Dilema 61
Libre.
Se sentía libre, corriendo sin parar, acoplándose al sentimiento que le producía ese nuevo cuerpo, todas aquellas sensaciones olvidadas. Sus ojos se habían adaptado a la oscuridad del bosque, las almohadillas de sus patas disfrutando del frío, la humedad, aquella dulce sensación de la tierra y las plantas, que lo llenaban con su energía.
El Bosque Sagrado entero parecía abrirle un camino, los árboles meciéndose a los costados para permitirle pasarlos sin mucho esfuerzo, algunas aves nocturnas con sus cantos atravesando el cielo, haciéndole compañía mientras todos sus intentos volvían a la vida.
Su lobo Beta aullaba por primera vez en siete años.
Su preocupación había sido la compañía más sensata que podría obtener esa madrugada, ya que ninguno de los dos lobos conseguía calmarse por más de cinco minutos.
Llevaban por lo menos tres horas buscándolo por las calles, llamándolo como si se tratase de su mascota perdida. El sueño apenas los había golpeado, no cuando sus lobos aullaban y rasguñaban en el interior, suplicando por la presencia de Jungkook.
Algo estaba mal, fuera de lugar, necesitando de su atención.
Ni hablar de la forma en que la ceremonia dio fin, todos sus invitados parecían confusos por el enlace fallido, aunque podían ver la forma en que los lobos de Jimin y Taehyung se buscaban, aquel modo en que se apoyaban en el otro durante la ceremonia. Era simplemente extraño lo que les pasaba y Seung solo consiguió prometer que buscaría respuesta en los libros del consejo, los códices más antiguos con la historia de miles de manadas.
Ni Jimin ni Taehyung pudieron regresar a dormir al hotel, decidiendo salir a caminar para ver si podían encontrarse con Jungkook. Les tomó un poco más de tiempo pensar en regresar al apartamento para buscar algo, una pista de donde podría encontrarse.
─¿Dónde podría haberse metido con ese Alfa?─ es la pregunta que se desliza de entre los labios de Jimin mientras Taehyung abre la puerta─. Creí que Yugyeom tenía pareja, pero aparece solo en las grabaciones de seguridad del hotel.
El Alfa le responde con su gruñido bajo, puede ver perfectamente la forma en que sus manos se vuelven puños, tensando todo su cuerpo. El Omega no tarda en llenarse del mismo sentimiento que embargaba a Taehyung, cruzando los brazos sobre el pecho mientras ingresan al lugar.
Todo parecía tan normal dentro del apartamento.
─Tal vez en su cuarto─ propone Jimin, encabezando la marcha a través del abandonado lugar.
Solo necesitan cruzar el pasillo para llegar a la puerta, que cede ante su tacto sin que la perilla fuera girada, un pequeño dato que le impregna otra mala sensación a los lobos. Pasan sin más, encendiendo la luz para notar el orden de todos los objetos de Jungkook, no hacia falta nada y no parecía que nadie hubiese hecho una maleta para huir.
Allí iban sus últimas esperanzas por encontrar al chico esa madrugada, incluso podían ver los primeros rayos del sol tenía algunas casas a lo lejos.
Con los ánimos bajos, Taehyung se sienta en la orilla de la cama del Beta, su rostro bajo para intentar ocultar las lágrimas de desesperación que comienzan a abrumarlo. En parte sentía que era su culpa, su confesión había puesto nervioso a Jungkook y probablemente el chico prefirió abandonarlos a tener que presenciar alguna locura por parte de su mejor amigo.
Nunca sería más que su mejor amigo.
No tenía ningún derecho a amarlo de esa manera, no podía obligar a Jungkook a escoger entre él y Jimin. Ni siquiera deseaba hacerlo.
Llevaba tanto tiempo deseando con fervor mantenerlos a ambos a su lado, Taehyung podía admitir para sí mismo el deseo egoísta de quedarse a ambos chicos, sería eternamente feliz si tan solo ellos dos lo aceptaran como su Alfa.
Si tan solo pudiesen formar una manada...
─No es tu culpa─ Taehyung se sorprendió por las palabras de Jimin, intentando calmarse un poco al pensar que el enlace no estaba finalizado, no podía escuchar sus pensamientos─. Tal vez Yugyeom consiguió lavarle la cabeza para separarlo de nosotros porque no... No pudimos ser honestos antes.
─¿Crees que este mal esto?─ necesitaba una respuesta, quería saber que no era el único con ese cruel deseo─. Quererlos a ambos, ¿crees que está mal?
Suspirando, Jimin toma asiento al lado del Alfa, abrazándose al cuello de Taehyung, sabiendo que eso desataría todo su llanto.
─Puede que sea un anhelo egoísta, sé como se siente eso─ lo consoló el Omega─. Yo también lo deseo, ¿sabes? Los quiero a ambos para mí, por más complicado que suene, aunque los asuntos del corazón siempre son difíciles, ¿no?
Jimin se dedicó entonces a limpiar las lágrimas que mojaban las mejillas del Alfa, sus pequeños dedos acariciando su rostro con delicadeza mientras sentía el mismo dolor recorrerlo entero. Tardó más bien poco en acompañarlo con un silencioso llanto.
En medio de su laguna de dolor, algo consiguió llamar la atención de Jimin sobre el escritorio de Jungkook.
─Dime que es broma, Taehyung─ pide el Omega, intentando hablar en medio de su dolor─. Solo... Son unos tontos, esos dos, ahora quiero golpearlos.
─¿Qué es?─ pero el Alfa no necesita preguntar nada más, su vista centrándose en la caja que se encontraba sobre el escritorio de Jungkook, aquel lugar donde solía encontrarse su computadora.
Silencio fue lo que llenó el ambiente un par de segundos, brindándoles un momento para que la vergüenza los golpeara tan fuerte como la misma tristeza. Fue Jimin quien se levantó para tomar esa caja, regresando al lado de Taehyung para que ambos pudiesen contemplar aquella creación.
─Tenemos a los amigos más idiotas─ afirmó el Alfa, rasgando el plástico de una de las orillas para poder abrir la caja.
─Solo quiero saber en qué momento tomaron esas fotos.
─Te sorprendería lo creativo que es Jungkook para conseguir algunas cosas─ se mofa, aunque sus ojos continúan llenos de lágrimas.
Sabían lo que se encontraba en el interior de esa caja, solo había una palabra escrita en toda la caja, bastante llamativa entre las múltiples fotos de Taehyung y Jimin que decoraban las demás caras.
Rompiendo parte del cierre de las pestañas de la caja, Taehyung consigue abrirla.
Su mano se topó primero con un sobre, que dejó a su lado sobre la cama, para proseguir a sacar uno de los empaques de condones que colmaba el interior de la caja.
Jimin no pudo contener la carcajada que escapó de entre sus labios cuando vio la mueca graciosa de Taehyung cubriendo ese empaque.
─¿Te parece divertido?
─Un poco, sí─ se burló el Omega, sacando uno con el estampado de su cara─. Así que era en esto en lo que Hobi había tenido ocupado a Jungkook, debes admitir que fueron creativos.
─Sí, aunque Hoseok nos lo dijo el mismo día que Seung nos ofreció financiar toda la ceremonia─ recuerda Taehyung, riéndose también.
─Me gustaría poder agradecerle el regalo─ murmura Jimin, sus ánimos bajando poco a poco─, también quisiera saber donde demonios se metió con Yoongi. En verdad pensé que llegaría a la ceremonia, ya sabes que él no quería decepcionar a su padre, pero parece que huyó también, aunque las cámaras del hotel no los muestran por ningún lado.
─Bueno, al menos ellos prefirieron mantenerse unidos después de todo. No debió ser una decisión sencilla.
Son interrumpidos con el sonido del llamado a la puerta, ambos levantándose mientras dejaban todo sobre la cama, luego se ocuparían de guardar el regalo.
─Pero, dime la verdad, ¿no te pareció que la prometida de Hobi ya lo sabía?─ le pregunta Jimin mientras caminan a la puerta─. Se veía muy tranquila, aceptó que la dejaran en el altar con una sonrisa real.
─Tienes razón, ni siquiera había pensado en eso─ concede Taehyung, girando la perilla para abrir la puerta, aunque su olfato ya le advertía de quien se trataba.
Karrell Bleacker ingresa al apartamento con la misma expresión de tristeza que ambos lobos compartían, dejándoles saber que no tenía pistas sobre el paradero de Jungkook.
─Namjoon y Jin están buscándolo por la zona─ les cuenta, quitándose el abrigo, pero quedándose con la mullida bufanda azul que cubría su cuello completamente.
La mujer se encontraba sacando su teléfono móvil del bolsillo del abrigo cuando este comienza a sonar, algo que la hizo bufar mientras les mostraba a los chicos de quien se trataba segundos antes de contestar.
─¿Sí?─ es la primera palabra que sale de sus labios.
─¿Mi hijo no está allí, cierto?─ la voz del padre de Hoseok suena del otro lado de la línea, demasiado alto para el gusto de la mujer─. Espero que Jimin no esté cubriendo su irresponsabilidad, porque ni siquiera puedo comunicarme con él o con Min Yoongi.
Los tres lobos se tensan ante la mención del Alfa, conociendo el peso que caería sobre Hoseok si le daban una sola pista a su padre sobre el tipo de relación que guardaban ambos Alfas.
─Ya te dije que no, no está con nosotros, no está en el hotel, Jimin ni siquiera tiene su celular con él, así que mejor busca a tu hijo mientras yo me encargo de los míos─ cansada, la mujer colgó la conversación, sabiéndose incapaz de continuar sin soltar un improperio.
─¿Mamá? ¿Te sientes bien?─ Jimin se acerca rápidamente a la mujer, tomándole la temperatura con ambas manos sobre su rostro.
─Solo es un pequeño dolor de cabeza, cariño, no te preocupes─ le sonríe la mujer, pero su rostro se encontraba pálido.
─Llévala al sillón, Jimin─ Taehyung ni siquiera duda en moverse a la cocina, buscando algo para el dolor de cabeza, aunque era Jungkook quien guardaba todos los medicamentos.
─Estoy bien, muchachos─ se queja la mujer, tomando asiento en el sillón al lado de Jimin.
─No te ves nada bien─ le menciona Taehyung, asomando su cabeza por la puerta de la cocina antes de dirigirse a llenar un vaso con agua─. Debiste ir a dormir mientras los demás buscábamos a Jungkook.
─Oh, cállate, niño, solo tú puedes creer que yo podría quedarme tranquila sabiendo que irían a buscar a Jungkook por las calles toda la noche.
De nuevo, el sonido de llamada corta la conversación, algo que molesta a la pálida mujer, que apenas atina a tomar su teléfono para contestar.
─¡No sé donde mierdas se metió Hoseok, viejo estúpido!─ espeta, su ceño frunciéndose por el enojo.
Jimin, preocupado, termina tomando el abrigo de la mujer para cubrirla con él.
─¿Karrell?─ al escuchar la voz del otro lado su rostro cambia completamente, la expresión de enojo suavizándose mientras la comisura de sus labios tiembla─. Sé que el señor Jung es desesperante pero solo soy yo.
Cubriendo la mitad de su rostro con una mano, la mujer se permite reír ligeramente hasta que Taehyung vuelve a asomar su cabeza por la puerta, una mueca burlona escondiendo sus ojos rojos por el llanto.
─Lo siento mucho, Nam─ se disculpa la mujer, el color regresándole poco a poco─. El señor Jung lleva llamándome más de siete veces en lo que va de la madrugada, estoy un poco cansada.
─Comprendo. Solo te llamaba para avisar que estoy subiendo al apartamento, dejé a Jin en el hotel para que comenzara su turno y... En las noticias están hablando de un lobo que escapó del bosque, está acercándose a la ciudad.
Ni Jimin ni Taehyung comprendieron el trasfondo de las palabras de Namjoon, pero Karrell tuvo cierta noción cuando el dolor de cabeza volvió con varias punzadas. Ya era imposible ignorar un segundo más los mensajes de la Madre, aunque la maldición pesara sobre ella si no conseguía escucharlos de forma moderada.
─¿Estás en la puerta?─ pregunta, repentinamente levantándose a pesar de que Jimin tomaba su mano para impedirlo, soltando unas últimas palabras antes de colgar─: Espérame, voy enseguida.
─Mamá, basta, te ves mal y no puedes salir si hay alerta de lobo suelto─ suplica el muchacho, conociendo la terquedad de la mujer. Compartían eso, aunque no fuera su hijo biológico.
─Solo iré por Namjoon, estoy de vuelta en poco tiempo─ promete la mujer.
─Taehyung puede ir por él─ le rebate el muchacho, extrañado.
Con los ojos tornándose rosas, Karrell le sonría a su hijo antes de soltarse de su agarre.
─No es necesario, vuelvo enseguida─ insiste, comenzando a caminar hacia la salida.
Sale del apartamento segundos antes de que Taehyung aparezca con un vaso de agua y dos pastillas pequeñas para el dolor de cabeza, tanto para la parte humana como para el lobo.
La mujer avanza por el pasillo a zancadas, apresurándose a tomar el elevador. Su interior parece rebosar con miles de sentimientos, su lobo apareciendo por momentos, escondiéndose en las sombras luego de unos cuantos segundos, sabiendo que aún no puede abrirse para escuchar las palabras de la Madre Luna.
Cuando llega a la entrada, se encuentra a Namjoon esperando por ella.
─¿Es él?─ le pregunta el Alfa cuando la mujer lo alcanza.
─No lo sé, estoy esperando para escuchar a la Madre─ le confiesa─. Ve con los chicos, cuídalos mientras estoy fuera.
─¿Segura? Creo que sería mejor acompañarte─ le cuestiona Namjoon─. Te ves terrible, peor que cuando intentábamos descubrir qué era Jungkook.
─Créeme, estoy peor, la Madre está desesperada por que al escuche. Una de las buenas cosas que tiene ser el hijo favorito, la Luna siempre va a buscar quien lo ayude si es lo que necesita. Además, adopté sentimentalmente a Jungkook, así que no es la única desesperada por saber que el chico está bien.
Namjoon se cuestiona unos cuantos segundos qué sería lo mejor que él podría hacer. Su bien moral se ve en el dilema de ayudar a su amiga de años o cuidar de los muchachos que adoraba.
─Confía en mí, Namjoon─ es lo único que necesita pedir la mujer para que el Alfa asienta, alejándose de ella para subir al elevador.
Lo último que ve de ella es su frágil silueta pasar la puerta principal.
Kim Namjoon era un Alfa paciente, esa virtud suya se había conseguido mantener templada cuando se trataba de Jimin, al fina y al cabo llevaba 10 años velando por la seguridad del chico. Es pequeño muchacho que no podría ser más que un gran milagro.
─Tu madre sabe lo que hace, Jimin, no seas terco─ le regaña el Alfa mientras intenta mantener quietos a los muchachos─. Sabes que trabaja mucho para mantenerte a salvo.
Llevaba media hora luchando con esos dos cachorros, evitando que salieran del apartamento cuando se encontraba puesta la alerta de un lobo salvaje suelto por la ciudad.
Diosa Luna, si es Jungkook...
─Namjoon, mamá se veía terrible, necesito ir a verla, podría desmayarse en cualquier momento, su lobo es inestable, tú lo sabes.
A su lado, Taehyung se queda quieto, girando a ver a Jimin con los ojos abiertos de par en par. Estaba consciente de que algo era extraño en esa mujer, pero no a un extremo como aquel. Jimin también se calma cuando nota las palabras que había dejado escapar.
─¿A qué te refieres con eso?─ pero su pregunta es silenciada por los aullidos de una manada que lobos, que los distraen mientras Namjoon contesta su celular, rezando a la Luna que se trataran de buenas noticias.
Sabía que ellos dos escucharían su llamada, así que no podía más que tener esperanza.
─Kim Namjoon─ contesta, pero el sonido de rasguños sobre madera y una respiración agitada lo detienen.
─Tráelos a casa, Nam.
¡Aquí un Clearke con el Dilema 61! Perdón por la tardanza;;;;
¿Qué les pareció este Dilema? ¿Creen que Jimin y Taehyung deberían ir a buscar a Yugyeom? ¿Alguien se esperaba el regalo de Jungkook y Hoseok? ¿Recuerdan la maldición del Dios Astado para los lobos que escuchan a la Luna?
Y, la pregunta importante: ¿Desde qué Dilema están aquí?
Estoy ya en la primera semana de parciales del cuarto semestre, así que pido disculpas por no poder traer doble Dilema esta semana T_T
¡Cuídense mucho y nos vemos en el Dilema 62! Estamos ya a cuatro Dilemas de terminar esta historia ♥
∆Clearke Al Poder∆
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