Dilema 56
Había lágrimas rodando por sus mejillas, Jungkook las vio caer mientras su corazón se sumía en la más profunda de las tristezas. Sus palabras, rotas y disonantes, no tomaron forma para los oídos del chico que le observaba con la confusión estampando su rostro.
El agarre de Taehyung sobre sus muñecas se apretó un poco, llamando la atención del angustiado Beta.
─¿Qué dijiste?─ pregunta, sus nervios golpeándole el cuerpo continuamente.
Que no sea lo que estoy pensando, suplica, no cuando la ceremonia ya está tan cerca.
Puede ver la lucha reflejada en los ojos de Taehyung, la forma en que sus labios crean una mueca que expresa genuina frustración. En un intento por calmarlo, Jungkook abre la boca para soltar algunas palabras:
─Estamos un poco borrachos, no te preocupes─ le consuela, una bonita sonrisa estirándole los labios mientras se encogía de hombros.
Cuando Taehyung levanta su rostro empapado, puede verle los ojos brillando en un tono rojo oscuro, un claro signo de que su lobo también se encontraba comprometido con el asunto que deseaba transmitir a Jungkook con tanto fervor.
Sus labios se abrieron, temblando ligeramente mientras se tomaba el tiempo para pronunciar esa simple frase que no consiguió formular en cinco años de amistad.
─Estoy enamorado de ti─ suelta a mordiscos, pronunciando cada palabra de forma lenta para que la lengua no le fallara en el proceso. Comprender la fuerza de esas palabras tuvo la misma reacción que obtendría dándole un golpe en el estómago.
Taehyung correspondía a sus sentimientos, los correspondía y los sobrepasaba.
─Llevo enamorado de ti... La mayor parte de nuestros años de amistad─ confiesa con expresión lastimera─. Sabía que pensaría que es algo antinatural, pero no puedo contener mis sentimientos un solo segundo más.
Ni siquiera notó el momento en que también se encontró llorando con Taehyung, sosteniendo sus manos como si fuera lo único que le ataba al mundo real. Jungkook pensó en la felicidad y la tristeza que lo embargaron, extendiendo esas emociones lentamente hasta el pasillo mental.
El mundo entero parecía tambalearse.
─¿Qué quieres qué te diga?─ es lo que consigue preguntar su vista nublándose paulatinamente.
Un rayo de esperanza surcó los ojos del muchacho, aunque el Beta nunca consiguió avistarlo. Intenta despejar la vista frotándose los ojos con una de las manos que consigue liberar del agarre del Alfa, los sollozos lastimeros se acumulan y mueren al fondo de su garganta.
No había palabras suficientes ni tan certeras como para expresar todos sus sentimientos en ese momento de vulnerabilidad. Él ya tenía su destino firmado y por delante.
Con el corazón sangrando, Jungkook no puede más que continuar conteniendo las lágrimas mientras observa los ojos acuosos de su mejor amigo. Su mejor amigo, el Destinado de Jimin, una de las personas a las que más amaba, aunque no fuera lo correcto.
Las fuerzas para hablar nacieron de un punto inexacto en su interior.
─¿En qué cambiarían las cosas si te digo que también te amo de esa forma? A ti y a Jimin─ la pregunta sale con voz rota.
La fuerza de su agarre disminuye, otorgándole una oportunidad a Jungkook para soltarse y alejarse unos cuantos pasos de él. Debía hacerlo aunque eso le desgarrase el alma, aunque su voz interna le suplicase que lo abrazara y consolara, su amistad de años interponiéndose a los sentimientos románticos que surgían, explotando todo a su alrededor.
Mordiéndose la lengua, Jungkook decidió lo que sería mejor para los tres a su juicio.
─La ceremonia está a unas horas de ser celebrada, no nos hagamos esto, por favor─ implora, dando pasos cortos hacia atrás, alejándose lentamente─. Por Jimin, por ti... Por mí. Porque los amo a ambos.
Viendo al Alfa inmóvil a unos pasos de él, Jungkook se da la vuelta, incapaz de continuar contemplando el sufrimiento que recorre los ojos de Taehyung. Si se queda un solo segundo más, sabe que cederá al deseo más profundo que clamaba su lado egoísta. Se hecha a correr sin importarle que el mundo se balancee a sus costados, viendo como el pasillo se entremezcla con la realidad. Aun cuando el sentimiento de no avanzar lo inunda, él sabe que se encuentra a unos pasos de la puerta principal.
No quiere subir las escaleras, lo que menos desea es tener que enfrentar a Jimin y contenerse a confesar el verdadero tipo de amor que profesaba por él y Taehyung. Jungkook era su amigo, debía respetar el enlace de los lobos, era una cosa en la que no podía interferir aunque lo deseara.
Tomando fuerzas, ignora el pasillo de su interior, traspasa la puerta corriendo para dirigirse al hotel Izzurke con sus pasos descoordinados, el mundo inclinándose ligeramente a la izquierda. Taehyung no podría alcanzarlo.
No debía alcanzarlo.
Quería evitar pensar en la forma en que podría cambiar su amistad a partir de la mención de esas palabras, confesar los sentimientos resultaba demasiado engorroso cuando las situaciones no se giraban a su favor. Se sentía perdido, incluso cuando frío chocó contra él, su cuerpo mojado resentido por la temperatura, no podía dejar de recordar una y otra vez las palabras de Taehyung, el dolor dentro de sus ojos.
Daría cualquier cosa por calmar ese dolor, cualquier cosa menos provocar el mismo efecto en Jimin. Karrell seguramente estaría decepcionada de él y sus sentimientos, tal vez Namjoon lo detestaría por ser el causante de cancelar la ceremonia de su hijo.
De forma repentina y brusca, la toalla que colgaba sobre su hombro es halada hacia atrás, obligando al chico a parar su carrera hacia el hotel para girarse.
─Jungkookie─ la cálida sonrisa de Yugyeom lo recibe mientras el chico se acerca a él, intentando secarlo un poco─ ¿Qué demonios está pasando?
La impotencia lo estaba dominando, no podía más con ello, ni siquiera se cuestión de donde había salido aquel Alfa, si se paraba un más tiempo simplemente explotaría. Tomó la mano de Yugyeom sin pensarlo mucho, guiándolo al interior del hotel, pasando por el conocido lugar hacia la recepción, donde podría pedir la llave de la habitación que Karrell había reservado para él por cualquier problema.
El número 105 era el que debía buscar, solo necesitaba decir su nombre en la recepción.
─Kook, necesito explicaciones─ su preocupación mostrándose en el tono de voz.
─Dame unos segundos─ suplica, sintiendo que el mar de culpa y recuerdos lo perseguía, como si nunca hubiese conseguido disiparlos. El camino hacia la recepción estaba comenzando a hacérsele eterno.
Diosa Luna, madre... Aléjalos de mí, suplicó con miedo.
─¡El famoso Jeon Jungkook!─ la mujer Omega que se encargaba del cubículo lo saludo al verlo, ignorando el mal aspecto que obviamente debía tener─. Aquí están tus llaves, cariño, no te olvides de cerrar la puerta, llámame si necesitas algo y enviaré al suplente de Jin.
Agradeció que la mujer no le preguntara nada, lo bueno de conocer al personal de confianza que tenía Karrell.
En silencio absoluto se dirigieron al elevador, Jungkook intentando secarse lo que no había calado aún en él, mientras Yugyeom lo veía con ojos preocupado, luchando entre ofrecerle o no la chaqueta que llevaba encima.
─No es necesario, estoy empapado─ le frena Jungkook, cerrando los ojos un par de segundos mientras el elevador abría sus puertas en la segunda planta.
Yugyeom lo siguió sin rechistar, ayudando a Jungkook a abrir la puerta cuando el muchacho no consiguió que la llave encajara en la cerradura. Se abstuvo de hacer preguntas, ayudando al chico a entrar a la ducha mientras colocaba el agua caliente.
Lo dejó bañarse en la soledad de la habitación, esperando que la montaña de sentimientos no derrumbase al chico.
Ese fue el momento en que el Beta se permitió exteriorizar todo su dolor interno.
Cuando Jungkook salió vestido del baño, Yugyeom respiró en paz.
─Han pasado demasiadas cosas en una sola noche─ es lo primero que comenta, tomando asiento sobre la cama al lado de Yugyeom.
Con un poco de confianza, el Alfa pasa su brazo sobre los hombros del Beta, atrayéndolo hacia él, intentando brindarle un poco de apoyo con su presencia mientras la tormenta que sacudía a Jungkook amainaba paulatinamente.
Tal vez su amigo de la infancia podría brindarle alguna solución, o mejor sería que solo lo escuchara desahogarse ahora que se encontraba un poco más tranquilo.
─Taehyung me dijo que me ama─ murmuró, paralizando a Yugyeom con la noticia─. Yo le dije que... Los amo a ambos. No puedo escoger a ninguno sobre el otro y, además, la ceremonia está a nada de suceder.
─Dime lo que sientes─ pidió, arrullándolo con paciencia ahora que comprendía el meollo del asunto─. Dime qué quieres hacer.
─No quiero arruinar el que debería ser el mejor día de sus vidas, o el mejor inicio de una nueva etapa─ se queja, apretando sus ojos con fuerza─. Pensé en ir por mi lobo después de la ceremonia para no interferir con el Destino de mis amigos, sé que mi lobo podría querer a alguien más y es algo que prefiero descubrir cuando las cosas se calmen─ Jungkook se alejó del abrazo, levantándose para caminar en círculos dentro de la habitación─. Solo quiero saber qué es lo mejor que puedo hacer, ¿qué puedo hacer para que ellos estén bien?
El pasillo se agitaba en su interior, confuso, las luces parpadeando sin frenar, la alfombra doblándose y extendiéndose unos cuantos tramos. Intentó ignorar todos los sentimientos que provenían del pasillo, todo lo que parecía golpear las puertas que nunca conseguía alcanzar.
─Vamos por él.
─¿Qué?─ lo que pareció entender de la propuesta le hizo frenar sus pasos.
─Vamos por él─ repitió Yugyeom, sus ojos brillando con decisión, se levantó por la súbita emoción, caminando hacia el chico para tomarlo por los hombros, intentando centrarlo─. Si nos vamos ahora mismo podemos buscarlo y estaríamos de regreso con tu lobo justo para la ceremonia.
El dolor incremento en su pecho, flotando sin rumbo en su interior mientras pensaba en la propuesta. La Luna había sido directa con la decisión de ir por su lobo, pero nunca le dijo cuándo debía ir a por él.
─¿Me estás proponiendo ir por el lobo para dejarlos ir el mismo día de su unión?
─Si te gusta esto de ser masoquista y ver a las dos personas de las que estás enamorado enlazarse frente a tus ojos sin más: No, quédate aquí y sufre a todo lo que quieras─ con sarcasmo, Yugyeom terminó girando los ojos─. No pierdes nada intentándolo, ellos lo comprenderán. Necesitas a tu lobo para decidir.
─No tengo nada que decidir...
─Claro que sí─ le corrige, evitando que sus pensamientos lo lleven al lugar incorrecto─. Tu lobo será el mejor guía para decidir si debes o no luchar por ellos.
El peso de sus palabras le dio un segundo golpe esa noche, aturdiéndolo cuando el significado cobró sentido en su cabeza.
─Pierde o gana: pero inténtalo, ya pasaste la mayor parte de tu vida huyendo por miedo. Si los amas, lucha por ellos, tu lobo ayudará.
Su lobo Beta, la añoranza derribó las barreras que se había autoimpuesto. Ni siquiera recordaba cómo se sentía tener a su lobo, un fiel compañero, ayudándolo todo el tiempo. Eran uno al fin y al cabo, si iba a escoger algo debía de ser con su consejo de intermediario.
Se encontró listo en menos de tres minutos, Jungkook no necesitaba sus cosas, su teléfono y la ropa eran lo menos importante en un momento como ese. Si continuaba pensando podría arrepentirse, solo debía comenzar a moverse.
─Vámonos, ¿traes tu auto?
─No, vine corriendo a visitarte porque el hotel me queda cerca─ afirmó en son de broma, sacando del bolsillo de su chaqueta las llaves─. En realidad, iba a secuestrarte si no entrabas en razón.
─Deja de normalizar el secuestro─ le regaña Jungkook, sintiéndose un poco alivianado.
Aunque el peso de sus sentimientos seguía martillando en el fondo de todo lo que estaba sucediéndole, Jungkook sintió un poco de esperanza. Antes no había notado la enorme falta que su lobo le hacía, tantos años sin él no hacían la diferencia par aun par de días más, pero en ese mismo momento comprendió que su lobo sería el mejor guía para lo que fuera a suceder al día siguiente.
Tal vez también tenía que ver con que Yugyeom le recordaba sus días felices al lado de su lobo.
─Todo preparado, capitán─ bromeo Yugyeom, tomándolo del hombro para guiarlo fuera de la habitación─ comienza a caminar al auto mientras yo dejo las llaves.
─¿Dónde está?
─Al otro lado de la calle, estuve esperando por ti más de una hora─ el Alfa le da un empujón hacia la salida cuando recién salían del elevador.
Con pasos largos, Jungkook se encontró trotando hacia la puerta principal, esquivando los puntos donde sabía que se encontraría con cámaras. Extrañamente, no deseaba que se enteraran tan pronto de su partida.
Se sintió más seguro cuando el frío le caló en la piel, suspirando con satisfacción. Tomó uno poco de tiempo para observar la acera, notando a dos figuras conocidas que se paraban a su lado con las respiraciones agitadas.
La sorpresa lo dejó inmóvil sobre sus pies.
─¿Jungkookie?─ Hoseok se acerca a él con Yoongi a sus espaldas─ ¿Qué estás haciendo afuera tan tarde?
─Podría preguntarles lo mismo─ se escuda el muchacho, sospechando algo.
Yoongi se asoma detrás del Alfa, su bonita sonrisa persuadiendo a Jungkook en silencio.
─Vamos a escapar antes de la ceremonia─ afirma, tomando la mano de Hoseok─. No nos queda mucho tiempo antes de que lo noten, así que dinos ¿Qué...?
─Voy por mi lobo─ escuchar eso deja estáticos a los muchachos, que no tardan en abalanzarse para abrazar a Jungkook.
Cuando se separan Yugyeom ya se encontraba a su lado, esperando pacientemente.
─Suerte con eso─ le desea Hoseok mientras comienza a alejarse llevando a Yoongi con él.
─Espero que lleguen a salvo a donde quiera que vayan─ se despide Jungkook, comenzando a caminar.
─Nos veremos pronto─ es lo último que promete Yoongi antes de que comiencen a correr en direcciones contrarias.
Cruzan la calle desierta corriendo, intentando guardar silencio. Tardan poco en subirse al auto, Jungkook acomodándose en los asientos traseros antes de notar la presencia de otro chico en el lado del copiloto.
─Buenas noches, Jungcienta─ le saluda Jackson, levantando su palma para chocar las manos, un gesto al que el Beta responde con rapidez─ ¿Estamos listos para la misión RecuperaAlLoboYRegresaParaArruinarUnaCeremonia?
─No voy a arruinar ninguna ceremonia─ le corrige Jungkook, el cansancio comenzando a hacerse presente en su cuerpo.
El auto ya se encontraba abandonando la calle del hotel, dejando atrás la casa de Karrell y a los chicos que más amaba.
─Está bien que vayas por él ahora mismo, Jungkook─ le felicita Jackson con tono dulce, girando su rostro para poder sonreírle─. Te mereces mucho más de lo que crees, y los llantos del niño más amado nunca volverán a ser ignorados por la madre Luna.
Las palabras reconfortantes del chico lo relajan, el motor del auto arrullándolo para dejar que el sueño lo tomara en brazos.
─¿Qué estás diciendo?─ le pregunta Yugyeom tiempo después, cuando creyó que Jungkook ya se encontraría totalmente dormido.
─Ni la menor idea de qué acabo de decir─ se sorprendió Jackson, levantando la vista hacia la Luna creciente─. No recuerdo ni una sola palabra.
Yugyeom también observa la Luna un par de segundos antes de centrarse en el camino frente a él, pisando con un poco más de fuerza el acelerador.
¡Hey, hey, hey! ¡Un Clearke muy emocionado por aquí! Nos encontramos ya en el último arco de la historia♥
¿Qué les pareció este Dilema? ¿Le tenían más o menos fe a la confesión de Taehyung? ¿Creen que fue una buena idea ir por el lobo? ¿Qué tal la huida de Yoongi y Hoseok? ¿Alguna idea o teoría?
Y, la pregunta importante: ¿Les gusta como va la historia?
Todas las preguntas serán resueltas en este último arco así que ¡Espero que disfruten tanto como yo el final que nos aguarda!
No pude con la emoción y terminé el Dilema antes de tiempo, así que a lo mejor y tenemos dos Dilemas esta semana.
¡Cuídense mucho y nos vemos en el Dilema 57!
∆Clearke Al Poder∆
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