descuidadamente sobre el escritorio de trabajo del muchacho, sus pies descalzos tomando frío y polvo mientras se arrastraban hasta la cama. Se dejó caer al lado del Beta con un suspiro, repentinamente siendo asediado por recuerdos bajo la curiosa mirada enmarcada por las sábanas.

Aquellos dulces y tormentosos recuerdos de los últimos meses.

La primera vez que se encontró con Jungkook fue debido a un desesperado Hoseok que solo deseaba encontrar el paradero de su mejor amigo Omega, Park Jimin. Por lo que él comprendía de la historia, Jimin había ido por la cena a un restaurante cercano, sus feromonas incontrolables como un indicio de que su celo debía de comenzar en una o dos semanas más, así que un Alfa imbécil intentó sobrepasarse con él y Jungkook, un simple Beta sin aroma, consiguió alejar a Jimin de la zona de peligro. Al día siguiente, cuando Karrell aún no encontraba a su hijo por ningún lugar, inició una búsqueda con ayuda de otras personas, entre ellas el mejor amigo Alfa de su hijo (Hoseok). Yoongi se vio implicado en la situación gracias a ello, buscando la ayuda de su mano derecha, Kim Taehyung.

Sí, demasiados acontecimientos se hilaron en pocas horas, la calma llegando en el momento en que Yoongi se encontró a Taehyung intentando marcar a Jungkook en un impulso más bien animal por las feromonas de un Omega dentro del departamento. Allí se encontraba el pequeño e incauto Jimin, siendo cuidado por su salvador y su Destinado.

En realidad, todo parecía haber cambiado a partir de ello.

─Creo que voy a hacer lo mismo─ susurra Jungkook, más para él mismo que para el hombre a su lado.

─¿Qué cosa?─ le cuestionó de todas formas.

─Voy a pedir el día libre─ su respuesta acompañada de una sonrisa que le entrecerró los ojos─. O, mejor dicho, le pediré a mi jefe que me deje trabajar desde casa.

Luego de decirle eso, Jungkook abandonó la calidez de las sábanas para ir salir de la habitación. Lo escuchó hablar con voz tranquila en la sala, sus palabras suaves amortiguadas por las paredes que les separaban.

Yoongi recordó ese primer encuentro, cuando utilizó su voz de mando para que Taehyung soltara al chico y pudiese calmarse. Jungkook había seguido una orden que no era dirigida a él, pero de lo que el Alfa en verdad se arrepentía eran de las primeras palabras que había dirigido al muchacho.

Nadie sería tan idiota como él.

"Muchas gracias por cuidar del chico, eres un buen Beta."

Un buen Beta, ¿podía sonar eso más tonto?

Si lo pensaba mejor, en ambas ocasiones en que se encontró con Jungkook debió quitarle de encima a un Taehyung descontrolado por el lobo. Hoseok y él habían mantenido una conversación al respecto, formando teorías que los llevaban siempre al mismo punto: Kim Taehyung estaba enamorado de Jeon Jungkook. Era un punto inequívoco aun cuando se tornaba en un conocido dolor punzante, si Taehyung era el Destinado de Jimin su enamoramiento por Jungkook complicaría las cosas para el Omega. Tal vez incluso a ello se debía su extraño llanto durante el celo.

─Me quedo─ sentenció el Beta, ingresando de nuevo en la habitación para lanzarse a su lado en la cama─. ¿Cómo dormiste?

─Mejor de lo que creí posible─ confiesa, apenas un atisbo de sonrisa ladeándole los labios─, ¿no te molesté?

─Para nada─ Jungkook se coloca de costado, inclinándose hacia Yoongi para acomodarse─, eres cálido.

¿Él era cálido? Estaba tan acostumbrado a que fuese Hoseok su fuente de calor que nunca pensó si él podría serlo para alguien más. Su corazón, sacudido por una emoción reconfortante, terminó por llenarle los ojos de lágrimas nuevamente.

En silencio, Jungkook lo observó con sus inmensos ojos, comprendiendo que la angustia que desolaba el corazón de Yoongi necesitaba un poco de tiempo. Se dedicó a cerrar los ojos, buscando a tientas una de las manos del Alfa con intención de brindarle el apoyo emocional que requería en ese momento.

El murmullo de grafito rasgando sobre papel lo recibió en el mundo real, sus ojos tardaron un poco más en decidir darle paso a la luz, parpadeando aletargadamente mientras la cama vacía se dibujaba frente a él.

Jungkook ya se había ido.

Concentrándose mejor con los sentidos del lobo para evitar alarmarse, siguió el sonido hasta los pies de la cama, moviéndose lentamente hasta conseguir ver al chico de espaldas a él, encorvado sobre el escritorio mientras intentaba ser silencioso en medio de su catarsis creativa, por lo que él podía percibir. Con la visión emborronada gracias a la pereza y el sueño, Yoongi se permitió cerrar los ojos de nuevo, sintiéndose más seguro con el muchacho a unos pasos de la cama.

¿Cómo era posible que Jungkook estuviese apoyándolo? Ni siquiera se conocían tan bien, habían sido contadas las ocasiones en las que intercambiaron palabras.

Aunque, si lo pensaba mejor, ¿no era ese chico aquel que se puso en peligro para salvar a un pequeño Omega que ni siquiera conocía? Yoongi cuestionaba demasiado cuando posiblemente solo se trataba del sentido de empatía que movía los actos del Beta. Ni siquiera Hoseok lo había llamado para preguntar cómo se encontraba luego de su rompimiento, se suponía que antes de ser novios fueron el mejor amigo uno del otro.

La imagen se dibujó en su mente sin esfuerzo, los labios en forma de corazón dándole la bienvenida dentro de sus ensoñaciones. El frío cubrió su corazón, abrazándolo con fuerza antes de conseguir escuchar el tímido crujido que solo podía representar una sola cosa.

Abriendo los ojos de golpe, Yoongi se sentó sobre la cama mientras su mano le cubría la boca para evitar soltar cualquier sonido que delatara el deterioro de su corazón. Solo se le ocurría una forma de distraerse en ese momento.

─Hey, Jungkook, voy por comida─ comenta mientras se coloca sobre sus pies, el nombrado dando un salto sobre la silla por las repentinas palabras, cuando se gira para observarlo Yoongi no puede evitar sonreírle─. Llevo demasiado tiempo siendo lamentable, es un buen momento para moverme ¿Quieres algo en especial?

─Cualquier cosa está bien para mi─ es su única respuesta, aunque no le quita los ojos de encima mientras busca su ropa para cambiarse.

─Regreso en unos minutos─ promete, levantando los brazos con pereza para estirar los músculos─. Voy a llamar a Taehyung para ver si quieren algo.

─Ve con cuidado─ se despide el chico cuando Yoongi ya se encuentra pasando por su lado─. No aceptes dulces de nadie en la calle.

Sobrecogido por la repentina broma, Yoongi no puede pensar en una respuesta ingeniosa.

─Cállate, niño─ es su respuesta, la sonrisa no abandona su rostro, aunque se encuentre alejándose de él.

Toma el teléfono antes de salir, manteniendo la pantalla viendo el suelo mientras avanza con pasos firmes. Necesita despejar la mente todo lo que pueda antes de regresar al apartamento. Se detiene poco tiempo en la sala del hogar, tomando la billetera que dejó tirada con su chaqueta y que Taehyung o alguien más se había tomado el tiempo de levantar.

Cuando la puerta se cerró detrás de su espalda, Yoongi dio un suspiro, pasando su mano por el cabello para acomodarlo y evitar ver compulsivamente su móvil. Borboteando ligeramente en su interior, la ansiedad le hace picar las manos, su mundo entero comenzando a girarse.

Consideró volver a ingresar, volver al lado de Jungkook y aprovechar los nobles sentimientos de muchacho, pero se lo negó al momento en que las vibraciones en su mano redirigieron sus pensamientos. Se obligó a salir del edificio sin siquiera darle un vistazo a las notificaciones, el aparato quemando en la palma de su mano antes de reprenderse y hundirlo en el interior de su bolsillo derecho.

Bajo el sol de la tarde comprendió la cantidad de tiempo que pasó en cama luego de hablar con su padre, parecía que todos los sentimientos negativos que habitaron en su interior lentamente se movían, quedando únicamente el sabor amargo y distante. Yoongi tomó una respiración larga y controlada antes de dejarse caer sobre la acerca, tomando la elección de moverse con tranquilidad, ignorando todo lo que podría lastimarlo.

En su marcha por encontrar un lugar que llamase tu atención para comprar el almuerzo Yoongi debió enfrentarse a la visión de muchas parejas, todas conformadas por un Alfa y un Omega. El inicio y el fin, un resumen del infinito, una broma burda del destino. En el fondo de sus pensamientos recordó lo difícil que resultó para él comprender la forma en que amaba en realidad a Hoseok cuando apenas tenía doce años.

Notando el escozor comenzar a aparecer, Yoongi gira bruscamente para ingresar a la primera cafetería que se le cruza por el camino, apresurándose a encontrar a un empleado para hacer la orden, comprendiendo que debe de ocupar su mente en otra situación antes de que todo volviese a oscurecerse.

¿Y si llevaba bocadillos para agradecerle a Jungkook por quedarse a su lado?

Enfocándose los aromas del lugar, la calidez que parecía gobernar todo a su alrededor, Yoongi se calmó de forma superficial, sus ojos deslizándose lentamente sobre el menú que se encontraba sobre en la pared detrás del mostrador. Podría comprar un pequeño pastel para ofrecérselo discretamente al muchacho, aunque, ¿cuál debía ser el pastel correcto?

─Buenas tardes─ le saludó una sonriente Omega detrás del mostrador─ ¿Qué desea llevar?

No lo sabía aún.

Se encontraba abriendo la boca para responder con lo primero que se encontraba en escrito las pizarras, pero un aroma familiar terminó por bloquear todos sus demás sentidos, girándose completamente en dirección a la procedencia del mismo.

Jung Hoseok, luciendo extrañamente serio, se encontraba ingresando al lugar acompañado por su sonriente padre.

Tensando todos los músculos de su menudo cuerpo, Yoongi se apresura a concentrar su atención de nuevo en el menú, balbuciendo una que otra palabra a la amable Omega que pareció comprender su situación.

─Deme unos segundos─ pide, su mirada cómplice mientras se gira, dejando a Yoongi abandonado del lado opuesto del mostrador mientras Hoseok y su padre paran a su lado.

Su corazón parecía haberse movido de lugar, porque en ese mismo momento latía incómodamente dentro de sus oídos, el lobo en su interior aullando con desesperanza, el instinto insistiendo en que se moviera para salir del lugar.

No lo hizo.

─¡Ah! Min Yoongi─ el señor Jung, parado a su lado, no tardó en saludarlo, ignorante de la situación entre él y su hijo─ ¿Cómo estás? Hace mucho que no te veo pasar por la casa con Hoseok.

Intentó controlarse a sí mismo y al lobo, cerrando los ojos unos cuantos segundos antes de volverse en dirección al hombre, una sonrisa amable apretando sus labios para saludar al hombre por el que debió dejar ir al amor de su vida.

─Señor─ quería evitar hablar.

─¿Y ustedes qué? Mejores amigos desde la más tierna infancia, ¿y no se saludan cuando se encuentran?─ fue la cuestión del hombre.

Evitó verlos, clavando la vista al frente, aliviándose al ver que la Omega regresaba con dos bolsas blancas estampadas con el logotipo de la cafetería.

─Aquí está todo─ se apresuró la chica, sonriendo radiante.

Yoongi deseó tardar menos al pagar, simplemente tendiéndole un billete para comenzar a caminar, seguro de que pagaba un poco más de lo que valía su pedido. Necesitaba salir de ese lugar, ya se encontraba demasiado intoxicado con el aroma del Alfa de Hoseok.

─Nos vemos─ fue su despedida cordial antes de avanzar a zancadas, la Omega intentando darle el cambio.

Lo que Yoongi menos sabría explicar sería la forma en que consiguió regresar al apartamento de sus amigos, sus pasos ralentizados, la visión emborronada y la respiración entrecortada. Solo supo que todo fue mejor cuando se encontró ingresando al lugar, las lágrimas parecían haberse evaporado tan pronto dejó las bolsas sobre la mesilla de la sala.

Le tomó un par de segundos comprender la escena delante de él, con Jungkook y Jimin sentados alrededor de la mesa mientras Taehyung se encontraba debajo de esta misma, su cabeza posada en el regazo del Omega mientras sus brazos estirados caían sobre las piernas del Beta.

Decidiendo que no pensar mucho sería su lema para los siguientes días, Yoongi se arrodilla al lado de la mesa para conseguir pasar debajo de la misma, encontrándose de frente con la sorprendida expresión del otro Alfa. Fue el mismo Taehyung quien lo apresó entre sus brazos con fuerza, la calidez desbordando a Yoongi mientras se dejaba llevar por el nuevo aroma de otro Alfa.

Solo necesitaba alejar a Hoseok de sus pensamientos.

─Eres adorable, Yoongi─ fueron las palabras de Taehyung contra su coronilla, un pequeño beso siendo depositado sobre el lugar.

Suspirando, Yoongi no dijo nada, concentrándose en el cálido abrazo de su amigo hasta que el aroma a molestia proveniente de un Omega lo desvió un poco de su objetivo.

─No me maten, idiotas─ murmulló, prefiriendo ser honesto con ellos─. Solo necesito un poco de apoyo, ¿bien? Préstenme a su Alfa unos minutos más.

─Son treinta centavos por segundo, Alfa─ fue la respuesta mordaz de Jimin antes de comenzar a reír.

Lo pagaría, no le importaba en lo más mínimo hacerlo. Inclusive había comenzado a contar cuanto le debería a Jimin luego de pedirle prestado a su Destinado hasta que, sorpresivamente, unas manos igual de cálidas se posaron sobre su cabello.

Allí se encontraba de nuevo Jeon Jungkook y su dulce empatía.

¡Clearke aquí con el Dilema 5! En serio, ha sido una semana extraña TuT perdón por traerlo un día tarde.

¿Qué les pareció este dilema? ¿Cuánto creen que le tome a Yoongi dejar atrás a Hoseok? Y, si vienen de Dilemas de un Beta, ¿ya saben quien es la Omega que atiende a Yoongi?

Estoy pensando qué horario poner para conseguir actualizar Dilemas de un Delta al mismo tiempo de Dilemas de un Alfa, así que si siguen esa historia también pronto comenzaré a actualizarla.

¡Muchas gracias por leer! Nos vemos en el Dilema 6♥

ΔClearke Al PoderΔ

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top