Dilema 21

Las agujas se arrastraban lentamente sobre la placa blanquecina del reloj, rechinando cada cierto tiempo, cuando el movimiento era demasiado para ser soportado por aquellos viejos trozos de madera. Yoongi se encontraba a punto de lanzar un lapicero contra el objeto, ya lo tenía entre sus dedos para el momento en que Kim Taehyung abre la puerta, ganándose toda la atención del Alfa desesperado.

─Señor Min, su padre... ¿Qué demonios estás haciendo, cara de psicópata? ─le recrimina mientras Yoongi suelta el dardo improvisado, sonriendo de forma repentina.

─Estaba intentando divertirme en la oficina, ¿decías algo sobre mi padre?

Suspirando, Taehyung cierra la puerta antes de encaminarse hasta las sillas frente al escritorio de su amigo y colocar un folder negro frente a él con un golpe.

─Tu papá está preguntándose por qué el mejor amigo del único hijo de los Jung no está apoyándolo con su ceremonia de enlace... Te envió algunas fotos de los posibles trajes para el padrino.

Sintiendo un vacío en el pecho, Yoongi se obligó a abrir la carpeta, visualizando los primeros modelos con el precio impreso debajo de cada fotografía.

─¿Me veré mejor de negro o azul marino?

La mano de Taehyung se colocó sobre la suya entonces, apartando su mirada de aquellas imágenes. No había notado que se encontraba temblando hasta que su amigo llevó a cabo aquel suave movimiento, siendo el apoyo que necesitaba.

─Azul marino, aunque Jungkook llevará negro para la ceremonia ─aconsejó.

─Voy a llevar a Jungkook a ver trajes también entonces. Si vamos a sufrir, por lo menos nos tenemos el uno al otro ─dijo, cerrando la carpeta para guardarla en la gaveta al lado izquierdo, junto con otros papeles que no le importaban demasiado.

Taehyung gruñó por lo bajo, cuando Yoongi volvió a verlo se encontró con una extrañeza en sus ojos: no eran completamente rojos.

─¿Tu lobo está bien? ─La preocupación era legitima.

Vislumbró al muchacho apretar los dientes, sus manos apartándose para volverse puños sobre el escritorio. Era la imagen al estado más puro de impotencia.

─No. No sé qué demonios está pasando.

─¿Quieres hablarlo conmigo? Ya casi es hora de salida, hoy no pienso quedarme a hacer horas extras.

─Mi lobo está... Raro, últimamente. Antes solía escucharlo reclamando a Jungkook, celándolo un poco, como lo hace con Jimin, que es mi Destinado, pero ahora... Es como si me gritara que lo dejara ir, que no es mío. No tiene sentido, ya había llegado a un acuerdo con él sobre Jungkook quedándose a lado igual que Jimin.

Frunciendo el entrecejo, Yoongi se cruza de brazos ante la mirada consternada del Alfa, que comienza a hundirse en el asiento, mordiendo su labio inferior en un intento por evitar soltar alguna otra idiotez.

─Si no vas a decirle la verdad, ni siquiera pienses en mantenerlo como tu segundo Destinado. Eres su mejor amigo, la persona en la que más confía, se merece que le digas la verdad de lo que has sentido por él todos estos años.

─No sé cómo hacer eso, si se lo digo ahora, a tan poco tiempo de la ceremonia, solo lo pondría situación incómoda. Es un deseo egoísta, solo... Lo quiero mucho, también. Lo necesito a mi lado, sin ser mío completamente, sin ser suyo en absoluto.

Hielo recubrió el interior de su pecho, esparciéndose lentamente, dejándolo sin palabras ante el deseo egoísta que expresaba el amor de Taehyung.

La desesperación podía jugarle una mala pasada incluso al amante más devoto y dulce, fue el pensamiento que resonó dentro de la mente de Yoongi.

─Jungkook merece algo mejor que eso, ambos lo saben, conocen su historia.

─Lo sé. Solo no sabemos cómo darle algo mejor que esto.

─Podrían dejar que el chico salga más con Yugyeom en lugar de arrastrarlo a todos los preparativos para su enlace, déjenlo vivir. O confiésenle sus sentimientos y vean que tan factible es que los tres estén en la misma página, una relación de tres ─pero mientras soltaba aquellas dos posibles soluciones, su lobo gruñó en el interior, descolocándolo.

Los iris de Taehyung volvieron al tono marrón de siempre, abriéndose al máximo que le permitían los párpados, sus cejas alzándose con sorpresa, mientras lo observaba.

─¿Yoongi?

─¿Qué?

─Tus ojos... Son rojos.

Antes de poder pensar en una excusa decente que ofrecerle a Taehyung por el arrebato de su lobo, el reloj que había amenazado minutos antes con un lapicero, arrastró sus pesarosas agujas sobre el 6. Levantándose de golpe, Yoongi tomó sus cosas lo más rápido que pudo.

─Ya podemos irnos, Tae ─dijo mientras hacia un gesto con la cabeza hacia su enemigo de madera─. ¿Le dejaste tu cacharro a Jungkook?

Taehyung también se puso de pie entonces.

─No, yo pasé dejándolo hoy al trabajo, ahora mismo tengo que ir por él y Jimin para ir con Seung, faltan algunos preparativos para la ceremonia aún.

La sonrisa de Yoongi resplandeció tan pronto pensó en una salida para la carrera del otro Alfa.

─Bien, entonces ve con Jimin a su cita para la ceremonia, yo iré por Jungkook.

Deseó poder reírse un poco amargamente cuando vislumbró los puños de Taehyung temblar.

─Eres mi amigo, Taehyung, pero Jungkook también lo es y no voy a permitir que sufra viéndolos supervisar los preparativos para su ceremonia de enlace.

Los puños se abrieron, cuando su mirada se encontró con la de Tae nuevamente, notó las lágrimas acumuladas resplandeciendo. Se dejó hacer cuando los brazos del otro se enrollaron alrededor de su cuerpo, apretándolo contra sí y alzándolo unos pocos centímetros del suelo.

Min Yoongi estacionó su auto en un espacio libre frente al edificio donde Jungkook trabajaba, decidiendo salir a esperarlo recostado contra la puerta del pasajero. Observaba con detenimiento a todas las personas que salían del lugar. Grupos de amigos, lobos solitarios, algunos corriendo con el teléfono en la mano, otros, como Jeon Jungkook, llevando los brazos repletos de papeles, artilugios y aparatos electrónicos.

Le hacía algo de gracia ver al chico maniobrar con sus cosas mientras buscaba el cacharro de Taehyung con esos inmensos ojos resplandecientes.

Llegó a su lado antes de que Jungkook pudiese verlo, colocando una mano sobre el hombro del chico.

─¿Necesitas ayuda, guapo? ─dijo, riendo por el pequeño salto de Jungkook.

─Yoongi ─parecía sorprendido─, me asustaste, ¿puedes tomar esto?

El Alfa acomodó unas cuantas cosas antes de quitarle algo más de la mitad del peso que llevaba el Beta, reconoció la tableta gráfica colocada cuidadosamente sobre la pila, el lápiz electrónico con la punta desgastada apuntando en su dirección.

─Se va a caer, ¿por qué no llevas un bolso para tus cosas?

─Esto es inesperado, por lo general no llevo tanto trabajo a casa, necesito todo esto para terminar el proyecto. Es un alivio saber que vienes por mí, si iba con Jimin y Taehyung solo perdería más tiempo escuchándolos discutir sobre cosas de la ceremonia.

Yoongi consiguió abrir la puerta del asiento trasero para acomodar allí las cosas de Jungkook, permitiendo que el chico ingresara al auto antes que él.

─Te compré chocolate caliente y algo para que cenemos en el apartamento ─le dice antes de cerrar la puerta y caminar hasta la del conductor.

Dentro se encuentra a Jungkook con la mirada fija en él, su sonrisa ampliándose con lentitud.

─¿Qué pasa? Le quité la tapa para que se enfriara un poco.

Te amo.

Era palabras suaves, pronunciadas con la voz más dulce que Yoongi podría llegar a imaginar. Su corazón se aceleró, y un pensamiento flotó en su dirección.

¿Cuántas veces había escuchado esas dos palabras siendo pronunciadas con esa misma entonación?

Calidez cubrió su cuerpo entero, un ligero sonrojo cubriendo sus mejillas.

─Sí, yo también, chico mimado que es feliz con tan poco.

─¿Te parece? Porque yo creo que eres demasiado dulce conmigo.

Yoongi se preguntó si en realidad lo era o si se trataba de uno de los síntomas que provocaba estar cerca del chico. Arrancó el motor del auto con la duda pendiendo del hilo de sus pensamientos mientras Jungkook se dedicaba a verlo, tomando pequeños sorbos.

Marcharon, sin prestarle atención a la madre Luna que los observaba desde el cielo, decidiendo cuál sería la mejor opción para aquel muchacho, para su hijo, el más amado, el que parecía no notar sus propios sentimientos fluyendo en dos direcciones.

Tomaría la decisión que dejase entrever su corazón.

¡Hey, hey, hey! Un Clearke reportándose a una hora decente por aquí.

¿Qué les pareció este Dilema? ¿Qué piensan que harán Jimin y Taehyung? ¿El deseo egoísta prevalece sobre la amistad? ¿Qué creen que sucede con el lobo de Yoongi?

Además del Dilema 21, tengo una pequeña noticia para aquellos aquí por el YoonKook: Estaba pensando en una nueva FanFic sobre ellos, siguiendo la línea de romance paranormal de licántropos, agregando Vampiros esta vez.

Les dejo la sinopsis, el primer capítulo ya se encuentra publicado:

«Tal vez todo comenzó cuando el oráculo nos obligó a ser compañeros»

Min Yoongi quería pensar que ese había sido el desencadénate de todas las desgracias en su vida: Cuando le colocaron como compañero de habitación a Jeon Jungkook, un licántropo, futuro Alfa de manada.

Lo peor que pudo hacer Yoongi fue enamorarse de él y confesárselo durante su último día dentro de aquel internado.

¡Cuídense y muchas gracias por leer! Nos vemos la próxima semana con el Dilema 22.

ΔClearke Al PoderΔ

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