Dilema 23
Mantenía la vista fija en el techo de su habitación, ausente, demasiado sumergido en sus cavilaciones. Jeon Jungkook sentía un dolor inmenso aplastarle el pecho, un pesar enorme colocándose sobre todo su cuerpo. Había tomado una decisión que no le correspondía en el momento menos indicado, llevándose con él la libertad de elección de su mejor amigo y del pequeño lobo que quería proteger con toda su alma.
Se lleva las manos a los ojos, cubriéndose el rostro. No sabía qué debían hacer ahora.
Sus lobos se gustan, susurró la voz de su conciencia, tranquila, resignándose a un sentimiento sin nombre, tú sabes que sus lobos son compatibles, los escuchaste llamarse.
Eso no quitaba que Taehyung continuara siendo suyo, parte de su vida de forma permanente (o eso le gustaría pensar a él). Y había terminado entregándolo al Omega más lindo que podría tener la oportunidad de conocer en su vida.
Era un tonto por siquiera desear acapararlos.
En ese mismo momento ellos dos deberían estar en la habitación del Alfa, acurrucados bajo las sábanas, tal vez ya dormidos, sus lobos llamándose de forma tormentosa.
Jungkook no podía hacer nada en contra del destino. Lo había dicho con bastante claridad.
Y ese sentimiento se quedaría sin nombre por más tiempo, decidió, dejando que unas cuantas lágrimas resbalaran por las esquinas de sus ojos. No tenía la oportunidad de retroceder en su decisión cuando fue él mismo quien había lanzado a Taehyung a las fauces del lobo.
Cansado, Jungkook se sienta sobre la cama, aun llorando sin consuelo y en silencio absoluto, porque sabía que ese sentimiento sin nombre debería quedarse oculto dentro de él sin importar cuanto lo lastimara. Él no era nadie para impedirle a dos lobos cumplir con su destino, el Beta no era estúpido, aunque sí que había disfrutado de ignorar la necesidad apabullante de estar juntos de esos dos lobos.
Alfa y Omega. Principio y fin. Un destino inminente.
Escucha pisadas livianas pasearse por el pasillo mientras un pequeño sollozo abandona sus labios, incauto. Las pisadas rápidamente se convierten en el sonido de la puerta de su habitación abrirse, dejando ver una silueta bastante alta que avanza en dirección a la cama, con los brazos extendidos hacia él.
Le recibe de igual forma, necesitando del contacto que le ofrece el Alfa.
─Lo siento mucho─ se disculpa mil veces, soltando las mismas palabras hasta quedarse sin aliento─. No quería obligarte a hacerlo, pero Jimin solo contra esos Alfas...
─Lo sé─ la voz ronca le advierte del llanto─, yo tampoco quería dejarlo solo en esto, pero tengo miedo de que las pruebas no sean suficientes. No quiero marcarlo solo para probar un punto.
─Karrell estaba desesperada por hacer algo, supongo que el padre de Hoseok está siendo demasiado insistente─ suspira, sus brazos envueltos alrededor del cuello del Alfa, como si estuviese consolando a un niño.
No podía admitir que ambos lo eran.
La fuerza del abrazo del Alfa se hace mayor alrededor de Jungkook, que deja salir un quejido para que el lobo tembloroso y lloroso de su mejor amigo se calme un poco.
─Hoseok está al borde del colapso─ admite Taehyung─. Cuando fui a visitarlos él se veía realmente mal, me dijo que era porque no quería involucrar a Jimin en un proceso tan tortuoso mientras se encontraba en su semana de celo. Su padre tomó eso como que él había ayudado a Jimin con el celo.
Un sentimiento áspero le recorrió el cuerpo junto con un escalofrío, sintiendo una repentina llama de ira encenderse en su interior.
─Viejo idiota─ murmura entre dientes.
─¿Piensas que se lo creerá?─ la pregunta de Taehyung deja en blanco a Jungkook durante unos cuantos segundos, analizando las posibles respuestas a la voz temblorosa de su mejor amigo.
Decide enfrentar la realidad.
─Taehyung─ su voz se hace suave cuando pronuncia el nombre, intentando calmarlo─, yo sé que no debes de fingir nada, ¿bien? No intentes mentirme. Sé que sus lobos se buscan siempre, no tengo dudas de que ustedes...
─No lo digas─ suplica, cortando al Beta, repentinamente sus mejillas se tocan, la necesidad anhelante de estar más cerca se vuelve tensa─. No todavía, no cuando Jimin no es consciente de las cosas que están pasándonos.
Su corazón se estruja, se congela, se rompe, todo en cuestión de segundos, golpeándolo con fuerza la verdad que su mejor amigo intentaba esconderle. Ahora no era más un misterio, no se trataban de alucinaciones causadas por los celos, no era solo la imaginación de Jungkook.
Ellos eran destinados.
Todas las palabras del Beta, donde él apoyaba al destino de los lobos unidos por la Luna, repentinamente le supieron demasiado ácidas.
Con cuidado de no parecer demasiado dolido, Jungkook se aleja del abrazo del Alfa, ambos quedando sentados frente al otro sobre la cama del Beta, viéndose fijamente en la más profunda oscuridad. Era una madrugada sin luna, una noche sin sonidos exteriores, solo dos almas que se presentaban mutuamente.
─Yo no quería esto─ susurró el Alfa, el dolor claramente tiñendo sus palabras─, no quería que lo supieran sin que antes te dijera la verdad.
Con ambas manos, Jungkook le cubre la boca al chico frente a él, suplicando en silencio que no diese otro golpe a su corazón durante esa noche. Si su lobo no estuviera dormido, probablemente el olor a tristeza cubriría todo el cuarto.
─No lo hagas difícil, Tae─ la sonrisa se dibuja en sus labios con el fin de engañarse a sí mismo.
Los hombros del muchacho caen, rindiéndose ante los deseos del Beta, impotente, ¿no era lo que siempre hacía?
─Chicos─ una dulce voz les llama la atención, mostrando otra figura delante de la puerta abierta─. Se terminó.
No necesitaban de más palabras, eran conscientes de a qué se refería y era un terrible momento para saber que el celo de Jimin había llegado a su fin. Sin decir una sola palabra más, el Omega camina de forma callada, deslizándose a un costado de la cama junto a los otros chicos. No podían distinguir muy bien sus facciones en esa profunda oscuridad, pero el toque ligero les dejó en claro que se trataba de él.
─¿Cómo te sientes?─ la pregunta de Taehyung llega primero mientras se seca las lágrimas, Jungkook le imita con disimulo─ ¿Recuerdas algo?
Un suspiro escapa de sus labios y el corazón de Jungkook se acelera sin motivo aparente.
─Lo recuerdo todo─ admite Jimin, con la vergüenza plagando su tono─. Mi lobo y yo tenemos una gran conexión, así que todos los detalles de estos días pasan como una película por mi mente. Lo siento mucho.
Las cálidas manos del muchacho buscan la mano correspondiente de ambos chicos, brindándoles un suave apretón cariñoso. Una explosión de luz pasa frente a sus ojos, en tan pocos segundos que creen que se trata de un mero producto de su imaginación.
─Muchas gracias por cuidar tanto de mí─ otra lágrima cae de los ojos del Beta─ y perdón por arrastrarlos a esto, no sabía que mi celo iba a adelantarse tanto.
─Culpa al destino por ello─ la sinceridad de Taehyung los golpea a ambos, pero no suena molesto─. O a Jungkook, por encontrarte siendo atacado por un Alfa.
Jimin suelta una risa suave mientras se inclina hacia el costado de Beta, que solo puede sentir la cabeza del chico apoyada en su hombro.
─Es lo más lindo que un desconocido ha hecho por mi─ susurra, dejando que el pecho de Jungkook se infle en orgullo─. Eres un Beta muy fuerte y lo agradezco mucho, creí que iban a venderme en el mercado negro.
El Alfa se ríe un poco, la broma calándole entre las montañas de tristeza que su corazón se encontraba soportando.
─Taehyung─ la voz del Omega le arrulla─, ven, acércate.
Con los segundos empujándolos, los tres muchachos se recuestan sobre la cama del Beta, cuidando las posiciones que toman para acomodarse hasta que Jimin termina guiándolos para que ambos se acurruquen contra él, el peso de las dos cabezas sobre el pecho del Omega. Aunque es Jungkook quien se encuentra más cerca del corazón de Jimin, Taehyung también le escucha claramente.
Jimin les regala caricias intentando calmar el llanto de ambos chicos, preocupado por ellos, solo siendo consciente de la forma en que ellos entrelazan sus manos sobre él. Lo nota, la necesidad de ambos por permanecer juntos, pero no puede negar que su presencia consiguió calmarlos lo suficiente para que dejasen de lamentarse. Jimin lo siente, la forma en que su lobo interior lo lleva hacia ambos lados, sin llegar a decidirse con quién se siente más a gusto.
¿Qué era eso?
Ambos, ambos míos, creía escuchar a su lobo hablar.
Sintiéndose un poco perdido, Jimin comienza a tararear canciones de cuna para ambos, el agradable calor corporal de los chicos embotando su mente. Ni siquiera era capaz de determinar el momento en que su lobo comenzó a arrullarlos con feromonas.
Van quedándose dormidos en cuestión de segundos, sin notarlo, algunas palabras incautas fueron susurradas antes de perderse entre la maraña de extremidades en la que se habían convertido, antes de esconderse dentro de la oscuridad de sus mentes.
El celo había terminado y Jimin debería irse.
¡Yop! Clearke está vivo después de su semana de primeros parciales en la U
(˵ ͡° ͜ʖ ͡°˵)
¿Qué les pareció el capítulo? Ya llega el momento en que los niños deban enfrentarse a la realidad fuera del apartamento.
¿Les gustó? ¿Muy drástico? ¿Tienen alguna teoría sobre lo que va a pasar?
¡Muchas gracias por leer, votar y comentar!💕
∆Clearke Al Poder∆
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