Dilema 45
Kim Taehyung poseía a un lobo extraño, fue el primer pensamiento de Yoongi cuando se compuso ligeramente del llanto que lo había desbaratado esa noche. En ese momento se encontraba reposando sobre la cama del Alfa (eran obvios los instintos que le impedirían llevárselo al cuarto de Jungkook) con el lobo recostado contra su costado, la cabeza del mismo descansando sobre su pecho mientras los ojos rojos le examinaban con intensidad.
Se sentía bien tener a alguien brindándole su apoyo en una situación tan difícil. Ni siquiera quería pensar en qué demonios haría el día de la ceremonia de enlace, donde Hobi dejaría de ser suyo completamente.
No había vuelta atrás, ¿cierto?
─Soy un desastre─ se carcajeo el muchacho─. No tengo a nadie más, Taehyung.
El Alfa se frota contra él al escucharlo, gruñendo baja en desacuerdo con sus palabras. Una de sus enormes patas fue a para sobre el pecho del chico, posando la cabeza sobre esta ahora.
Bufó.
─No sé qué quieres decir, pero de acuerdo─ la sonrisa quebrada por los ojos rojos─ ¿Qué crees que debería regalarles? ¿Un... una estufa?
Taehyung le dio un golpe con la cabeza al costado del chico, haciendo que el mismo se quejara por el dolor. Su hocico mordisqueo la mano más cercana que tenía de Yoongi, provocando una ligera risa con más humor.
─Está bien, no pienso más en eso, ya me ayudarás cuando regreses a tus 9 sentidos─ se burló, su mano mordisqueada pasando a acariciar la cabeza del lobo─. Espero seas muy feliz con Jimin.
Se sorprendió cuando notó que el gran e imponente lobo Alfa lloriqueo contra él, los ojos cubriéndose de una capa de lágrimas.
¿Ahora qué demonios le pasaba?
Las manos de Jungkook acariciaban con lentitud la espalda de Jimin, llevaban un buen tiempo de esa forma, el Omega colindando entre el reino de los sueños y el mundo real gracias a la comodidad en la que se encontraba.
Jungkook solo deseaba disfrutar un poco más del momento, sirviéndole de colchón al chico al que deseaba proteger luego de verlo tan vulnerable. Intentó concentrarse en las sensaciones, los sentimientos que lo golpeaban con fuerza en ese momento.
Cerrando los ojos, el Beta se sumergió en la oscuridad de su mente, buscando algo a lo que aferrarse para mantenerlo cuando la situación se acabara.
Diosa Luna, déjame tenerlo un poco más, suplicó de nuevo, ignorando la sensación de deja vú que le aturdía al pedir su deseo egoísta.
Como un golpe violento de colores Jungkook se lanzado de regreso al pasillo mental. Aturdido fue descubriendo como todo comenzaba a tomar forma dentro de su mente, emergiendo de la oscuridad con miles de sensaciones arremolinándose en su interior. Jimin se removió entre sus brazos, levantando la cabeza para ver a Jungkook con ojos somnolientos.
─Tenemos que ir a ver a Tae─ soltó con voz ronca.
─¿Te dijo algo?─ nunca antes había preguntado por el vinculo mental de sus lobos, pero ya era el momento de ir acoplándose a la idea.
─No─ confiesa aturdido─, pero algo está... "halando" en mi interior. Mi lobo está inquieto y quiere ir a verlo en este mismo momento.
Jungkook piensa que el bien no sería únicamente para Jimin y su lobo, Taehyung seguro que también moría por encontrarse cerca del chico y el Beta solo deseaba que los dos le dejaran estar cerca de ellos para sentirse bien, completo.
─Podríamos ir después de cenar─ propone─. Aunque no creo que tu mamá nos deje hacerlo, es tarde y el celo de Taehyung aún no se termina.
Los ojos de Jimin le ven suplicantes.
─Es mi culpa que esté así─ murmura cabizbajo─. Yo debería hacerme cargo de su celo.
El frío se coló en el corazón de Jungkook, esparciéndose con una velocidad tortuosa, estrujándolo en un abrazo doloroso hasta que el sonido de algo rompiéndose surcó sus sentidos. Liquido congelado comenzó a derramarse por todos lados mientras trozos de cristal se adherían a su interior. Apartó a Jimin con cuidado para levantarse de la cama, solo deseaba correr en dirección opuesta a esos dos, los sentimientos cambiaban los deseos de las personas.
─¡Jimin! ¡Jungkook! ¡A comer!─ grita Karrell desde las escaleras, siendo un ángel para el Beta en esos momentos.
No debía inventar una excusa para separarse de Jimin ahora que se sentía tan mal.
─Apresúrate─ es la única palabra que formula antes de tomar sus zapatos y colocárselos─. Voy a bajar ya. Seguro que si le dices a Karrell ahora podemos irnos después de comer.
El nudo en su garganta comenzaba a dificultarle hablar, así que no se retrasó más, saliendo del cuarto sin ver atrás, sin notar que el Omega le veía temblando de terror.
Bajó las escaleras, pasando frente al comedor solo para avisarle a Karrell que se tomaría un momento en el baño, que Jimin bajaría pronto. No dudó en encerrarse dentro del baño, intentando calmar su respiración agitada por el repentino llanto que comenzaba formarse en sus ojos.
Verse al espejo resultó más desolador.
Allí estás de nuevo, inútil, la voz de su madre sonaba distante en su cabeza, no era tan nítida como en antaño, pero eso no quitaba que el pánico se apoderase de él, sal del camino.
Contuvo sus sollozos con fuerza, mordiendo parte del cuello de su camisa, viendo como se desmoronaba frente al espejo.
Ni Alfa ni Omega, patético.
Aullidos de un lobo cortaron la fuerza de la voz, sacándola de su mente en menos de dos segundos. Aullidos y ladridos, algunos bufidos bajos y cortos. El sonido del bosque también se coló entre sus sentidos. Allí estaba a lo que intentaba aferrarse.
No estas solo, una voz pacífica le calmó.
Abriendo la llave del lavabo, Jungkook se llenó las manos de agua para enjuagarse el rostro unas cuantas veces, hasta que se sintió lo suficiente despierto y calmado como para volver a luchar contra sus pensamientos.
La voz de su madre se había ido, intentó consolarse con ese pensamiento, atrayendo a sus recuerdos solo la cálida voz maternal de Karrell.
─¿Kook?─ allí estaba─ La comida se enfría, cariño.
Dos golpes a la puerta antes de que él abriese y saltara a abrazar a la mujer frente a él. Los menudos brazos también lo rodearon, tímidos golpecitos en la espalda intentaron calmarlo.
─Todo va a estar bien─ prometió y él deseó creerle─. Dime si quieres hablar conmigo o si prefieres que Namjoon te asesore.
No podía terminar de creer que en verdad le estuviese ofreciendo su apoyo a él, un chico del que no sabían casi nada.
─Jimin quiere ir a ver a Taehyung─ le comenta, apartándose de Karrell para hablarle─. Yo también quiero verlo.
La mujer frunció el ceño, confundida.
─Pero Yoongi no ha llamado para decir que el celo se acabó ya.
─Jimin dijo que quiere hacerse cargo de su celo─ palabras difíciles salieron de entre sus labios, pero consiguió articularlas perfectamente.
Un destello de entendimiento cruzó su mirada.
─¿Estás bien con eso?
Siendo sincero con la mujer que le ofrecía su calor maternal, negó con la cabeza dos veces, conteniendo sus sentimientos.
─Mamá─ la voz de Jimin a sus espaldas les hizo separarse, ambos prestándole atención, aunque Jungkook evitaba verlo directamente─. Necesito verlo, mi lobo está suplicando que vaya a verlo.
Karrell dio un paso frente a Jungkook antes de hablar.
─Escucha, Jimin─ su voz comenzó siendo firme─. No puedes solo venir a decirme que piensas ir a visitar a tu novio Alfa en celo para hacerte cargo de él ¿Qué demonios está pasando? Ni Namjoon ni yo te educamos así─ le regañó la mujer─. De esta casa tu no sales sin antes comer un poco y llevarte pasillas preventivas.
El color de la sangre se arreboló en sus mejillas, luciendo repentinamente tímido mientras el interior de Jungkook se volvía frío de nuevo.
Cosas a las que debes de acostumbrarte, le recuerda la voz, no se puede hacer nada contra los instintos de los lobos.
Pero eso no eliminaba el dolor que sentía dentro de su cuerpo mientras Karrell los arrastraba al comedor para llenarlos de comida antes de su inminente partida.
Jungkook no sabía que Karrell solo deseaba darle un pequeño empujón para que aceptara sus sentimientos por cualquiera de los dos muchachos. Había demasiadas cosas que Jungkook no podría ver hasta que sus heridas sanaran completamente.
Jungkook manejaba con calma por las silenciosas calles de la ciudad, su vista fija hacia adelante y ambas manos ocupadas en el timón. El cacharro de Taehyung parecía haber extrañado recorrer el camino a casa, porque parecía más sereno que en los días anteriores.
─Kookie─ Jimin le llamó en un susurro mientras silenciaba la radio que los acompañaba─. Te quiero, muchísimo.
Un pequeño pinchazo de calidez intentó revitalizarlo, pero el dolor en su corazón continuaba derramándose al recordar las palabras que Jimin había soltado en su habitación.
Estaba llevando al chico para que "se hiciera cargo del celo de Taehyung".
─Yo también te quiero muchísimo, Jimin─ se las arregló para decir, apretujando su corazón por el dolor de la verdad─. Tanto que podría llevar los anillos de la unión en su ceremonia.
Era verdad, dolorosa, pero verdad al fin y al cabo.
La pequeña mano de Jimin se posó en el hombro de Jungkook, deseando decir algo más, algo con un significado mayor al que él tenía pensando en un inicio.
─Deja de preocuparte─ concedió con una amplia sonrisa surcándole el rostro─. Todo estará bien, me iré con Yoongi a algún lugar hasta que el celo se acabe, así tendrán privacidad en lo que les quede de celo.
─Jungkook, no hablo de eso─ apartó su mano, pero Jungkook podía ver por el rabillo del ojo que ahora se había girado totalmente en su dirección─. Espero poder decírtelo de una forma más adecuado en el futuro, ¿bien? Aún me hace falta encontrar las palabras correctas para expresarte... esto.
El Beta frunce su ceño, negando con la cabeza un par de veces sin apartar la mirada de la calle frente a él. Estaban por ingresar al estacionamiento de su edificio.
─Déjalo así, comprendo las cosas. Somos buenos amigos y estás a punto de enlazarte con mi mejor amigo, pronto seremos algo así como "familia".
Guardaron silencio mientras Jungkook hablaba con el encargado de dejarlos pasar, saludándolo con amabilidad. Tampoco mencionaron nada mientras se subían al elevador que les llevaría directamente al piso donde vivía. Jungkook no tardó en sacar la llave del apartamento de entre sus cosas, abriendo la puerta con cuidado, dejando que el Omega ingresara antes que él al lugar.
─¿Jungkook?─ escuchó a Yoongi hablar desde el final del pasillo, seguramente desde la habitación del Alfa.
─Somos nosotros. Jimin está conmigo también.
El fuerte sonido de las pisadas corriendo por el pasillo no demoró en resonar por todo el lugar. Primero siendo rasguños de garras contra el suelo, tornándose lentamente en pisadas descalzas que se acercaban a una velocidad típica de cambia formas.
La sorpresa no los estremeció hasta que lo tuvieron de frente: Taehyung medio cambiado a lobo, desnudo en su totalidad, acercándose a grandes pasos hacia ellos mientras Yoongi corría detrás de él. Jungkook alcanzó a colocar a Jimin detrás de él por mero instinto, siendo el primero en ser abrazado por el Alfa.
Jimin y Jungkook, apresados por la fuerza del chico que ahora ya no parecía un lobo por ninguna parte, solo le escucharon suspirar antes de que los soltara para dejarse caer contra el suelo, desmayado.
─¡Taehyung!
¡Un Clearke aquí de nuevo! TuT perdón si no es la hora más decente en su país, estoy intentando tener los Dilemas listos lo más pronto posible.
¿Qué les pareció este Dilema? ¿Alguien sabe cuál será el regalo por el enlace de Yoongi a Hoseok? ¿Alguna teoría sobre el llanto del lobo? ¿Qué creen que pasa con el pasillo mental? ¿Qué tal la visita sorpresa de la madre de Jungkook en sus pensamientos?
Ahora, la pregunta importante: ¿Cuál creen que será el regalo de Jungkook a Jimin y Taehyung por su enlace?
Una vez más, muchísimas gracias por todo su apoyo y cariño♥ la historia está creciendo más de lo que yo jamás hubiese imaginado ♥TuT♥
¡Cuídense mucho y nos vemos en el Dilema 46!
∆Clearke Al Poder∆
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